¿ES ESPAÑA CRISTIANA?
Si decimos que son cristianos
los que se bautizan, los que toman la primera comunión, los que se casan en las
Iglesias o Catedrales y los que se entierran por el rito cristiano, la
estadística es abrumadora.
Ya, por la edad, no seré
padre, pero si lo fuera no bautizaría a mi hijo ni le permitiría hacer la
primera comunión, explicándole claramente que, cuando sea adolescente o joven y
sepa lo que ambas cosas son y significan, si así lo decide, yo seré el primero
en ofrecerme como padrino.
Igualmente, si de nuevo
volviera a casarme, no lo haría ante un cura, sino ante un juez, a no ser que
la mujer con la que me casara me lo pidiera porque esa era su ilusión de toda
la vida. Me casaría por la
Iglesia , ante el Obispo, en la Catedral ,… pero lo haría
por amor, no por creencia en que el matrimonio sea un sacramento “que imprime
carácter” y que es indisoluble, lo haría por ella, no por mí, ni por creencia.
Y el día de mi entierro, mis
familiares tienen vía libre y licencia para hacer lo que quieran con eso que ya
no soy yo. Lo que sí les pediré será que me incineren y esparzan mis cenizas
por La Carihuela
de Torremolinos, con la obligación de que, a continuación, vayan a comerse una
mariscada en Casa Juan, Los Mellizos, en mi nombre.
¿Cuántos como yo pensarán
igual?
Y yo estoy bautizado, hice o
tomé la primera comunión, me casé en una Iglesia preciosa y aún no tengo prisa
ni ilusión de que llegue el siguiente rito.
Pero es muy fácil
confeccionar estadísticas con esas prácticas para luego exigir a los gobiernos
desde que pongan, en la
Declaración de la
Renta , un recuadro para poner una cruz y donar la parte que
le corresponda o para exigir que la
Religión sea una asignatura en la Enseñanza , evaluable
como la Matemática
o la Historia
a costa de hacer desaparecer la
Filosofía.
Y como los alumnos, a esas
edades se rigen por la ley del mínimo esfuerzo, si el profesor de turno le
estampa un 9 si nada hace y un 10 si hace algo, entonces…
¿También cuenta en la
estadística el número de alumnos matriculados en Religión?
Si embargo (¡cuántas veces lo
habré dicho y repetido!) la Cultura
Religiosa debería ser una asignatura obligatoria a lo largo
de todo el currículum estudiantil, para poder entender la Historia de nuestra
civilización, nuestra literatura a lo largo de los siglos, nuestra pintura,
escultura y arquitectura, la forma de vida, las costumbres, la moral,….
Dejarse llevar por la
costumbre nada tiene que ver con vivir el mensaje de Jesús, la auténtica vida
cristiana.
Ya lo dice el adagio: “Hay
Verdades, Medias Verdades, Falsedades, Mentiras y Estadísticas”
Si ya la Ciencia no es neutral,
cuanto menos la estadística, cargada de prejuicios, en pro o en contra,
Los catecismos que inundaron,
que anegaron, las conciencias de los niños de mi edad, hoy deberían estar en
“El Índice de Libros Prohibidos”.
¡Cuánto conciencia raquítica
hicieron brotar en nosotros, viendo y oliendo a pecado en cualquier
manifestación, incluso artística¡
Soy un forofo de visitar
iglesias y en mis viajes tengo la costumbre de entrar en todas con las que
tropiezo. Me siento, miro y remiro, veo, contemplo la majestuosidad de las
bóvedas, el multicolorido de los rosetones y de las vidrieras, las imágenes,…
¿Entraré yo, también, en la
estadística de los cristianos, cuando mi único objetivo es el goce estético?
Si en ese momento está
realizándose un acto litúrgico sólo veo a cuatro ancianas, en una rutina social
y religiosa, que lo siguen, los demás somos turistas, con lo que saco la
conclusión de que de aquí a unos años las iglesias serán solamente lugar de
visita de gente hambrienta de arte.
Entro, Señor, en tus iglesias
/ (Alberti)
Entro, Señor, en tus
iglesias... Dime,
si tienes voz, ¿por qué
siempre vacías?
Te lo pregunto por si no
sabías
que ya a muy pocos tu pasión
redime.
Respóndeme, Señor, si te
deprime
decirme lo que a nadie le
dirías:
si entre las sombras de esas
naves frías
tu corazón anonadado gime.
Confiésalo, Señor. Sólo tus
fieles
hoy son esos anónimos
tropeles
que en todo ven una lección
de arte.
Miran acá, miran allá,
asombrados,
ángeles, puertas, cúpulas,
dorados…
Y no te encuentran por
ninguna parte.
Y no lo encuentran porque ya
no lo buscan. Dios ha dejado de ser imprescindible en la vida de los hombres y
de la sociedad.
Dios nunca sobra, pero
tampoco es imprescindible para vivir honradamente.
Uno recuerda la muy cercana
ley del divorcio (“sacramento indisoluble”, “lo que Dios ha unido, que no lo
separe el hombre”….) y su empecinada lucha para obstaculizar hasta su
tramitación y su encono en que no saliera como ley.
¿Y qué decir del “matrimonio
homosexual”?.
Y, ayer mismo, toda la cúpula del Partido
Popular, que se supone que es católico, apostólico y romano, acaba de asistir a
la boda de uno de ellos, homosexual.
Es más, hoy día 4 de Octubre,
leo que un cura estadounidense se ha presentado en sociedad con su novio.
Y la no menos polémica “ley
del aborto”, ni siquiera en los tres supuestos, y con plazos.
Y recuerdo la primera
polémica, la que montó con los transplantes de corazón.
Y ahora mismo esta
desorientado con los óvulos fecundados sobrantes, con las célula madres, con la
ingeniería genética, con el “corta y pega” de segmentos cromosómicos,
sustituyendo a los deficitarios o dañados,…
Los sacerdotes andaluces más
comprometidos con la erradicación de la justicia, los más luchadores contra el
abuso, se han tenido que secularizar, para seguir haciendo la misma labor, sin
tener que ser llamados al orden por la jerarquía eclesiástica.
¿Habrá algo más ridículo, en
el siglo XXI, que seguir exigiendo el celibato a quienes quieren dedicarse, por
entero, a la labor religiosa?
Si uno lee a Jesús de
Nazaret, lo que dice y lo que hace, y lo compara con lo que dice y hace la
jerarquía católica, uno se echa las manos a la cabeza.
Predicando la caridad y
practicando el egoísmo.
No existen, ya, raíces
cristianas, en nuestra España y las prácticas religiosas multitudinarias de las
romerías, con lágrimas y “vivas” incluidos, no son sino actos sin significado
religioso, totalmente paganos, de comida, bebida, cante y baile.
Todo ello “humano, demasiado
humano”.
Y, cuando uno piensa, que en
los años 50 las dos terceras partes del sur de Europa serán, probablemente,
seguidores del Corán….
El abandono de la práctica
cristiana no creo que sea tanto (aunque también) por el desconocimiento del
mensaje de Jesús de Nazaret como la reacción contra una Iglesia anquilosada,
sin sangre, sin savia, que emplea un lenguaje no significativo, que repite y
repite y que ni los propios predicadores entienden.
Una Iglesia que se cree no
sólo poseedora de la verdad, sino con el monopolio de la misma, por lo que
cuando habla de “diálogo”, en realidad, es un intento más de atraer a los no
católicos al redil.
Y todo esto sin contar las
estrafalarias religiosidades que se propalan y que captan a muchos no
religiosos, desilusionados, neutros,…
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