Al Neoliberalismo le ocurre lo mismo que a la Iglesia
Católica, están obsesionados por que desaparezcan de la Enseñanza las materias
humanísticas, sobre todo la Filosofía.
Cada uno tiene sus Dogmas que son los que deben ser puestos
en práctica y ser enseñados y aprendidos desde niños.
El neoliberalismo sólo quiere bautizarnos, de por vida, para
que seamos “consumidores” pasivos, repostemos sus depósitos económicos con
compras y que nos olvidemos de ser ciudadanos, tanto de una comunidad concreta como
del universo todo, ni “polités” ni “cosmopolités”.
Lo importante es “trabajar mucho”, “trabajar bien” para “ganar
más dinero” y, así, poder “consumir más
cosas”
“Comprar”, no pensar, ni crear, ni imaginar, ni saber, ni
criticar, ni extasiarse, ni…..ni….
La educación debe ser una “educación tecnológica”,
“instrumental”, “mercantilizada”.
¿Para qué la “tolerancia”, el “respeto”, la “amistad”, los
“afectos”, los “valores”, la “libertad”, la “solidaridad”, la “formación y
comportamiento democráticos”,….?.
Cada uno a lo suyo. Y tú a lo tuyo.
Primero te captan, te hacen el vacío interior y, después,
quieren hacerte creer que puede ser llenado y rellenado con “cosas”.
Y como la Filosofía, además de Información, es, sobre todo,
Formación y Crítica….
Y es verdad que la educación tecnológica, en los tiempos que
corremos, es absolutamente “necesaria”, pero es absolutamente “insuficiente”.
“Ser consumidor pasivo y compulsivo” (su dogma) es un disvalor,
comparado con “ser ciudadano crítico y responsable”
Debemos adquirir todo lo necesario para seguir viviendo
(sobreviviendo), y seguir viviendo bien
(estado de bienestar)
El trabajo, sobre todo cuando van de la mano “profesión” y
“vocación” es la mejor realización de la persona.
Pero eso ¿qué le importa al Neoliberalismo? Estrujarán,
exprimirán a la persona, hasta la última gota.
El Neoliberalismo es una ideología y teoría económica. Los
dos ingredientes combinados.
Sus dogmas son muy
precisos.
Propugna la reducción de la intervención del Estado. Es un
defensor, a ultranza, del libre mercado, del desarrollo tecnológico, y de la
macroeconomía. Se propone conseguir que la iniciativa privada se extienda en
todas las áreas (por supuesto en la Educación y en la Sanidad privadas), en
detrimento de la pública.
Propugna el aumento de de los impuestos sobre el consumo, al
tiempo que una reducción de los mismos sobre la producción, sobre la renta
personal y sobre los beneficios empresariales.
Defensor de la movilidad de capital y de la flexibilidad
laboral. Las unidades de producción podrán ser instaladas donde la iniciativa
privada lo considere más productivo (los mercados de mano de obra barata).
Proclaman, por doquier, que son los agentes privados los que
tienden a ser más productivos y eficientes que los servicios públicos, por lo
tanto permitir que sea el sector privado el encargado de la generación de
riqueza.
Sólo así, si crece el producto, mediante el beneficio
individual, se alcanzará el beneficio de toda la sociedad.
Ante estos postulados, dogmáticos:
1.- ¿Qué es la literatura? Un entretenimiento inútil.
2.- ¿Qué es la poesía? Una cursilada.
3.- ¿Qué es la belleza de una salida o una puesta de sol?
Una pérdida de tiempo.
4.- ¿Y la solidaridad? Una flaqueza.
5.- ¿Y la Historia? Un pasatiempo de las historietas del
abuelo.
6.- ¿Y la FILOSOFÍA? Locuras de unos chiflados.
La ÚNICA EDUCACIÓN/ENSEÑNZA necesaria es la UTILITARIA, la
del aprendizaje de manejo de las máquinas, del entrenamiento en el uso de la
Tecnología, la Tecnológica.
Sólo así, al producir más, el trabajador cobrará más,
dispondrá de más capacidad adquisitiva, podrá adquirir más productos, será más
feliz.
Más que personas, serán máquinas productivas, para ser,
después, máquinas consumidoras.
Y la Educación Tecnológica, en los tiempos que corren, es
absolutamente NECESARIA, pero es absolutamente INSUFICIENTE.
“Ser consumidor” es un disvalor, en comparación con “ser
ciudadano”. Aunque también éste tendrá que adquirir y consumir productos para
seguir viviendo, y viviendo bien.
La filosofía, que jerarquiza los valores es, para ellos, la
materia maldita, porque distinguirá tres tipos de deseos: 1.- Deseos naturales
y necesarios (necesidades básicas, que deben ser cubiertas, satisfechas, para
no perecer). 2.- Deseos naturales pero no necesarios (los langostinos de
Sanlúcar, el chanquete y el boquerón malagueños, el caviar iraní, el Vega
Sicilia,…. Alegran la vida, pero son prescindibles) y 3.- Deseos ni naturales
ni necesarios (desde la droga a cuentas en Suiza,….)
Lo único que conocen son las “gráficas”, las ascendentes (de
resultados, de beneficios, de ampliación de mercados, de más…y más….y más….) y
las descendentes, de costos (laborales, de materias primas, de distribución,….)
y cuanto más divergentes, mejor y mejor.
Los hombres no tienen por qué ser personas, sino “Máquinas
de trabajar”, “máquinas de producir”, “máquinas de gastar”….Eso es todo. El
incremento de su lucro: primer y último objetivo.
Es lo más opuesto a la “ciudadanía”, a la “solidaridad”, a
la “comprensión de las diversidades étnicas, sexuales, culturales,…”
¿Se puede ser ciudadano sin Formación Humanística?
¿Se puede ser ciudadano en “el reino de las cosas”, ajeno al
“reino de los valores”?
¿Se puede ser ciudadano crítico sin la FILOSOFÍA?
¿Qué mal puede hacerles a los lectores de este blog todas
estas reflexiones que cuelgo tan a menudo?
¿Qué mal puede hacer la FLOSOFÍA?
Es la pregunta que algún ministro debería hacerse y responder.
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