Cuando hace apenas unos días
apareció la noticia de que Podemos quería hacer un referéndum/consulta sobre la Semana Santa y si salía que la
mayoría estaba en contra decidirían…. Creo que fui uno de los primeros en poner
el grito en el cielo sobre la barbaridad que iba a llevar a cabo Podemos, la
preparación al suicidio de un “nasciturus”.
Alguien, no sé si
jocosamente, se preguntaba sobre el posterior referéndum/consulta sobre la Romería del Rocío.
¿Cómo, queriendo ser una opción política, se
podía ser tan torpe?
Hace dos días que el/la
periodista se autocorrigió diciendo que no fue esa la respuesta de la
interrogada, sino que…
Recordé, entonces, un
artículo de hacía algún tiempo y que había publicado no sé donde.
¡A DEMOCRATIZAR TOCAN¡.
En una sociedad teocrática,
como el Cristianismo, el 2º Mandamiento es “No tomarás el nombre de Dios en
vano”.
Porque, en una mentalidad
mítica, “mentar el nombre” es “causar la acción”. (Dice) el cura: “tus pecados te son perdonados”
y (acción): “son perdonados”. “(Dice)” Jesús a Lázaro: “levántate y anda” y
(acción): “el muerto resucita”.
El “nombre” y la “acción” van
en un mismo kit. Como el “abracadabra” del mago y (acción): el conejo que sale
del sombrero.
Hoy, en una sociedad civil,
uno de los mandamientos (el 2º o el que sea) debería ser “No democratices todo
lo que se te ponga por delante”.
“Democracia” ha sustituido a
Dios” y como hay creyentes en Dios, convencidos, también hay demócratas
convencidísimos de que todo lo que sea o suene a “democrático” tiene que ser
bueno.
Pero la religión no admite
democracia alguna, todo es piramidal, o viene de arriba, Dios, o viene del que
está más arriba en la pirámide humana, el papa y la jerarquía eclesiástica.
La democracia es ajena a
Dios. Quien manda, manda.
Si antes se veía a Dios entre
los pucheros (como la santa castellana), en todas las cosas, y la naturaleza
entera no era sino la huella de Dios, ya en la Edad Moderna , al
secularizar la naturaleza, ésta comenzó a ser objeto de estudio, para los
científicos, para todos y cada uno, nadie tenía vedada la entrada, cualquiera
podía penetrar en ella, estaba democratizada, y dejó de ser objeto de
meditación para los teólogos. Quizá perdiéramos el cielo, dejando de rezar,
pero ganamos la tierra, con la observación y la razón.
Hoy la democratización no
sólo suena bien, sino que goza de un buen predicamento.
Así que, “democraticemos la
escuela”, “democraticemos la familia”, “democraticemos la Iglesia ”, “democraticemos la Universidad ”, “democraticemos
la enseñanza”, “democraticemos la sanidad”, “democraticemos la empresa”,
“democraticemos la cultura”,……Todo es democratizable. A DEMOCRATIZAR TOCAN, son
los nuevos tiempos, nada de autoridad e imposición.
Si la democracia es una de
las formas (la mejor o la menos mala) de gobernar la polis, el conjunto social
por excelencia, ¿por qué no democratizar todos los conjuntos sociales?.
Y la Bondad será lo que digan la
mayoría, democráticamente, de los moralistas y/o sociólogos.
Y la Belleza …………..
Y la Justicia ……
Así que, pacientes y médicos,
democráticamente, decidirán qué….
Y profesores y alumnos,
democráticamente, decidirán qué y cómo…..
Y padres e hijos, democráticamente,
decidirán qué …….
¿Todos en pie de igualdad,
democráticamente, para deliberaciones y decisiones, familiares, académicas y
sanitarias?.
Respetar los Derechos de
niños, pacientes y alumnos no es otorgarles iguales derechos que a padres, maestros
y médicos, porque sus “deberes” son distintos.
¿Os imagináis que una
operación de apendicitis o de corazón dependiera de la mayoría formada por
enfermeras, auxiliares, pacientes, limpiadoras, administrativos, guardias
deseguridad….y médicos, es decir, por todos los que, de una forma u otra,
participan en la
Institución Sanitaria (o educativa, o familiar)?.
Defender y apostar por un
igualitarismo universal, de todos y en todo, es, simplemente, una barbaridad,
fruto de malentender qué es la “democracia”.
“Iguales como sujetos
políticos” e “igualdad de oportunidades”, para todos, no es considerar iguales
a todas las personas en su actividad.
En la naturaleza, la
desigualdad es la norma. No hay dos flores iguales, ni dos leones, ni dos
personas. En la naturaleza no hay fotocopias, todo es original.
Los méritos, las capacidades,
su presencia o ausencia, su mayor o menor grado de los mismos nos hacen más o
menos idóneos, más o menos capaces, más o menos aptos.
Mientras la mal entendida
democracia considera a todos igual de aptos y valiosos, la auténtica democracia
sólo nos considerará iguales en cuanto ciudadanos, pero abogará por la
“excelencia”, por lo mejores.
La auténtica democracia aboga
por la mayor aristocracia posible de los ciudadanos.
Contra la masa y la
mediocridad, la excelencia, la valía personal.
Decía Ortega que “la
democracia exasperada y fuera de sí, la democracia en religión o en arte, la
democracia en el pensamiento y en el gusto, en el corazón y en las costumbres,…
es el más peligroso morbo que pueda padecer una sociedad”.
Quien esto escribe ha
reflexionado, y dejado por escrito, varios artículos sobre “democracia morbosa”
(Preguntarle a Google por “democracia morbosa tomas morales”)
Democraticemos las
competiciones y desaparecerá la competición.
Democraticemos la cultura y
tendremos Belén Esteban y Jorge Javier Vázquez a porrillo, forrándose a nuestra
costa e inundándolo todo de vulgaridad y zafiedad.
En una sociedad regida por un
único criterio, el productivista, lo que prima es la ganancia, que viene
reflejada en el índice de audiencia, mientras que los programas realmente
culturales, científicos, formativos, valiosos, de debate y reflexión
serios,…sería el alimento de un número reducido de personas que,
económicamente, no son rentables.
Así que “panem” (y, mientras
comen) “circum” (entretenimiento), he ahí el programa vital de una sociedad
productivista, que todo lo mide con el criterio de la ganancia.
¿Que hay que impartir
Educación Física? Que cada niño, democráticamente, realice los ejercicios
físicos que quiera, y si no quiere ninguno, que no haga ninguno.
¿Que hay que impartir
literatura? Que cada niño lea lo que quiera, si quiere y cuando quiera, y
veremos el Marca y el As como libros de texto.
¿Que hay que….?
¿Pero es que no existen
instancias superiores (maestros, profesores, pedagogos, psicopedagogos,
inspectores, asociaciones, instituciones educativas…) que, sabiendo, obliguen
al niño a….?
Respetar los Derechos de los
enfermos no es poner en sus manos (sino en las de los expertos (médicos,
cirujanos, colegios de médicos, autoridades sanitarias, investigadores,…) los
remedios para su salud.
¿Qué pinta un niño, un bedel,
una mujer de la limpieza….(integrantes de una institución educativa), en un
claustro, en igualdad de condiciones que el profesorado?.
Es verdad que debe
consultarse y estar de acuerdo con los padres, porque la enseñanza no es sólo,
ni principalmente, “instrucción y conocimientos”, sino, sobre todo, “educación
y comportamiento” y los primeros y principales educadores de los niños son los
padres, correspondiéndoles a los maestros y profesores un papel suplementario.
El equipo directivo deberá
reunirse con los administrativos, los bedeles, las mujeres de la limpieza, los
guardias de seguridad…..para consultar y consensuar cómo efectuar sus labores
correspondientes de la manera más eficaz posible.
Pero ¿“DEMOCRATIZARLO
TODO” cuando NO TODO es POLÏTICA y
GOBIERNO?.
No hay comentarios:
Publicar un comentario