miércoles, 10 de febrero de 2010

CIRUJANOS PLÁSTICOS Y ESTÉTICOS(2)

Ya en vida de Pitágoras estaba de moda la cosmética, definida como "ornamentación y maquillaje de las mujeres, con los que preparaban su rostros, rectificaban sus cejas, diseñaban sus labios y la luz de sus ojos, para alcanzar una apariencia susceptible de mover el deseo del hombre".

O sea, que el patrón de belleza femenina no era lo que la mujer quería sino lo que el varón imponía.

Durante toda la historia, ser varón o ser mujer han sido interpretados según la teoría aristotélica de las causas.

Mientras el varón es el activo y hace de causa eficiente, la mujer es la pasiva y actúa como causa final.

Ambos actúan, ambos son causas, él yendo, ella atrayendo.

La mujer tiene que estar "atractiva" para que pueda "atraer" al varón, poniéndolo en movimiento y creyendo, él, que se mueve voluntariamente y tomando la iniciativa, dando el primer paso, como si no fuera el imán el que atrae al hierro y no el hierro el que, voluntariamente, va al imán.

En una palabra, la mujer es la auténtica protagonista de toda esta ceremonia, aunque el varón crea lo contrario.

Pero ¿qué pasa cuando la naturaleza no se ha mostrado suficientemente espléndida con una mujer? (últimamente, también los varones).

¿O qué pasa cuando la naturaleza ya no puede mantener la tersura de la piel y las arrugas estropean el paisaje facial y no facial?.

Lo primero es recurrir a la cosmética, cuando la estética natural ha empezado a abandonar la escena.

Exfoliantes, hidratantes, energizantes, revitalizantes, antiarrugas, control de radicales libres (¿habrá radicales prisioneros, atados?).... Un cuerpo ya no comercial, no escaparate, un cuerpo que no atraiga la mirada al viandante, que no cotice en el mercado... ¡no tiene futuro¡.

La "cosmética", como procedimiento artificial, intenta simular la ausencia de un "cosmos", natural.

¿No será el "cosmos" la "cosmética divina"?.

Las personas no sólo desean tener un cuerpo atractivo, les gusta gustar. Por lo que me pregunto: ¿se quiere ser "objeto de deseo" o "sujeto deseado"?.

Gustarse, gustar, embellecerse, seducir..

¿Reorganizar lo externo como antiespejo del caos, del desconcierto, interno?

"Cosmos", además de "universo", como conjunto de todo lo existente, significa "orden", "organización", cada cosa en su sitio, funcionamiento regular, "concierto perfecto", como lo opuesto a "caos", "desorden".

De la raíz "cosmein" se origina, tanto "cosmos" como "cosmética" y "cosmética" tiene que ver con belleza, ornamento, equilibrio, igual que "cosmos" tiene como derivados "cosmopolita", "cosmología", "cosmonauta".

Este "orden" o "cosmos" es aplicable al universo (cuyo autor, para los creyentes, es Dios), aplicable a la sociedad (misión de la política y los políticos) y aplicable a cada uno de nosotros (es nuestra responsabilidad). Cosmología (cosmos), Política (polis, sociedad), Ética (yo, tú..?.

Platón escribe su principal obra, La República o el Estado, y lleva, por subtitulo, "sobre la justicia".

Lo "justo" es lo "justum", lo "suyo", ni más ni menos. Lo opuesto a la "justicia" es el "vicio". Y el "vicio" puede serlo "por exceso" o "por defecto".

La "puerta justa" o "ajustada" es la que encaja, perfectamente, en el marco. Una "puerta viciada" es la que no encaja, bien porque sobra puerta, respecto al marco, bien porque hace falta puerta, y no encaja.

Es "injusto" o "vicioso" o "caos" que al que se merece X se le dé X-y o X+y.

Es "injusto" o "vicioso" o "caos" que en la atmósfera haya más sequedad o más humedad de la cuenta, más calor o más frío de la cuenta, que haya un desequilibrio del "equilibrio natural" o "cosmos".

También en cada uno de nosotros puede haber, de algo, más de la cuenta o menos de la cuenta. Una mujer acudirá a aumentarse los pechos o a reducírselos.

Un terremoto es un caos, es la ruptura de un "cosmos", ¿podemos pedirle a Dios que no lo permita o que lo repare?.

Una injusticia social puede ser recurrida ante los políticos, para que la corrijan.

Una "des-proporción" en mi cuerpo, debe ser corregida por mí, con cosméticos, cuando sea posible, o debe ser corregida por los cirujanos plásticos o estéticos, cuando ya no dependa de uno dicha corrección.

La armonía del cosmos la queremos trasladar a la armonía de nuestro cuerpo. El hombre como sustituto o en parangón con Dios.

¿Podríamos definir a la política como la "cosmética social" y a los políticos como unos "esteticiens" y al Parlamento como un "salón de belleza"?.

No somos aves pero podemos volar, ¿podemos, igualmente, vencer la ley de la gravedad?, ¿puede, nuestro cuerpo, de manera natural, desatender y desentenderse de la edad, del tiempo transcurrido?.

El maquillaje es sólo momentaneo y temporal, por la noche hay que "desmaquillarse", el postizo nunca es natural, sino camuflaje. El tubo, el bote, la brocha y la mano las manipulo yo. Pero no podemos confundir lo auténtico con lo falso, ni creérselo. La cortina para que no se vea el paisaje deteriorado, por el pasaje del tiempo, no es hacer desaparecer las evidencias corporales de deterioro.

Pero el bisturí siempre tiene que estar en manos ajenas, y cada uno se fía más de sí mismo que de otro. Este otro puede hacer milagros en tu cuerpo, pero también puede hacer destrozos. Y tú, como estás anestesiado, sólo te enteras de la faena a todo pasado. Para reír o para llorar. Tu cuerpo "tunneado", para presumir o para ser objeto de guasa.

Uno de nuestros novelistas, todavía vivos, escribió hace muchísimos años (porque yo lo leíde joven), "Los nuevos dioses", son nuestros cirujanos plásticos.

Históricamente, la cirugía plástica, con la finalidad de llevar a la normalidad funcional y anatómica la cobertura corporal, la forma del cuerpo, de reconstruir las deformidades y corregir las deficiencias funcionales, es muy antigua.

En Egipto, hace 2.500-3.000 años, se hacía cirugía de la nariz, que era un órgano de reputación y de respeto (Cleopatra), igual que las orejas.


Y en Babilonia. Y en la India.

Para castigar a los criminales y a los vencidos se les cortaba la nariz o las orejas. Se pagaba recompensa por cada nariz u oreja traída, como no hace tanto los indios americanos lo hacían con las "cabelleras del hombre blanco". (Todavía en muchos países islámicos se le corta al ladrón la mano).


En el siglo XVI, un gran cirujano estético, Gasparo Tagliocozzi, fue condenado por interferir en la creación de Dios, y su cuerpo fue exhumado y sepultado en suelo no consagrado.

¿Con qué cuerpo resucitaremos, en el juicio final?. ¿Por qué, creen Uds., la prohibición, durante muchos siglos, por parte de la Iglesia, de las autopsias?. Infórmense de lo que le ocurrió a Vesalio con la Inquisición.
Cuando hablamos de Cirugía Plástica deberíamos distinguir: a) La Cirugía Reconstructiva o Reparadora. b) Cirugía Estética o Cosmética

La cirugía plástica reconstructiva, para corregir desperfectos físicos y malformaciones, bien de nacimiento, congénitos, bien por un accidente, por un trauma, o por efecto colateral en una guerra, debería ser obligatoria para aquellos que lo consideren necesaria para estar integrados en la sociedad.

Esta Cirugía Plástica se extendió, sobre todo en el mundo militar, tras las dos guerras mundiales. Y hoy día, donde más cirujanos plásticos hay, es en Hispanoamérica.

La cirugía estética o cosmética, que se impone en la sociedad civil, lo que intenta es cambiar aquellas partes del cuerpo que no son satisfactorias para el paciente, ayudándose de inyecciones de botox, liposuciones, liftings faciales, reducción o eliminación de michelines o de pechos....

Desde siempre la parte más importante del cuerpo fue el corazón, luego pasó a ser el cerebro, actualmente es la piel.

Y es que la piel suscita la atracción, pero como también manifiesta la edad, y la edad avanzada no cotiza en el mercado de la estética, tenemos que camuflarla, engañando o engañándose.

Este "boom" de culto al cuerpo puede ser por motivos sexuales, pero también por motivos laborales, cada vez más mediatizado por la imagen (la secretaria rubia, pelo largo, esbelta, con unos andares... y un cuerpo escultural, aunque no domine el trabajo, versus la mujer mayor, morena, regordeta, peinado... culo gordo.... pero eficaz como ella sola, ¿Cuál de ellas acompañará al jefe a una convención?) o, también, por la resistencia a envejecer. El concepto de "secretaria" ha cambiado mucho últimamente.


Este culto al cuerpo está convirtiéndose en obsesión, anteponiendo la estética a la ética, si es necesario. Si en otro tiempo se hacía discretamente, hoy se publicita.

Como vivimos más y mejor, también queremos vivir con mejor aspecto.


Parece que la ley de Newton no sólo tiene que ver con las manzanas, también la manera de envejecer el cuerpo es de arriba abajo. Ojos, nariz, barbilla,pómulos, orejas, labios, papada, pecho, abdomen, muslos, glúteos, pantorrillas.

Esto ocurre de manera natural, pero hoy podemos "tunnear" la parte que menos nos guste, en el momento que nos parezca.

Aumentar o disminuir los pechos puede ser, en U.S.A. un regalo paterno en la mayoría de edad de su hija.

La cirugía estética viene impuesta por tres fuerzas fundamentales:

1.- La fama (para ello, es necesario tener, mantener o conseguir un cuerpo perfecto: la Elsa Pataki (de Ninette y un señor de Murcia), Nicole Kidman, Scarlette Johanson.... Necesitan su cuerpo esbelto para poder mantener su cachet en el mercado, para seguir siendo estrellas, para no "apagarse" y poder seguir siendo "ad-miradas",....

2.- El consumismo. Comprar belleza para presumir, como se compran manzanas para comer. Cambiar la apariencia personal. Adquirir e "in-corporar" implantes corporales que realcen la figura. Comprar belleza envasada (lo que hemos denominado "tunning somático).

3.- El negocio de los "nuevos dioses" a costa de los pacientes disconformes con partes de su cuerpo y que, ante el miedo a la incertidumbre de en lo que va a ir a parar mi cuerpo, como esto siga así, son estos mismos afectados los que, además de, o en vez de, invertir en activos (que pueden ser tóxicos) o en acciones, desean invertir en sí mismos para atraer sexualmente o para triunfar profesionalmente, y para ello necesitan, o creen necesitar, la reconstrucción corporal.

La piel, para cada uno, es la fachada de los arquitectos. Lo interior no cotiza. Pero en la fachada no se vive, bajo la piel sí. No importa tanto dar lo mejor de sí como "dar el pego" a los desconocidos.

Pero... ¿y la cosmética del alma?, ¿y las rugosidades internas, las del espíritu?

El cutis desplaza a las vísceras. Cambiar el culo es prioritario a cambiar el corazón. Eliminar las patas de gallo cotiza más que cambiar la manera de ver y de verse. Teñirse el pelo en vez de cambiar de ideas. La cara lisa y tersa en lugar de un espíritu fuerte y y sano. Preferible tener un cuerpo perfecto aunque el alma esté defectuosa.

La ciencia, la tecnología y la cultura al servicio y realce de lo biológico.

Lo biográfico y la "excelencia", la belleza interior, como no se ve, no cotiza.

Como si lo que externamente se ve, sea lo que, interna y realmente, se es.

No hay comentarios:

Publicar un comentario