lunes, 4 de marzo de 2013

TODOS LO HABRÍAN HECHO


“Y yo, también”, porque “todos harían lo mismo”. Lo oímos a diario. Y ya, como que queda justificada una mala práctica.

Como si del hecho de que TODOS sí o TODOS no (NINGUNO) fuese ya un valor y una norma a seguir.

“Yo también habría hecho lo mismo” es considerar como valioso lo que otros han hecho.

Presuponer que TODOS o la MAYORÍA lo harían es considerar a la “cantidad” como el Tribunal Supremo de la Moralidad.

Ahora mismo, mientras estoy escribiendo esto, hay más de 23.000 firmas para pedir a la UEFA que no castigue al Málaga porque su dueño no está al día de los pagos. Y porque a Dani Rovira se le ha ocurrido decir que un suicidio de un desahuciado, o el paro, o….debe ser más importante que defender a un moroso que, pudiendo pagar, no ha pagado y que, cualquier día, en cuanto considere rentable la operación, vende al Málaga Club de Fútbol a un mafioso ruso…

¿Porque TANTA gente haya firmado (además, de cualquier partido político e ideología) quiere decir que es una causa justa y que Tú y Yo también deberíamos firmar?

LA MAYORÍA, TODOS/NINGUNO, LA SOCIEDAD. Perdederos para diluir la responsabilidad.

Un niño se suicida por acoso escolar o una mujer se suicida porque iba a ser desahuciada y….”La culpa la tiene la Sociedad”, “La culpa la tenemos Todos”

¿Quiénes han acosado a ese niño? ¿Quién ha desahuciado a esa mujer?

Porque ni a ti ni a mí se nos ocurriría.

Pero en ese TODOS se diluye la responsabilidad de cada uno, como amortiguándola al quedar repartida entre TODOS o MUCHOS.

Hemos creado una escuela que “eduque en la competitividad”, es manifiesta la “falta de disciplina y el aparcamiento de la filosofía del esfuerzo”, hemos apostado por  “la laxitud y el relativismo del “todo vale”, se le ha quitado “autoridad al maestro”, “los padres se creen, a pies juntillas, lo que su hijo le dice de sus profesores, sin contrastarlo con ellos”,…….

Tenemos una Ley Hipotecaria abusiva hasta más no poder, donde la morosidad se grava hasta con el 30%, donde, en plena burbuja inmobiliaria, con los pisos por las nubes, los bancos se disputaban para concederte el 120% de hipoteca necesaria, pero que cuando la burbuja estalla y los pisos valen la mitad y, además, pasas a engrosar la lista de parados, entonces, como no puedes pagar la cuota mensual y te aplican el 30% al resto de lo que aún debes,…. El Banco te “re-tasa” el piso y todo lo que has pagado no llega a cubrir la nueva tasación, por lo que se queda con el piso y, todavía, tienes que seguir pagando por algo que ya no es tuyo (eso si, por el camino, no se ha llevado, también, el piso de tus padres, avalistas, de buen corazón pero de poca cabeza).

El acoso escolar y la Ley Hipotecaria son los causantes directos de esas desgracias.

¿No habrá que cambiar el modelo de escuela? SÍ.

¿No habrá que cambiar la Ley Hipotecaria? SÍ.

Si nos oponemos de frente, incluso violentamente, a una ley que consideramos injusta ¿qué parte de responsabilidad puede tocarme a mí en la aplicación de esa ley injusta cuando quienes pueden cambiarla (el poder legislativo, elegido por nosotros) no quiere hacerlo?

Lo de las 500.000 firmas ya sabemos que, aunque teóricamente sí…en realidad NO va a ser tomada en consideración dicha propuesta, por lo que….

Las democracias representativas o indirectas funcionan según mecanismos distintos a las democracias participativas o directas.

¿El que calla, necesariamente, otorga? ¿El silencio y no gritar NO es gritar SÍ?

La pregunta que siempre surge: “¿Por qué el pueblo alemán no se opuso al genocidio judío?, ¿por ignorancia (no lo sabían)?, ¿por miedo (pueden matarme, a mí y a mi familia, al ser considerados traidores al pueblo alemán)?

Sabiéndolo ¿qué habrías hecho tú?

Y tu alivio proviene de pensar que “como yo no estaba en esa tesitura….” ni te lo planteas seriamente. O sí, pero porque sabes que “ahora” nada va a pasarte.

¿Puede acusarse de culpable o cómplice por responder: “no sé cómo habría reaccionado si hubiera estado en una circunstancia en la que no estuve”?

Porque lo más cómodo es responder con un Sí o un No al pasado, sabiendo que nada va a pasarte en el presente.

Sea el genocidio alemán, la caza de brujas, el derecho de pernada, la Santa Inquisición.

El dicho “el que roba a un ladrón tiene 100 años de perdón” lo interpretamos como “todos habríamos hecho lo mismo” ¿estamos, pues, justificando el robo?

Muchas veces me he preguntado quién no tiene en su casa dos o más lápices de Ikea. ¿Quién, durante su vida, no ha defraudado, alguna vez, al no solicitar factura para ahorrase de pagar el IVA?

TODOS harían/hacen/harán lo mismo. Y en ese TODOS nuestra conciencia moral descansa.

La tiranía de la Mayoría.

Me encuentro una cartera y no la devuelvo, copio en un examen y no me descubren, voy a más de 120 klm/hora y….se equivocan, a mi favor, al devolverme la cuenta en…no me han cobrado, en el restaurante la ración de gambas y….eran 5 pero sólo me han cobrado 3 cervezas y…….porque TODOS habrían hecho lo mismo.

¿Quiere decir que por ese TODOS está/estaba bien hecho?

¿Es el TODOS el criterio moral que debe regir la conducta?

¿Es uno mejor por el hecho de que TODOS no sean buenos?

Consumir más de lo necesario porque es gratuito y es un bien público parece ser una norma que TODOS la ponen en práctica.

“A uno por cabeza”, pero como pueda coger dos…eso lo harían TODOS. ¿Quiere ello  decir que esa presunción convierte en normal o buena esa mala conducta?

“Colarse en la cola” eso lo hacen TODOS los que pueden. ¿Quiere decir que se da como buena esa conducta?

Que TODOS o NADIE lo haga es un “hecho” no un “valor”

El “valor” no depende  de “cuántos”, sino del “qué” de la conducta.

Oponerse públicamente a la mayoría arrastra consecuencias personales no deseadas, sea la opinión pública que se te echa encima, o el grupo de amigos, o la comunidad de vecinos.

“TODOS los políticos son unos corruptos”. Pregunta: ¿Y si tú fueras político, también….?

“TODOS los hombres, en cuanto pueden, defraudan a Hacienda”. Pregunta: “y tú, si pudieras, ¿también….?

Cuando alguien es acusado de una mala práctica la respuesta suele ser: “Y tú, también”  o “y tú, más”

Como si el ser igual de corrupto o menos corrupto no fuera una confesión de ser corrupto  

Como si sólo fuera corrupción la mayor corrupción y uno, por lo tanto, quedara eximido.

Como si al ser corruptos los dos se repartiera la corrupción y se tocara a menos o quedara diluida.


La tiranía del “TODOS”.

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