EL ANIMAL VULNERABLE.
Así define al hombre Juan
Masiá Clavel en un libro con este mismo título.
¿Cuántas definiciones se han
dado del hombre a lo largo de la historia desde el “animal racional” de
Aristóteles?
Pero es que, en la situación
cultural y filosófica que está tocándonos vivir, parece que de “racional” tiene
poco este “animal” (viviente sensible).
Todas las guerras se han
hecho alegando “racionalidad”, hasta las dos guerras mundiales del siglo XX y
las que, al día de hoy, están desarrollándose, y para ello basta con oír a los
distintos intervinientes, desde los que razonan alegando “legítima defensa” a
los que alegan “peligros a evitar” y/o buscar la paz (tapando los intereses
ocultos de arrebatarles sus riquezas en forma de petróleo o de lugares de
vigilancia para defensa.
El hombre, en su actuar
bélico, no sólo miente, sino que quiere engañar en una situación de perplejidad
y desconcierto u una actitud autojustificadora.
De esta presente y continua
“fragilidad” del ser humano proviene la “vulnerabilidad” del título de la obra.
Porque así es el ser humano:
capaz de destruirse a sí mismo y a sus congéneres y capaz de destruir su mismo
ecosistema.
El subtítulo de la obra es:
“invitación a la filosofía de lo humano” y es de lo que trata el libro.
El hecho mismo de
interrogarse es ya una manera de pensar, de filosofar.
Preguntarse por las
incertidumbres de este animal humano aunque no se encuentren respuestas
totales, cabales, exactas,…eso es filosofar, preguntarse y buscar respuestas.
Si la Antropología
abstracta pregunta “qué es el hombre”, una “filosofía de lo humano
concreto” pregunta “quién soy yo” o,
mejor “quiénes somos nosotros” en este clima de incertidumbre ante la
pluralidad y complejidad de los saberes.
Contamos con una amplia gama
de saberes sobre lo humano sin poder predecir qué respuesta daremos a este
animal humano que ha desarrollado tanto sus capacidades que surgen nuevos y
serios interrogantes cuyas respuestas superan a los saberes de que disponemos.
Somos capaces de manejar la
energía nuclear, el control del comportamiento, la ingeniería genética, la
inteligencia artificial,… ¿cómo responderemos? ¿Cómo utilizaremos tales poderes?
Es el reto de la reflexión
filosófica: nuestras capacidades, nuestras fragilidades, nuestras
responsabilidades.
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