Antes no había tantos “días de” (año nuevo, reyes, San Antón (que iba yo con mi perro para que el cura me lo bendijera, y que yo me preguntaba que para que coñ.. había que bendecir a un perro), del padre, del seminario, de Andalucía, del domund, del trabajo, (con bailes y danzas de la Sección Femenina de Pilar Primo de Rivera, más una corrida de toros,.. para que los Sindicatos no salieran a la calle… ), de la raza, de los difuntos (con el Tenorio), de la Inmaculada (que era el día de la madre, algo absurdo celebrar, precisamente ese día, la maternidad), de Navidad, de los inocentes, del estudiante caído, y pocos “días de” más).
Hoy ya casi no quedan días libres.
Si contamos todos los anteriores (que se mantienen, excepto el del “estudiante caído”, porque la enseñanza y la educación están tan por el suelo, que ya no puede caerse estudiante alguno) con los nuevos “días de…”
He contado “156 días de” nuevos. Desde “el día europeo de la salud sexual” (14 de Febrero) al “día mundial del sueño” (20 de Marzo), desde “el día mundial de la voz” (16 de Abril) al “día mundial sin tabaco” (31 de Mayo), desde “el día europeo de la esclerodermia” (29 de Junio) hasta “el día mundial de las cooperativas” (Primer sábado de Julio); desde “el día internacional para el recuerdo del comercio de esclavos y su abolición” (22 de Agosto) hasta “el día mundial de la retinosis fragmentaria” (29 de Septiembre); desde “el día universal del correo ( 9 de Octubre) y “el día universal del ahorro” (31 de Octubre) hasta “el día mundial de la filosofía” (21 de Noviembre) y “el día mundial de la usabilidad” (2º jueves de Noviembre).
Y también hay “noches” (nochebuena, nochevieja, de San Juan)
Pero es que también hay “semanas de” (por ejemplo, de la lactancia, blanca, santa, de carnaval); incluso “mes de” la esterilidad (mes de Junio).
Como todavía queda algún “día de” no ocupado, libre, (y antes de que me lo quiten, porque ya me estoy viendo venir “el día del cangrejo boquinegro”, “el día de la mosca cojonera”…) propongo “el día de la verdad sin consecuencias”.
En otro lugares he escrito sobre la Verdad, en “La tienda de la Verdad” y sus cinco clases.
Una de ellas es “la verdad como sinceridad” (su opuesto es “la mentira”, el “fingimiento”, la “doblez”, la “hipocresía”). La verdad como “sinceridad” es la correspondencia entre lo que se piensa y lo que se dice. Cuando uno dice lo que piensa, es sincero (aunque sea falso lo que dice, aunque esté en un error, aunque esté equivocado, aunque sea absurdo lo que dice (que tiene que ver con otros tipos de “verdad”).
El sincero “dice (externamente) lo que piensa (internamente)”.
El “día de la verdad (como sinceridad) sin consecuencias” sería como una catarsis colectiva, una higiene mental, un echar fuera lo que está reconcomiéndote la conciencia y no te deja descansar, sería como soltar lastre psíquico, una terapia, dar rienda suelta a los demonios interiores, una descontaminación interior.
Es como si uno tuviera la conciencia intoxicada por no poder echarlo fuera, lo que debilita la energía o la desvía al sitio inadecuado.
También sería una posible (¿) fuente informal de información al saber lo que piensas (pero, sin consecuencias, no se tendría en cuenta).
Siempre sin consecuencias, sin sanciones ni venganzas, ni multas, ni riñas, ni insultos, ni amenazas, ni... Que no expulsaran a uno del partido al ser sincero sobre los políticos corruptos de su propio partido.
Preguntarle a uno del P.P. por Gürtel y Camps y que fuera sincero, a uno del PSOE sobre los ERES andaluces de Chaves, Griñán y Zarrías, a uno de IU sobre la doble nómina que estaba cobrando el Alcalde de Marinaleda durante varios meses pero “que no se había dado cuenta”. A Rubalcaba sobre el Faisán o a Castillejo sobre Cajasur (antes Monte de Piedad y Caja de Ahorros de Córdoba).
Sería como el Carnaval, pero de la palabra sincera.
Los carnavales, como todos sabemos, son una impostura, una exageración, una hipertrofia. Te puedes meter con Teófila Martínez, decir lo que te apetezca y más, te ríes del Rey y del Papa, todo en un ambiente lúdico y festivo, y “sin consecuencias”. Hay “barra libre para”, hay “licencia”, se abre la veda para criticar todo lo criticable (que es todo).
No se le ocurre a la Alcaldesa de Cádiz arremeter contra el coro o la comparsa, que la “ha puesto a parir”, porque esos días son de Carnaval y no tiene, lo que se diga o se cante, repercusiones, ni policiales, ni económicas, ni judiciales,…
En esos días está permitido todo lo que no sea, expresamente, ilegal.
Ese día la gente se sincera, dice todo lo que piensa y, al día siguiente “paz y, después, gloria”.
¿Os lo imagináis?. ¿Un día de la “verdad sin consecuencias”?. ¿El día de la sinceridad”
YO, NO.
Antes no había tantos "días de", porque todavía no había cogido El Corte Inglés todas sus posibilidades de instaurar celebraciones. Desde que fué consciente de que podía obligar a la iglesia, al estado y a todo bicho viviente a instaurar todos los "días de" que necesitara, desde ese mismo día nos ha inundado. Y lo que falta.
ResponderEliminarPor cierto, yo si tengo que elegir un día, me pido ese "de la mosca cojonera". Me gusta. el día, no la mosca.
Y si les convences para que nombren ese "de la verdad sin consecuencias", me temo que te vas a ver sin clientes para celebrarlo. Me da a mí que va a resultar fallido.
Saludos.
Hoy 1 de Abril se celebra uno de esos nuevos "Día de algo", hoy es el Día de la Diversión en el Trabajo", ahí es ná. El trabajo ha dejado de ser la maldición bíblica para convertirse en un lugar donde pasárselo chupi, divertido y feliz. Lástima que los casi 5 MM de parados que hay en España no puedan disfrutar de este día maravilloso.
ResponderEliminarPerchelero