miércoles, 24 de octubre de 2012

RELATIVISMO (1)


 
He cogido su carita (Alberto, mi chiquitín, dos años y pico) entre mis manos y le he espetado cuatro preguntas:

1.- ¿Qué opinas sobre “la prima de riesgo”?.

2.- ¿Estás de acuerdo con las declaraciones del juez Pedraz sobre la “convenida decadencia de la clase política”?.

3.- ¿Consideras la xenofobia como un cáncer de la época moderna?.

4.- ¿Te gustaría practicar el arte de la papiroflexia, que le encantaba a Unamuno?.

Mi chiquitín se me ha quedado mirando, con sus ojos bailones, como diciendo: “mi “abu” es tonto o está “fumao””.

Y yo, de fumar dejé hace más de 20 años, y de tonto, quizá algo tenga, pero no tanto como mis enemigos dicen.

Y yo mismo me he respondido que cómo va a opinar sobre esos problemas si ni siquiera sabe qué son, y mucho menos que sean problemas.

Para él, con dos añitos y pico, esas “cosas” no existen.

Y es verdad que mi Alberto pertenece a la especie humana, es europeo, occidental, español, manchego (aunque su corazón sea andaluz) pero…. “no tiene edad”.

Esos problemas son “relativos”, “están en relación con”, entre otras cosas con la edad. Y, a esa edad, esas “cosas” no son problemas, porque ni siquiera “son”.

El conocimiento, la verdad, pues, no es algo absoluto, independiente del sujeto cognoscente, sino que está relacionado con él.

Hace dos mil quinientos años, el sofista griego Protágoras defendió la teoría de “el homo mensura”, “el hombre medida”.

Según él: “el hombre es la medida de todas las cosas, de las que son en cuanto que son, y de las que no son en cuanto que no son”.

Pero ¿qué es “el hombre” para Protágoras?. Porque podemos decir:

.- “El hombre está atrincherado en la terraza y dispara sobre todo el que se acerque”. En este caso “hombre” significa “ser individual”, con sus particularidades accidentales concretas que lo diferencias de todos los demás de la especie humana. Se trata del hombre concreto, hic et nunc, de Pedro, de Juan o de Antonio. En este caso estaríamos hablando de un “Relativismo Individualista”. Cada uno cuenta la feria según le va en ella. Lo que las cosas o los valores sean, así o asao, buenos o malos, útiles o inútiles, justos o injustos,…..depende de cada uno. Y lo que para Pedro es verdad y bueno, para Juan puede ser dudoso y neutral, y para Antonio falso y malo.

La verdad, la bondad, la justicia,…. depende de cada uno.

Las cosas y los valores “son” como a cada uno se le “aparecen”.

Todo es relativo, está en relación con el individuo.

RELATIVISMO INDIVIDUALISTA.

Y  una de las características del individuo es su edad.

Mi Alberto, por su edad, no estaba en relación con esos valores.

 
.- “El hombre es el único bípedo implume que, además, es mortal”.

Y, en este caso, “hombre” significa “especie humana”. Es el “hombre específico”, con particularidades comunes a todos los hombres, aunque distintas a las que poseen los seres de otra especie distinta.

Estaríamos hablando de “antropomorfismo y antropocentrismo humano”, es decir, de un

RELATIVISMO ANTRÓPICO.

 
.- “El hombre griego no amaba a su esposa, sino que la consideraba como un instrumento que le proporcionaba hijos legítimos”.

En este caso “hombre” significa el ser que vive en sociedad, integrado en grupos sociales, con una mentalidad diferente según el grupo social en que nació, creció y se educó.

“Hombre” sería equivalente a “tribu”, a “grupo social”. Y estaríamos hablando de un

RELATIVISMO SOCIOLÓGICO.

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