viernes, 29 de junio de 2012

LA DEMOCRACIA.



ETIMOLÓGICAMENTE: “el poder reside, está en manos del pueblo”, “el pueblo es el que manda”.
REALMENTE: ¿es así?.

Hay, al menos CINCO términos/conceptos que definirían a las auténticas democracias reales:

1.- ISO-NOMÍA. De “isos” (“igual”, “mismo”) (de aquí “isósceles”, “iso-baras”, “iso-morfo”) y “nomos” (“ley”, “leyes”). “IGUALDAD ANTE LAS LEYES”. “Las mismas leyes”. ¿Se nos aplican a “todos” los ciudadanos las mismas leyes?. Los poderosos caminan por el filo, por la linde de la ilegalidad, si no en la ilegalidad, pero “no actúan ilegalmente”. Los demás tenemos que caminar/caminamos por el centro de la calzada. Se nos notaría si nos desviásemos algo. Si los ciudadanos defraudáramos algo, se nos notaría al instante, nos llamaría Hacienda o nos visitaría la policía, en nombre de la justicia, y…. ¿Pero dónde están los de la LISTA DE LA VERGÜENZA que, tras arruinar a sus bancos/cajas respectivos, han cobrado indemnizaciones millonarias?. FELICES Y CONTENTOS. Y el gobierno (o sea nosotros) “al rescate”. ¿POR QUÉ?.
¿En qué “paraísos” tienen “sus dineros” los poderosos? ¿Podemos hacerlo tú y yo?, ¿Podemos, tú y yo, crear una SICAV (Sociedad de Inversión de Capital Variable”. Un híbrido entre una Sociedad Anónima y un Fondo de Inversión, que goza de importantes ventajas fiscales y que tributa al 1%?.
Teóricamente, quizá, pero ¿realmente? NO.
¿”Iguales ante la ley y ante la Justicia”?. Teóricamente?. Sí. ¿Prácticamente?. NO.

NO HAY ISONOMÍA.

2.- ISO-POLITEIA. “Igual de ciudadanos”, “igual ciudadanía” para todos. ¿DE VERDAD?. ¿No hay ciudadanos de 1ª, de 2ª, de 3ª,….de enésima categoría?. ¿Son los Diputados, Senadores, Presidentes y consejeros de Autonomías, Diputados provinciales, Alcaldes y Concejales, de ciudad o de pueblo…igual de ciudadanos que yo, un jubilado, o que tú, joven desempleado, mileurista, o que tú, parado de larga duración o sin perspectiva laboral?. Evidentemente, NO.

NO HAY ISOPOLITEIA.

3.- ISE-GORÍA. (de “isos” (igual) y “agora” (lugar preeminente de los debates y de las decisiones de carácter político).“Iguales en el uso de la palabra”. ¿Podemos “hablar” todos a los mismos niveles, en las mismas “ágoras”?. ¿Se nos escucha, a “todos”, por igual?. ¿Qué repercusión tienen, en la opinión pública o en las altas instancias, mis palabras, mis denuncias?. Si creemos tener razón en algo el Sr. Botín y yo ¿Recorremos el mismo camino y en el mismo espacio de tiempo, hasta llegar arriba? ¿Valen “igual”, tienen el “mismo valor” “mis palabras, mi denuncia” y la del Sr. Botín?. (Y “Botines” los hay por miles, y en muchos niveles)

La “Isegoría” sólo sería posible en una “democracia asamblearia”, no en una “democracia representativa”

NO HAY ISEGORÍA.

4.- ISO-CRACIA (“Igual” “poder”). Igualdad para el ejercicio de la responsabilidad de gobierno. Igualdad para poder participar, en condiciones públicas iguales, en el ejercicio del poder.
Igualdad participativa en los procesos “deliberativos”, “decisorios”, “ejecutivos” y “judiciales”
Poder usas la fuerza de la palabra (no de la milicia) y ejercitar el arte de la oratoria (no de la milicia), en igualdad de condiciones para poder “detentar el mismo poder”.
¿Existe?. ¿Se da?. NO.

NO HAY ISOCRACIA.

5.- PARRESÍA. (de “pan” (“todos”) y “resis” (“locución”, “discurso”). “Poder Todos decirlo Todo. Hablar/decir libremente. “Discurso atrevido”. Atreverse a decir todo lo que se piensa. Ser libre para expresar el propio pensamiento. Más aún, no sólo es “libertad para” (que, también), sino “obligación moral” con la verdad por delante, para bien de la comunidad, caiga quien caiga. Aunque se haga el ridículo o aunque sea sensato lo que se expresa.
Es la “sinceridad”, la “franqueza” en el “decir”, aunque ello suponga pérdida de privilegios y de ventajas, incluso que conlleve peligro propio y/o desprestigio.

¿Hay PARRESÍA en las altas Instituciones, Congreso de los diputados y Senado?. ¿Y en el seno de los “partidos políticos” o “centrales sindicales”? (No me refiero a la Iglesia porque, evidentemente, allí nunca la ha habido) ¿Pueden los Diputados y Senadores, decir, en sus respectivos espacios de actuación, todo lo que, personalmente, piensan?. ¿Hay libertad (real) de expresión, sin consecuencias desagradables, en los dirigentes de los partidos, y que, por las desagradables consecuencias callan y “tragan”?. ¿Quiénes copan los primeros puestos en las listas electorales, de cualquier tipo, los que, libremente, dicen lo que piensan o los que no hablan y, como ovejas, obedecen, sin levantar la voz?.

NO HAY PARRESÍA.

¿Es, la nuestra, una DEMOCRACIA REAL?.

(En otros lugares del blog he reflexionado sobre “democracia morbosa”).Sólo hay que entrar en mi blog o preguntándoselo a GOOGLE).

Quizá la Democracia sea como Dios, un foco de referencia en el horizonte, al que siempre tender y acercarse, sabiendo que la realización plena nunca será posible entre los imperfectos hombres.

jueves, 28 de junio de 2012

LAS HIMILLACIONES Y (4º C)


¿LA VOLUNTAD LIBRE?.

Porque si no somos libres….
¿”Somos libres” o sólo “creemos que somos libres”?
Las implicaciones son varias y contundentes, porque la libertad es la clave de la civilización occidental.
La manifestación general de lo que es la libertad es cuando decimos: “porque quiero”, “porque me da la gana”. ¿Y si no fuera así?.
Libertad es “la capacidad de hacer lo contrario de lo que, realmente, hacemos”

¿Pero es la libertad una realidad o una ilusión, una ficción cerebral?.

La Neurociencia nos dice que “no somos libres de tomar decisiones cuando estamos ante la posibilidad de elegir entre varias opciones”.
Los experimentos realizados constatan que, antes de dar el paso de la decisión, el cerebro ya se ha puesto en marcha de manera inconsciente.
La actividad inconsciente del cerebro precede a la impresión subjetiva de voluntad, de querer, nada menos que 6 segundos.

¿Libertad sí o libertad no, o lo que existen son grados de libertad, por lo que, también en los animales, aunque en menor grado, según el desarrollo del cerebro?.
Nosotros, los humanos, tendríamos “más grados de libertad”.

¿Por qué elegimos eso y no lo otro?.

En el universo material lo que reina y rige es la necesidad, el determinismo. ¿El cerebro no es material?. “¿Por qué va a ser él una excepción?” –se preguntaba Einstein.

¿Somos libres porque nuestras acciones surgen de nosotros mismos?. ¿Y los condicionamientos inconscientes de los que hablaba Freud y que dirigen nuestro consciente?.
Porque sobre el inconsciente el consciente no tiene control.

Spinoza decía que llamamos libertad a la ignorancia de las razones que determinan las acciones. No que no existan esas razones. Es porque no las conocemos por lo que decimos que somos libres.

¿Podéis imaginaros las consecuencias si no existiera la libertad?.
.- Religiosamente no podría haber pecado, porque el hombre obra de manera necesaria, sin libertad.
.- Jurídicamente no podría haber delito, porque al no ser libre no se puede ser responsable, luego ningún acto puede ser imputado al hombre, luego no puede haber castigo o pena.
.- Moral y éticamente no puede existir la responsabilidad moral, no puede haber remordimientos de conciencia, ni propósito de la enmienda.
.- Socialmente nadie podrá afearnos una conducta, ni acto alguno será meritorio, puesto que no hemos podido no hacerlo.



¿Tiene algo que ver el CEREBRO y la ESPIRITUALIDAD?.

Hoy es posible provocar, experimentalmente, experiencias espirituales, religiosas, místicas,…
Basta con estimular determinadas regiones del lóbulo temporal, pertenecientes al cerebro emocional.

El cerebro, pues, es capaz de producir espiritualidad.

El cerebro es materia, pero no cualquier tipo de materia.

¡Lo que nos deparará, incluso a corto plazo, el desarrollo de la Neurociencia¡

Ya se han descubierto las neuronas que son la base de la empatía, bastaría estimular estas neuronas para…. Y quizá, también, las del lenguaje y las de la moralidad.

LAS HUMILLACIONES (4 B)


LA REALIDAD.

Hoy sabemos qué es lo que hay en el fondo de la materia, sus últimos (por el momento) componentes.
Eso es lo que hay, pero ¿es eso lo que vemos, sentimos, percibimos?.

Lo que llamamos “realidad” es una realidad construida por el cerebro, que en poco o en nada se parece a la “realidad objetiva”.
El constructivismo es la corriente de pensamiento más cercana a los resultados de la neurociencia moderna.
El cerebro nos engaña porque su finalidad no es que conozcamos la realidad, su meta no es la verdad, sino la supervivencia del organismo en que habita.
Analicemos cómo se produce la percepción, sobre la cual trabaja, luego, el cerebro.

1.- Fase física. Son los estímulos que entran en contacto con los órganos sensoriales. Pero no todos los estímulos. Sólo los que quedan entre los umbrales mínimo y máximo. Por ejemplo, los estímulos visuales que capta el hombre son los que van entre el rojo (por abajo) y el violeta (por arriba). Solo percibimos 1/70 del espectro electromagnético (entre los 390 y los 700 milimicrones), lo que se llama la “luz visible”. Pero ¿y los rayos infrarrojos, los rayos calóricos, radar, ondas de radio y de televisión, las ondas electromagnéticas lentas (por debajo del rojo) y los rayos ultravioletas, los rayos X, los rayos gamma, los rayos cósmicos (por encima del violeta)?. Todos son reales, pero no son “estímulos”, porque no excitan a los conos ni a los bastones, por estar fuera de los umbrales
Desde esta pequeña porción, tan limitada, de estímulos físicos trabajará el cerebro, pero antes de llegar a él tienen que pasar por la

2.- Fase fisiológica, que se origina por la alteración que el estímulo produce en un órgano sensorial y los fenómenos fisiológicos derivados de ella en tres estadios: 1.- “excitación” de las células terminales (retina, por ejemplo) que dispara la corriente nerviosa, 2.- “conducción de la corriente nerviosa hasta el cerebro, y 3.- “recepción”, por parte del cerebro, de la corriente nerviosa.

3.-Fase psicológica, que es la fase del conocimiento.

Pero si el primer momento es de carácter físico (las vibraciones electromagnéticas) éstas causan una descomposición química en los conos y bastones, que contagia a las neuronas bipolares, que poseen una composición química diferente a las anteriores. Nueva descomposición química en las bipolares, que se repite en las siguientes células ganglionares.
Lo que llega a los tálamos ópticos es muy diferente a lo que salió de los conos y bastones.
¿Cuál es, pues, el valor de nuestro conocimiento sensitivo, si entran pocos estímulos y, además, se van transformando en la corriente nerviosa?.
Cuando veo un árbol verde y muy alto, ¿existen, fuera, el color verde y la figura alargada o se trata de puros pareceres subjetivos?.
La realidad no se nos presenta tal como es; nuestra fisiología nerviosa la deforma o, mejor, la reforma, a fin de que caiga bajo nuestro control.
Si tenemos 100 millones de receptores sensoriales y 10 billones de sinapsis en nuestro sistema nervioso, lo que ocurre dentro, bioquímicamente, deforman/reforman lo poco que entra de fuera.
La percepción no es, pues, una copia fidedigna de la realidad exterior.

El cerebro filtra los datos que le llegan y, con ellos, crea la realidad que a él le interesa para la supervivencia del organismo. La realidad objetiva no la descubrimos (no podemos descubrirla), sino que la inventamos, la creamos subjetivamente

¿Cuál es la realidad ontológica?

El filósofo Berkeley se preguntaba: “Cuándo se cae un árbol en el bosque y no hay nadie que oiga el ruido, ¿hay ruido?”.
Evidentemente NO, porque el sonido es una cualidad nuestra, no de la realidad objetiva.

Cuando hablamos del mundo material estamos hablando de imágenes de nuestra mente.

Muchas veces (creo que todos los años) les preguntaba a mis alumnos si en tiempo de Aristóteles existían los virus. Todos deducían: “si hoy los hay, antes también los tenía que haber?.
¿Qué tipo de realidad/de existencia es aquella de la que no tenemos estímulo y no podemos captar?. ¿Realidad de qué?.

En la física cuántica, el acto de observar un fenómeno afecta a lo que está observándose. Lo mismo hace el cerebro durante la percepción.

Y, para terminar de liarlo, en el conocimiento, además del elemento físico y del elemento biológico/fisiológico, intervienen el elemento cultural del sujeto cognoscente y la imaginación más o menos creadora del mismo.

¿Qué es un reloj de pulsera para ti/para mí y para un Masai africano?. Todos lo tenemos entre las manos, la estructura nerviosa es más o menos idéntica. Ambos lo miramos, pero ¿qué vemos?. ¿Por qué?.
Yo sé que para ti, que esto lees, es un cronómetro y que lo llevarás puesto en la muñeca, porque es el mejor lugar para poder ver qué hora es, pero ¿qué es para un Masai ese objeto raro que hace tic-tac, que se mueven tres palitos de distinta longitud, que sólo cuando el más largo llega arriba se mueve el segundo y que sólo cuando el segundo llega arriba se mueve el tercero?. ¿Es un objeto diabólico que se mueve sin que nadie lo mueva?. ¿Es un objeto mágico?. ¿Servirá como adorno y colgárselo de la oreja?. ¿Servirá como una señal divina y habrá que adorarlo?

Construcción de la realidad. Los cuatro factores que intervienen en el conocimiento.

miércoles, 27 de junio de 2012

LAS HUMILLACIONES (4 A)


La 4ª HUMILLACIÓN, la NEUROCIENTÍFICA, es en la que estamos inmersos. Ahora tenemos que poner en duda la existencia del “YO”, de la “REALIDAD EXTERIOR” y de la VOLUNTAD LIBRE.

Hoy, ya, ni Teología, ni Filosofía, ni Psicología, sino la NEUROCIENCIA.

Hasta hoy creíamos en nuestro “yo” permanente, desde “la cuna hasta la tumba” éramos nosotros, pero si nada en nuestro cuerpo es permanente… y creíamos en la permanencia de la realidad, pero si nada de ella es permanente…

Ya Descartes, en el XVII, había afirmado que “las cualidades secundarias” (colores, olores, sonidos, sabores,…) no existen ahí, en la naturaleza, independientes de nosotros, sino que son creaciones del cerebro, que nosotros las creamos, al sentir.

EL YO

¿Cuándo surge el concepto de “yo” en el desarrollo del hombre?.
El niño, en la primera fase de su vida, no tiene un “yo” diferenciado del “mundo” que le rodea. Es un bloque “yo-mundo”, en un mismo kit, no hay un “yo” (aquí) frente a un “mundo” (ahí), es una fusión niño-mundo.
Chupete-teta de la madre.
A partir de los 2,5 a 3 años es cuando el niño ya ve el mundo ahí, independiente de él, distinto. Ya no es el mundo mágico que al lloro responde a sus necesidades (la madre). El mundo se le opone, es “lo otro” respecto a su “yo”.

Hay culturas con una concepción sociocéntrica del yo, muy distinta a nuestra concepción individualista del mundo occidental.
“Yo sociocéntrico”, difuminado y fundido con el grupo social frente al “yo egocéntrico”, individualizado.

Pero el “yo” ¿es una abstracción?, ¿es una entidad?, ¿es un proceso?, ¿o es una construcción cerebral?.
¿Tenemos una sola consciencia, en nuestro cerebro o cada hemisferio cerebral tiene su propia consciencia pero aparecen como una sola por la preponderancia de una de ellas o por la fusión de ambas?.

Es lo que se observa en pacientes con “cerebro dividido” o “cerebro escindido”, resultado de seccionar el cuerpo calloso que une a ambos hemisferios para que no se propague al otro una enfermedad.
En estos pacientes, cuando la mano izquierda, controlada por un hemisferio, comete un error, la mano derecha intenta corregirlo.
En estos pacientes existen como “dos yos”, o “dos personalidades”, o “dos consciencias”.
¿Qué es el “desdoblamiento de personalidad”? (la película “Psicosis”, de Hitchcock?.
¿Nacemos con la potencialidad de desarrollar múltiples personalidades y, con el desarrollo, consolidamos una integración?.
¿Cuál es, por ejemplo, la personalidad de un joven ante: su padre, su novia, su amigo, su profesor, el guardia de tráfico,…?.
Son tan distintos sus comportamientos que parecen proceder de personalidades distintas.

¿No es el yo una entidad que desarrolla el cerebro, como cualidad emergente, cualidad con la que no nacemos sino que desarrollamos a partir de la maduración de estructuras corticales y en interacción con el entorno, dependiendo, por tanto, de la cultura en la que la persona se encuentre”.

De nuestro Ortega es la sentencia: “Yo soy yo y mi circunstancia” (aunque, casi siempre, se obvia cómo sigue): “y si no la salvo a ella no me salvo yo”.
En vez de considerar al YO como una suma de un “yo” y una “circunstancia”, habría, más bien, que decir que “el Yo es un yo circunstanciado”
Este YO ¿permanece constante a lo largo de nuestra vida o va cambiando?

Porque mi cuerpo está en renovación constante, aunque cada clase de tejido tiene su tiempo propio de renovación. Las células de la piel se renuevan cada 15 días, las del hígado cada 300-500 días, el esqueleto se renueva cada 10 años, en los adultos.
El promedio de edad de las células está entre los 7-10 años.
Es decir, yo “no soy lo mismo” cada X tiempo, todo mi cuerpo ha cambiado

Pero ¿soy Yo, hoy, el mismo que hace unos años?.

Mi yo-profesor, mi yo-alumno, mi yo-esposo, mi yo-padre, mi yo-abuelo, mi yo-hijo, mi yo-amigo, mi yo-lector, mi yo-escribiente, mi yo-ciudadano, mi yo-conductor, mi yo-paseante, etc, etc, etc,….
¿Es el mismo y único YO, permanente, con roles distintos o son yos distintos, personas distintas y el Yo es sólo una abstracción?

martes, 26 de junio de 2012

LAS HUMILLACIONES (3)


NI EN EL CENTRO, NI CREADOS. Dos DECEPCIONES. Dos HUMILLACIONES. Dos HERIDAS al orgullo humano. Nuestro amor propio, herido.

La 3ª HUMILLACIÓN, la PSICOLÓGICA, nos vino de la mano/de la cabeza de un AUSTRIACO-VIENÉS, Sigmund FREUD.
Ya el Inconsciente había sido estudiado en el XIX, pero Freud nos dio la puntilla. Dejábamos de ser “La Perla de la Creación”.
Nuestra conciencia pasó a ser, sólo, la punta del Iceberg, que esconde bajo el agua el 90% de su ser.
El Inconsciente, ese 90% de lo que somos, es el que nos gobierna y nos dirige en nuestra conducta. Nos creíamos que éramos conscientes de nuestro actuar y resulta que no somos dueños de nuestros propios actos.
No la luz, sino las sombras, en el sótano (en el inconsciente) es el protagonista, el habitante o inquilino de la casa y de él (el inconsciente) es poco lo que sabemos.
“El yo no es el patrón de su propia casa”.
La conciencia, aquel lugar de las "ideas claras y distintas”, de Descartes, nos creaba la ilusión de ser dueños de nosotros mismos, y ahora constatamos que estamos determinados inconscientemente tanto en nuestros pensamientos como en nuestras actitudes.
El “conócete a ti mismo” socrático es una entelequia. No que no nos conozcamos, sino que es imposible tal conocimiento.
La conciencia no es libre ni autónoma, está dominada u orquestada por pulsiones y conflictos no resueltos, que son de tipo libidinoso y/o parental.
El obrar humano está determinado por la libido o impulso sexual.

El ELLO o “ID” (el Inconsciente) se rige por la libido o “principio de placer”, es el QUIERO, el DESEO, el me GUSTARÍA.
El YO o EGO se rige por el “principio de realidad”, es NO PUEDO de la conciencia.
El SUPER-YO (los principios reguladores, los convencionalismos represivos del ambiente social”, son el DEBES-NO DEBES. Son las normas.

El YO, con la censura, y la consecuente represión, frenan las satisfacciones de los instintos inconscientes.

Pero el constitutivo último de la naturaleza humana no es la “Conciencia”, sino el “Inconsciente”, la “parte sumergida”.

La casa es el sótano.

En el fondo, “la persona es impersonal”, el hombre es un “sujeto escindido”.

De las tres Humillaciones/Decepciones/Heridas/Ofensas/Golpes contundentes que ha recibido el orgullo humano, el narcisismo humano, la soberbia de la humanidad, para mí es la más dura de las tres.

Que nosotros no seamos, realmente nosotros…. Que la oscuridad determine la luz….. Que el Ego sea un pelele entre el Ello y el Super-yo,…
Que la casa sea sótano…..

Freud, además es, junto a Marx y Nietzsche, uno de “los tres filósofos de la sospecha”´.

Freud es consciente de ello: “Copérnico, Darwin y yo somos los tres grandes insultadores de la humanidad”

NI EN EL CENTRO (1ª humillación), NI CREADOS A IMAGEN Y SEMEJANZA DE DIOS, sino resultado de una evolución natural desde ancestros prehomínidos (2ª humillación) y ahora la 3ª (EL INCONSCIENTE, mayoritario en nuestro actuar. No sabemos lo que somos, pero sabemos lo que no somos, conciencia.).

Nos creíamos ser “almas conscientes” y resulta que no. Y pensábamos que nuestras motivaciones eras trascendentales, y resulta que no, que son animales, sexuales. Y pensábamos que éramos libres, y resulta que no, que se nos disparan las elecciones “sin darnos cuenta/sin ser conscientes”. Y creíamos que buscábamos la verdad, y resulta que no, que lo que buscamos es la tranquilidad y evitar las tensiones y los sobresaltos, sin conseguirlo totalmente, neuróticos. Y creíamos que… y resulta que no…..

(En otros espacios/lugares he expuesto, más extensa, detenida y profundamente estas tres Humillaciones/Decepciones (no me preguntéis dónde, porque no lo sé, pero si sé que las he hecho. Yo soy así de desordenado. ¡Qué le vamos a hacer¡)

lunes, 25 de junio de 2012

LAS HUMILLACIONES HUMANAS (2)

Si tuvieras una sola bombilla y tuvieras que iluminar la habitación ¿dónde la colocarías?.
Naturalmente, en el centro.
¿Por qué el sol, como bombilla, no “debería” estar en el centro del universo, y ser, éste, el universo, “heliocéntrico y helioestático”?.
Dando por supuesto la “sabiduría divina”, ¿iba a colocar la bombilla girando alrededor de la tierra?.
Parecía un argumento “lógico” para ensayar la hipótesis heliocéntrica y helioestática.

Pero las hipótesis son sólo eso, hipótesis.
Incluso los cálculos astronómicos se predecían mejor, al principio, con la hipótesis geocéntrica y geoestática.
Pero a la Iglesia “le interesaba” resaltar la bondad divina y la determinación de colocar al hombre en el mejor lugar del universo, en el centro.
La insistencia de Galileo, los estudios de Brahe, el genio de Kepler y, finalmente, Newton, acabaron por ponernos a girar alrededor del sol.
Las órbitas elípticas y movimiento no uniforme acabaron por secularizar los cielos y echar por tierra el éter, como el 5º elemento, perfecto, totalmente distinto a los otros 4 clásicos.

Pasaron los años con la humillación/decepción astronómica asentada pero, al menos, creíamos en que Dios, el sexto día de la creación, nos había hecho a su imagen y semejanza.
Éramos la obra original y más perfecta de Dios.
Parecía que Dios, tras entrenarse, creando, durante 5 días, en el sexto puso todo su esmero y creó a la criatura humana.

PERO, llegó la 2ª HUMILLACIÓN, la BIOLÓGICA.
Nos la proporcionó un INGLÉS, Charles DARWIN, sobre todo con sus obras “El origen de las especies por medio de la selección natural”, en 1.859 y, posteriormente, “El origen del hombre”, en 1.871.
Viene a decirnos que descendemos de animales que nos han precedido en la evolución.
Es decir, que “no hemos sido creados, expresamente, por Dios, el sexto día de la creación,…..”, que somos, sencillamente, el fruto final (de momento) de unos ancestros prehomínidos que, a través de una “selección natural”, de una “lucha por la vida”, de una “selección sexual”,… hemos llegado hasta aquí, tras muchos años. Que no aparecimos, de golpe y porrazo, salidos de la mano de Dios, sino de la naturaleza animal, tras muchos avatares.

Éramos un “animal evolucionado” que, tras varios intentos fallidos, había llegado hasta aquí, hasta nosotros.


NI EN EL CENTRO, NI CREADOS. Dos DECEPCIONES. Dos HUMILLACIONES. Nuestro amor propio, herido.

domingo, 24 de junio de 2012

LAS HUMILLACIONES HUMANAS (1)

Humillados. Al menos CUATRO veces hemos sido humillados, decepcionados. ¡Adiós a nuestras creencias en las que, hasta ahora, tan plácidamente, descansábamos¡

La 1ª gran decepción (con la que quedamos humillados) nos la sirvió un astrónomo polaco, Nicolás Copérnico. (Aunque, en realidad, ya unos griegos presocráticos nos la habían sugerido, pero no estaban los tiempos preparados para tales revoluciones científicas).
La autoridad del pluriespecialista Aristóteles, uno de los pilares del pensamiento occidental, completada con la del astrónomo y geógrafo (que se lo pregunten a Colón), alejandrino Claudio Ptolomeo, crearon un modelo astronómico geocéntrico, como la base de la mecánica celeste y que perduró más de 1.400 años.
La Iglesia Católica tomó sus teorías del universo como modelo real, por considerarlas de acuerdo con las viejas tradiciones de los judíos y con la Biblia.
Como el mundo de entonces, “grosso modo”, era Europa y Norte de África, esto supuso la aceptación mundial de la teoría geocéntrica y geoestática aristotélico-ptolemaica.
Y ¡a ver quién se oponía a esta concepción¡ (con la Inquisición observando con lupa, vigilando y ejecutando (que se lo pregunten, si no, a la hoguera de Giordano Bruno, o al exilio de Galileo a Siena).

Los estudios astronómicos de Ptolomeo, del siglo II, conocidos con el término árabe “Almagesto” (“el más grande”), con sus 13 volúmenes, estuvo vigente hasta el “De revolutionibus” del POLACO Nicolás COPÉRNICO, en el siglo XVI, pero que ni él se atrevió a publicar, en vida, y tuvo que hacerlo, de forma póstuma, un sacerdote protestante luterano.

Así se llevó a cabo la 1ª HUMILLACIÓN, la ASTRONÓMICA, cuando, de la noche a la mañana (hubo que pasar un tiempo para su aceptación) resultó que Dios no había colocado a la Tierra, como morada del hombre, en el centro del universo. Dejábamos de ser el ombligo del mundo creado por Dios. Éramos uno más de los planetas que giraban en torno al Sol, que había pasado a ocupar el centro del sistema.
Nuestra morada, la tierra, en la que Dios, con tanto amor, nos había colocado, ni era “centro”, ni era “estática”, sino que giraba en “traslación” (alrededor del sol, dándonos las estaciones y los años) y en “rotación” (alrededor de sí misma, dándonos los días y las noches).
El sol “había dejado de “salir-levantarse” por el Este (Levante) y de “ponerse-acostarse” por el Oeste (Poniente). Éramos nosotros, la tierra, la giraba de Oeste a Este. Los sentidos nos estaban engañando. A pesar de que veíamos que…. la razón nos decía que…
Y este primer capítulo de esta primera humillación seguiría con muchos más capítulos, hasta hacer, hoy, de nuestra Tierra “una mota de polvo en un universo ilimitado”.

viernes, 22 de junio de 2012

DIOS NO JUEGA A LOS DADOS (y 3)


3ª.- RELIGIÓN CÓSMICA.

Ya no hay una expresión antropomórfica de Dios. Es una forma más avanzada de Religión, no asequible a todos, aunque la puerta esté, siempre, abierta.

Esta religiosidad cósmica está más presente en el budismo, por ejemplo, (en todas las religiones orientales) que en el cristianismo (y demás religiones occidentales).

En la Religión Cósmica no hay dogmas ni dios alguno (y menos aún concebido a la manera del hombre).
Son, más bien, comportamientos éticos con lo que y con los que te rodean..
En esta Religión Cósmica tampoco hay iglesias, que detenten el poder.

A lo largo de la historia son muchos los que la han practicado, de hecho, pero fueron considerados bien herejes bien santos, rebajados o ensalzados.
Demócrito, (el atomista), Francisco de Asís (el “poverelo”), Spinoza (el filósofo).
Un materialista griego, un fraile cristiano, un judío racionalista.

Los partidarios/defensores/seguidores/practicantes de esta Religión Cósmica se rigen por el Principio de la Regularidad causal entre los hechos; por lo tanto no ha lugar para la fe, sino para el trabajo, para la investigación, para los descubrimientos de esas regularidades.

Las religiones clásicas son, a sus ojos, manifestación de mentalidades infantiles.

Cuando la cultura es teocéntrica la Religión Cósmica aparece como un absurdo, porque el estudio del efecto no coincide con el estudio de la causa.
La religión y la ciencia chocan inevitablemente, son antagónicas.
La Religiosidad Cósmica es la negación de la Religiosidad Tradicional.
La Religiosidad Cósmica es el impulso presente en todo científico a hacer y seguir haciendo ciencia.

El científico es un creyente, que cree, que tiene fe en la racionalidad del universo y anhela comprenderlo.
Ansia de desentrañar los mecanismos que rigen los cielos y la tierra.

Los auténticos científicos no sólo buscan y persiguen lo útil, lo pragmático, beneficios, a nivel individual sino para bien de la comunidad.
El científico, además, al descubrir uno o varios de los engranajes de la realidad, ¡es tánto el placer que experimenta, al descubrirlo, al comprenderlo, al hacerlo comprensible…..!
El placer de saber. La erótica del saber.

En estos tiempos tan materialistas, que gozamos o sufrimos, los hombres profundamente religiosos son los científicos, pero con/de/en la Religión Cósmica.

Pero éste era el lema del filósofo judío, hispano o luso, que tuvo que huir y refugiarse en Holanda, expulsado, también, de la sinagoga judía, “Deus sive Natura” , Dios o la Naturaleza. La Naturaleza es Dios – Dios es la Naturaleza.
Desentrañar la naturaleza es desentrañar a Dios. Es lo mismo. La Ciencia es Teología y la auténtica Teología es la Ciencia.

No ha lugar a la creación, a la trascendencia divina.
Dios es intrínseco al mundo. El mundo es lo divino. Los científicos serán los auténticos sacerdotes de esta nueva Religión.
Es Spinoza, es el “Amor Dei intellectualis”, el “amor intelectual a Dios/de Dios”.

¿Qué tendrá que ver la Teología de Stº Tomás de Aquino, con esta nueva Teología, inspirada en Spinoza, de la nueva Religión Cósmica?.

Estos nuevos sacerdotes, los científicos, al conocer, al comprender, al descubrir,….están haciendo un bien a la comunidad, al poner al servicio de ella las nuevas bondades y utilidades.

¿Es que no son “divinos/as” las vacunas, la penicilina, la cirugía, los rayos X, los transplantes,…?.

¿Es que no son “divinos” un Fleming o un Patarroyo?.

Un “religioso cósmico” cree en la “regularidad causal”, que es desentrañable, y no entra en sus esquemas considerar la existencia de un Ente determinado, trascendente, además, que intervenga a su antojo en los hechos naturales.

Crítica, pues, también, (ya incluida) a un antropomorfismo de Dios.

No se trata tanto de conocer para dominar (que también), se trata de comprender para servir.

Cuando le preguntaban a Einstein si era creyente, contestaba: “Sí, creo en el Dios de Spinoza”.

Comulgaba al cien por cien con Laplace, un acérrimo defensor del Determinismo. “Siempre que se den exactamente las mismas causas se producirán los mismo efectos”. Es el reino de la necesidad. Es necesario que de A se siga B. No ha lugar a la libertad en la naturaleza. El azar no tiene papel en este teatro.

Sería una Casualidad que, al tirar dos dados, me salieran muchas veces dos seises.
En la Naturaleza no ha lugar a la Casualidad, todo es Causal.

“Dios no juega a los dados, ni en la naturaleza ni en el hombre”.

SÍ AL DETERMINISMO.

P.D. Cuando el gracioso de turno me oyó la frase de Einstein de “Dios no juega a los dados” añadió, “ni a los dados, ni al ajedrez, ni al parchís, ni a la petanca,…. Dios no debe saber jugar porque, si no, jugaría.
Claro que la salida de pata de banco del ludópata no tiene desperdicio: “si Dios no juega a los dados, entonces… ¿qué hace?”.

miércoles, 20 de junio de 2012

DIOS NO JUEGA A LOS DADOS (2)


Einstein plantea TRES tipos de religiones:

1ª.- RELIGIONES DEL MIEDO.

El miedo al hambre, a la sequía, a la riada, al trueno y al relámpago, miedo a la enfermedad, a los animales, a los enemigos, miedo a la muerte,….
Es propia de las sociedades primitivas.
Ocurren los hechos (el rayo y la muerte), vienen juntos, yuxtapuestos, pero no se conocen las conexiones causales entre ellos, que uno es causa y el otro efecto, sólo ven la prioridad temporal (uno se da antes y el otro después), no concluyen en la prioridad de naturaleza, que un fenómeno es la causa y el otro es el efecto.

Las sociedades primitivas atribuyen, al mismo tiempo, la aparición y la desaparición de los fenómenos (sea la salud y la enfermedad, la sequía y la riada), al arbitrio, a la voluntad de seres supranaturales.
Todo lo que ocurre o deja de ocurrir, ocurre y deja de ocurrir porque a los dioses les da la gana, todo depende de su santísima voluntad (y nunca mejor dicho).
No ven la “necesidad” de que puesto un fenómeno, como causa, “tiene que ocurrir”, “es necesario” que ocurra el efecto.
La enfermedad no me la ha causado la ingestión de un alimento en mal estado, sino ese dios que está enfadado conmigo por algo que yo le he hecho.
Por lo tanto a esos dioses, causantes de todo cuanto nos ocurre, hay que tenerlos propicios, contentos, aplacar su ira, … con oraciones, sacrificios, rituales,… que se van transmitiendo de generación en generación y que el alma las asimila y forman parte de su naturaleza, porque ¿cómo no van a ser verdaderos si durante tántos años….?.
El criterio temporal (la tradición), como criterio de verdad.
El argumento de autoridad (nuestros antepasados) como argumento de verdad.

Naturalmente, al estar tan alejados esos dioses de ellos mismos, surge la casta sacerdotal, la clase intermediaria e intermediadora, entre los hombres y Dios.

Es la clase elegida por los dioses. Los hombres no tienen acceso directo a sus dioses; tienen que pasar, previamente, por taquilla, para dirigirse a Dios y que auyente o disminuya los males o fenómenos negativos y propicie e incremente los bienes o acontecimientos positivos.
Son dioses a los que se les teme, no son dioses a los que se les ame.

2ª.- RELIGIÓN MORAL O SOCIAL.

La comunidad necesita modelos a seguir que orienten su vida, se da cuenta de que comete errores, de que no es perfecto y, por ello, puede ser castigado, por eso necesita que Dios le diga, expresamente, qué debe hacer, cómo debe obrar y qué no debe practicar, por ser pecado. Necesita mandamientos que cumplir para, así, tener la conciencia tranquila de que él no ha hecho nada que merezca ser castigado, y para poder pedirle perdón, en caso de tropiezo.

Es el Dios Providencia (pro-videre = “mirar por el bien de) que ampara, que interviene, que dispone una cosa o la contraria, que recompensa (aunque también puede castigar, porque, no olvidemos, también es Juez).

Es el Dios que impulsa la vida de la familia y de la sociedad, que “mira por” ellas, que consuela en la desgracia, que custodia las almas de los muertos.
Es el caso del pueblo judío, en el que se mezclan la religión del miedo con la religión social y moral.

Es un Dios que se dirige al pueblo, que trata con él, que firma pactos con su pueblo (la firma divina del arco iris del contrato de que no habrá más diluvios siempre que el pueblo…)

“Tú me das – yo te doy”, pero como tú no cumplas…. te castigo con…
Es un Dios totalmente antropomórfico, con cara, manos, voz,…
¿Qué hace Dios con el pueblo judío sino lo que hace un padre con sus hijos?. Premiar las conductas correctas y castigar las incorrectas.
Es un Dios que, a veces, está alegre y, a veces, se coge unos cabreos…

Pero es un Dios que no se le manifiesta directamente al pueblo, que tiene intermediarios para llegar hasta Él, la casta sacerdotal, la clase elegida, predilecta, la que interpreta la voluntad de Dios, la clase que ordena y prohibe, la clase a la que es necesario acudir y a la que hay que contarle, en confesión, todos los pecados privados para que “en nombre de Dios” se te perdonen tus faltas.

Como siempre, en la historia, los intermediarios son los ganadores. ¿Es de extrañar que, en tiempos de fe, todos quieran formar parte de ella?.

domingo, 17 de junio de 2012

DIOS NO JUEGA A LOS DADOS (1)


En los años 60, con la mecanización del campo, sobró, en mi pueblo, mucha mano de obra agrícola y emigró toda la familia bien a Alemania, Suiza y la vendimia Francesa o, ya en España, a las regiones más desarrolladas e industrializadas: Cataluña, País Vasco, Madrid y Santander.

En verano volvían todos al pueblo, con más hijos y con un nivel de vida, al menos aparente y externamente, mejor.
Muchos de mi pueblo fueron a Torrelavega (Santander, entonces, Cantabria, hoy).

-¿En qué trabajan vuestros padres? – les preguntaba a Fidel y a Manolo.
-¡Hombre¡. ¿dónde van a trabajar?. En la Solvay, por supuesto.
-¿Y eso qué es? -les insistía yo.
- La fábrica de la sosa.

Así que cuando mi madre hacía aquellos panales de jabón y empleaba tanta sosa, yo me acordaba de la Solvay, de Fidel, de Manolo y de sus padres.

Luego, años después, cuando estaba en la Universidad, mi profesor de Filosofía de la Ciencia, nos hablaba de la importancia que habían tenido, para el desarrollo de la ciencia, las Conferencias o Congresos Solvay.

Así pude enterarme que el Sr. Ernest Solvay había sido un autodidacta y un reputado químico e industrial belga, relacionado con la sosa y el amoniaco y que se había enriquecido abriendo fábricas por todo el mundo.
Su riqueza le permitía patrocinar (ahora se dice “sponsorizar” que suena así como más guay) y celebrar en Bruselas congresos o conferencias, que llevaban su nombre, y a los que eran invitados a participar las personalidades científicas más destacadas en esos momentos, entre ellos muchos Premios Nobeles.

En total fueron 11 Congresos Solvay, siempre celebrados en Bruselas en el primer tercio del siglo XX.

El 5º Congreso, el más famoso, fue en 1927. El tema fue: “electrones y fotones”, en el que se discutió mucho y muy acaloradamente sobre la Teoría Cuántica como una nueva manera de entender el mundo.
Entre otros estaban dos pesos pesados.
Albert Einstein, que había obtenido el Nobel en 1921, sobre “el efecto fotoeléctrico”.
Niels Bohr que lo obtuvo en 1922 sobre la “estructura de los átomos y la radiación que emana de ellos”. (Su hijo también sería Nobel en 1975).

Sus posicionamientos eran muy distintos. Einstein combatiría, constantemente, aunque inútilmente, contra “La Escuela o Interpretación de Copenhague”.

La anécdota (que quedaría para la historia) fue cuando se enzarzaron, en una discusión, los dos gigantes del momento, Albert Einstein y Niels Bohr, sobre la Relación de Indeterminación de Heisemberg, que otros llaman Principio de Incertidumbre.
Según Heisemberg no se puede determinar simultáneamente la posición y la cantidad de movimiento. Cuanta mayor certeza se busca en determinar la posición de una particular, menos se conoce su cantidad de movimiento y, por lo tanto, su velocidad.
Es decir, las partículas, en su movimiento, no tienen asociada una trayectoria bien definida.
¿Es incertidumbre debida a que el conocimiento humano es defectuoso o es que la realidad, en sí misma, es impredecible, indeterminada?.
¿Es un problema de que el conocimiento no llega o es que no puede llegar porque la realidad es indeterminada?.
¿Primacía de uno o de la otra?.

En el fondo, de lo que se discutía, no era otra cosa sino si era la “causalidad-la necesidad” o si era la “casualidad-el azar” lo que primaba o regía en el universo.
Einstein era un determinista, laplaciano, mientras Bohr era heisembergiano.

En esos momentos Einstein soltó la frase: “Dios no juega a los dados”, a lo que, inmediatamente, Bohr le contestó: “Sr. Einstein, deje de decirle a Dios lo que debe hacer”.

Hasta aquí la anécdota.

(La verdad es que Bohr debía de estar poco impuesto en lingüística. Debería haberle contestado “¿cómo tiene Ud. Sr. Einstein, esa información?”, porque el lenguaje que usó Einstein era un lenguaje informativo. Informa, anuncia, afirma, en el modo indicativo, que “Dios no juega a los dados”, no usa el lenguaje imperativo, mandando, ordenándole a Dios que “no juegue a los dados”.
La respuesta de Bohr no viene al caso, no es la adecuada).

Ahora llega la pregunta:

“¿Cómo era ese Dios de Einstein, que no jugaba a los dados?”

En una pequeña obra de Einstein, “Mi visión del mundo”, va derramando y tratando, dejando entrever, la discusión (la eterna discusión) de las relaciones entre la Ciencia y la Fe.

¿Lo que se sabe no se cree (porque ya se sabe) y lo que se cree no se sabe (porque si se supiera no haría falta creerlo)?.

Cuando hablamos de fe hablamos de religión, no hablamos de fe humana (yo creo que existen renos en Laponia y creo en los mapas de carreteras y creo que es verdad lo que dicen los libros de texto,….) hablamos de la creencia en Dios.

Einstein plantea TRES tipos de religiones:

sábado, 9 de junio de 2012

EL APRENDIZ DE FILÓSOFO EN UNA FRUTERÍA.


Si uno manifiesta, públicamente, que es especialista en Geografía Física, o en Geografía Española, o en Geografía Económica, o en Geografía de las Poblaciones,… todos los que lo oigan saben de qué va el asunto y cuál o cuáles son los temas en que mejor se desenvuelve.
Lo mismo ocurre si alguien manifiesta que es especialista en Química Inorgánica, en Estadística, en Astronomía, en Historia Medieval, en el Arte Barroco,... todos saben de qué estamos hablando.

Pero si uno dice que es Filósofo y quienes lo oyen ven que otras 25 personas afirman, igualmente, ser filósofos y que se parecen entre sí lo que una lámpara se parece a una castaña, surge la pregunta: “Entonces, ¿qué coñ…. es la filosofía, sino “una noche en la que todos los gatos son pardos”?.

Respondo, con esto, a un correo de mi amigo Salvador.

Pero, imaginemos que alguien va por la calle y lee “FRUTERÍA”. Entra y le pide al dependiente que le dé fruta.
- ¿Qué fruta quiere Ud. que le ponga?.
- Yo quiero “fruta”. ¿No pone en el rótulo “frutería”?. Pues deme Ud. tres kilos de fruta.
- Verá, Ud, Señor. Yo puedo servirle plátanos o manzanas; o si Ud. lo desea puedo darle fresas, melón, uvas, peras,…
- ¿No puede Ud. darme, simplemente, “fruta”?.
- Verá Ud. Señor, es que “la fruta” no existe, lo que realmente existen son frutas, muy distintas, muy buenas, muy ricas, muy variadas,…

¿Se han imaginado Uds. la escena?.
Pues eso es lo que ocurre con “la filosofía”, que no existe como algo concreto, que hay “muchas y muy variadas filosofías”, o “muchas y muy distintas funciones” de la misma.

La “Fruta” es “el fruto comestible de ciertas plantas” (pero como hay tántas plantas y tan distintas, los frutos son muy variados).
La “Filosofía” es “un quehacer conceptual (los conceptos son los medios de que se vale), discursivo (es el método que emplea), racional (el instrumento del filosofar es la razón), teórico (es el conocimiento generado o resultado de filosofar), especulativo, problemático (se aplica a la comprensión de problemas y su resultado, siempre, será problemático y nunca definitivo) y reflexivo.

A partir de ahí, que es lo común a todo filosofar, salen multitud de “funciones”_

- Función “cosmovisiva” cuya finalidad es “saber”, “entender”, “comprender” tanto el cosmos como el mundo que nos rodea. No se trata tanto de “explicar”, que es una función científica (en el juego de Causa-Efecto) como en el juego de Condiciones-Resultados. A mi nunca me gustó cuando mi profesor me preguntaba por “las Causas de la Revolución Francesa”, siempre le matizaba que se trataba, más bien, de “condiciones” que la hicieron posible, pero que con esas mismas condiciones podía no haber surgido dicha Revolución Francesa o haber surgido de otra manera. Que no había una necesidad causal.

- Función “lógico-metodológica”, cuya finalidad es “examinar”, “analizar”. Lo que persigue es “hablar bien”, analizando lo que decimos y queremos decir. La filosofía sería como la escalera que te permite y te ayuda a subir pero que, una vez arriba, la escalera sobra. Ahora que ya sabemos hablar bien habrá que hablar de otras cosas, de los objetos científicos. Naturaleza del lenguaje. Origen del lenguaje. ¿Cuáles son los tipos de lenguaje?. ¿Cuáles sus características?. Funciones del lenguaje. Sintáctica, Semántica y Pragmática. ¿El lenguaje poético tiene algo que ver con el lenguaje militar o el lenguaje religioso o el lenguaje científico?. El lenguaje científico “es informativo-denotativo o es imperativo?. Cuando un científico descubre algo ¿está comunicando su descubrimiento o está diciendo: “yo he hecho esto y esto, y me ha dado esto. Ahora “Háganlo Uds” (imperativo) a ver si también les sale el mismo resultado que a mi”. Los problemas de verdad-falsedad, verdad-certeza. El error y la duda. La ciencia y la opinión. Creer, saber y conocer. Información y conocimiento. El relativismo, el dogmatismo y el escepticismo. La subjetividad, la objetividad y la intersubjetividad. Conocimiento vulgar, científico, filosófico y teológico. Sociología del conocimiento. Ciencia y tecnología. La contextualización de lo que se dice.

- Función “axiológica”, su finalidad es “valorar”, “enjuiciar”, “apreciar” adecuadamente los problemas. No confundir lo legal con lo moral, ni lo moral con lo ético. No permitir o hacer ver que ante las razones, lógicas, de mi adversario yo no puedo responder con descalificaciones morales. Que la valoración es cultural e histórica y no absoluta y eterna. Que tu valoración de un hecho es inadecuada porque se apoya en prejuicios insostenibles. Que en la escala de valores existe una jerarquía, que debe ser respetada. Que hay dilemas morales: ¿“mentir” para no “morir”? ¿o dejarse matar y no mentir?, ¿Están los preceptos éticos subordinados a los mandamientos religiosos o es al revés?. ¿Sí o no a la eutanasia?, ¿O al aborto?. La vida como proyecto. El desarrollo moral. La adquisición de valores. Las distintas teorías éticas.


- Función “hegemónica”. Como siempre se va con la razón por delante, el argumento filosófico tiene como finalidad “imponerse”, “controlar”, “dominar”. Uno puede ser físico o no; uno puede ser matemático o no; uno puede ser entomólogo o astrónomo o no, pero a lo que no se puede renunciar es a ser filósofo. Porque filosofar es razonar o, como diría Ortega, la misión de la Filosofía es salir bien parados de la situación en que nos encontramos. Universalidad y necesidad, hegemonía de la Filosofía. Porque no se trata sólo de vivir, sino de vivir bien, de darle sentido a la vida.

- Función “práctico-educativa”, a la que le he dedicado toda mi vida profesional. Ayudar a madurar a los adolescentes, cultivar en ellos el amor al saber (la filo-sofía), ayudarles en su transformación personal, con el instrumento de la razón, inculcarle el afán de superación (que el mundo es de los optimistas), que otro mundo mejor es posible. Ayudarles a que se despojen de sus prejuicios, de sus creencias mundanas. El ideal de la honradez (que incluye, pero que es superior, al de honestidad). La valoración y el respeto a las personas, (por el mero y simple hecho de ser personas toda persona es respetable y digna de respeto). Pugnar y ser intolerantes con ideas y conductas intolerables. Igualdad de varones y mujeres, a pesar de las diferencias fisiológicas, psicológicas. La no discriminación por motivos religiosos. Posibilidad, necesidad y límites de la educación. ¿A quién educar?. ¿Para qué educar?. ¿Cómo y quién educa?. Educación y diversidad cultural. Educación y conocimiento. ¿Cómo educar en un mundo globalizado?


- Función “emancipatoria”, la típica de Marx. Función práctica y pragmática de la filosofía. “Hasta el día de hoy los filósofos no han hecho más que interpretar el mundo, cuando de lo que se trata es de transformarlo”. Ser solidario con los más desfavorecidos. Luchar por el reconocimiento de los extraños, de su identidad y, al mismo tiempo, para hacerles ver que los Derechos Humanos son algo que deberían ser universales y necesarios, también en sus países de origen, porque favorecen la convivencia y prestigian a quienes los reconocen y los practican. Superación de los tabúes, tradicionales, que mantienen la discriminación e inferioridad de la mujer. Proponer la cultura, el conocimiento, como el mejor antídoto para salir del bache humano.

- Función “ética”. Razonar los comportamientos adecuados que más y mejor humanicen a las sociedades. El ideal de la “bondad” sobre la pobreza del “egoísmo”. El altruismo como forma de conducta. Ponerse en el lugar del otro o, como decía un antiguo alumno, “caminar con las zapatillas del otro”. Ser kantiano: ¿Desearías que “tu” comportamiento (máxima moral) se convirtiera en universal, fuera una “ley moral” y que todos se comportasen, si se encontrasen en las mismas circunstancias, como tú te portas o vas a portarte?. Practicar la recomendación de Jesús: “no quieras para otro lo que no quisieras para ti” e ir más allá, en positivo: “pórtate con él como te gustaría que él y todos se portasen contigo”. Derechos y deberes: Los Derechos Humanos. La vida en sociedad. La sociedad ética. La Ética ecológica. La globalización. Las O.N.G.s. Racismo y Xenofobia. Igualdad y diferencia. Discriminación y exclusión. Respeto a las leyes democráticas.


- Función “ideológica”. Enseñar a distinguir “ideas” de “ideologías”. Comprender que las ideologías se maman desde la niñez y que pueden ampliarse y cambiarse. Que en este mundo de cegatos “todos” necesitamos llevar puestas unas gafas. Pero que estas gafas, de distintos colores, son las que te permiten ver la realidad, pero que te obligan a verla así y no de otra manera. Que si hubieras nacido en otro lugar, en otra sociedad, en otra cultura,… tus gafas serían distintas y lo verías, todo, de distinta manera, por lo tanto, aprender a comprender a los otros, a no imponer “tus” gafas como “las” gafas. Defender el perspectivismo y el relativismo, comprenderlo y, sobre todo, respetarlo. Saber que hay ideologías que tintan mejor o peor la realidad que uno ve. La necesidad de dialogar, de negociar, de ceder, de llegar a acuerdos, sin imponer.

- Función “estética”. Aprender a “ver” antes y después de “mirar”. Ver el otro lado de las cosas. Descubrir el placer del “bien decir” y del “bien hacer”. Reconocer valores. Disfrutar de la intuición estética y de la comprensión de la obra de arte. Valorar la obra en su contexto. Encontrarle el sentido “latente” tras la “patente manifestación”. Descubrir el mensaje del artista, en su obra. Profundizar, bucear, no quedarse nadando en la superficie. Aprender a tener buen gusto. Aprender a detestar y rechazar lo burdo y lo soez. El orgasmo estético. Valorar al artista en su obra. Saber huir de “la opinión general”, dejar de ser un “Vicente” cualquiera, teniendo y perfeccionando un criterio propio.


- Función “humanitaria”. Quizá la fundamental. Su cometido es perfeccionar al hombre. Mostrarle caminos por los que puede ser más y mejor, acercarse más al súmmum de humanidad. Estimular el progreso moral y ético con un comportamiento solidario. Proponer ideales de justicia, de libertad, de democracia. Hacer ver la importancia de la puesta en práctica de los Derechos humanos, como ideal de la humanidad, y que sería bueno que todos los hombres, de todas las culturas, los pusiesen en práctica.

- Más funciones: la función problemática, que propone Rodolfo Mondolfo; la función crítica de Marx; la función gnoseológica o epistemológica de nuestro filósofo español Gustavo Bueno y su “teoría del cierre categorial”; la función sistémica de Hegel.


- Para nuestro Ortega la finalidad de la Filosofía es “saber a qué atenerse en la vida”.

- Todas estas funciones, y otras más, no son excluyentes, se solapan, muchas veces.

Un viejo filósofo griego, Epicuro, lo explicaba mejor que nadie: “Así como la Medicina tiene la finalidad de curar los cuerpos, así la Filosofía tiene como misión curar las heridas del alma”, Si la misión de la primera es prevenir y/o liberar al cuerpo de los males, la segunda debe liberar al alma de las pasiones.

Puedes encontrarte con Gustavo Bueno o con Fernando Savater o con José Antonio Marina o con Mosterín o con… Todos son y se consideran filósofos pero ¡son tan distintos y están tan distantes sus posiciones¡.

-¿“Entonces -preguntó el aprendiz de filósofo- no hay un terreno exclusivo para la filosofía?.
- Pues no. Los filósofos son paseantes que caminan por un jardín en el que hay muchos senderos, y en cada uno de ellos hay flores variadas, olores distintos. Y todos ellos aman el jardín, el jardín de la razón, pero cada uno tiene predilección por flores distintas.
.¡Qué pena¡ - dijo el aprendiz.
-¿Qué pena de qué y por qué?. ¡Qué alegría de poder tener tántas opciones de pasear¡.

Pero, junto a los filósofos, con su lupa reflexiva, también hay científicos, con su lupa cognoscitiva, también hay artistas, con su lupa estética, también hay personas del pueblo, con su lupa de conocimiento vulgar, también hay/puede haber religiosos, con su lupa de la fe, para ver al jardín como vestigio de Dios.

Nada es ajeno al campo filosófico, sino lo “no racional”, bien por exceso (lo “sobrenatural”), que desborda a la razón, bien por defecto (lo “infranatural”), que no llega a dejarse apresar por la razón.

Todos, tan distintos, pueden considerarse filósofos, cultivadores, jardineros, paseando por senderos distintos, cuidando, ocupándose y preocupándose por flores distintas.

Todos son consumidores de fruta, aunque no les guste la misma fruta.

Todos son filósofos.

jueves, 7 de junio de 2012

DOS CARTAS


1.-
Queridos padres. Gracias. Gracias por todo lo que habéis hecho por mí. Gracias porque sé que me habéis dado todo lo que me podíais dar, todo lo que habéis podido, lo mejor que teníais. Gracias, de corazón.

Pero ya me he hecho mayor de edad, puedo valérmelas por mí mismo. Ya no os necesito. Voy a emprender la aventura de mi vida sin vosotros. Estoy preparado para ello.

Sé que si, en cualquier momento, os necesitara, me echaríais no una sino veinte manos. Sé dónde acudir y, si tuviera que recurrir a vosotros, sé que nunca, jamás, me daríais la espalda ni me cerraríais la puerta.

Gracias y adiós. O hasta luego.

¿No creeríais que los padres se sentirían orgullosos y sería un honor para ellos?.

¿No creéis que esto sería lo normal?.

El hijo ya se ha hecho mayor; ha aprendido a volar y abandona el palomar, despidiéndose con buenas maneras, porque quiere hacer su nido aparte, quiere hacer su vida, quiere volar otros aires.

2.-
¿Por qué no ésta otra despedida?.

Querido Dios. Adiós. Adiós y gracias. Gracias porque cuando no sabíamos, creíamos en Ti, acudíamos a Ti, y eso nos consolaba.

Pero ya somos mayores de edad. Ya hemos pasado el Rubicón de la Ilustración. Nos hemos echado de compañera a la Razón y ya podemos explicar y comprender y hacer tantísimas cosas sin Ti. Gracias, de corazón. Gracias y adiós, Dios.

No te reprochamos nada. Cuando fuimos niños nos cobijaste; pero hemos llegado a la mayoría de edad. Ya nos las podemos arreglar sin Ti.

A partir de ahora dejaremos de visitar vuestras iglesias y nos refugiaremos en nuestros laboratorios. No veas, Señor, la de cosas que estamos descubriendo. Podemos explicar el mundo y sus fenómenos por causas naturales, estamos descubriendo remedios y prevenciones a nuestras enfermedades con el estudio y la investigación y, para esto, no necesitamos rezar.

Ahora entendemos la vida de otra manera. Ya no queremos morirnos, sino vivir. Vivir más y mejor. La vida ya ha dejado de ser posada y lugar de paso y la estamos convirtiendo en morada, en vivienda agradable, cómoda.

Gracias por todo. Señor.

¿No sería esto normal?. ¿Creéis que Dios se ofendería?. ¿O estaría orgulloso de su hijo?


martes, 5 de junio de 2012

“MUNDO” Y “MEDIO”.


Como “nada humano me es ajeno” (que dijo el filósofo) continúo con mi motivación vocacional de “meterme en cualquier charco” (aunque me salpique) y hollar por diversos jardines. Es, para mí, un deleite, una fruición, y más cuando la “vida vacacional jubilosa y no onerosa” me lo facilita.
Siempre han sido mis compañeros vitales APRENDER, de los entendidos, (por lo que leo mucho), para SABER cada día un poco más (lo que humaniza) para poder ENSEÑARLO (que es lo que he hecho durante treinta y seis años, con alumnos de Bachillerato, y que Hoy continúo en ello con mis coetáneos, en el Aula de Mayores.

El “animal es al medio” como “el hombre es al mundo”.

En el “medio animal” hay comida (que debe ser apresada y engullida) y está el peligro de convertirse en presa (lo que incita a la huida). A fin de cuentas, lo que cuenta, para el animal, es “vivir”, “seguir vivo”, bien “comiendo”, bien “huyendo”. Nada hay en el mundo animal más allá de la “supervivencia”, propia y de la especie.
Es fundamental, pues, para el animal, “adaptarse al medio”, aunque sea “emigrando”. De lo contrario, fenece. Y el arma de que dispone es, sobre todo, el “instinto” específico, impreso en el código genético.

También el hombre, en sus inicios, seguiría este mismo esquema animal. El mismo que recorrerá el niño que, desde el instinto más elemental, irá liberándose de él a través de la cultura

Fueron la “posición erecta” y la “cerebralización” las que mutaron el “medio” en “mundo”.

El “mundo humano” incluye el “medio” en que vive, pero va mucho más allá. Ha sido capaz de “adaptar el medio” en vez tener que “adaptarse al medio”. Desde la Revolución Neolítica hasta la actual Revolución Genética todo ha sido una superación progresiva de escalones.

El mundo dado nunca es considerado como definitivo, por lo que el hombre siempre está “recreándolo”, ampliándolo, enriqueciéndolo.

Si el animal actúa, sobre todo, vitalmente, el hombre, que tiene que alimentar su cuerpo con lo existente en el medio, bien directamente, bien transformándolo, también tiene que alimentar su alma. Y el alimento es la cultura, que no es otra cosa sino el repertorio, abierto, de soluciones a problemas que han ido presentándose, para no tener que ir ensayando respuestas.

Este mundo humano está traspasado de “valores” (no sólo de “utilidades”) y en él se encuentran tanto personas como ideas, tanto verdades como creencias, siendo, siempre, un “mundo abierto”.
Esta “apertura” es la que conlleva no sólo la “ocupación” sino también, y sobre todo, la “preocupación”

Si toda “persona es respetable” (merece el respeto) por el hecho de ser persona y encarnar “dignidad”, no ocurre así con las ideas, que algunas son “intolerables” y no pueden ni deben ser toleradas.

Nunca la tradición ni la historia pueden ser garantes de legitimidad de lo pensado.
Lo que “ha sido considerado valioso” (verdadero, bueno, bello,…), hasta hoy, no tiene por qué “seguir siendo considerado valioso”.

El “desde cuándo” no puede sustituir ni primar sobre el “qué” y el “cómo”.

“Ni “multiculturalismo”, ni “interculturalismo”, sino “supraculturalismo”, es el título de una conferencia que he expuesto varias veces.

La “cultura” es el “cultivo” de la vida humana superior, siempre evolucionando, frente a la “repetición animal”.

El animal no es “responsable” de su hacer porque lo único que hace es “responder” al estímulo.
Un animal, con necesidades internas y ante un estímulo propicio, (sed y agua) “responde” con automatismo instintivo. Como lo hace el niño.
El hombre, en cambio, está “suelto” de los estímulos. Puede responder, puede no responder, puede dilatar la respuesta, puede, incluso, responder sin estímulo presente.
En el hombre, entre el “estímulo” y la “respuesta”, está la “libertad”, a pesar de todas “las variables intermedias” que “incitan” pero no “obligan” de manera “necesaria”.

Un león nace león, vive león y muere león. Visto uno están vistos todos. El león es su especie.
El hombre no. No se nace hombre. Nace un ser que, luego, debe “humanizarse”.
Al hombre le es dada la existencia pero su esencia tendrá que ir haciéndosela a base de opciones y renuncias.
Haber optado por aquello en vez de por esto o haber renunciado a eso en vez de aquello lo “esencializarán” así o “asao”.
Visto un hombre está visto sólo ese hombre, no la especie humana.

¿Qué es el hombre?. Una interrogación, un “qué hacer”, un “quehacer” en un mundo que es un repertorio de posibilidades.

Al hombre le es dada la vida, pero le es dada vacía, ¿cómo, con qué va a llenarla?.

Eso es el hombre, una paradoja, Porque más que “lo que es” es “lo que va a ser” y tiene que serlo en el mundo.

domingo, 3 de junio de 2012

¡AY¡ EL AMOR (y 2)

AMOR COMO “FILIA”.

También llamado “amor de amistad”. Es lo que, normalmente, entendemos por “amor”. Es como un estanque, tranquilo, en el que se está a gusto, con el otro.
Es una relación entre dos individuos particulares. Se sacrifica por el otro. Se le dedica tiempo y esfuerzo, pero sin pedir recompensa. La reciprocidad surge. Se disfruta de los éxitos del otro y se comparten los fracasos del otro como propios.

Yo siempre he solido distinguir entre el “amor de amistad” y el “amor íntimo, de pareja/matrimonio”.

En el “amor de amistad” se comparten muchas cosas, porque se tienen los mismos o parecidos gustos: actividades, deportes, cultura, viajes,…
Se da una relación de afecto, pero sin tener que llegar, al contacto íntimo.

El escalón superior a este “amor de amistad” es el “amor de pareja o amistad íntima”.
Ahora se comparten mucho más que actividades, se comparten “proyectos”.

En la pareja o matrimonio (para mí la única diferencia entre ellos es su “reconocimiento oficial, legal”), además de compartir “la amistad”, también se comparten “los cuerpos”.
En la geografía corporal de cada uno, en el recorrido por el cuerpo del otro, sólo será “coto cerrado” lo que cada uno “acote” y que debe ser respetado por el otro, para no llegar a la violación.

Cuando asisto a una boda religiosa y el cura de turno dice lo de que “seáis un solo cuerpo, una sola carne,….” Me cabreo (interiormente) aunque, por respeto, no suelo manifestarlo, pero no es por falta de ganas.
No se trata (según yo) de mirar los dos en la misma dirección (como casi siempre se dice).
En una relación de pareja no hay “un proyecto”, sino “tres”, pero con interferencias mutuas.
Cada uno de ellos debe seguir realizando su propio proyecto (ser taxista o médico y ser funcionaria u odontóloga), proyectos que les proporcionarán la base económica sobre la que puede asentarse el “tercer proyecto”, el “proyecto común”.

Para ese “proyecto común” es necesaria la cesión mutua, si no, se muere de inanición.

Las recompensas de ambos proyectos (ser profesor y marido/padre) son distintas.
Disfrutar de la actividad docente y disfrutar del hogar y de la familia. Recompensa profesional, al entregarte a tu labor, con ilusión y buen hacer, y recompensa afectiva al sentir el amor en forma de caricia y de besos de los tuyos.

Es cuando el amor se convierte en cariño, un amor desinteresado y generoso, nunca posesivo.
En la pareja son amantes mutuos. Los cuerpos se entregan mutuamente. Todo está permitido si ambos lo quieren así. No existe el pecado de lujuria entre dos amantes.

La epidermis, que ha sido el prólogo a la relación, cede al paso a la persona.
No se ha de ser un “Adonis o una Venus” para ser querido/a. Se valora ya, también, y más, eso que llamamos “belleza interior”, la “valía personal”, que sólo el conocimiento íntimo descubre y sopesa.

( .-¿Te das cuenta que tu pareja no es la persona más agraciada del grupo?
.- Sí, pero es una persona extraordinaria, no la cambiaria por ninguna otra).

En otros lugares he afirmado que “hay que ser lo suficientemente poco feo para poder entrar en relación con el otro y poder descubrir la valía interior, que se oculta tras esa epidermis no lo suficientemente agraciada”.

En la vida en pareja, en ese tercer proyecto, en la convivencia, hay que repartirse las cargas, no basta con “ayudar”.

Además, ahora ya no se confunden “felicidad” y “placer erótico”, porque los cuerpos, con la edad, pierden tono y se apuntan a la flacidez.
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Siempre surgirá la polémica si son los “factores químico-biológicos” o los “factores sociales” los responsables del amor.

La familia y la sociedad, en los años de pubertad, adolescencia y juventud, van dándote unas pautas con las que uno construye su “mapa del amor” y cuando ve que alguien, el/ella, encaja o puede encajar en ese esquema, se da entrada al primer conocimiento y contacto. Que puede seguir encajando y afianzándose, pasando de la amistad al amor o dar marcha atrás, cuando se constata el error al haber captado lo que no había y se creía que había
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Por lo general, las sectas son tan restrictivas en las relaciones de sus adeptos que harán que rompan con quien estaban relacionándose y comiencen a conocer y relacionarse con personas de dentro de la secta (endogamia).

Este “amor de pareja”, al que, en otros lugares, he denominado “amor recíproco”, amor con el otro, nada tiene que ver con el amor que el maestro tiene con sus discípulos, el profesor con sus alumnos, la madre con su hijo… Son otros tipos de amor.


AMOR COMO “AGAPE”

Es el denominado “amor espiritual”, es lo que, normalmente, se entiende por “benevolencia” o “caridad”. Es el amor a todos los hombres, por el hecho de ser hombres, sin distinción de raza, religión, cultura,….
El “amor agápico o agapático” está más allá de lo fisiológico, de los sentimientos, de la atracción física.

En este tipo de amor la relación entre individuos se da en tanto que miembros de una comunidad (los andaluces, los españoles, los europeos,… los hombres).
Es tanto la amistad reducida a un grupo como la generalizada a toda la humanidad.
Los misioneros y las variadas O.N.Gs, (aunque sea por motivos distintos) desarrollan un amor “agapático” o “agápico”, que consiste en “ocuparse y preocuparse de lo otros”.
Es el “amar al prójimo como a sí mismo”.

Para algunos este “amor agapático” es el “amor divino” por aquello de: “todo lo que hicierais a los hombres, a Mí me lo haceis”, y “si no amáis a los hombres, a quienes veis, ¿cómo vais a amar a Dios, a quien no veis?”

El “amigo perfecto”, “la pareja perfecta”, el “humanitario (creyente o no) perfecto”. Todos, reunidos, darían lugar a “un mundo perfecto”.

Quizás es sea el “amar como Dios manda”.

(EPÍLOGO).
La metáfora más bonita que he encontrado es la que afirma que si el Hidrógeno se empeña en seguir siendo sólo Hidrógeno, y el Oxígeno en seguir siendo sólo Oxígeno, nunca saldrá Agua, que es la que, realmente, calma la sed.
En el abrazo del agua se reencuentran ambos.

viernes, 1 de junio de 2012

¡AY¡. EL AMOR (1)


El amor es como el embarazo. O se está embarazada o no se está, pero no se está “un poquito embarazada”.
Igual ocurre con el amor. No existe el “te amo un poquito” o el “te amo demasiado”, sólo existen el “te amo” o el “no te amo”.

No hay amores mejores o peores, lo que sí hay son distintos tipos de amor.

(Sería conveniente entrar en www.tomasmorales.es , Descargas, pág 3 , erotismo. Es otra manera de ver el erotismo. El “erotismo noble”).

“L´amore mío”. Escucho, una vez más, la canción romántica de Roberto Vecchioni. (Escúchenla, ¡por favor¡).
Y, una vez más, ojeo y repaso los subrayados (casi siempre lo subrayo todo) de “El arte de amar”, del sin par Erich Fromm (Léanlo, ¡por favor¡)

EL AMOR.

(Obvio algunos tipos de amor, no por menos interesantes, sino porque no es ese mi objetivo ahora mismo).

.- El “amor materno” (ese amor incondicional, generoso y altruista. Ese darlo todo sin desear nada más que la felicidad del hijo). Al que, en otros lugares, he denominado como “amor transitivo”, que recae la acción y el efecto de amar sobre “el otro”.
.- El “amor fraternal”, el que existe entre hermanos y, por generalización, a todos los hombres (hermanos de una misma especie).
.- El “amor a sí mismo”, bien como “egoísmo” excluyente o como “narcisismo”. “Hay que ver lo que hago por ti”, “hay que ver los sacrificios que hago por ti!, “hay que ver….” Es un amarse a sí mismo, aunque disfrazado: “hay que ver lo bueno/a que soy”, “me gusto”, “soy extraordinario/a”. En otros lugares lo he llamado “amor reflexivo” (“me amo”, en el fondo “estoy enamorado/a de mi, de lo bueno/a que soy”).
.- El amor propio.
.- El amor a lo ajeno.
.- El amor a la patria (cartel anunciador y lema de los cuarteles).
.- El amor a la naturaleza (que más que “ecología” es “egolatría”).
.- El amor a la Virgen del Rocío (propio de crédulos pudientes y festivos).
.- El amor a la nación (lugar donde se ha nacido y suelen estar enterrados los padres), tan propio de los nacionalistas excluyentes y alicortos de inteligencia).
.- El amor a la raza (típico de los etnocentristas y xenófobos raciales).
.- El “amor platónico” (que nada tiene que ver con el gran Platón).
.- El “amor romántico”, que es un egoísmo posesivo excluyente, pero disfrazado.
.- El “amor a Dios”, como creador, padre,…. (Propio de los creyentes)
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¿“Amor” como “EROS”, como “FILIA” o como “ÁGAPE”.?

Comencemos

1.- AMOR COMO “EROS”

Se da en la fase de “enamoramiento”. Es la pasión inicial en una relación amorosa. Es el “flechazo”, es esa “ráfaga”, “ese zambombazo” que, después, desembocará en “filia” o en “olvido” o “o en indiferencia”, algo que pasó en la vida. Una aventura que contar. Un “calentón sentimental”.
¿Quién no tuvo amores de adolescencia que quedaron por el camino, como un capítulo más de nuestra biografía?.
Es la época del “contigo, pan y cebolla” y “contigo, mi vida entera y hasta debajo de un puente” mutuo. Por ello, también se le denomina “egoísmo a dos”.
Se es capaz de poner el piso, el coche,… todas las adquisiciones conjuntas, sólo a nombre de él/ella, como si la “separación de bienes” fuese una traición al amor, una falta de confianza, porque “la equivocación, en nosotros, es imposible”.

(Recuerdo a Rocío Jurado: “se nos rompió el amor, de tanto usarlo”.

El sexo va incluido, en el mismo “kit”, pero no es imprescindible.
El “enamoramiento” es como un torrente, una riada que te arrastra y tiene mucho (o todo) que ver con la bioquímica, es la denominada “química del amor”, “estado de anestesia de los sentidos”. La Feniletilamina (F.E.A.) es una anfetamina natural que corre por todo el cerebro, revolucionándolo y acelerándolo.
Ortega y Gasset la llama “imbecilidad transitoria”
Podría provocarse el “enamoramiento” con tal de hacer correr la F.E.A, por la corriente sanguínea.
Es un “amor de cristal”, quebradizo. Es un “arrebato”. También se lo denominaba “locura divina”. La prostitución sagrada, practicada en los templos, llegando al orgasmo o “éxtasis divino” era una manera de entrar en comunicación con Dios, al tiempo que recogían dinero para el templo.
El “eros” surge, es, como una alucinación, que sólo ve en el otro lo que quiere ver, que no es objetiva, que sólo atiende a un platillo de la balanza. Anhela la fusión completa y es en el sexo orgásmico donde mejor se expresa. Es un amor exclusivo y excluyente.
Es un amor apasionado unido al deseo sensual y sexual.
Esta “aceleración amorosa” es, física/fisiológica/psicológicamente, imposible de mantener durante mucho tiempo (como pisar mi Seat Marbella e ir a 6.000 revoluciones, durante un largo trayecto. Lo quemas)
Tiene que ver con la epidermis mostrada con generosidad, distinta a la pornografía, que será sexo explícito.

Las fotografías y/o videos publicitarios están cargados de erotismo. Confundir el coche con la belleza de turno o el desodorante con el tipo esbelto. Atraen (la belleza y el tipo).

En una playa, en un desfile, en un gimnasio,… se pasea el erotismo. Gusta. Atrae. La imaginación se desborda.

Es un amor carnal, que entra por los ojos, que tiene que ver con la epidermis. Nunca se enamora uno de una persona fea, horrible, poco agraciada, repelente. No puede haber pasión donde no hay atracción. Hay mucho de física y de química, reactivos de la pasión carnal. Es ese fuego intenso, esas “cosquillas en el estómago”.

(Aunque también podríamos hablar de ese “erotismo sublimado” de un San Juan de la Cruz o de una Santa Teresa de Jesús, en esos “enamoramientos divinos”, donde el “éxtasis” y el “orgasmo” se abrazan. Es el “amor místico”).

Freud reduce el “amor” a “eros” y “eros” a “libido” = pura pulsión sexual. Puro erotismo como satisfacción del instinto sexual. Ese erotismo que se practicaba en los desenfrenados cultos dionisíacos.
Igualmente, suele distinguirse entre el “eros vulgar”, el de la gente normal y corriente, el “erotismo carnal” y el “eros noble”, el de Platón, como “amor a la belleza, al Bien,…a las Ideas (el “amor platónico”).

Para este amor erótico no hace falta Dios, más impedimento que ayuda, sobre todo por la interpretación de la sexualidad que la Iglesia ha defendido durante “toda” la historia.

Incluso hay quien distingue entre el “eros frío”, el que se practica “con la cabeza”, que controla fríamente, (como el del Kamasutra), y el “eros caliente”, el que se practica con “el corazón”, y que es un arrebato incontrolado, un “rapidillo”.