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(Vaya por delante mis “sin palabras” de que un caramelo
rebotado o mal tirado haya cortado, de raíz, la vida de un niño de 6 años.
Es fácil, desde la frialdad alejada de que ese niño no haya
sido de uno, afirmar que todos los demás niños malagueños no podían ser
privados de la ilusión anual de los Reyes Magos.
TRAGEDIA Y DESPROPORCIÓN.
UN NIÑO POR UN CARAMELO.
UN CARAMELO POR UN NIÑO.
TRAGEDIA DESPROPORCIONADA).
Pero la “noche de Reyes”…
Es el único día del año en que los niños, como actores,
mejor se lo pasan, ilusionados, y es el día, también, en que más disfrutan los
padres, espectadores, alucinados contemplando la cara de sus hijos, a pesar del
dolor de hombros.
Además de esos tres días de luto oficial, ese niño, ausente,
se merece que todos los días 5 de cada mes, de este año, todos los niños
malagueños lo recordaran compartiendo, en su recuerdo, la alegría, real, de que
estaba disfrutando ese niño en el momento de su ida.
Merece la pena estar esperando todo un año para mirar, no
las carrozas reales, sino los ojos y las sonrisas infantiles.
Los Reyes serán los Padres cuando tenga que serlo, pero,
ahora, los Reyes son los Reyes Magos.
La Imaginación Infantil versus la Lógica Adulta
Mientras los niños no se pregunten cómo los camellos pueden
subir a una 5ª planta para beber leche y agua y comer galletas y zanahorias…
HAY QUE SEGUIRLES EL JUEGO.
Los niños, por ser niños, se lo merecen.
Porque lo que importa no es la Verdad sino la Felicidad.
¿Desde cuándo una mentalidad lógica adulta contribuye a la
felicidad más que una mente imaginativa
desbordante infantil?
Tiempos vendrán en que los esquemas lógicos vayan
esquinando, orillando, los esquemas imaginativos y el niño deje de ser niño.
La Verdad nos hará libres a los mayores, mientras la
imaginación desbordada hará felices a los niños.
No asesinemos antes de tiempo, a destiempo, el tiempo
infantil. Se morirá él solo cuando tenga que morirse.
Es la noche del 5 de Enero, de cada año, cuando ateos,
agnósticos e indiferentes se confunden con los creyentes, porque lo que importa
no es la fe sino la felicidad de todos los niños de todos los padres.
Es la noche en que no se dirimen cuestiones ni religiosas ni
teológicas sino momentos de felicidad. Y tan niños son unos como otros.
Si es un error “no responder” adecuadamente, pero
dosificadamente, a las preguntas de un niño, es un “pecado humano” darles
respuestas por anticipado, antes de que el niño pregunte.
Ni llegar “antes de”, ni llegar “después de” es llegar “a
tiempo”, porque la verdad nunca puede digerirse cruda, sino cocinada.
¿Cómo comparar el sabor del caramelo de propaganda de El
Corte Inglés, lanzado desde una carroza real, con el que a diario se compra en
el kiosco del parque?
Ese espectáculo, único e irrepetible, sólo cada año, de ver
romper el papel de regalo la mañana del día 6, tras comprobar, absorto, cómo ya
no hay leche, ni galletas,…porque son “mágicos” y han subido a la 5ª planta….
Nunca, durante toda la vida, se borrará de la memoria del
padre, que se precie de serlo, esos ojos, esa sonrisa, esos gritos de alegría,…
al ver cómo Los Reyes Magos han leído su carta y le han traído Todo lo que le
había pedido.
Se me ha caído el alma al suelo, y he sentido tristeza, ante
la cruda realidad de oírles decir a varios niños, en Televisión, que lo que le
han pedido a los Reyes Magos ha sido “un trabajo para sus papás”.
TRISTE, PERO REAL.
REAL, PERO TRISTE.
LA CRUDA REALIDAD.
Y lo malo es que esa felicidad de la que gozas todos los años - me estoy refiriendo a cuando eres niño - llega un día y ¡zas! se desmorona,porque alguien te ha dicho: No existen los Reyes, son los padres.
ResponderEliminarTodavía recuerdo, y fijate si hace años, el lugar,como y quien me sacó de mi inocente creencia. Y te destroza.
El día cinco no ppodía creer que esa noticia era verdad. Es la contradiccion de la felicidad infantil.
Pero los Reyes Magos siguen, tenedlo en cuenta.