jueves, 28 de junio de 2012

LAS HUMILLACIONES (4 B)


LA REALIDAD.

Hoy sabemos qué es lo que hay en el fondo de la materia, sus últimos (por el momento) componentes.
Eso es lo que hay, pero ¿es eso lo que vemos, sentimos, percibimos?.

Lo que llamamos “realidad” es una realidad construida por el cerebro, que en poco o en nada se parece a la “realidad objetiva”.
El constructivismo es la corriente de pensamiento más cercana a los resultados de la neurociencia moderna.
El cerebro nos engaña porque su finalidad no es que conozcamos la realidad, su meta no es la verdad, sino la supervivencia del organismo en que habita.
Analicemos cómo se produce la percepción, sobre la cual trabaja, luego, el cerebro.

1.- Fase física. Son los estímulos que entran en contacto con los órganos sensoriales. Pero no todos los estímulos. Sólo los que quedan entre los umbrales mínimo y máximo. Por ejemplo, los estímulos visuales que capta el hombre son los que van entre el rojo (por abajo) y el violeta (por arriba). Solo percibimos 1/70 del espectro electromagnético (entre los 390 y los 700 milimicrones), lo que se llama la “luz visible”. Pero ¿y los rayos infrarrojos, los rayos calóricos, radar, ondas de radio y de televisión, las ondas electromagnéticas lentas (por debajo del rojo) y los rayos ultravioletas, los rayos X, los rayos gamma, los rayos cósmicos (por encima del violeta)?. Todos son reales, pero no son “estímulos”, porque no excitan a los conos ni a los bastones, por estar fuera de los umbrales
Desde esta pequeña porción, tan limitada, de estímulos físicos trabajará el cerebro, pero antes de llegar a él tienen que pasar por la

2.- Fase fisiológica, que se origina por la alteración que el estímulo produce en un órgano sensorial y los fenómenos fisiológicos derivados de ella en tres estadios: 1.- “excitación” de las células terminales (retina, por ejemplo) que dispara la corriente nerviosa, 2.- “conducción de la corriente nerviosa hasta el cerebro, y 3.- “recepción”, por parte del cerebro, de la corriente nerviosa.

3.-Fase psicológica, que es la fase del conocimiento.

Pero si el primer momento es de carácter físico (las vibraciones electromagnéticas) éstas causan una descomposición química en los conos y bastones, que contagia a las neuronas bipolares, que poseen una composición química diferente a las anteriores. Nueva descomposición química en las bipolares, que se repite en las siguientes células ganglionares.
Lo que llega a los tálamos ópticos es muy diferente a lo que salió de los conos y bastones.
¿Cuál es, pues, el valor de nuestro conocimiento sensitivo, si entran pocos estímulos y, además, se van transformando en la corriente nerviosa?.
Cuando veo un árbol verde y muy alto, ¿existen, fuera, el color verde y la figura alargada o se trata de puros pareceres subjetivos?.
La realidad no se nos presenta tal como es; nuestra fisiología nerviosa la deforma o, mejor, la reforma, a fin de que caiga bajo nuestro control.
Si tenemos 100 millones de receptores sensoriales y 10 billones de sinapsis en nuestro sistema nervioso, lo que ocurre dentro, bioquímicamente, deforman/reforman lo poco que entra de fuera.
La percepción no es, pues, una copia fidedigna de la realidad exterior.

El cerebro filtra los datos que le llegan y, con ellos, crea la realidad que a él le interesa para la supervivencia del organismo. La realidad objetiva no la descubrimos (no podemos descubrirla), sino que la inventamos, la creamos subjetivamente

¿Cuál es la realidad ontológica?

El filósofo Berkeley se preguntaba: “Cuándo se cae un árbol en el bosque y no hay nadie que oiga el ruido, ¿hay ruido?”.
Evidentemente NO, porque el sonido es una cualidad nuestra, no de la realidad objetiva.

Cuando hablamos del mundo material estamos hablando de imágenes de nuestra mente.

Muchas veces (creo que todos los años) les preguntaba a mis alumnos si en tiempo de Aristóteles existían los virus. Todos deducían: “si hoy los hay, antes también los tenía que haber?.
¿Qué tipo de realidad/de existencia es aquella de la que no tenemos estímulo y no podemos captar?. ¿Realidad de qué?.

En la física cuántica, el acto de observar un fenómeno afecta a lo que está observándose. Lo mismo hace el cerebro durante la percepción.

Y, para terminar de liarlo, en el conocimiento, además del elemento físico y del elemento biológico/fisiológico, intervienen el elemento cultural del sujeto cognoscente y la imaginación más o menos creadora del mismo.

¿Qué es un reloj de pulsera para ti/para mí y para un Masai africano?. Todos lo tenemos entre las manos, la estructura nerviosa es más o menos idéntica. Ambos lo miramos, pero ¿qué vemos?. ¿Por qué?.
Yo sé que para ti, que esto lees, es un cronómetro y que lo llevarás puesto en la muñeca, porque es el mejor lugar para poder ver qué hora es, pero ¿qué es para un Masai ese objeto raro que hace tic-tac, que se mueven tres palitos de distinta longitud, que sólo cuando el más largo llega arriba se mueve el segundo y que sólo cuando el segundo llega arriba se mueve el tercero?. ¿Es un objeto diabólico que se mueve sin que nadie lo mueva?. ¿Es un objeto mágico?. ¿Servirá como adorno y colgárselo de la oreja?. ¿Servirá como una señal divina y habrá que adorarlo?

Construcción de la realidad. Los cuatro factores que intervienen en el conocimiento.

No hay comentarios:

Publicar un comentario