Hay quienes afirman que la mejor, o única, manera de ganar, (en el juego), al contrario es tener todo el tiempo el balón.
No son conscientes de que, en el juego, (si es, realmente, juego) existen los contraataques, que suelen ser mortales de necesidad.
De poco vale el mayor tiempo de posesión si, durante un momento de desposesión, te fusilan al portero.
En la cocina más exquisita siempre existe la posibilidad de que el cocinero tropiece y se le vaya la mano con esa pizca de pimienta, de más, y se cargue todas las expectativas.
Pues, así es, también, la vida.
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