Después de muchas horas de lectura y meditación sobre el
papel que ha tenido, o que le han asignado o que ha desempeñado la mujer a lo largo de la Historia.
Después de reflexionar
sobre Eva o las dos Evas (Eva no pudo
morder la manzana por la sencilla razón de que las manzanas no existían allí,
en la tierra del “cazado”, condenado y “asesinado” Sadán Hussein, entre el
Éufrates y el Tigres, allí donde se supone que estuvo el Paraíso terrenal. ¿Sabían
Uds. que para los judíos lo que Eva cogió y lo que mordió fue un higo, una nuez
o una algarroba; que para los ortodoxos lo que cogió Eva fue una naranja; que para
los protestantes fue miel, o que para los musulmanes de lo que se trataba era
de un vaso de vino?). ¿Cómo es posible que los artistas del Renacimiento
presenten al diablo tentador en forma de serpiente pero con cabeza de mujer, tentando a la única
mujer que existía, que era Eva? ¿O es que hubo una primera Eva, expulsada del
paraíso, que se le presenta a la 2ª Eva, la nueva compañera de Adán?
Después de haber reflexionado sobre la mitología griega y
sobre Pandora y su dichosa Caja, La Caja de Pandora. Siempre la mujer la
causante de todo el estropicio.
¡Prometeo, -dice Zeus- después de haber intentado engañarme
con la partición del toro sacrificado y haberme tocado a mí los huesos y la
piel, me has robado el fuego para dárselo a los hombres para que ellos puedan
asar/cocer/cocinar la carne y así estarte eternamente agradecido. ¿No querías
fuego, Prometeo, pues ¡toma fuego¡, ten este regalo, ten esta mujer bella, ten
este regalo envenenado, ten esta hermosura de mujer. Hermosa, muy hermosa, pero
ardiente, la cual, sobre todo en verano, cuando los varones lleguen agotados de
trabajar, ella los estará esperando para practicar sexo; y ellos quedarán
agotados, exhaustos, mientras que ella, siempre insaciable, siempre exigiendo
más y más, se quedará preñada, y vendrán más niños, que son más bocas que
llenar, y los varones tendrán que trabajar el doble, y ella nunca se encontrará
sexualmente satisfecha, y querrá más, y más y más y los pobres varones……he ahí
el pecado original, causado, por supuesto, por una mujer, Pandora, al abrir la
dichosa caja que inundará el mundo de males.
Mitología cristiana y mitología griega.
2
Después de la desilusión de cómo se trata a la
mujer en la mi queridísima Atenas democrática, con mis queridísimos Sócrates,
Platón y Aristóteles.
Tras mi decepción del papel de la mujer en el mundo romano.
Tras el bochorno de
contemplar a la mujer medieval y el escándalo del lugar asignado a la mujer a
lo largo de casi todo el Cristianismo; (concepción procedente de un San Agustín
, (parece mentira, Aurelio Agustín, ¿Quién te ha visto y quién te ve?, ¿Cómo
has sido capaz de echar de casa a tu amantísima
y enamorada Floria Emilia, quedándote, además con el hijo, fruto de vuestro
amor durante tantos años?), o de San Jerónimo, con el mito del Paraíso ( mujer
engañada (por torpe) y luego engañadora, (por mala) y el mito del pecado
original, ella la perversa, la tentadora, la peligrosa, la culpable de que
tengamos que trabajar para poder comer, culpable del dolor, del sufrimiento, de
la muerte).
Tras el no tan femenino papel de la mujer en tiempos del Renacimiento
y de la Diosa Razón (Los Derechos del hombre
(léase varón) y ciudadano (no ciudadana).
Tras todo eso, me encuentro con un paréntesis maravilloso,
pero un paréntesis muy cortito, que es la consideración de la mujer en tiempos
de Jesús, el galileo, el nazareno, el Cristo y en tiempos del primer Pablo.
Toda la historia de las mujeres, antes y después de ese corto
paréntesis, es la “Historia de un encierro”.
Leo en un blog un chiste muy malo, un chiste machista, del
que pido perdón por anticipado.
“Un hombre, que va montado en su coche y que atropella a una
mujer en un paso de peatones, con el semáforo en rojo para el conductor y verde para el peatón.
¿Quién es el culpable del atropello?, Cuatro posibles
respuestas, como los tests del teórico del carnet de conducir, ¿la Dirección
General de Tráfico, El Concejal encargado de la circulación, el coche o el
conductor?.
Pues no. El culpable es LA MUJER , por no estar en la cocina, que es donde
debería haber estado”.
Pedí perdón por anticipado y lo pido por retrasado. Pero me
viene al pelo para lo que quiero decir. La Historia de la mujer es la historia
de un ser encerrado”.
“La mujer en casa y con la pata quebrada”.
“La mujer y la sartén en la cocina están bien”
O “que no salga la mujer a la calle sin permiso del varón”
como nos dijo el cura el día que nos casamos, al leer un texto de la Biblia.
Supongo que a ninguno de Uds. le ha extrañado esto que he
dicho.
La mujer siempre ha estado encerrada: En el CONVENTO, en la CASA,
en la CÁRCEL, en la FAJA o en el CORSÉ, o en el CINTURÓN DE CASTIDAD.
La mujer ya sea virgen (monja), esposa-madre, bruja, o
presumida o sin su señor cerca. Siempre encerrada, siempre presa.
3
La mujer, en términos de NATURALEZA, está hecha para parir,
para procrear. No es una persona (como el varón) que, además, puede procrear.
NO. La mujer es un ser hecho para traer niños a este mundo. Niños que no serán
suyos, sino del varón semental (semen-tal, porque él es el que esparce el semen y el semen es
la ÚNICA causa engendradora del niño. Hasta el XIX no se sabrá que también la
mujer pone el óvulo en toda esta operación) El niño es totalmente del señor que
la ha acogido en su casa.
Pero es que la mujer, en términos de CULTURA, no es más que
el objeto de una transacción económica entre su padre y su futuro señor.
“Te doy X si te la llevas”.
No. “Me la llevo, te la quito de
encima, si me das Y”
Es la DOTE. Llevarse a mi hija lleva incluido este premio,
esta Dote. No, yo me la llevo y te quito el peso de encima si la Dote es eso +
eso + eso…..
La fórmula es: “te doy a mi hija en prenda para que engendres
hijos legítimos y con ella va esta dote de tanto y tanto”.
Tanteamos, negociamos, Yo bajo, tú subes,…. Y al final
cerramos el trato, para que tú, padre, quedes feliz quitándotela de encima,
porque es, más que un estorbo, una carga pesada.
Pero él, el marido, el nuevo dueño, no da nada a cambio. No
es poco que se la quite de encima al padre. Debería estarle agradecido.
El padre tiene que entregar a su hija porque él, también,
antes, había recibido la hija de otro, con su dote correspondiente.
La compensación del padre era poder tener nietos, por lo de
la herencia…
Oiga, ¿y la muchacha?. La muchacha no cuenta para nada. Son
el suegro y el yerno los que Intervienen. ¿Y quién es él?. Seguramente ella ni
lo sabe. Ya se lo comunicará el padre.
Oiga, ¿y el amor?. ¿El amor? ¿Qué amor?. ¿Qué es eso del
amor?. El amor es una cosa de anteayer. Como lo es la libertad para elegir o
para decir sí o no. Esto son cosas de anteayer.
¿Conocía la Virgen María a San José y se casaron por amor?.
La mujer, de golpe, sin comerlo ni beberlo, pasa del dominio
del padre al dominio del marido, sin solución de continuidad.
La Historia de las mujeres es la Historia de un olvido de lo
dicho por el Nazareno. Es la historia de un secuestro, de una traición, de un
maltrato histórico, tanto religioso como social.
Del gran libro de la
historia, tan sólo un pequeño capítulo, apenas un paréntesis, es la historia
digna de las mujeres.
El resto, la mayor parte, es la historia de una discriminación,
de una exclusión. Siempre excluida de los aledaños del poder, de cualquier tipo
de poder, siempre aparcada en la cuneta.
Políticamente, la excepción confirma la regla, una Nefertiti,
una Isabel la Católica, una Reina Victoria, Pero, por lo general son consortes,
acompañantes de Reyes, de Príncipes, de Zares, de emperadores….
Económicamente, lo que hay son mercaderes, banqueros,
artesanos, constructores de catedrales, capitalistas, dinero… ¿alguna mujer?.
Socialmente. La mujer es un adorno, es la mujer florero,
acompañante de, mujer-de, hija-de, amante-de.
Religiosamente. ¿Alguna apóstola, alguna papisa, o cardenala,
u obispa, o sacerdotisa?. Las monjas. El poder de las monjas, en la iglesia, es
como el del gremio de las limpiadoras y cuidadoras de los lugares sagrados (y
lo digo sin ánimo de molestar ni de ofender a las maravillosas y encantadoras
monjitas, pero su poder decisión, en la Iglesia, es nulo).
Moralmente. Las virtudes. ¿Cuáles son las virtudes varoniles?.
Ser emprendedor, activo, valiente, fuerte, ¿Y las de las mujeres? : La
pasividad, la comprensión, la paciencia, el aguante, la que lo perdona todo, la
sacrificada, la que sufre en silencio, la que obedece, la discreta,…
Industrialmente, ¿algún puesto de dirección o de responsabilidad, en manos de
mujeres. No. Ellas son las manufactureras, las hilanderas, las trabajadoras no
cualificadas, las de la limpieza de la fábrica.
Militarmente. ¿Alguna generala, almiranta, capitana…?
Culturalmente ¿Cuántas humanistas, poetisas, filósofas,
científicas, investigadoras, descubridoras…?
Termino esta introducción con dos citas: una griega y otra
romana.
Dice el gran Demóstenes (refiriéndose a los varones)
“Mantengan AMANTES, para obtener placer.
“ CONCUBINAS, para el cuidado diario de su
persona.
“ ESPOSAS para que le den hijos
legítimos y para que sean fieles guardianas de sus hogares”
Dice el gran Catón: Tan pronto como hayan empezado a ser
iguales, serán superiores”
Durante ese pequeño paréntesis, para Jesús y el primer Pablo,
la mujer ni está presa, ni está excluida, ni está olvidada, ni discriminada. La mujer no es más que el
varón, pero tampoco es menos, la mujer es igual al varón, porque ambos tienen
la misma categoría, la categoría de personas.
(Espero que algún día podamos
seguir hablándoles/escribiendo de todo esto).
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