"Sólo el Sabio es Feliz" -lo han repetido hasta la saciedad los filósofos.
Un astrofísico es un científico especialista en una rama muy concreta del conocimiento, que la domina, que se mueve en ella como pez en el agua PERO que, seguramente, entiende poco de poesía, de economía, de psicología,...
Es lo mismo que le ocurre a un ingeniero de telecomunicaciones, a un neurocirujano, a un arquitecto,..... que acotan una parcela de la realidad y allí viven investigando, inventando, avanzando,....
Nuestro Ortega los llamaba, a todos ellos, en general, "bárbaros", por ser especialistas (tan especializados) que se desconectan y desconocen y no viven ni disfrutan de otros campos del saber.
Eso mismo ocurre con muchos filósofos, que se especializan en Ética, en Estética, en Filosofía tomista, en Filosofía griega, en Epistemología,... pero que andan bastante ayunos en otros terrenos filosóficos.
Hay que decir, a su favor, que, gracias a esas especializaciones, se avanza tanto y tan de prisa, por aquello de que "el que mucho abarca, poco aprieta" y de que "sólo Dios es omnisciente".
Pero hay filósofos que no se especializan en un campo sino que ollan todos los campos. Son los "sistemáticos", los que tienen un "sistema". Fue el caso de Ortega y Gasset y es el caso del aún vivo, nuestro airado e irascible Gustavo Bueno.
Hay otro filósofo, español, del que me considero discípulo, que tiene en construcción un sistema filosófico, que cada cierto tiempo adosa una parcela. Estoy refiriéndome a J.A. Marina.
Una de las parcelas en las que ha recalado y reflexionado es la de La Inteligencia.
Una de sus obras se titula, precisamente, "Inteligencia fracasada".
"Fracasada", pero "Inteligencia", igual que habrá una "Inteligencia Triunfante".
Un especialista en explosivos y asesino, un terrorista, es un "Inteligente maléfico y malévolo", ha usado mal su Inteligencia, es detentador de una Inteligencia Fracasada.
Igualmente un investigador y descubridor de la vacuna de la malaria es un "Inteligente benéfico y benévolo", es detentador de una Inteligencia Triunfante (estoy refiriéndome, naturalmente, a Patarroyo).
Ortega es el autor de esa frase lapidaria, (que suele citarse incompleta): "Yo soy yo y me circunstancia, y si no la salvo a ella no me salvo yo". "El hombre" no existe, los que realmente existen son "los hombres" y cada uno está donde está, vive donde vive, ... cada uno tiene "su" circunstancia. Todos somos "seres circunstanciados". No que aquí esté "yo" y ahí esté "la circunstancia", no, la circunstancia entra en mi esencia y yo soy lo que soy y soy así, ahora y aquí, por ser así circunstanciado. Tú, con o en otra circunstancia, con otra pareja, hijos, lugar, tiempo,... serías un yo distinto al que eres ahora, aquí, así.
Marina lo dice de otra manera,
Aquí estoy yo, ahí está la realidad, si no soy capaz de ajustarme a ella o de ajustarla a mí, si soy un ser reñido, desajustado, con la realidad, soy un "hombre fracasado".
Y si esa realidad, mi realidad, es defectuosa, perjudicial, injusta,...tengo la obligación moral de conocerla, dominarla y cambiarla.
El conocimiento debe desembocar en la acción, para incrementarla o para disminuirla, para crearla o para eliminarla.
El hombre es un ser activo.
Digámoslo, desde el principio, muy alto y muy claro:
"EL FIN DE LA INTELIGENCIA NO ES EL CONOCIMIENTO, SINO LA FELICIDAD".
Pensamos no para saber más, sino para ser felices, para ser más felices. Y cuando estamos desajustados con la realidad somos desdichados, infelices, fracasados.
Pero todos somos, querámoslo o no, vulnerables. La salvación siempre será la Inteligencia, Nuestra Inteligencia.
En otros artículos he expuesto la teoría de la felicidad, según Marina.
En una entrevista, a la pregunta de una joven periodista de si la Ignorancia daba la felicidad, respondía taxativamente que NO.
"Para ser felices -dice Marina- hacen falta Tres cosas: Salud, Suerte e Inteligencia, pero sólo la Inteligencia nos permite disfrutar de las otras dos.
Para la Salud es fundamental la Inteligencia. Hay que ser Inteligentes para no perderla, para retenerla y no dejarla escapar (si ya se la tiene) o para conseguirla y recuperarla (si se la ha perdido).
Cada día Sabemos más y mejor (Inteligencia) qué alimentos debemos ingerir y que actividades debemos desarrollar para no espantarla, dejarla ir o ponerla en riesgo o qué debemos tomar y qué hacer para cogerla, para acercarla, para atraparla.
El Ignorante NO sabe ninguna de las dos cosas. El Inteligente SÍ.
Por lo tanto la Inteligencia es un requisito para la Salud.
Por otra parte, la Suerte que -siempre se dice- está a la vuelta de la esquina. Pero hay muchas esquinas, y hay que Saber a la vuelta de qué esquinas es posible que esté, para hacerse el encontradizo con ella y atraparla y saber a la vuelta de cuales esquinas, seguro-seguro, que no puede estar, para evitarlas, esquivarlas.
La lotería y las quinielas no le tocan a casi nadie, a muy pocos, pero sólo les toca a quienes juegan. Los que no juegan que no se quejen de que no les toca, pero los que juegan que no reclamen, si pierden, porque están jugando.
El Inteligente sabe que la Banca siempre gana.
Además, se puede jugar inteligente o estúpidamente. Más aún, se puede jugar a juegos inteligentes o a juegos estúpidos".
Es un extracto de su respuesta sobre la Felicidad y la Inteligencia.
Alguien inteligente no es el que Sabe mucho, sino el que Sabe cómo Obrar.
Se trata de salir bien parado de las situaciones a las que nos enfrentamos y solucionar los problemas cotidianos que la realidad nos plantea.
Se trata de Saber Obrar bien, más que de Conocer muchas cosas.
Cuando el discípulo le preguntó a Sócrates:
-Maestro, ¿Saber, para qué?.
-Saber para Obrar bien.
-¿Y Obrar bien, para qué?.
-Obrar bien para ser Feliz".
Ese es todo el secreto de la Felicidad: Saber-Obrar-Ser Feliz.
La Inteligencia fracasa y uno es un fracasado cuando la realidad lo vence, puede con él, lo domina, lo apabulla, lo acogota, lo esclaviza.
Ser Inteligente es saber comportarse inteligentemente.
Hay científicos que son grandes conocedores pero inteligentemente estúpidos, por lo mal que se comportan.
Saber usar la inteligencia es distinto y mucho más importante que saber de muchas cosas.
La Inteligencia fracasada es la que no consigue atrapar la felicidad, es la "Inteligencia estúpida", la opuesta a la "Inteligencia triunfante".
¿Por qué fracasa la Inteligencia?. ¿Por qué hay hombres fracasados?.
Me ha gustado mucho su artículo, lo encuentro interesante, útil y equilibrado. Gracias por recordarnos que ser inteligente es ser feliz...
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