domingo, 7 de octubre de 2018

EL ORIGEN DEL AJEDREZ (3) INTERPRETACIÓN ANTROPOLÓCICO-SOCIAL




Por supuesto que, como buen súbdito y no deseando afligir a su rey, el joven Lahur declaró públicamente que eximía al monarca del pago de dicha deuda.

En realidad, la palabra ajedrez proviene del persa shah, que significa “rey”.

Cuando los moros invadieron Persia, aprendieron de éstos el juego del ajedrez y llevaron este conocimiento al invadir España, de donde se extendió rápidamente por toda Europa hace unos 900 años.

Fueron los europeos quienes le dieron a las piezas los nombres (y los colores: blancas y negras) que actualmente se usan, representando la forma en que se vivían en la Edad Media.

El objetivo final del juego es capturar al rey enemigo.

Los peones (ocho) son los siervos, los jornaleros, los pobres, y, como en cualquier sociedad, hay más de ellos que de cualesquiera otros. Constituyen la infantería y, con frecuencia, deben sacrificarse para proteger a las piezas más valiosas.

La torre es la fortaleza, el refugio, el hogar. Hay dos torres.

El caballo representa al único soldado profesional. También hay dos caballos.

Los alfiles son dignatarios episcopales (dos); la parte superior de estas piezas se parecen a los sombreros (mitras) usados por éstos.
Durante la Edad Media la Iglesia formaba una parte importante en la vida de todos.

La Dama o reina es “el poder detrás del trono”. Sus movimientos en el tablero combinan los del hogar (la torre) y los de la iglesia (el alfil), y es la combinación más poderosa.

El rey es la pieza más importante (aunque no la más poderosa) por representar la autoridad indiscutible, pero debe ser protegido pues su captura significa la pérdida de su reino.

Todos sabemos que, en el tablero, las casillas blancas de las esquinas del tablero deben quedar a la derecha de cada uno de los jugadores.
Uno de los contendientes jugará con las piezas blancas y será él quien haga la primera jugada.

Las piezas se disponen colocando la reina en la casilla central de su color (reina blanca en casilla blanca, reina negra en casilla negra) en la columna o extremo del tablero frente al jugador.

El rey se coloca en la casilla central adyacente a la de la reina.

A ambos lados de los reyes se colocan, primero los alfiles, luego los caballos y en las esquinas del tablero las torres.

Los peones se colocan como una barrera delante de las piezas mayores.

Aunque el rey conserva la potestad de hacer ganar o perder la partida al jugador, en la práctica, como saben todos los jugadores, el rey queda relegado a una posición estática y simbólica y es la reina o dama, con su libertad de movimientos, a derecha e izquierda, adelante y atrás, rápida  o lentamente, va comiendo todas las piezas que se ponen a su alcance.

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