Afirma R. TAGORE que:
“La nación es un sistema de egoísmo organizado…. La idea de nación es uno de los medios soporíferos más eficaces que ha inventado el hombre. Bajo la influencia de sus efluvios, puede un pueblo ejecutar un programa sistemático del egoísmo más craso, sin percatarse, en lo más mínimo, de su depravación moral; aún peor, se irrita peligrosamente cuando se le llama la atención sobre ello”.
Ya se han encargado de recordárnoslo, en la última campaña electoral, tanto el Sr. Puigcercós como el Sr. Mas, uno hablando del pago de impuestos y el otro de robar carteras.
Sigo pensando que el nacionalismo se quita leyendo, conociendo más y mejor la historia. Porque la historia está ahí, aunque unos la tapen, otros la poden, los de más allá la pinten de colores y los de más acá se la inventen.
Claro que, en este último caso, no sería historia, sino historieta inventada por mentes interesadas.
“La Historia sólo está muerta para los imbéciles” – PÉREZ-REVERTE dixit.
Yo, Tomás, no soy nacionalista, ni castellano-leonés (donde nací), ni andaluz (donde vivo), ni español (en el que siempre me he sentido más cómodo).
Cada cual puede ser nacionalista o no, es su opción que, naturalmente no puede implicar obligación de que los demás lo sean, ni excluirlos por no serlo, ni matarlos o exiliarlos (voluntaria o no tan voluntariamente) por no defenderlo.
Y, menos aún, respecto a los nacionalismos españoles, ficticios, inventados, y, peor aún, si en alguno de ellos ha tenido que ver, y mucho, la iglesia más reaccionaria (y sus sacristías), predicando un pasado idílico de una independencia que nunca existió, o de una opresión que nunca han padecido.
Unos señores, cortos de inteligencia pero con un recorrido largo de egoísmo, crean una burbuja gigantesca que nadie intenta ni logra explotar, que crece y crece y crece…. y que contagia a una parte de la población que, además, sigue soplando y soplando y soplando…y creándose la gran falacia.
En el País Vasco la burbuja la creó Luis Arana y, luego, su hermano Sabino se convirtió en un auténtico fanático y psicópata.
¿Uds. saben que, cuando SABINO ARANA quiso casarse, tuvo que asegurarse de que la mujer elegida tenía 126 apellidos vascos?.
¿No es, esto, propio de un psicópata?.
¿Dedicarle el 90% de sus energías a la cuestión nacionalista?
¿Levantarse por la mañana pensando “soy vasco” y “voy a ser más vasco hoy”, o “soy catalán”, o “castellano-leonés”, o “ruso”, o “chino”…?
Es la manera más idiota que conozco de pasar por la vida.
“Nuestro primer objetivo es el de “ser catalanes”” – Pujol dixit.
Pero ¿es que no lo son ya un barcelonés o un leridano, desde que se levantan?
Afirmar y afianzar un nacionalismo en los dos pilares fundamentales: el lingüístico y el cultural, en los tiempos que corren, en que la lengua que habla la economía, la ciencia, la técnología,…. es el Inglés, y cuando los medios de comunicación son globales, saltándose todas las barreras, anulando las fronteras… parece de locos.
Miró y Dalí, Gaudí y Pau Casal ¿no son universales como Picasso y Velázquez, como Machado y García Lorca, aunque aquellos hayan nacido en Cataluña y éstos en Andalucía?.
¡Qué agobio!. !Qué pesadez¡. ¡Qué ceguera¡.
Aislados en el cortijo del habla (la lengua) y de lo que hablar (la cultura), excluyendo a los otros y a lo otro, obligándolos a “lo mío”, aunque los otros no quieran, imponiéndoles su santísima voluntad, su manifiesta locura...
Poniéndole puertas al campo e imponiendo la siembra del monocultivo…
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