• MITO DE
Derivado del mito amoroso de
Aristófanes, en el Banquete de Platón, que supone que los humanos fueron, en
los primeros tiempos, sólo un ser: con dos caras, cuatro brazos, cuatro
piernas,.. pero que, por su soberbia y desafío a los dioses, al no tener
que necesitarlos, fueron divididos en dos partes que vuelven a unirse en un
todo absoluto cuando encontramos a nuestra “alma gemela”, a nuestro compañero/a
ideal.
Es un mito que expresa la
idea de que estamos predestinados el uno al otro; es decir, que la otra
persona es inevitablemente nuestro par, y solo con ella nos sentimos completos.
El mito platónico del amor
expresa un sentimiento profundo de encuentro de la persona consigo misma, “y su
culminación es recuperar los aspectos que nos fueron amputados y de esa manera,
recuperar nuestra propia y completa identidad. Es decir, poder ser todo lo que
somos y lo más plenamente posible”.
El mito de la media naranja
sería una imagen ingenua y simplificada del mito platónico que intenta
transmitir esa búsqueda de la unidad perdida, pero su principal defecto es que “uno
más uno” termina resultando uno, lo cual es un grave error, no sólo aritmético,
que es asimilado mayoritariamente por mujeres.
Tanto el varón como la mujer
son dos naranjas enteras y que quieren convivir, disfrutando de los buenos
momentos y compartiendo los malos para hacerlos más llevables
• MITO DE
Creencia de que el amor
romántico sólo puede sentirse en una única persona porque se cree que el amor
es de “todo o nada” y si una persona se da “toda entera a otra persona” nada
queda para otra.
Sólo una persona con otra
persona.
Este mito es muy potente y
tiene que ver con la propiedad privada y el egoísmo humano, que siente como propiedades
a las personas y sus cuerpos.
Y es un mito que sustenta
otro mito: el de la monogamia (y, por supuesto, heterosexual) como estado ideal
de las personas en la sociedad.
¿Por qué no pueden amarse,
intensamente, tres personas, a la vez y simultáneamente?.
• MITO DE LA FIDELIDAD ,
Creencia de que todos los
deseos pasionales, románticos y eróticos deben satisfacerse exclusivamente con
una única persona: la propia pareja.
Ninguna otra persona puede interponerse entre la pareja, que debe ser siempre fiel, “en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en la presencia y en la ausencia….”
Ninguna otra persona puede interponerse entre la pareja, que debe ser siempre fiel, “en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en la presencia y en la ausencia….”
• MITO DE
Creencia de que el amor
romántico y pasional de los primeros meses puede y debe perdurar tras miles de
días (y noches) de convivencia, para siempre, “hasta que la muerte los separe”.
El amor no puede ser un amor
pasajero, sino para siempre, pase lo que pase.
Y uno se pregunta por qué.
Si tras la creencia de que no
va a ser temporal, sino para siempre, llegado el momento de que ambas personas
consideran que se han equivocado ¿no van a poder, amigablemente, recoger la
palabra dada y devolver la palabra recibida?.
¿Por qué no?
Si ellos se dieron la palabra
y, mutuamente y de acuerdo, deciden dar marcha atrás. ¿por qué no?
• MITO DEL MATRIMONIO O CONVIVENCIA.
• MITO DEL MATRIMONIO O CONVIVENCIA.
Creencia de que el amor
romántico-pasional debe conducir a la unión estable de la pareja, y
constituirse en la (única) base del matrimonio (o de la convivencia en pareja).
Esto crea problemas porque vemos
que la institucionalización de la pasión ¿puede estar y ser institucionalizada
una pasión? y el paso del tiempo, acaban con ella, desgastándola poco a poco.
Por eso nos divorciamos y
buscamos nuevas pasiones que nos hagan sentir vivos, aunque, en seguida, las
personas vuelvan a casarse y, quizá, cometiendo el mismo error que la primera
vez.
¿Por qué no va a poderse, de
nuevo, reiniciar otra convivencia?
El matrimonio en la Era de la comunicación a
escala mundial pero, a la vez, la era de la soledad ha visto, así, aumentada su
dimensión mitológica e idealizada:
“La idolatría del matrimonio
es la contrapartida de las pérdidas que produce la modernidad. Si no hay Dios,
ni cura, ni clase, ni vecino, entonces queda por lo menos el Tú. Y la magnitud
del tú es el vacío invertido que reina en todo lo demás. Eso significa también
que lo que mantiene unido al matrimonio y a la familia no es tanto el
fundamento económico y el amor, sino el miedo a la soledad”
De acuerdo con lo de la
soledad, pero no es el objetivo fundamental, sino la convivencia feliz.
Cuando se “huye de” un lugar
es porque se desea “ir y llegar a” otro mejor.
• MITO DE
Creencia de que “el amor lo
puede todo” y debe permanecer ante todo y sobre todo.
Este mito ha sujetado sobre
todo a las mujeres que han creído en este poder mágico del amor para salvarlas
o hacerlas felices, pese a que el amor no siempre puede con la distancia, con
los problemas surgidos de la convivencia, ni con la pobreza extrema.
NO.
El amor es una fuerza que
puede mucho, pero que no puede con todo, no lo puede todo.
• MITO DEL LIBRE ALBEDRÍO.
• MITO DEL LIBRE ALBEDRÍO.
Creencia que supone que
nuestros sentimientos amorosos son absolutamente íntimos, totalmente
voluntarios, libres y que no están influidos de forma decisiva por factores
socio-biológicos-culturales ajenos a nuestra voluntad.
Que lo hacemos sólo porque queremos.
• EL MITO DEL EMPAREJAMIENTO.
Creencia en que la pareja es
algo natural y universal, de todos y desde siempre.
Que todas las civilizaciones,
en todos los tiempos y en todos los lugares…
Y NO es verdad.
La convivencia de dos en dos
ha sido, así, reificada en el imaginario colectivo, e institucionalizada en la
sociedad.
MITOS Y SÓLO MITOS, pero que
hemos asumido como reales, universales, existentes…
Y NO es verdad.
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