domingo, 31 de julio de 2011

REVOLUCIONES Y RELIGIÓN 3

La 3ª gran revolución, la actual, la que está en marcha y acelerando, la Biotecnológica, la Revolución Genética.
Afecta ya no al modo de dominar la realidad ni al modo de vivir la noticia al instante, en el momento mismo en que se produce, sino que afecta al modo de considerar nuestra propia naturaleza humana, lo que somos.
¡Adiós a nuestro propio concepto de lo que somos, hasta ahora inamovible¡.
La Biotecnología se ha metido dentro de nosotros mismos y no sólo ha cambiado la idea que hasta ahora teníamos de lo que éramos, es que puede cambiar la naturaleza humana.

Hoy podemos hablar de clonación sin referencia a imaginaciones o utopías, sino a posibilidades reales.
La reproducción asistida, la investigación sobre el embrión, la manipulación genética, los transplantes de órganos, las cesáreas programadas… están ya tan en la agenda diaria que los vemos como una labor rutinaria.

“Cortar y pegar” ha pasado del campo informático al campo de la biomedicina, de la genética, en la cadena de ADN.

¿Qué es la “humanidad” del hombre?. ¿Cuál es el límite de lo humano?. ¿Qué distingue al hombre del resto de los seres vivos?.

Nuestra procedencia evolutiva sólo es cuestionada por ciertos grupos fundamentalistas que interpretan literalmente los textos sagrados y consideran históricos y revelados ciertos documentos meramente tradicionales y totalmente humanos.

Ya sabemos que el niño no es totalmente del padre, siendo la madre mero lugar en el que se desarrolla la única simiente del varón.
Ya puede una mujer, sin practicar sexo, quedarse embarazada, sin “conocer varón”, con acudir al Banco de semen y con la ayuda del médico y de la biotecnología.
Ya puede un varón, sin practicar sexo, acudir a comprar unos óvulos en el mercado de la vida y, tras fecundarlos con su semen, poder ser implantados en un vientre de alquiler, pagando por ello como lo haría por una estancia hotelera.
Ya no sólo hablamos de “génesis” sino que podemos practicar la “transgénesis”.
Como podemos intervenir en la reasignación de sexo, de mujer a varón, de varón a mujer.
Ya podemos seleccionar espermatozoides y óvulos “lavados” y exentos de deficiencias genéticas.
Nuestra naturaleza sexual ha dejado de ser necesaria para engendrar vida.

Nuestras visitas a la iglesia, a pedir, y nuestras promesas, a cumplir, si Dios nos concedía ser padres, han sido canceladas y sustituidas por la cita al médico, en cuya mano está la posibilidad de nuestra paternidad.
Las visitas periódicas al Centro de Salud, para el control del embarazo, ha dejado atrás las novenas “para que lo que sea (niño o niña) venga bien, porque “ya sé que es niño o niña y que está bien (porque incluso lo veo en la ecografía tridimensional) y que todos parámetros a tener en cuenta son normales.
Ninguna madre morirá en el parto porque el niño “venga de culo”, la rutinaria cesárea lo sacará a la luz, sin que ella “tenga que dar a luz”. Incluso la cesárea programada. Tal día a las 10 de la mañana serás madre, sin tener que esperar a que el niño comience a llamar con dolorosas dilataciones.

Tengo grabado el recuerdo de mi madre “saliendo a misa” tras la cuarentena del parto de mi hermano pequeño.
Ir a la Iglesia era la obligatoria primera salida de la casa.
Yo tenía apenas seis años y era monaguillo (en mi pueblo los 8 ó 9 chiquillos que éramos, todos éramos monaguillos).
El cura, con el hisopo, y yo, con el caldero de agua bendita, recibimos a mi madre a las afueras de la iglesia. Allí, el cura rezaba no sé qué, en latín. y “velada la cabeza” y con una vela en la mano derecha, asistía a misa, en la primera fila, tras confesar para poder comulgar y quedar “purificada”.
El pecado había sido practicar sexo con mi padre, fruto de lo cual, salió mi hermano.
¿Había otra manera de traer hijos al mundo?.
Sólo la Virgen María fue “cubierta por la sombra del Espíritu Santo”, el resto de las mujeres tuvieron que seguir el mismo método.
¿Por qué era pecado cumplir una orden divina de “creced y multiplicaos y llenad la tierra”?. ¿Obedecer a Dios era pecar contra Dios?.
Entonces, de pequeño, no lo entendía, luego, de mayor, ya lo entendí, ahora, de viejo, lo comprendo perfectamente.
El placer del orgasmo exigía la compensación del dolor al parir.

Hemos burlado a Dios y su “parirás con dolor a tus hijos”.

El sexo, hasta ahora imprescindible para la procreación, ha dejado de ser necesario.
Lo más íntimo, lo más sagrado, las “partes pudendas” han dejado de ser “pudendas” y pueden mostrarse sin pudor en lugares públicos.
La lujuria ya es sólo placer, si es consentido. La obediencia necesita razones para ser acatada. El autoritarismo ha quedado desterrado. El “porque sí” y el “porque lo digo yo” han quedado subordinados a los porqués o razones.
Los nuevos dioses son los hombres.

sábado, 30 de julio de 2011

REVOLUCIONES Y RELEGIÓN 2.

La 2ª Revolución Científica es la Tecnoinformática, basada en la tecnología electrónica y aplicada a las Telecomunicaciones, la Revolución Informática, la de las primeras calculadoras y los primeros ordenadores.
La Revolución Informática liberó al hombre del esfuerzo intelectual, lento, incrementando la rapidez y la exactitud de las tareas.

Pasó a la historia la carta que te comunicaba el remitente que estaba bien de salud pero que, en realidad, cuando la carta llegaba, ya se había muerto.
Todo ocurría lentamente, todo se tomaba su tiempo, la prisa no era, todavía, necesaria, porque era imposible. El cerebro humano andaba, no corría. El cerebro electrónico, en cambio, todo lo convierte en instantáneo.
Puedes ver, en vivo y en directo, a tu hijo montado en un elefante y jugando con serpientes, en Tailandia.
El mundo se ha convertido en una aldea y todos somos aldeanos, podemos saludarnos y despedirnos, podemos preguntarnos y respondernos, podemos insultarnos o darnos las gracias, podemos tutearnos, desde cualquier lugar del mundo (somos ubicuos, como Dios), dominamos el pasado y el presente, con nuestra tecnología informática. El cerebro electrónico, universal, ha venido en nuestra ayuda a potenciar nuestros cerebros individuales.
El emisor y el receptor, en comunicación directa, anulando las distancias (espacio), y mandando y recibiendo mensajes al instante (tiempo). Nos fiamos más de esa memoria en soporte tecnológico que en nuestra frágil, débil y limitada memoria personal.
Sin apenas perder tiempo, puedo saber qué rey visigodo sucedió a Genserico, en qué año murió Séneca, cuáles son los movimientos bancarios de mi cuenta corriente o mandarle una transferencia a mi hijo que está de beca Erasmus en Canadá.

¡Adiós a los dogmatismos!. Cuando todas las religiones proclaman estar en posesión de LA verdad y son religiones distintas, es que ninguna posee el monopolio de la verdad. Se imponen las perspectivas. Proclamar una perspectiva como La perspectiva es “contraditio in terminis”. Se impone el diálogo, la confrontación de opiniones y creencias para llegar a una base mínima común (que serán “los derechos humanos”, respetuosos con todas las creencias).
Proclamar que la propia religión es “la religión verdadera” es otra “contraditio in terminis”, porque las categorías de “verdad-falsedad” no son aplicables a las religiones, como la categoría del “color” no es aplicable a los sentimientos o la categoría de las “formas” no es aplicable al agua.
Ninguna religión es verdadera como ninguna religión es falsa, como el amor no es rojo ni la envidia negra, como el agua ni es cuadrada ni es redonda.
Hemos dejado atrás la “palabra de Dios” como revelada, por lo tanto absolutamente verdadera.
Ningún Dios habla, y menos “revelando verdades eternas e inmutables”.

Estamos en condiciones de conocernos mejor a nosotros mismos desde que somos capaces de conocer a los demás.

Hasta podemos aspirar a un modelo globalizado de vida.

Y cuando nos creíamos libres de la palabra de la autoridad divina, surge la palabra de las autoridades humanas, que nos aprisionan más todavía, porque no podemos corroborar que lo que nos cuentan sea verdad.
No nos fiamos ya de los dioses y, ahora, tenemos que confiar y fiarnos de los medios, propiedad de unos cuantos hombres.

Pero todas estas ventajas de la comunicación instantánea entrañan un profundo temor, el de quiénes manejan esos medios. Porque nada es inocente. Los intereses lo envuelven todo. Y puedes creer estar viendo, en directo, un pato embadurnado en petróleo en el Irak del malo de Sadam Hussein (porque así lo estás viendo y te lo está comunicando el locutor de turno) cuando en realidad es un video grabado de un pato de la Alaska norteamericana de no sé qué vertido ocurrido no sé cuándo.

Tenemos tanta información a mano, disponible, que nos ahoga, nos asfixia. Somos incapaces de asimilarla y de digerirla, de convertirla en conocimiento.
Manejamos datos, infinidad de datos, pero somos incapaces de interpretarlos correctamente. Nos falta perspectiva. Acumulamos como hormigas, sin poder ser abejas cognoscitivas.
Vemos los cultos religiosos de cualquier parte del mundo, de cualquier religión, de cualquier sociedad, y tenemos que cuestionarnos por los nuestros. Y tenemos (deberíamos) relativizarlos.
Asistimos a las ceremonias y a las imprecaciones a tantos dioses, que tenemos que cuestionarnos nuestra Padre Nuestro a nuestro Dios Occidental.

Como si los dioses se vengasen, de nuevo, y nuestro intento de liberarnos de ellos se trocase en el nuevo modo de encadenarnos, y, ahora, a otros hombres movidos por “sus intereses”, no por el descubrimiento y la manifestación de la verdad.

Y acudimos no a cualquier prensa, sino a ésa, no a cualquier emisora, sino a esa, no a cualquier cadena de televisión, sino a esa, y no para informarnos sino para confirmarnos en nuestra opinión. Esas, y sólo esas, nos darán la palmadita en la espalda para ratificar que estamos en lo cierto.
Exactamente igual que tu vecino acude a otra prensa, a otra emisora, a otra cadena de televisión y también queda ratificado en su postura, en su perspectiva, si no como la única, sí como la mejor.

Y así, no sólo los individuos, también las culturas, también las religiones.

De estar hambrientos de información a estar atosigados por tanta información para tener que decidirte por sólo una información.
Parece una venganza divina, no querer fiarnos de Él y tener, ahora, que fiarnos de unos cuantos hombres a los que sólo les importamos como clientes, y no como personas.

viernes, 29 de julio de 2011

REVOLUCIONES Y RELIGIÓN 1

Los hombres han necesitado a los dioses para vivir. Los dioses han necesitado a los hombres para existir.
Los dioses, seres creados, fueron creídos por sus creadores, y los creadores se consideraron creados.
Así comenzó la esclavitud humana.
Los dioses mandaban y los hombres obedecían. En caso contrario serían castigados. Y una simple desobediencia, puntual, temporal, podía ser penalizada con un castigo eterno. Lo que suponía, a todas luces, una desproporción.

La primera desobediencia (el gran pecado para los dioses y el gran delito para los tiranos) fue la causa de la expulsión del paraíso, de la vida ociosa, del jardín de la felicidad.
La desobediencia de Eva y la obediencia de Adán a su compañera trajeron como consecuencia el “ganarás el pan con el sudor de tu frente” (trabajarás la tierra y apacentarás los ganados) y “parirás con dolor tus hijos”.

Todo lo que ocurrió después, a lo largo de los siglos, fue obedecer el mandato divino,
Hasta que el hombre, con el instrumento de la razón, bajó de los altares al Dios tirano y colocó en las peanas a la Diosa Razón, que era él mismo.

Estamos en la 1ª REVOLUCIÓN, la Revolución Económica, la Revolución Científica del siglo XVII, con el consiguiente desarrollo industrial de mediados del XVIII.
La máquina sustituyó al trabajo manual, el artesano cedió su lugar al industrial, el hombre se liberó del esfuerzo físico, dejó de sudar como antes lo había hecho. El desarrollo de la tecnología mecánica (el maquinismo de la 1ª Revolución Industrial) liberó al hombre del castigo divino, pero quedó esclavo del nuevo dios laico, el empresario, el dueño del capital constante y el que, con su dinero (capital variable), en forma de salario, crearía la plusvalía.
Se alejó del pueblo y de sus tradiciones y tuvo que emigrar a la ciudad, donde quedaron ubicados los nuevos lugares de trabajo. Pasó a ser urbano, con el desarraigo subsiguiente y con la secularización, alejándose cada vez más de la religiosidad tradicional, con el abandono del culto, con el pluralismo de ideas.

Se creyó libre de los dioses y los nuevos dioses lo amarraron de nuevo, además con las cadenas de la desesperanza, como si en todos los dioses, en sus diversas modalidades, estuviera, en su esencia, la esclavitud humana.

Las utopías sociales vinieron en su ayuda, pero “muy largo se lo fiaban”. Pagarían con su esfuerzo un futuro ideal, infinitamente peor y más imperfecto que la gloria en la vida eterna prometida por los dioses antiguos.

El dilema estaba servido: si no trabaja no come y se muere de hambre, y si trabaja, su salario de hambre lo matará de tanto trabajar.

Se cumplía el adagio: “Ni contigo, ni sin ti // tienen mis males remedio. // Contigo, porque me matas. // Sin ti porque yo me muero”

La 1ª Revolución de la liberación humana, de Dios, fue una mayor esclavitud del hombre a otros hombres, tan crueles o más que el Dios Primitivo.

(Supongo que continuará)

jueves, 28 de julio de 2011

EL VARÓN DESCOLOCADO.

Estábamos, los varones, tan asentados en el centro de la historia, de la cultura, de la vida,… Hemos estado tanto tiempo (desde siempre) en el lugar privilegiado, con todo y todos a nuestro alrededor, dependientes de nosotros,…. Hasta las religiones han sido y son varoniles…. El trabajo ha sido varonil, como lo ha sido la familia, la política, el ejército, las iglesias, la economía,…. Todo.

Pero, de un tiempo a esta parte,… desde la liberación de la mujer llamando de tú al varón, tuteándolo, sin ser una falta de respeto, y en todos los campos, incluso en el sexual, compitiendo, …
Y también desde la liberación homosexual, desde que la mujer puede preferir como compañera sexual a otra mujer, y no a un varón; o que un varón prefiera como compañero sexual a otro varón y no a una mujer… incluso él puede ser deseado por el otro…
El “varón de toda la vida”, el heterosexual, está siendo cuestionado, se siente descolocado, le han movido los cimientos.
Que una mujer prefiera a otra mujer antes que a él, varón; o que un varón le tire los tejos a él, en vez de a una mujer,…. eso lo descoloca.

Acostumbrado a disponer de todo el espacio y ubicarse en el centro, a tener, ahora, que compartirlo y “descentrarse”… eso lo descoloca.
Acostumbrado al “círculo” y a la “circunferencia” y ser obligado a la “elipse”…. eso lo descoloca.
Acostumbrado a mirar desde arriba a todo y a todas y tener, ahora, al mismo nivel, a la mujer, teniendo que girar la cabeza… eso lo descoloca.
Acostumbrado a ser llamado “presidente” y que ahora sea él el que tenga que llamar “presidenta” a una mujer…. eso los descoloca.
Acostumbrado a estar casado con los hermanos siameses denominados “poder y dinero” a tener que estar divorciado de ambos porque la mujer se ha enamorado de esos mismos siameses….eso lo descoloca.
Acostumbrado a llegar a casa y encontrar su hogar limpio, ordenado,….a tener que compartir tareas….eso lo descoloca.
Acostumbrado a llevar los pantalones y ver que, ahora, la mujer también los viste y los lleva y manda….eso lo descoloca.
Acostumbrado a disponer de la mujer cuando, donde y porque quiera, a no poder hacerlo ni cuando ni donde ni porque…eso lo descoloca.
Acostumbrado a tratar los temas importantes con varones, a tener que tratarlos, también, con mujeres……eso lo descoloca.
Acostumbrado a no entrar en la cocina si no es para abrir el frigorífico y coger una cerveza a tener que ir al supermercado, para poder llenar el frigorífico, y tener que encender los fogones, él, que sólo sabía de encender el cigarrillo, y tener que coger una plancha cuando él sólo estaba acostumbrado a coger el bolígrafo….eso lo descoloca.
Acostumbrado a tener el coche a su disposición a tener dos coches en casa y tener que ir, más de una vez, de copiloto….eso lo descoloca.

Desde que la mujer ha desmentido el adagio sempiterno de que “el hombre y el oso, cuanto….” y le ha mostrado al varón la existencia de unas tiendas “primor-osas”, en las que el sudor, el desaliño, la dejadez,… (propios del oso) se volatilizan, se esfuman, no aparecen o desaparecen, al tener, éste, que optar por desodorantes, perfumes, espumas…. (otro trabajo para el que no estaba preparado)…. eso, también, lo descoloca.

Desde que la mujer ha encerrado, con llave, en el baúl de los recuerdos, los consejos de la abuela y, quizás, de la madre, de que “aguanta, hija, aguanta” y ha descubierto el camino de la comisaría para la denuncia de agresión, maltrato…..eso lo ha descolocado.

Desde que la mujer se ha sacudido el substantivo de “posesión” y ha apostado por el de “igualdad” con el varón, nadie “posesor” y nadie “poseído”.... eso ha descolocado al varón.

Desde que el varón ha tenido que aprender a programar la lavadora, el lavavajillas, la secadora, el horno…. eso, también, lo ha descolocado.

Desde que, en la cama, la mujer ha dejado de ser siempre “pasiva”, siempre una Eva, y también ella ha tomado el mando de la relación, cual otra Lilith….eso ha descolocado al varón.

Desde que la mujer ha exigido subirse, alternativamente, a la peana o derribarlas todas… eso ha descolocado al varón.

(Puedes seguir exponiendo “circunstancias descolocantes”).

Los varones estamos, y más que estaremos, descentrados, descolocados, pero, todo, por el error histórico-cultural-religioso de haberle asignado al varón, y éste haberlo asumido, el lugar de preferencia.

lunes, 18 de julio de 2011

LA NEOMODERNIDAD

Andaba yo liado, empantanado, en el Postmodernismo y me entero que la Postmodernidad “ha muerto”. Adiós, pues, al culto al caos, al individualismo, a lo identitario y vuelta al Estado, el mejor gestor del orden, de la seguridad, de la estabilidad, el garante de la igualdad y de la protección social.
Ser “funcionario del Estado” es la meta de la mayoría de los ciudadanos, porque lleva incluida la seguridad del puesto de trabajo.
Y todo por la “crisis”, la dichosa crisis. La gente ya no quiere aventuras, quiere la estabilidad.
-“Arrégleme los papeles para cobrar una paguita, Doctor”-

La Neomodernidad es como la modernidad pero en la sociedad global.
En esta Neomodernidad lo que prima es la economía (el dinero, si no todo, casi todo lo arregla) y no, ya, la cultura; la distribución de los recursos prima sobre lo identitario; la lucha por la igualdad, “todos los hombres somos iguales, no desiguales”.
“Hacienda somos todos”, por lo tanto, “todos a pagar” y que paguen más los que más tienen. La equidad fiscal es justa. Si de 100 me retienen 20, al que tenga 1.000, que le retengan 200.

“Políticas de la igualdad” frente a “políticas de la diferencia”. Basar los derechos en las diferencias es un error, una locura, un callejón oscuro y peligroso.
¿Qué derechos tienen los calvos por ser calvos, por ser diferentes, al no tener pelo?, ¿o los negros por ser negros, por ser diferentes a los blancos? ¿o las mujeres por ser mujeres y no ser varones?.

¿Qué mérito puede ser haber nacido con pelo, o blanco, o varón?.

Cuando oigo decir que “todo es relativo”, que “todo vale”, me pregunto si “todo vale igual”. Porque valen 2 euros y valen 20 euros, pero éstos valen más.
Las éticas de la solidaridad, de la igualdad, del esfuerzo, de la responsabilidad, de lo social,…. valen más que los comportamientos que persiguen lo contrario.

La gratificación inmediata, el triunfo relámpago, el hiperconsumo, el individualismo,… deben dejar de cotizar en bolsa.

Cuando la crisis hace mella y muerde, surge el miedo.

Orden y seguridad asociados al bien común y a la solidaridad trae consigo garantizado el triunfo.

Los valores densos de la Neomodernidad versus los valores líquidos del Postmodernismo.

Pero en esta cuesta de Enero, más cuesta que ningún otro Enero, al menos para 4,5 millones de parados, veo por doquier la incitación al consumir por consumir. “No voy a “pisar” las rebajas, las voy a “machacar” ”.

Y nos llenamos la boca con palabras bonitas, y gritamos eslóganes y consignas bien sonantes, “energías limpias, no contaminantes y renovables”, “economía sostenible”,…. mientras los grandes problemas los tenemos ahí, sin encontrar tan siquiera soluciones aproximadas: el desempleo, la jubilación, las pensiones, las identidades excluyentes, la xenofobia, viendo al foráneo como enemigo competidor del puesto de trabajo, la pérdida de competitividad, los mercados financieros,…
Y es, en esta situación, cuando, más que nunca, nos harían falta políticas de izquierdas, pero no para distribuir riqueza (que no la hay) sino para administrar la escasez.
Pero los no necesitados ya se han puesto a buen recaudo.

Y los nostálgicos bucólicos siguen aireando el “Nucleares NO”, mientras tenemos que comprar, carísima, a la vecina Francia, la energía que no tenemos y que podríamos tener.
Los nuevos campos sembrados de placas fotovoltaicas, como si fueran hortalizas, y las montañas con sus molinillos al viento, como si fuera una permanente Navidad, destrozando la estética del paisaje, y los ecologistas, de “pensamiento Alicia”, defensores acérrimos de la cigarra primaveral, no dicen ni “mu”.
Y, mientras, subvencionamos el carbón al tiempo que cerramos centrales nucleares.

¿Alguien puede entender todo esto?

La Neomodernidad, que debería imponer la Razón estratégica sobre la cruda realidad, se pierde en diálogo de sordos, mientras la bola de nieve sigue creciendo, incrementando, exponencialmente, el caos postmodernista.

Y en plena crisis, con bajada de salarios a los funcionarios y la congelación de las pensiones, y se decreta el tarifazo.
Dice mi ministro que es “lo que cuesta un cafelito” (me imagino dónde se lo tomará él), pero varios “chocolates del loro” dan para una buena chocolatada.

lunes, 11 de julio de 2011

RUBALCABA.

La caída del caballo de San Pablo es, apenas, un traspié, comparada con la súbita conversión de Rubalcaba, que, de ser el Vicepresidente Primero del Gobierno y del Paro, durante no sé cuantos años, dice ser el Candidato a Presidente del Gobierno y del Trabajo, porque, por iluminación de no sé qué “sabe cómo crear empleo, mucho empleo”.

A Rubalcaba se puede aplicar lo que se decía de Dios, en relación a la Virginidad y Maternidad de María:
Si Dios Pudo y no Quiso, no es Dios, porque no es Bueno.
Si Dios Quiso y no Pudo, no es Dios, porque no es Omnipotente.
Luego hay que concluir que, como Dios es Infinitamente Bueno y Omnipotente, Pudo y Quiso, luego María fue Virgen y Madre.

Si Rubalcaba Sabía cómo crear empleo y no Quiso crearlo (porque no lo puso en práctica), no es Bueno
Si Quiso y no Pudo (siendo Vicepresidente) es un Incapaz.
Hay que concluir que lo que dice es Falso, que es Mentira, que está en un Error, que es un Sofista (en el mal sentido de la palabra) y que quiere llevarse al huerto a los ingenuos y crédulos (no digo creyentes), incapaces de distinguir las Apariencias de la Realidad.

Lo que somos, en cada momento, es la suma de lo que hemos hecho. Si hubiéramos obrado de otra manera, si hubiéramos optado por transitar otros caminos, ahora mismo, seríamos distintos a como somos.
Rubalcaba es el resultado de su actuación durante todo su pasado político. En todas las cavernas del Partido Socialista, allí se encontraba Rubalcaba.
Es capaz de convencer, a muchos, de que lo negro no es tan negro y que lo blanco no es blanco. Y muchos picarán el anzuelo. Y cuando se le pregunte por el Bar Faisán es capaz de hacer un poema a las alondras de Valladolid e invitar a la fascinación por el canto de los canarios, pero no responderá a lo que se le pregunta.
Es un especialista en Falacias.

Con ese Pasado, causante de su Presente, que no me venga con milongas de que se ha caído del caballo y ha visto la luz.
Rubalcaba siempre ha ido de peatón por la vida y por la política y ha sido habitante habitual en los desagües pestilentes en que se ha visto su partido.

P.D. Esto es continuación de otra Entrada anterior: "!Ay, Rubalcaba, Rubalcaba!"

lunes, 4 de julio de 2011

BECAS EN ANDALUCÍA.

La Junta de Andalucía dará 3.000 becas, (ampliables), de 400 euros mensuales, a jóvenes, con cargas familiares y en paro, que retomen los estudios, en enseñanza reglada, para terminar la E.S.O., el Bachillerato o la Formación Profesional de Grado Medio.
Van dirigidas a aquellos jóvenes que dejaron de estudiar, para trabajar en la construcción. Salieron voluntariamente del sistema educativo para incorporarse al mercado laboral.
Andalucía, ahora, quiere recuperar su talento, ofreciéndoles una 2ª oportunidad.

Hasta aquí, la información.

Ahora viene la crítica (positiva o negativa).
Salieron voluntariamente del sistema educativo y, en su gran mayoría, no eran buenos estudiantes.
Los sueldos, en la construcción, eran desorbitados. Cualquier peón de albañil o de alicatador, a destajo, ganaba más que un Catedrático de Filosofía, con inversión 0 en tiempo, esfuerzo y dinero.
Recuerdo estar comprando un Seat Marbella de 2ª mano, de color blanco, para que mis hijas fueran practicando la conducción, mientras un adolescente, estaba contratando un Golf deportivo, a estrenar.

Durán i Lleida, de CiU, ha manifestado, públicamente, “mientras nosotros (los catalanes) recortamos gasto público, hay Comunidades que no se enteran de cuál es la situación y gastan y malgastan el dinero”.
Él las denomina: “becas para ni-nis”.

Pero que los catalanes hablen de “malgastar” parece una ironía cuando ellos, no hace tanto, se gastaron 40 millones de Euros en embajadas catalanas en el extranjero.
Además, si no estoy mal informado, la deuda catalana triplica a la andaluza.
No creo, pues, que el diputado catalán sea la persona más indicada para criticar esta medida.

Mi crítica iría por otro lado.
¿Cuántos de estos nuevos becarios lo harán por los 400 euros y cuántos lo harán porque, efectivamente, quieran retomar los estudios?.
Las titulaciones a las que aspiran ¿garantizan calidad de puestos de trabajo, cuando, ahora mismo, das un puntapié a una piedra y te salen no sé cuántos licenciados en paro en no sé cuántas carreras universitarias?.

Antiguos alumnos, doctorandos o en el enésimo máster, sumador de puntos y ampliador de curriculum, se sienten discriminados, como estafados.
Tenían complejo de bolsillo vacío cuando, en los findes, se juntaban con antiguos compañeros, desertores de pupitre, pero con dinero, mucho, fácil y rápido.
Lo han disfrutado, se lo han gastado, y ahora….

He contado, alguna vez, una anécdota.
Rosa María, buena estudiante y mejor persona, había terminado Magisterio. Había seguido estudiando y terminado Psicopedagogía. Estaba esperando convocatoria de oposiciones (sabiendo que Cataluña, País Vasco y Galicia, realmente, era terreno acotado), así que estaba en su proyecto doctorarse. Iba a consultarme sobre el tema elegido: “Metodología en la educación durante la 2ª República”. Cuando estábamos cambiando impresiones, me saludó un antiguo alumno (que sólo lo fue durante el primer trimestre, porque abandonó, “desertó”, por su bien y por el de la clase).
-“Mira, Tomás, ¿ves esa moto Yamaha, 250, de color azul?. Pues es mía.”
-¿Qué haces ahora?.
-Trabajo en Limasa. 5 horas de trabajo, 185 papeles (antes del Euro), nocturnidad, peligrosidad,…

Rosa María, casi se echó a llorar.
-¿Tú crees que hay derecho?.

Lo que sigue pueden imaginárselo.

Lo que no comprendo es la sentencia de un andaluz, Antonio Gala: “En Andalucía sólo trabaja quien no sirve para otra cosa”.
¿Trabaja él?. ¿Considera “trabajo” su actividad “escritoria”?.

No seré yo quien cierre las puertas al estudio a quien desee reincorporarse, pero es discriminación, es una doble ventaja, de las que no han disfrutado los que, desde un principio, optaron por seguir invirtiendo tiempo.

¿Bajará, aún más, el listón de exigencia para que la estadística….?

domingo, 3 de julio de 2011

¿QUÉ ES EL TIEMPO?.

Es la pregunta que se hacía aquel romano, calavera como el que más, y, después más santo que ninguno. El mismo que se enamoró, que disfrutó del amor, que tuvo un retoño, fruto de la pasión y que, posteriormente, dejando que su esposa se volviera a su África natal u obligándola a irse, quedándose con el hijo de ambos, Adeodato (a-Deo-dato) “dado por Dios”, sería el inspirador de la moral sexual de la Iglesia, concebida como el gran pecado, el “pecado nefando”.
De la “sexualidad como goce y placer” a “la sexualidad como pecado a evitar”. La sexualidad sólo como requisito necesario para darle hijos a Dios. Pero que no es obligatoria, siendo inferior a la virginidad.

Es San Agustín, el de los sermones encendidos, el de los escritos con sangre, el de La Confesiones y La Ciudad de Dios.

“¿Qué es el tiempo?. Si nadie me lo pregunta, lo sé, pero si me lo preguntan y tengo que contestar y explicar qué es, entonces ya no lo sé. Gran misterio es el tiempo.
Hablamos de tres tiempos: tiempo pasado, tiempo presente y tiempo futuro.
Pero ¿cómo decimos que “ayer” ES tiempo pasado si YA NO ES y “mañana” ES tiempo futuro si TODAVÍA NO ES?. El tiempo que realmente ES, es el “ahora mismo”, el tiempo presente. Pero ¿qué ES el tiempo presente si, cuando queremos cogerlo, YA NO ES, al ser instantáneo?.
En realidad, el tiempo es el paso de lo que TODAVÍA NO ES al YA NO ES.
Siempre instalados en el NO ES.

Nosotros, cribamos nuestro pasado y, en nuestro disco duro, guardamos los momentos felices o los tropiezos morrocotudos, pero no registramos en la memoria el discurrir de la vida diaria. Nuestra “cámara de grabación continua” la hemos trucado en “cámara de grabación selectiva”.

Nuestro presente lo gastamos, medio disfrutándolo, porque pende de un hilo, siempre inseguro. Nos ocupa mucho tiempo la preocupación propia, familiar y nacional, lo que imposibilita el abandonarse en el goce. Vivimos a la intemperie, Vivimos en un sinvivir (lo que parece absurdo).

Sin embargo todos vemos nuestro futuro como mejor que nuestro presente. Confiamos en él, cuando el futuro es lo por venir, el porvenir. Lo que no puede ser calificado ni como agraciado ni como desgraciado, porque TODAVÍA NO ES, pero viene, siempre, cargado de esperanza.
Sin embargo, mientras el futuro lo vemos sólo en penumbra, el porvenir lo vemos ya preñado de dicha. Cuando, en realidad, no siempre van cogidos de la mano. Hay muchos futuros sin porvenir.
Porque son, casi siempre los mismos, los que padecen las mismas penas, en una lotería en la que no juegan.

Pero necesitamos creer en el mañana, aunque no sembremos en el hoy y hayamos malgastado el ayer.

Es el autoengaño que nos permite vivir: creernos con derecho a recolectar, en el mañana, sin haber sido, antes, sembradores. Como si fuera la buena simiente, y no la cizaña, la que el viento esparce por doquier.

viernes, 1 de julio de 2011

EL TIEMPO LINEAL

Si alguien me preguntara cuándo nací y yo le respondiera que en Invierno, seguiría preguntándome más. Si le respondiese que era el mes de Febrero, tampoco se quedaría tranquilo, ni aunque le dijese que era el día 8, a las 12 de la mañana (según me cuenta mi madre, que estaba presente).
Quien me preguntara cuándo nací quiere saber, sobre todo, el año. Porque, una vez sabido el año, ya tiene la punta de la cuerda desde la cual medir.

Es nuestra concepción lineal del tiempo y de la historia, una influencia judeo-cristiana que viene exigida por la religión y su Dios creador.
Una concepción tan distinta a la concepción cíclica que tenían los griegos.

Es absurdo preguntarse cuál es la primera de las cuatro estaciones del año, pero al nombrarlas tenemos que comenzar por una, pero no que esa una sea la primera.
Las estaciones del año se suceden unas a otras, de forma circular o cíclica. No hay primera, ni segunda, ni última. Sencillamente se suceden unas a otras de manera circular, no lineal rectilínea. Como las barcas de la noria al girar, una va delante, otra va detrás, pero no hay primera. Es el eterno retorno. Todo pasa y todo vuelve, sin parar, sin principio ni fin, el tiempo es eterno (según los griegos).

No ocurre así en la mentalidad y en el esquema judeo-cristiano. Hubo un primer momento, la creación de todo. Antes, nada. No que existiera la nada, es que nada había (cuesta imaginárselo). Igualmente, habrá un último momento, el fin del mundo, la consumación de los siglos, y después, de nuevo nada.

La historia del mundo es el recorrido entre dos nadas. Como la vida de una persona está entre el nacimiento (antes era nada) y la muerte (ya nada es).

La historia del mundo y la vida del hombre es el recorrido de la largura de una cuerda.

Fue, históricamente, un choque entre dos concepciones, entre dos paradigmas del Tiempo y de la Historia. “Todo se repite” vs “nada se repite”. “Sin comienzo y sin final” vs “creación y aniquilación”, “eternidad y modo cíclico de sucesión” vs “temporalidad y sucesión lineal rectilínea”.

Pero el Cristianismo fue más allá del judaísmo y estableció un punto intermedio entre el principio y el final, fue la venida de Cristo, la Encarnación de Dios, que se hizo hombre, como nosotros, para enderezar el entuerto que desde Adán no había parado de empeorar.
El caos y la desorientación del hombre, tras el pecado de Adán, habría hecho necesaria la venida de Dios para enseñarnos de nuevo el camino para la salvación eterna.

Tiempo de preparación para la llegada y tiempo de consumación hasta el final.

La cuerda, pues, viene dividida por el nudo que supuso la Encarnación. Si al primer segmento le corresponde el caos, el segundo viene preñado de esperanza. El Antes de Cristo y el Después de Cristo.

Ahora el hombre ya no tiene excusa. Él, siendo la Verdad y la Vida, nos ha marcado el camino. Sólo tenemos que seguirlo y quien no, se condenará eternamente.

Pero Antes de Cristo el hombre no sólo se separó de Dios, quiso, intentó, escalar hasta el cielo, ocupar el lugar de Dios, ser Dios. No otro fue la construcción de la Torre de Babel.
(Génesis, 11.3): “Dijéronse unos a otros: vamos a hacer ladrillos y a cocerlos al fuego. Y se sirvieron de los ladrillos como piedras y el betún les sirvió de cemento; y dijeron: “vamos a construir una ciudad y una torre cuya cúspide toque a los cielos”…”.

Es un desafío a Dios, ser como Él, usando la inteligencia, en su dimensión técnica, y aplicándosela a la naturaleza muerta.
Dios los confunde.
“Era la tierra toda de una sola lengua y de unas mismas palabras”.
Porque (Génesis 2.19): “Dios trajo ante Adán todos cuantos animales del campo y cuantas aves del cielo formó de la tierra, para que viese cómo los llamaría y fuese el nombre de todos los vivientes el que él les diera. Y dio el hombre nombre a todos…”.

El lenguaje-pegatina, el lenguaje nominativo. Cada cosa tiene su nombre, su palabra, y a cada palabra le corresponde una cosa”.

Y dijo Dios (ante el desafío de Babel): “bajemos, pues, y confundamos su lengua de modo que no se entiendan unos con otros”.
Esa es la teoría cristiana del origen de las distintas lenguas.

La síntesis inicial hombre-Dios, en el paraíso, se rompió con el pecado original.
El hombre intenta, por sí mismo, la superación de esa ruptura, usando su inteligencia y actuando sobre la naturaleza. No lo consigue. El caos y la desorientación se instalan entre los hombres. Dios se apiada. Baja a la tierra, encarnándose. Sólo así puede reiniciarse la síntesis primigenia.

Al tiempo de desesperación (a.C.) le sigue el tiempo de esperanza (d.C.). El hombre ya no tiene excusas.

(Sin embargo, otras religiones admiten la reencarnación, con lo que, otra vez, de nuevo,…. Como la noria, la vida sigue, aunque reencarnada.)

Para el cristiano ya no habrá más oportunidades. El tiempo, que tuvo un principio, tendrá un final. Después, la eternidad. O eternamente felices o eternamente desgraciados.

(Ahora debería seguir la Filosofía o Teología de la Historia, de San Agustín, con su teoría de las Dos Ciudades, la Ciudad Terrena y la Ciudad Celestial).

(Seguirá o no seguirá).

(P.D. Nací en 1.944)