Cuando se habla, se escribe y se discute tanto sobre la evolución, es por no distinguir adecuadamente. Y eso que ya lo sentenciaban los antiguos: “nunquam affirmes, raro neges, semper distingue” (Nunca digas que sí (afirmes), pocas veces dí que no (niegues), siempre distingue, matiza).
Tres afirmaciones previas:
1.- “Ha habido evolución”. No se discute si la ha habido o no, SÍ la ha habido. Tanto el caballo proviene del paleohippus como el hombre proviene de antecedentes prehomínidos.
2.- Lo que sí se discute es sobre las Teorías Evolutivas, de CÓMO ha sido esa evolución (que SÍ ha sido), de cuáles han sido lo mecanismos evolutivos.
3.- Nunca deben identificarse, sino previamente distinguir, Evolución Biológica y Evolución Cultural. No es igual la evolución hasta la aparición del hombre que la evolución de las sociedades compuestas de hombres.
Ha habido, hay y seguirá habiendo evolución cultural. Y como “estamos condenados” a sufrir o a disfrutar de la evolución cultural futura, bien está que no la dejemos campar a su aire y la programemos o, al menos, intentemos dirigirla para que no nos salga torcida y, luego, tengamos que arrepentirnos de no haberlo hecho o de no haberlo hecho bien.
Desde que hay sociedad hay normas morales encaminadas no sólo a la cohesión del grupo, sino también para su misma supervivencia.
Los grupos con normas tienen más posibilidades de sobrevivir, sobre todo por el adagio de que “la unión (de muchos) hace la fuerza (del grupo)”.
Si desde la Inteligencia Individual (mía) hemos pasado a la Inteligencia Social (del grupo), igualmente desde la norma moral individual (mía) se ha pasado a la norma social, colectiva, (del grupo), que garantiza mi propia supervivencia y mi mejora.
Porque no son iguales mis problemas individuales que los problemas que me surgen/que nos surgen, a todos, por la convivencia.
Que lo común provenga de lo individual no quiere decir que se reduzca a ello.
1.- LAS COSTUMBRES (los “usos”, como los denomina Ortega) son hábitos sociales que se transmiten a todos los individuos del grupo, tanto por vía de imitación como por vía de educación. Ellas son las “normas normales” (vale la reiteración) para el buen funcionamiento de la convivencia en el grupo.
Por lo general no vienen escritas, pero no cumplirlas supone, para el incumplidor, ser tachado de excéntrico, de extravagante, de raro, de transgresor, de sinvergüenza, de caradura, de hijoputa, de corrupto, de asocial, de animal,…. (todo depende de la norma incumplida).
2.- LA MORAL. Son las costumbres que tienen que ver con la convivencia, con los problemas sociales básicos. Viene en un mismo kit con la conciencia, la conciencia moral.
3.- EL DERECHO. Que, si es verdad que partió de la costumbre, de lo que debe hacerse y no hacerse, por tradición, fue evolucionando hasta la codificación.
Las normas que rigen en un grupo pueden ser tanto racionales como no racionales, tanto generadas jerárquicamente como generadas espontáneamente. Veremos varias de ellas.
El Mercado es una norma racional, pero que surgió espontáneamente.
El Tabú del Incesto es una norma no racional, y que también surgió espontáneamente.
Una Constitución es una norma racional y que es generada jerárquicamente.
Los Sacramentos son normas no racionales y generadas jerárquicamente.
EL MERCADO/EL COMERCIO.
Así como el lenguaje es el principal medio de comunicación de mensajes entre los individuos, así también el mercado/comercio es el medio principal en los intercambios, con otras sociedades, de lo que le sobra, para venderlo y de lo que carecen y necesitan, para comprarlo.
Es algo lógico este intercambio. Aunque en muchos grupos se haya optado por la autosuficiencia, por lo que queda garantizada la pobreza, al tener que bajar los precios de los productos que abundan y tener que ser carísimos el de los productos que son insuficientes.
Es más racional producir mucho de lo que puede ser fácilmente producido (por la climatología, por los recursos naturales,…) y exportarlo y no restringir la producción fácil y tener que producir carísimamente los productos escasos y difíciles.
¡Qué bien lo explica Platón, en La República¡.
Una de las causas del nacimiento de la Filosofía en el Asia Menor, griega, fue el intercambio comercial, tanto con Egipto como con el medio Oriente (Babilonia, Asiria,..), porque junto con las mercancías, exportadas e importadas, también se intercambian ideas, costumbres, leyes, comportamientos, formas de organización, como la familia, normas morales, religiones,… lo que provoca que, ante esto otro, distinto, se cuestione lo propio y surjan los “porqués”.
Responder a estos “porqués” es la filosofía.
Quizá para evitar ese intercambio, peligros, de ideas, morales pero también religiosas, fue por lo que la Iglesia Medieval y sus teólogos lo condenaban.
Si el comercio comenzó en la modalidad de trueque, lo que es lógico, cambiar cosas por cosas (cambio de una gallina por dos conejos, y un saco de trigo por dos de cebada), evolucionó con la aparición de la moneda, y, más aún, con el dinero papel y los contratos firmados.
Pero el comercio, que siempre fue considerado beneficioso para ambos mercaderes, debe tener una reglas de juego, así se llega a los acuerdos y contratos.
El comercio lleva consigo el entendimiento obligatorio con el extranjero, sin tener que llegar a las manos, a la guerra. Fue todo un avance.
El trato, la discusión y el contrato es poner a pelear DOS palabras en lugar de tener que pelear con DOS espadas. La discusión verbal es considerada una forma incruenta de lucha, sin tener que llegar a las manos, a la guerra, a la invasión y al saqueo, con la imposición de obligaciones leoninas del vencedor al vencido.
Ya en el XVIII se decía que: “el comercio une a los hombres entre sí, a través de la utilidad mutua, porque, a través del comercio el hombre aprende a deliberar, a ser honesto, a adquirir modales, a ser prudente”.
El comercio es una de las grandes creaciones de la Inteligencia Social que, beneficiando a todos, incrementa el capital social. Lo que no quiere decir que no haya quienes quieran aprovecharse y abusar en los intercambios.
Junto a lo bueno del mercado también está la posibilidad de las malas acciones (degeneraciones del comercio justo) en forma de expolios colonialistas, de masacres por la apropiación de diamantes, obligación de sembrar, en monocultivo, en las colonias lo que quiere y necesita la metrópolis.
EL TABÚ DEL INCESTO
El incesto o “relación carnal entre parientes próximos” es una norma no racional, de tradición histórica, universal, (aunque hoy sabemos, racionalmente, del peligro en la recombinación de genes).
La norma de la familia surgiría primero como un impulso de modo espontáneo, sobre todo materno, que experimenta que el hijo salido de su vientre es suyo u que con las sociedades sedentarias, y con la querencia entre parejas más estables, el padre también adquiere el sentimiento de que le pertenece.
Esta primera familia, espontánea, fue racionalizándose, hasta concluir en la necesidad, más lógica, de legislar sobre dicha institución, más allá de la mera familia biológica.
Esta prohibición del incesto, convertido en tabú y unánime, debió surgir espontáneamente, y no racionalmente, por la repugnancia natural a tener relaciones sexuales con un familiar.
Parece como que hay un bloqueo emocional, un bloqueo del deseo, en el acto sexual con alguien demasiado cercano.
Las incursiones en tribus enemigas para raptar doncellas y unirlas con muchachos debió de ser la consecuencia natural del tabú del incesto. Lo que conlleva, pero en menor proporción, el rapto de muchachos de tribus enemigas para emparejar con muchachas de la propia tribu.
Hay normas no racionales y muy eficaces (¿pantalones vaqueros rotos y con color sucio, pero igual o más caros que los a estrenar?.
LAS VACAS SAGRADAS DE LA INDIA
¿Cómo es posible que la vaca sea considerado un animal sagrado mientras la sociedad se muere de hambre?.
Y lo curioso es que estos mismos hindúes acuden al McDonald´s de la esquina a comer hamburguesas de carne de vaca importada de Argentina o de Australia.
Se da la explicación de este tabú de considerar intocable, sagrada, a la vaca, como la manera de evitar que los campesinos, en épocas duras, se comieran las vacas, que eran el único recurso económico (por lo que había que guardarlas) para arar, aprovechándose de sus excrementos en la construcción de las cabañas, como combustible para el fuego, como abono,… así como aprovecharse de su leche (repásense las necesidades básicas del individuo (comer, beber, casa,…) y veremos cómo de la vaca sale todo eso. De ahí a considerarla animal sagrado. Nunca matarlas.
EL DIOS AMERICANO.
En algunas tribus del Pacífico eran divinizados los cargueros americanos que llegaban cargados de mercancías. Eran considerados como la manifestación del maná que sus antepasados muertos enviaban para cuidar de ellos.
EL DERECHO CONSUETUDIONARIO.
Imagínate que durante la caza, tu vas persiguiendo una presa, pero ésta acaba en la tierra de otro. ¿A quién pertenece?, ¿al que la persigue o al que la toma?.
En mi pueblo, los cazadores siempre decían que “la liebre (cazada con galgo) siempre es de quien la persigue, mientras la perdiz es del que la mata”.
Cuando se hiere a una ballena, con arpón, pero se escapa y no puede ser capturada por el ballenero arponeador, llegando a los dominios de otro barco ballenero, que la pesca, ¿a quién pertenece la ballena?.
Se aplica un acuerdo consuetudinario de repartir la pieza capturada de modo equitativo.
LAS NORMAS RELIGIOSAS.
Moisés es el prototipo de legislador religioso (pero también Jesús, Buda, Mahoma, Lutero,…)
En un libro que leí hace mucho tiempo, “Las dos fuentes de la moral y de la religión”, de H. Bergson, se dice de la sociedad como fuente de normas, pero también de la capacidad de atracción de grandes personalidades religiosas, de líderes espirituales que invitan a ser seguidos y consiguen muchos seguidores.
Dios (revelando), Instituciones Religiosas (legislando), Líderes (predicando),…. Son fuentes de normas.
LAS LEYES
Es un sistema normativo, normalmente totalmente racional, proveniente del órgano legislativo social.
Decimos lo de “racional” de manera matizada, porque también los legisladores pueden estar tintados de ideologías religiosas extremas, sin separar los ámbitos civil y religioso, y legislar, por ejemplo, la Sharia.
Sería una legislación común, no racional, al no actuar los legisladores de manera racional sino religiosa.
En éstos la religión (que no debería ser sino opción personal) se impone a la razón (obligatoriedad general).
Lo normal sería una legislación racional, aunque adaptada a las circunstancias peculiares de cada sociedad.
Entre las leyes deberíamos ser conscientes de que pueden ser de Obligatorio Cumplimiento (tanto de hacer como de omitir) pero que también las debe haber Permisivas, donde no se prohíba, no se obligue, solamente se permitan a quienes así lo estimen oportuno.
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