UNAMUNO Y LOS MITOS.
Dice Unamuno que el divino Platón, al exponer las pruebas de la inmortalidad del alma, en realidad estaba “mitologizando” sobre la otra vida (recordar el mito de Er, el Panfilio que, abandonado por muerto en el campo de batalla, “volvió a la vida” (resucitó) y empezó a narrar todo lo que les ocurrirá a los hombres al morir, en la vida de ultratumba, y que a él lo dejaron regresar y volver a esta vida para que le contara a los hombres los horrores del más allá.
Mito.
“Vamos, pues, a mitologizar”, Y recurre a los mitos hebreos como instrumentos para describir/explicar tanto los problemas psicológicos, como los sociales y morales.
Los mitos como resorte literario útil para analizar la civilización española.
El “mito de Eva” y el “mito de Caín” (de los que escribiremos en entradas posteriores), pero también el “mito de Jacob”, y el “mito del Paraíso”.
El “mito de Cristo” (no estamos refiriéndonos a Jesús de Nazaret, el personaje histórico), del magnífico poema “El Cristo de Velázquez”.
Cristo es una prometeica creación humana (de un grupo de seguidores), como el cuadro lo es del artista-pintor humano Velázquez y el poema lo es del artista-poeta humano Unamuno.
(Otros mitos que usa son el “mito de D. Quijote” y el “mito de D.Juan”).
“No amor a la verdad, sino lujuria // intelectual fue siempre el alimento // de la mente….”.
El “mito de la madre”, la “virginidad-maternidad”, que aparece en La Tía Tula (interpretada magistralmente por la recientemente fallecida Aurora Bautista, y con la que nos hizo disfrutar, ayer mismo, TVE). Virgen y Madre (¿) La lucha de la Razón y el Corazón. La que cuestiona la religión “de varones”, cuando en el panal la Reina prima sobre los Zánganos.
Las fantasías del “claustro materno” (el “paraíso”) antes de ingresar, ya como niño/a, en el “claustro familiar” y en el “claustro social” (que pueden ser paraísos o infiernos).
El “mito de la Madre de Dios”.
Ese Dios, siempre masculino, varón, con barbas, juez, condenador más que padre…. que necesita el contrapeso compensatorio de la Madre, con su regazo siempre abierto, acogedora y perdonadora, que ama siempre, como contrarréplica al varón que juzga y condena según las Tablas de la Ley.
Frente a ese Dios “paterfamilias” romano, la Diosa Madre, un Dios femenino.
¿Es que España no es “mariana” tanto o más que “cristiana” (¿cuáles son las principales Romerías?). Incluso en nuestra Semana Santa Malagueña los tronos suelen ser dobles, como con dos Dioses, uno sufriendo por todos nosotros y el otro (ella) sufriendo por su hijo).
Más que de “Trinidad” habría que hablar de “Cuaternidad” (¿no ha sido declarada, ella, “corredentora”?).
(En otros lugares he escrito sobre la Patria y la Matria).
Incluso la Filosofía Española no es la Europea, expuesta en tratados racionales estructurados, bien armados, cerrados, sistemáticos, sino una Filosofía líquida y difusa, que se muestra en La Coplas de Jorge Manrique, en el Romancero Español, en El Quijote, en La vida es sueño, en La subida al Monte Carmelo,…
De ahí esa contraposición tan unamuniana de España frente a Europa y el “que inventen ellos”, lo que le llevaba los demonios a Ortega.
“Españolizar unamunianamente a Europa” en contraposición a “europeizar orteguianamente a España” (“España era el problema, Europa la solución” –repetía Ortega).
Religiosidad española vivida más que religión oficial jerárquica.
Inmortalidad y supervivencia en la mente de los hombres, más que una inmortalidad en la eternidad.
¿No sigue vivo Unamuno en la mente de cuantos lo leemos, lo recordamos, lo admiramos?.
Lo de “escribir un libro, tener un hijo y plantar un árbol” (cultura, vida y naturaleza) como formas de inmortalidad, en esta vida, sustitutivas de la inmortalidad de la creencia, en la otra vida.
Inmortalidad humana más que inmortalidad divina.
Una vez satisfecha el hambre, la supervivencia individual, se impone la supervivencia social en los otros.
“El hombre suele entregar la vida por la bolsa, pero entrega la bolsa por la vanidad”.
¿Qué es la vanidad, sino ansia de sobrevivirse?.
Sobrevivir en la memoria.
No hay comentarios:
Publicar un comentario