Dios había tenido muy claro, desde el principio, el reparto de papeles, una vez comenzado el teatro (en el Edén no había función): esto lo hará Adán y esto otro lo hará Eva, cada uno a lo suyo.
En el teatro del mundo los directores (varones)han hecho un casting y han repartido los papeles:
-Los varones serán los encargados de ganar dinero, de hacer la política, las guerras, los negocios,.... todo fuera de casa. A casa van a descansar y, de cuando en cuando, los sabadetes...., por placer y también por aquello del débito conyugal, porque si tú, varón, no se lo das hay muchos varones dispuestos a darlo.
-Las mujeres, siempre dispuestas a tener las piernas abiertas (casi siempre por lo del débito conyugal aunque últimamente le han sacado gustillo a la cosa)son las encargadas de perpetuar la especie y, como casi siempre van a estar con barriga y con achaques, siempre delicadas, en la casa, sin tomar el sol...
Sus hijos seguirán repitiendo los papeles a no ser que...
Los racistas incultos siguen aferrados a que Adán y Eva no eran negros, pues Irak no está en el África negra, mientras los científicos saben/sabemos que todos somos africanos emigrados y que la cama siempre fue posterior a la cuna.
El pecado que nos expulsó del Paraíso fue la desobediencia.
La autoridad (Dios) le había dicho a la pareja ("varón y hembra los creó"): "Podéis comer de todos los árboles del jardín excepto de este árbol (y se lo "indicó" con el dedo "índice") situado en el centro, el árbol de la Ciencia del Bien y del Mal"
Y es que este árbol (que no podía ser un manzano porque los manzanos no son originarios de Irak) significaba demasiado, pues si comían de él CONOCERÍAN (Ciencia)qué eran EL BIEN y EL MAL (Ética o Moral)y podrían manejarse en la vida sin necesidad de tener que recurrir, constantemente a Dios para saber si eso era Verdadero o Falso o si esa acción era Buena o Mala.
Dios como Autoridad Científica y como Autoridad Moral quería seguir desempeñando su papel.
(Aunque también pudo ser una trampa, para ver cómo reaccionaban).
Como desobedecieron o cayeron en la trampa, Dios los expulsó y les asignó, fuera del Paraíso, los papeles a interpretar: "tú a trabajar y a ganar el pan con el sudor de tu frente" y "tú a parir con dolor tus hijos".
Durante muchos siglos la historia a dado fe de que los papeles se han interpretado tal como mandó Dios, pero en los últimos tiempos....las cosas han cambiado mucho.
El varón (el occidental) ha aprendido que se puede ganar más y mejor haciendo que sean otros los que trabajen y así "ganan el pan con el sudor del de enfrente". Se han inventado métodos tales como la explotación (aunque la denominen "creación de puestos de trabajo"), la esclavitud (aunque se denominen "hipotecas", "préstamos al consumo", "facilidades de pago", "tarjetas bancarias"...),la economía de mercado (llamada libertad de compra-venta, como si pudiera ser libre el que tiene el pescuezo davidiano bajo la bota del Goliat), la política de precios (que consiste en...)
¿Y la mujer?. Ya no quiere parir tanto y si pare ya no lo hace con dolor (aquí sí que está desobedeciendo a Dios, como él lo hace sin su sudor).
Varón y mujer han dejado en el camerino los guiones repartidos por el Director de toda la vida y se están montando sus propios espectáculos, ajenos a los previstos por Dios, y dándoles papeles secundarios a inmigrantes que no paran de trabajar y de parir a un ritmo superior al divino.
¡Bienvenidos a la nueva función de teatro, el Teatro del Mundo Moderno¡.
¡Bienvenidos a la actualidad¡.
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