miércoles, 23 de noviembre de 2016

LA ENSEÑANZA EN LA SEGUNDA REPÚBLICA (20)



Como es sabido, la II República comienza en 1931-1936, posterior a la Dictadura de Primo de Rivera, la cual despierta la conciencia social para cambiar el gobierno existente.
Esto se pone de manifiesto por primera vez el 12 de Abril de 1931, cuando se lleva a cabo un referéndum acerca del sistema de España, preguntando a los ciudadanos qué preferían, si la República o la Monarquía.
Después de realizarse manifestaciones en pro de la República, finalmente ganaron los republicanos y la II República se instauró el 14 de Abril de 1931.
La Constitución de 1931 fue aprobada en Diciembre de ese mismo año y sus tres grandes temas serían:
Religión
Autonomía
Propiedad

En ella, se definía a España como “una república democrática de trabajadores de todas las clases”, en definitiva, la República tendría en cuenta a todos los ciudadanos.
En relación la autonomía, la República se constituye en un estado integral compatible con la autonomía de municipios y regiones.
En cuanto al tema de la religión hubo un gran conflicto, puesto que algunos grupos políticos defendían su prohibición y otros su permanencia y funciones de las órdenes religiosas existentes. Sin embargo, la Constitución habla de la inexistencia de una religión oficial.
Los sistemas políticos se sirven de los sistemas nacionales de educación para transmitir sus ideas, ya que no hay ningún sistema neutral.
Fue el siglo de oro de la pedagogía y la educación porque apostaron por la educación, aunque supuso un periodo de luces y sombras.
Las fuentes ideológicas o influencias con las que se nutre la II Republica son:
Liberalismo español de los valores de la Constitución de 1812.
Socialismo histórico: valores socialistas
Institución Libre de Enseñanza (ILE) nacida en 1876. De aquí se extraerá el fundamento pedagógico.

¿Cuáles fueron los PRINCIPIOS EDUCATIVOS DE LA SEGUNDA REPÚBLICA?

.- BILINGÜISMO: se defiende o reivindica desde Cataluña. Se expresará en un Decreto de 1931 en el que se reconoce la existencia de distintas lenguas.
El Decreto dice, que en el caso catalán, la enseñanza se practicará en lengua materna hasta los 8 años en la escuela, bien castellano o bien catalán.

.- REORGANIZACIÓN DEL CONSEJO DE INSTRUCCIÓN PÚBLICA  cuyo presidente fue Miguel de Unamuno (rector).

.- LA ENSEÑAMZA RELIGIOSA: este tema se plasmará publicando un decreto sobre congregaciones y confesiones religiosas. Éste regula y suprime la obligatoriedad de la enseñanza de la religión, basándose en la libertad religiosa, libertad de conciencia del niño y del maestro. 

.- CREACIÓN DE LAS MISIONES PEDAGÓGICAS: Supondría una continuación de la idea de la ILE (Institución Libre de Enseñanza) llamada “la extensión universitaria” y el objetivo era extender la cultura general o modernización docente, la educación en aldeas, villas y lugares que lo necesiten, fundamentalmente en población rural y la educación ciudadana.

.- LA ATENCIÓN A LA ESCUELA PRIMARIA: ya que se pensaba que era la piedra angular de la educación. Se propusieron la construcción de 27.000 escuelas (el reto más importante) para escolarizar al millón de niños que no asistía a la escuela, ya que en aquel momento no había tantas escuelas.
La creación se haría a través de un “Plan quinquenal”:

1ª año: 7.000 escuelas
2º año: 5.000 escuelas
3ª año: 5.000 escuelas
4º año. 5.000 escuelas
5º año. 5.000 escuelas

El problema fue que necesitaban financiación, cerca de 400 millones de pesetas a través de la deuda pública.
Pero hay que tener en cuenta que en este momento hay una recensión económica (el crack del 29).

Al final, no se construyeron las escuelas que se pensaban construir.

PERO:

.- La educación pública debe ser una función esencial del Estado. No obstante, puede delegar en la región, en el municipio… siempre que estas entidades justifiquen solvencia económica y cultural.

.- Sin embargo, se acepta la existencia de la enseñanza privada siempre que no persiga fines políticos o partidistas

.- La educación pública debe ser laica.

.- La escuela debe dar información sólo sobre la historia de las religiones como otra materia más, con especial referencia a la religión católica. Sin embargo, si los padres lo solicitasen, el Estado pondrá los medios oportunos para suministrar esta enseñanza religiosa, pero siempre fuera de la escuela.

.- La enseñanza deber ser gratuita, especialmente en la primaria. Para la Universidad se reservará un 25% de matricula gratuita.

.- La educación debe tener un carácter activo y creador, también permanente, dando cursos de perfeccionamiento al profesorado.

.- La educación pública debe tener un carácter social, la escuela debe integrarse en la sociedad y por tanto, deberá  haber una mayor conexión entre los padres y la comunidad educativa.

.- Fundamental es la coeducación, es decir, la no separación de sexos o lo que es lo mismo, la educación mixta, donde los niños y las niñas deben  formarse juntos conforme a un mismo programa, y esta idea será aplicable a todos los grados de enseñanza.

.- La educación pública constituye un todo unitario, integrado por 3 niveles con comunicación entre ellos:

1.- Primaria. Tendrá 2 modalidades: Voluntaria (4-6 años) y Básica (6-12 años).
2.- Secundaria. Consistirá en 2 ciclos: prolongación de primaria (12-15 años) y preparación para cursos universitarios (15-18 años).
3.- Superior o tramo universitario.

EL PROFESORADO.

Se necesita que el docente esté convencido del programa pedagógico para que éste no fracase, necesitándose por lo tanto, una concienciación y preparación adecuadas por parte de los maestros.

Durante la II República nos encontramos con dos momentos diferenciados:

1931-1933.
1933-1936.

PRIMERA ETAPA: 1.931-1.933 (BIENIO PROGRESISTA)

En 1931 se regula la Educación de Adultos a través del Decreto del Patronato de Misiones Pedagógicas, que supone un gran precedente de la Animación Sociocultural.

Los destinatarios serían la gente que habita las zonas más alejadas, desatendidas o deprimidas del territorio español.
Tendrán un enfoque educativo, cultural, pero no instructivo ya que se quiere dinamizar la motivación, estímulos o disfrute cultural más que los contenidos o alfabetización en sentido estricto.
Su objetivo es difundir la cultura general, la orientación docente y la educación ciudadana en aldeas, villas y lugares con atención especial a la población rural.
Las actividades que se llevarán a cabo serán de carácter:
.-Cultural: bibliotecas populares, lecturas públicas, conferencias sobre temáticas variadas (sanitarias, agrarias), sesiones de cine, etc…
.-Social: reuniones con los responsables de las misiones, conferencias con temática política…
.-Socioeducativo: actividades que tienen conexión directa con elementos de la educación formal, como cursillos de perfeccionamiento para maestros de la zona.

En 1932 se crea la sección de Pedagogía en la facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Madrid, lo que supuso la incorporación de estudios pedagógicos a la Universidad.

En ese mismo año se aprueba el Decreto sobre la Inspección de la Primera Enseñanza, y en ella se percibía a los inspectores como facilitadores de aprendizaje, que pueden y deben orientar a los profesores, y tendrán un perfil técnico-pedagógico.

Este decreto supuso una revolución.

Se crea también la Inspección General de Segunda Enseñanza, en las mismas líneas que la Primaria, pero más adelante, en el tiempo.

También se aprueba el Decreto de Inamovilidad de los Inspectores, ya que antes, cuando molestaba un inspector, se le enviaba a otro lugar. De este modo se propicia que pudieran trabajar con independencia, autonomía y estabilidad para ejercer su profesión y se considera una medida muy importante.

Se crean a su vez, las Juntas de Inspectores, para que coordinen esfuerzos.

En 1933 se aprueba la Ley de Confesiones y Congregaciones Religiosas, donde se elimina al estamento eclesiástico de las funciones docentes y, al retirarlo, se crea la Junta de Sustituciones, lo que significaba, que cuando un profesor no podía acudir a sus clases, le sustituía otro maestro.

Se aprueba una pequeña reforma de la Universidad, donde, entre otras medidas, se toma nota de las reclamaciones de los alumnos y se eliminan los exámenes de cada asignatura.

Se crea la Universidad de Verano Internacional de Santander.  

SEGUNDA ETAPA: 1.933-1.936

En esta etapa se observa la aparición de sombras.

Las elecciones de 1932 dan el poder a la coalición CEDA de Gil Robles, un partido de derechas.

Se produce, por tanto, un giro en la política republicana que influirá en la educación. Es a lo que se denomina “Contrarreforma”, en la que todos los avances que había habido, retroceden, como por ejemplo:
.- Disminución del número de alumnos
.- Prohibición de la coeducación en escuelas primarias, por lo que, niños y niñas estudian por separado y se pretendió extender a más.
.- Supresión de la Inspección Central de Educación, argumentando que no había presupuestos para ello.
.- Supresión del Decreto de Inamovilidad de los Inspectores
.- En la Universidad, se suprime la representación estudiantil en los órganos de gobierno.

Sin embargo, no todo resulta negativo, ya que llega al poder Filiberto Villalobos quien retomó la creación de muchas escuelas. Se le debe la confección de los siete cursos de bachillerato.
En 1936 vuelven las elecciones y gana el mismo partido, aunque el 18 de Julio se inicia la Guerra Civil, que terminaría el 1 de Abril de 1939.




Las enseñanzas de la República
La reforma de la educación fue la clave de los profundos cambios que inició la España de 1931

CARMEN MORÁN. (Madrid  17 ABRIL 2.006)

Una escuela pública, obligatoria, laica, mixta, inspirada en el ideal de la solidaridad humana, donde la actividad era el eje de la metodología.
Así era la escuela de la II República española.

De todas las reformas que se emprendieron a partir de abril de 1931, la estrella fue la de la enseñanza.

"Sin ninguna duda, la mejor tarjeta de presentación de la República fue su proyecto educativo".

"Efectivamente, fue la piedra angular de todas las reformas: había que implantar un Estado democrático y se necesitaba un pueblo alfabetizado.

Era “el Estado educador".

El 14 de abril de 1931, la República encontró una España tan analfabeta, desnutrida y llena de piojos como ansiosa por aprender. Y los más ilustres escritores, poetas, pedagogos, se pusieron manos a la obra.

De pueblo en pueblo, con la cultura ambulante.

A la espera de que se aprobara la Constitución, en diciembre, el Gobierno tomó, mediante decretos urgentes, las primeras medidas: se reconoció el Estado plural y las diferencias lingüísticas (se respeta la lengua materna de los alumnos) y al frente del Consejo de Instrucción Pública que haría caminar las reformas se nombró a Unamuno.

Se proyectó la creación paulatina de 27.000 escuelas pero, mientras, los ayuntamientos adecentaron salas donde educar a los niños.

Y a los mayores.

"Hubo incluso alguna escuela en las salas de autopsia de los cementerios. Donde se podía".

Entonces las maestras desempeñaron un papel primordial: hasta enseñaban en sus casas con la subvención del ayuntamiento.

La República se propuso llenar las escuelas con los mejores maestros.

Pero los docentes de la época tenían una formación casi tan exigua como su salario.
El sueldo miserable de aquellos voluntariosos maestros subió a 3.000 pesetas al tiempo que se organizaban para ellos cursos de reciclaje didáctico.

En aquellas Semanas Pedagógicas recibían asesoramiento de los inspectores, para remozar su formación.

La carrera de Magisterio, elevada a categoría universitaria, dignificó la figura del maestro.
A los aspirantes se les exigió, desde entonces, tener completo el bachillerato antes de matricularse en las Escuelas Normales, donde se enseñaba pedagogía y había un último curso práctico pagado.

"Se hizo del maestro la persona más culta, eran los intelectuales de los pueblos y, con toda la precariedad en que vivían, ejercieron de una forma digna"

Con aquellas mimbres comenzó a tejerse un sistema educativo que puso el énfasis en el alumno, le hizo protagonista de las clases y de su formación.
Los críos salían al campo para estudiar ciencias naturales, se trataron de sustituir los monótonos coros infantiles recitando lecciones de memoria por el debate participativo y pedagógico.
Los niños y las niñas se mezclaron en las mismas aulas, donde se educaban en igualdad, y se favoreció un tránsito sin sobresaltos desde el parvulario a la universidad.

Fue una escuela en la que se educó a los niños atendiendo a su capacidad, su actitud y su vocación, no a su situación económica.
La educación pública recibió financiación para ello, y eso era algo que la escuela privada miró con recelo, porque ella no lo hacía gratis, por lo que sólo los económicamente pudientes podían acceder a los estudios.

Era la puesta en práctica de la Institución Libre de Enseñanza, que fue el soporte intelectual en el que se apoyó la República, diseñando una escuela laica.

Efectivamente, “laica” y “unificada”, dos palabras que se convirtieron en el terror de la clase conservadora.

Aprobada la Constitución, al ministro Fernando de los Ríos le tocó lidiar con la reforma más drástica y conflictiva: la disolución de la Compañía de Jesús.
A las órdenes religiosas se les prohibió impartir enseñanza mientras a los maestros se los "liberó" de la obligación de dar doctrina religiosa en clase.

"Es una medida discutible en un régimen de libertades, pero lo cierto es que era constitucional", afirman algún estudioso.
"La España de la época quizá no estaba preparada para estos cambios", afirman otros.

En todo caso, la política de sustitución de la escuela religiosa "fracasó”.
Y fracasó porque las órdenes religiosas, estratégicamente, pusieron los colegios en manos de seglares, con los derechos civiles reconocidos.
Tenían otro nombre, aunque eran lo mismo que antes.

De hecho, el número de centros privados era mayor en 1935 que en 1931.
Unos colegios privados a los que se les permitió fijar su ideario.

La llamada escuela unificada, tan criticada en las filas conservadoras, no se refería a la cesión al Estado del monopolio educativo.

En 1933 hay de nuevo elecciones.

La mujer estrena el voto femenino y la derecha -la CEDA de Gil Robles- llega al poder.
(En otro lugar he escrito sobre los pros y los contras del voto femenino = la polémica entre Victoria Kent y Clara Campoamor (yo siempre defendía a Victoria Kent)

Los progresistas verán cómo se va destejiendo parte del sistema diseñado.
"Ellos mismos se llamaron el bienio rectificador"

Se frenó la financiación educativa y las medidas laicas, y aunque no se derogaron, fueron escamoteadas.

"Aquel bienio dedicó su política docente a frenar, si no a liquidar, las medidas anteriores".

 Dos iniciativas considerables de aquel periodo: "Un buen plan de bachillerato y una comisión para la reforma técnica de la escuela que no pudo dar sus frutos".

Por entonces comenzó el baile de ministros de Instrucción: "16 hubo en el total de la República: imposible hacer políticas a medio plazo".

Luego llegaría el Frente Popular y después un golpe de Estado que resultó largamente nefasto para la educación.


MISIONES PEDAGÓGICAS Y COLONIAS ESCOLARES

Antes que educar, la República se vio obligada a dar de comer a los niños. Incluso a vestirlos.
Había cantinas y roperos escolares y cobraron fuerza las Colonias Escolares que ya antes había puesto en marcha Bartolomé Cossío.

Los niños viajaban al mar o a la montaña.
Hacían deporte, se divertían. Pero, sobre todo, comían.
"En 15 días algunos ganaban hasta cuatro kilos de peso" - dice la doctora en Historia Consuelo Domínguez, que ha estudiado con detalle este extremo.

Hubo medidas urgentes que no podían esperar y que se adoptaron a golpe de decreto, hasta que fue aprobada la Constitución.

"Lo más revolucionario que puede hacerse, después de facilitar alimentación, fueron aquellas Misiones Pedagógicas" de cuyo patronato fue también presidente Cossío, y que todavía recuerdan los más viejos de los pueblos. (Maravillosa la lectura de Las Misiones Pedagógicas).

En destartaladas camionetas llegaron a las aldeas perdidas bibliotecas itinerantes, proyecciones cinematográficas, teatro, museos ambulantes.

El 70% de los hombres eran analfabetos; mucho más las mujeres.

En aquellas Misiones Pedagógicas se embarcaron grandes poetas, afamados escritores y maestros con su corbata y maletín a los que los lugareños recogían en burro allá donde las camionetas ya no tenían acceso y no podían seguir.



domingo, 20 de noviembre de 2016

LO QUE EL PRIMER FRANQUISMO NUNCA NOS DIJO.



Que “la información es poder” hasta el franquismo, desde el principio lo sabía, por eso ocultó los acontecimientos escabrosos que lo ponían en mal lugar, desde los primeros momentos.
Temas como “barcos hundidos”, “fusilamiento de grandes personalidades”, “muertes por hambre”, “gestiones ocultas con Hitler”.

Acontecimientos que fueron silenciados o tergiversados.

Una vez acabada, y ganada la guerra, puesto el enemigo en fuera de juego (en el exilio, en la cárcel o bajo tierra,.. siempre callado y sin voz audible) el arma que más y mejor va a utilizar el franquismo es “la censura” y todo, naturalmente, “por el bien de España”, como coletilla.

“La paz no es un reposo cómodo…Españoles, alerta. España sigue en pie de guerra contra todo enemigo del interior o del exterior”

Nota que sale publicada el 2 de Abril del 1.939.

O sea, que la guerra, completa, no había terminado el día anterior, el 1 de Abril, el de “cumplidos los objetivos…..la guerra ha terminado”.

1.- MARZO de 1.939: DESASTRE DE CARTAGENA.

Era una operación de desembarco en la Base Naval de Cartagena.
Basándose en noticias  de una sublevación contra el Gobierno de la República, se decide el envío de tropas desde Castellón, para desembarcar en el puerto de Cartagena.

Todo fue una improvisación que terminaría fatal.

Las tropas pertenecían a la División 83 del Cuerpo del Ejército de Galicia.
Van en un barco (el “Castillo de Olite”) que no llevaba ni radio.

Cuando está a tiro, desde la costa, una de las baterías abre fuego y alcanza al Castillo de Olite que es hundido ocasionando un gran número de muertos.
Muchos de los supervivientes, que se lanzan al agua, se ahogan.

Más de 1.000 víctimas, de las que sólo tendrán noticias sus familiares cuando reciban la escueta y fría notificación en la que sólo se le comunica que su hijo “ha muerto, por Dios y por España”

2.- A.- ASESINATO (¿) O MUERTE DE JULIÁN BESTEIRO.

Consejo de guerra sumarísimo ordinario contra Julián Besteiro Fernández, ex presidente de las Primeras Cortes de la República, ex alto dirigente del PSOE y de la UGT.
Durante la guerra se ha mantenido en Madrid, ejerciendo su cargo de Concejal del Ayuntamiento teniendo a su cargo labores de Reconstrucción y Asistencia a personas afectadas por los bombardeos.
Ejerce la acusación el Fiscal Militar Acedo Colunga quien, en su requisitoria, aunque lo reconoció “inocente de crímenes de guerra”, basó su culpabilidad en “sus ideas, que tanto daño han hecho a España”.

El Fiscal no dudó en calificar su delito como de “auxilio a la rebelión” y, aun reconociendo su honestidad en su vida privada, hizo, por ello, más nociva su conducta pública, dado el ejemplo que de aquella se derivaba.
Dada la alta responsabilidad que atribuyó al acusado pidió para él la pena de muerte.

El Defensor, el letrado Ignacio Arenillas, destacó el papel marginal que el acusado había desempeñado en la política española en los años anteriores al alzamiento, su abnegado papel durante el asedio de Madrid, pese a su delicada salud, y su gesto final, quedándose en la capital y rehuyendo las propuestas de fuga que se le hacían.

El procesado agradeció que se “reconociese su honorabilidad privada, pero eso no me basta. Yo estoy seguro de haberlo sido en mi vida pública: con mis amigos y con mis adversarios”.

Fue condenado a 30 años de prisión mayor, que no cumplió porque murió, en el mayor abandono, en la cárcel de Carmona, el 27 de Septiembre del año 40.

Hasta 1.960 no consiguieron sus familiares trasladar sus restos al cementerio de Madrid, en la tumba junto a sus maestros: Giner de los Ríos y Bartolomé Cossío.

(Por un descuido, que tuvo su sanción, un solo periódico en todo el territorio español, El Diario Palentino informó, brevemente, del proceso a Besteiro)

2.- B.- OTROS.

Verano de 1.939- verano de 1.940.

Rendición de cuentas a los vencidos. Consejos de guerra sumarísimos. ¿Reos?: los dirigentes republicanos que por no tener las manos manchadas de sangre han creído en las promesas del vencedor.

Condenados a muerte y ejecutados: Gómez Ossorio (último Gobernador Civil de Madrid, socialista); Zabalza (Diputado socialista por Badajoz); Rubiera (Diputado socialista por Madrid); Amos Acero (exdiputado socialista por Madrid); Peset (Diputado por Izquierda Republicana por Valencia); Serrano Batanero (abogado); Carlos Rahola; Rafael Henche (Presidente de la Diputación de Madrid).

Represión, también, sobre la clase periodística.

Muertos fusilados o a garrote vil, por ejecución de sentencia: Javier Bueno (Director de Claridad); Navarro Ballesteros (Directos de Mundo Obrero); Augusto Vivero (Directos de ABC); Carlos Gómez Bluff (dibujante); Juan Manuel Valdeón, Fernando Sánchez Monreal (ejecutado, seguramente, sin juicio previo).

Los cumplimientos de sentencia contra “chequistas” y “patrulleros” sí merecían los honores de aparecer en las noticias, de inserción obligatoria y con la indicación, manuscrita, de Franco de “Garrote y Prensa”.

3.- EL HAMBRE. Septiembre de 1.939 (a 5 meses de la Victoria),

El hambre y la miseria.

Era en Septiembre del 39 cuando se filtró una noticia que decía, textualmente: “En Alto Aragón (Huesca) un niño ha muerto de hambre. Ha sido destituido el Jefe Provincial del Movimiento”.

Lo que hace que uno se pregunte si la destitución es por el hambre o sólo porque se ha sabido, al salir la noticia, y la culpa es de quien no ha vigilado lo suficiente.

Nunca más se volvió a informar acerca del hambre que azotó a la población española a lo largo de los 13 años que duró el régimen de racionamiento que padeció la España de la pobreza.

Guardo una de esas Cartillas, aunque mi padre sólo la usaba (y yo iba a retirarlo al estanco) para sacar el tabaco (la cajetilla o pota, el Caldo de gallina,…)

Este régimen ridículamente insuficiente, a base de pan de maíz, garbanzos, patatas, boniatos, pasta para sopa, bacalao, alubias, carne de membrillo, tocino y algún huevo hizo que la gente se lanzara a colmar el hambre con productos hasta entonces incomibles, como algarrobas, almortas, maíz en forma de gachas y castañas como dieta monótona.

Los artículos de venta libre (pescado, hortalizas, leche, frutas frescas,…) quedaban fuera del alcance de los desposeídos y nada se dice de lo que se vendía en el mercado negro, normalmente llamado “estraperlo”, de precios prohibitivos, pero que la gente se las ingeniaba para ir a comprar, directamente, al productor, fuera en zonas olivareras, arroceras, ganaderas, agrícolas,…y que, transportándolos a escondidas para burlar a la guardia civil y camuflándolos, con mil estratagemas, en la casa, para luego vender, al menudeo, una parte, un poco más caro y con la otra parte para subsistencia y, así, poder alimentar a la familia.

Fue a partir del año 40 cuando los efectos del hambre y del frío empezaron a manifestarse apareciendo enfermedades carenciales, hepatopatías (enfermedades que afectan al hígado), calambres musculares y, sobre todo, los edemas del hambre.

Yo nací en el 44. En mi casa, gracias a Dios o a mis abuelos y padres, comimos siempre pan blanco, matábamos cerdos, en la matanza,  recogíamos cereales y legumbres en abundancia, hasta poder vender lo sobrante.
Y ya he contado situaciones de inviernos de paisanos llamando a la puerta de la casa de mis padres, solicitando paja para poner lumbre, tocino para hacer sopa,…

Aumentó la mortalidad infantil (como hoy vemos en zonas del tercer mundo) y la desnutrición propició un incremento alarmante de la tuberculosis así como el “piojo verde” (tifus exantemático, asociado a la pobreza, a la mala o nula higiene, al hacinamiento (en las cárceles).

¿Muertes por inanición?.

Se calcula, ponderadamente, que ascendió a 30.000 (entre los años 40 al 46, “los años del hambre”).
Pero, de esto, jamás se supo. Y ¡pobre del medio de comunicación que de ello informara¡

Otra de las consecuencias del hambre fue el incremento de la prostitución. Jóvenes que se prostituían para poder alimentar a su familia, viudas de guerra, mujeres con maridos en el exilio o con largas penas de prisión, carentes de todo medio de subsistencia.

Pero de ello “no podía hablarse” en una nación católica, apostólica y romana y, además, porque esos vicios eran los propios del “materialismo rojo”

Y una consecuencia de la prostitución fueron las enfermedades venéreas, fruto de un contagio generalizado.
Incluso, en las revistas médicas, se escribía sobre una “verdadera epidemia de sífilis”.
Y sin olvidar la blenorragia.


FRANCO Y HITLER.

(Ya, en otro lugar, he escrito sobre esto).

JUNIO de 1.940: Entrevista Vigón- Hitler.

Ha estallado la segunda guerra mundial.
Las divisiones acorazadas alemanas derrotan al anticuado ejército francés (¿recuerdan “¿Arde París”?).
Está en juego un nuevo orden internacional y Franco no quiere quedarse fuera del reparto, también quiere probar, al menos, la tarta.
Franco le escribe una carta a Hitler, el 3 de Junio, que va a serle entregada en mano por el General Vigón.
En ella, Franco, expone su disposición para entrar en la guerra si se atiende a sus reivindicaciones: el Marruecos francés y Gibraltar.
Vigón tiene una entrevista con Von Ribbentrop y el 16 de Junio es recibido por Hitler, en Bélgica, en el castillo Acozz-Lausprelle.

Antes, el día 10, Italia ha declarado la guerra a Francia y a Gran Bretaña.
El día 13 de Junio España decreta el tránsito del “estado de neutralidad” al de “no beligerancia”.
El 22 de Junio el Gobierno francés pide el armisticio.

Hitler, ante las peticiones sobre territorios de Franco como otro tipo de peticiones, las rechaza.

Pero, de esta gestión, nada se supo.
En España proliferaban las manifestaciones con gritos de “Gibraltar Español”.

Hitler no aceptó que las reivindicaciones de Franco fueran a costa de la derrotada Francia.

Cuando en Octubre del mismo año tuvo lugar el encuentro de Hendaya Hitler invitó a Franco a que entrara en la contienda pero éste aún recordaba la negativa de Hitler en Junio.
Además, Francia quedaba dividida en dos zonas: la ocupada por los alemanes y la libre, donde se sitúa el Gobierno de Vichy.

Las fuerzas de la Gestapo, en consonancia con la policía franquista, peinan la zona ocupada buscando antinazis y que españoles antinazis son todos los refugiados en Francia tras la derrota de la República.

Son detenidos, entre otros, Lluis Companys, expresidentes de la Generalitat; Julián Zugazagoitia, exministro de Negrín y exdirector de El Socialista; Teodomiro Menéndez, diputado del PSOE; Cruz Salido, periodista de El Socialista; C.Rivas, cuñado del Presidente Azaña; Carlos Montilla, magistrado; Miquel Salvador.

En negación del Derecho de Asilo los detenidos son trasladados a España y sometidos a juicio.
Companys, Zugazagoitia y Cruz Salido son juzgados, condenados a muerte y ejecutados.
Menéndez vio conmutada su pena por la de cadena perpetua.
Los demás son condenados a penas de prisión.

Companys fue fusilado el mes de Octubre en el castillo de Montjuic.

Pero nada se supo de estas ejecuciones.


domingo, 13 de noviembre de 2016

¿FUE INEVITABLE LA GUERRA CIVIL? (19)



Ambos bandos, aunque por causas distintas, fueron responsables de que lo que en un principio iba a ser sólo “un golpe de Estado” acabara siendo “una guerra civil”.

Nunca ha habido un tema tan discutido, y tan discutible, como los defensores de una u otra posición de la “evitabilidad” o de la “inevitabilidad” de nuestra guerra civil.
Difícil o imposible la objetividad y la neutralidad.
El conocimiento/desconocimiento de la misma inclina el platillo de la balanza hacia uno u otro lado.

Hoy, en la lejanía temporal, cuando los árboles ya no te impiden ver el bosque, y ante nuevas fuentes de conocimiento estamos cada vez más en mejores circunstancias para responder a la pregunta inicial de este artículo.

Defender una u otra posición se encuentra mediada por la presencia o ausencia de uno u otro filtro de interpretación.

Son, todavía, muchos los que están convencidos de una u otra postura por la versión mediada por abuelos (ya pocos) y padres (algunos), testigos directos y participantes, convencidos u obligados, de la contienda, y que la han visto y padecido durante y después de la misma que dicen que….
Y es que en los dos platillos de la balanza hay sangre, mucha sangre, de por medio, y todos sabemos lo escandalosa que la sangre es y cómo pesa a la hora de repartir responsabilidades.

“Fue totalmente evitable y no habría ocurrido si…”
“Fue inevitable ante la situación en que se encontraba España y por eso…”

El problema del latifundismo agrario meridional y la miseria padecida por las masas obreras añadidos a la debilidad, a la laxitud, de las autoridades civiles republicanas, con el agravante de las tentaciones pretorianas dominantes y casi siempre presentes del ejército, así como los desafíos desestabilizadores de los regionalistas-nacionalistas, a lo que habría que añadir la escisión entre clericalismo y anticlericalismo, y teniendo en cuenta la gran depresión del 29 y, si me apuráis un poco más, el casi innato y siempre presente, el intrínseco carácter violento de los españoles, crearon  un caldo social y político tan espeso que, a pesar de todo ello, para unos no tenía que haber pasado de ser “un golpe de Estado” más y para otros hizo inevitable la “guerra civil”

Sería el efecto necesario desencadenado por tal situación o no puede ser la causa de la misma.

Pero si a ese sumando objetivo de caos social y político se le suma el sumando subjetivo de la vivencia personal o vivida en segunda persona inclina la balanza a uno u otro lado.

Igualmente el uso de unas fuentes informativas u otras hace que la ausencia de unanimidad se haga presente.

Tenemos, pues, dos Historias de España de un mismo período temporal.

¿Por qué estalló en Julio del 36 y por qué no antes o después? Se preguntan unos a lo que los otros responden que por la presión reinante ya se hacía inaguantable la situación de gran parte de la población, en ayuda de la cual intervino el ejército.

La guerra habría sido el resultado del fracaso de la política republicana al no atajar y dominar la situación de una violencia generalizada en uno u otro bando.
Fue la incapacidad de resolver las cuestiones sociales, la mano de algodón con las masas descontroladas y mirando para otro lado con la esperanza y deseo de que todo terminase.

Nunca como hasta ahora se defiende que, como en nuestro caso, toda guerra no es sino la manifestación del fracaso de la política, tanto por acción como por omisión y serían dichos dirigentes políticos y sociales los causantes de que el ejército entrase en acción.
Una ideología de la violencia, descontrolada, origina un caos que se convierte en la chispa que propicia la violencia institucionalizada del ejército para restablecer el orden social y político, apoyado, eso sí, por fuerzas económicas, políticas y religiosas.

Unos acusan a sus adversarios/enemigos de mirar sólo el futuro prometedor de un mundo mejor, desentendiéndose del presente, mientras los otros acusan de querer restaurar el mundo pretérito, trasnochado.

Tanto el socialismo estaba dividido en moderados y revolucionario como dividido estaba el catolicismo entre integristas y demócratas cristianos.

Ya había fracasado la “sanjurjada” de unos, como había fracasado “la revolución asturiana” de los otros.

Pero sin duda que fue la división en el ejército la que propició la contienda.
¿Por qué? ¿Sólo para evitar el caos, tomando el poder provisionalmente y devolvérselo de nuevo a la sociedad como único sujeto político legítimo?

Si el ejército se hubiera mantenido unido, apoyando a la República, nada habría pasado, y si hubiera apoyado, unido, a la facción sublevada, sólo se habría producido un “golpe de Estado” rápido, poco o nada cruento, y que habría sido un paréntesis en el guión de la historia de España. Otra cosa es lo que hubiera ocurrido: que los sublevados, una vez restablecido el orden entregasen el poder, de nuevo, al sujeto político legítimo, que era y es el pueblo o que, una vez en el poder, quisieran seguir estándolo, como así ocurrió, pero guerra de por medio y la represión consiguiente brutal.
¿Quién iba a poder interponerse ante el ejército unido?

Fue su división lo que, para imponerse a la otra parte, ambas solicitaron y consiguieron ayuda bélica extranjera, aunque una parte más que otra experimentando en territorio ajeno (el nuestro) lo que a ser el guión en la segunda guerra mundial.

En Septiembre del 23 el General Miguel Primo de Rivera había dado un golpe de estado limpio (¿) y no fue seguido de una guerra contra él ni después de él.
Igualmente, si el ejército se hubiera mantenido unido y leal a la República y al gobierno legítimo, no habría habido un 18 de Julio ni, por lo tanto, un 1 de Abril.

Pero una facción del ejército que se subleva y la otra facción que, reaccionando en varios lugares de la piel de toro y quiere parar el golpe y vencerlo.

La primera neutralización inicial fue cediendo e inclinándose poco a poco hacia un lado merced a la ayuda extranjera del fascismo italiano y el nazismo alemán.

Nadie duda  que debería haberse impedido la guerra pero no todos afirman que no hubiera podido evitarse.

Considerar a la época republicana como una etapa perfecta en su desarrollo, quizá sea más el deseo de unos que, interesadamente, manipulan la realidad y que no se ajusta a los hechos.

En el doble segundo sumando subjetivo que inclina la suma total o a un lado o al contrario es la creída superioridad sobre el contrario.

Otra vez, de nuevo, la pregunta: “¿fue inevitable la tragedia?”.
¿Con aquellas mimbres no podía haberse hecho otra cosa  que no fuera ese cesto cruento?
¿Puede afirmarse, tajantemente, que la guerra sobrevino porque fracasó estrepitosamente la República o el mayor o menor fracaso podía haberse enderezado sin llegar a la trágica consecuencia a la que se llegó?
¿Fue el fanatismo voluntarioso de Largo Caballero, con la inestimable ayuda de anarquistas y comunistas, los que llevaron al debilitamiento de las instituciones y de esos polvos salieron esos lodos bélicos?

Ante la manifiesta debilidad de las instituciones republicanas ¿podía no haberse dado el golpe de Estado?
¿Pudo la izquierda, renunciando al intento de restaurar la revolución totalitaria, haber evitado la guerra, pero no quiso cambiar el rumbo?

Decía De Gaulle que “todas las guerras son malas porque significan el fracaso de toda política, pero las guerras civiles son imperdonables, porque la paz no nace cuando la guerra termina”

Naturalmente que no podía estar pensando en España, pero de eso, tristemente, sabemos mucho los españoles, con el franquismo que nos quedó.

Y sobre este triste y cruel acontecimiento predominó –censura mediante- la historiografía de los vencedores, que no es que sólo escribieran “su” historia es que no permitieron una opinión distinta y, menos aún, contraria.
La uniformidad informativa era permanente y machacona y nadie podía salirse del estrecho margen permitido que dejaba la censura (margen siempre interpretable por el franquismo) si no quería atenerse a las nunca gratas consecuencias.

Casi todos los intelectuales españoles que habían celebrado la venida de la República y que trabajaron, entusiasmados, para madurarla en su desarrollo, fortaleciéndola,  nada podían hacer cuando las milicias revolucionarias, haciendo caso omiso de las instituciones, se hicieron con el timón de la República y ante la quimera, más que utopía, que cegaba la razón, fueron dándole la espalda, desilusionados.

Ortega desde su asiento en el Parlamento y gesticulando con el dedo y la cabeza su “así, no”, “así, no”, “así, no”.
Unamuno, tan decepcionado que hasta llegaría a defender la intervención militar, ante el caos reinante.

No sé si es verdad el dicho: “La segunda guerra mundial fue tan inevitable como su anuncio: la guerra civil española”

En general, defender que la guerra fue evitable es culpar de la misma a los sublevados contra el régimen democrático legítimo, exculpándose ellos mismo y los suyos, aunque, en realidad, las fuerzas republicanas, desde el mismo 31, en su andar político descoordinado, improvisado, sin objetivo fijo y claro, le ayudó mucho, de manera inconsciente, a los sublevados.

Como habrá comprobado el lector, si ha llegado hasta el final, tengo más dudas que certezas, más preguntas que respuestas.


jueves, 10 de noviembre de 2016

CRÓNICA DE DOS MUERTES ANUNCIADAS. (18)

CRÓNICA DE DOS MUERTES ANUNCIADAS.
1.- Teniente José Castillo, socialista, día 12 de Julio del 36.
2.- José Calvo Sotelo, parlamentario, partido Renovación Española. 13 de Julio del 39

.- El 17 de Julio, inesperadamente, (porque estaba programado para el 18), comienza la rebelión militar contra la Segunda República.
.- El 18 de Julio, la rebelión militar triunfa en Sevilla, Córdoba y Granada.
.- El 19 de Julio, de madrugada, la rebelión triunfa en Valladolid, Burgos y Zaragoza.


Es LA GUERRA CIVIL ESPAÑOLA.

DOS MUERTES PREMONITORIAS.

Muchas veces leí y oí la salvajada del asesinato de Calvo Sotelo, a mano de los “malos” (¿) pero nunca leí y nadie decía, nada, de la muerte de Castillo, a manos de los “buenos” (¿).


EL TENIENTE CASTILLO.

El Teniente José Castillo era andaluz, nacido en Alcalá la Real (Jaén) y que, tras pasar por la Academia Militar de Toledo, es destinado a Marruecos, desde donde, tras ascender a Teniente, recala en Alcalá de Henares, en el Regimiento de Infantería.

Cuando se proclama la República comienza a participar en la política y sus simpatías se dirigen hacia la corriente socialista.

Cuando tiene lugar la Revolución de Octubre del 34, en Asturias, está destinado en Madrid, Cuatro Caminos, y le encargan la misión de sofocar una manifestación de apoyo a los revolucionarios asturianos.
Las órdenes que recibe son las de disolver la manifestación, como sea, pero se niega a intervenir proclamando: “yo no tiro sobre el pueblo”.

Este desacato es juzgado en consejo de guerra y condenado a un año de cárcel.

Cada vez se siente más identificado con la República por lo que, al salir de prisión, ingresa en la Guardia de Asalto y, de nuevo, es destinado a Madrid.

El 16 de Abril del 36 se ve obligado a intervenir durante el entierro de un guardia civil, fallecido dos días antes, durante la celebración del quinto aniversario de la República.
El entierro se transforma en una manifestación antigubernamental de las derechas y, en el altercado, el teniente mata a Andrés Sáenz de Heredia, primo de José Antonio Primo de Rivera, y dispara contra un estudiante de medicina, que queda gravemente herido.

Ian Gibson afirma que “Castillo había perdido los nervios”.

A partir de ese día Castillo se convierte en uno de los principales objetivos de Falange.

Sufrirá dos intentos de asesinato, de los que saldrá ileso, por lo que las milicias socialistas, que él entrena, estarán escoltándole permanentemente.

El 12 de Julio del 36 recibe una advertencia de una compañera y militante socialista, durante la celebración de una corrida de toros en la plaza de Las Ventas, a lo que responde con: “no conseguirán que me esconda”.

Y fue esa misma noche, dirigiéndose al cuartel de Pontejos, donde prestaba sus servicios, cuando es abatido por cuatro encapuchados.
Su cadáver es trasladado a la Dirección General de Seguridad.
En el cuartel comienzan a concentrarse paisanos y guardias y la palabra que más se escucha es “VENGANZA, VENGANZA, VENGANZA”

Era el 12 de Julio.


JOSÉ CALVO SOTELO.

Era gallego, nacido en Tuy (Pontevedra).
Estudia Derecho en Zaragoza y es Matrícula de Honor en Derecho Romano, por lo que vende copias de sus apuntes.

Llega a Madrid y trabaja en el Ministerio de Gracia y Justicia.
Asciende, tanto en su profesión como en las filas del partido de Antonio Maura, durante la Monarquía de Alfonso XIII, llegando a ser diputado y, posteriormente, Gobernador Civil de Valencia.

Cuando Primo de Rivera toma el poder se une a su Unión Patriótica, participando en el gobierno durante casi toda la dictadura, llegando a ocupar, en 1.925 la cartera de Hacienda, creando el llamado presupuesto extraordinario para costear las obras públicas, creando bancos y Campsa (el monopolio estatal del petróleo).

Dimitirá en el 29, tras la crisis, y al no detener la caída de la peseta.

Al llegar la República se ve obligado a exiliarse (estaba acusado de evasión de capitales).

En el extranjero entra en contacto con las ideas de los monárquicos franceses y del fascismo italiano.
“Antes Roma que Moscú” –decía.

Colabora en la revista Acción Española, en la que escribe: “hay que conquistar el Estado”.

Aunque es elegido y reelegido parlamentario, durante la República, pero no vuelve a España hasta Mayo del 34, tras la amnistía del gobierno de Lerroux.

Desde su escaño y como representante de Renovación Española hace continuos llamamientos al ejército contra “las hordas rojas”.
“Prefiero ser militarista, a ser masón, a ser marxista, a ser separatista e, incluso, a ser progresista”.

Intenta reorganizar todas las fuerzas de la derecha, a las que agrupa en el Bloque Nacional, que se constituye en Diciembre del 34.

No obstante, José Antonio Primo de Rivera, que no se une al Bloque, se niega a admitirlo en su partido de Falange Española de las JONS.

En las elecciones del 36 Calvo Sotelo pacta con la CEDA de Gil Robles con el objetivo de llegar al poder y sustituir al Presidente de la República por un general, posiblemente, Sanjurjo.
Pero Gil Robles no coincide en ese objetivo y las relaciones entre ambos se enfrían.

Calvo Sotelo es partidario del golpe de Estado y de una vuelta de la Monarquía, pero contrario a cualquier clase de revolución, no quiere que “el trono se cimente sobre regueros de sangre y montones de escombros”.

El 15 de Febrero del 36, la víspera de las elecciones, publica en la prensa un manifiesto en el que propone crear un Estado Autoritario para evitar que “las esencias más vitales” de la nación dependan del “sufragio envenenado”.

Poco antes de su asesinato pronuncia un discurso cuyas palabras son premonitorias premonitorias: “Es preferible morir con gloria a vivir con vilipendio”

Es consciente de que su vida está en peligro y le pide a un periodista del ABC, Luis de Galinsoga, que le avise cuando se produzcan disturbios para estar prevenido ante posibles represalias.

Un extraño cambio en el personal de su escolta, en los primeros días de Julio, hace aumentar, aún más, sus sospechas (un amigo le comprará un coche Buick, blindado, de Estados Unidos).

La madrugada del 13 de Julio, tras el asesinato del Teniente Castillo, un grupo de oficiales se presenta en su casa en una camioneta de la Guardia de Asalto.
Se ve obligado a acompañarles y se despide de su mujer sospechando lo que le espera.

A mediodía, su cuerpo aparece en el depósito de cadáveres, muerto a tiros, y siendo identificado.

Pemán escribiría: “nosotros lo queríamos para gobernante, pero Dios lo quiso para mártir”

Su muerte está considerada  como el detonante más inmediato del levantamiento militar y, por tanto, de la guerra civil.

MI VISIÓN/VERSIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA (17)



Es verdad que hubo ciudades que soportaron muchos bombardeos (Madrid, Barcelona, Guernica (y a mi mente viene la Carretera de Almería, de mi Málaga, “La Desbandá”) y asedios durísimos (Oviedo, Teruel, Belchite), pero la mayoría de las bajas de guerra, las bajas militares, fueron en el frente: más de 140.000, bastantes de ellos extranjeros, voluntarios en uno u otro bando).
Pero las bajas de la represión política debieron igualar, incluso superar, esa cifra.
Víctimas civiles por motivos políticos, sociales o religiosos, y muchas veces por motivos personales, de envidia, de odio, de revancha, de ajuste de cuentas,…

Pero ¿y los prisioneros fusilados en la Plaza de Toros de Badajoz, o los de La Desbandá o los guerrilleros muertos después del 39?. ¿Pueden contabilizarse como bajas de guerra o como represaliados?.

Hoy hay más o menos consenso en atribuir 108.000 ejecuciones imputables a los franquistas y la mitad, unos 57.000 imputables a los gubernamentales.

Claro que, la represión franquista siguió durante años, tras la guerra, lo que no pasaba en la república (porque los maquis, escondidos en las montañas, bajaban o subían al pueblo sólo para robar o coger o pedir comida, no para matar).

De poco sirvieron los 13 puntos de Mayo del 38, de los republicanos, como base de una paz sin vencedores ni vencidos, ni siquiera los 3 puntos s que se redujeron los 13, en Febrero del 39, cuando la suerte de la República ya estaba jugada y perdida.
El tercero de los puntos era el compromiso, por ambas partes, de renunciar a represalias.

El continuo deterioro de la República era, cada vez, más evidente.

Las causas son de sobra conocidas: 1.- Insuficiente apoyo externo y 2.- Falta de unidad interna.

La guerra había comenzado el 17 de Julio en Marruecos y el 18 se extendió por la península, terminando esta pesadilla el 1 de Abril del 39.

Lo que pudo ser sólo un golpe de estado y que podía haber durado sólo unos días, a lo más una semana, lo que tardara en llegar el ejército de África a Madrid y unirse a los sublevados, se convirtió en una guerra civil de casi tres años, porque Madrid y Barcelona resistieron mucho, bien y durante mucho tiempo.

También sucedió que los 30.000 hombres del ejército marroquí no llegaron a Sevilla de golpe, sino poco a poco, con goteo, de lo contrario habrían subido por el Guadalquivir, ya había triunfado la sublevación en Córdoba y en Jaén, cruzar el Despeñaperros y….

Además, el ejército sublevado, ante las primeras dificultades en el Alto del León (Guadarrama) se estabilizó, esperando la llegada de Franco y los suyos desde Sevilla pero se entretuvieron en las batallas de Mérida y Badajoz (crueles asesinatos en la plaza de toros) llegando a Talavera de la Reina. Y, en vez de ir buscando la unión al ejército de Mola, se desviaron a Toledo, a liberar a Moscardó, encerrado en el Alcázar.
O, también, desviándose a Valladolid, para levantarles la moral; y a Oviedo para aliviar la opresión de los mineros.

Desde Sevilla a Madrid tardaron tres meses.


Tomaron Málaga, pero no llegaron a Almería, republicana y cercana a Cartagena y Valencia.

miércoles, 9 de noviembre de 2016

MI VISIÓN/VERSIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA (16)

Las muertes del Teniente Ruiz y del político y diputado Calvo Sotelo no fueron las que desencadenaron la sublevación (como muchas veces se ha dicho).
Ya estaba todo previsto y preparado porque estaban presentes fallos que si no eran muchos ni muy grandes, sí que estaban presentes.

El sólo previsto “golpe de estado” se transformó en “guerra civil” porque la sublevación no triunfó en Madrid y Barcelona porque, de lo contrario, todo se hubiera resuelto en unos pocos días.
También porque triunfó en Sevilla, de lo contrario el ejército de África no habría llegado a la península y, sin ese ejército, nada podría haberse hecho.

Y eso que el gobierno había tomado precauciones, como multiplicar los permisos a la tropa, por lo que en Julio del 36 los cuarteles estaban casi vacíos.
La Marina, casi toda, era fiel a la República.
La Guardia Civil y los Guardias de Asalto, lo mismo se apuntaban a un bando que al contrario. No estaba definida su posición.

¿Y las masas?
Si el Gobierno no les daba armas, malo, pero es que, si se las daba, serían miles de hombres sin control.

Tanto el Gobierno como los sublevados estaban de acuerdo en una cosa: en el terror como medio de intimidación era algo necesario, y bien que lo pusieron en práctica.

Lo que más se vendió en el extranjero por parte de las izquierdas fue Guernica (incluso en la Expo de París con el cuadro de Picasso) y la muerte de Lorca.

Pero la Iglesia también contribuyó con la consideración de “cruzada” a la guerra civil con la pastoral colectiva del Episcopado español el día 1 de Julio del 37.
¿Fue desafortunada dicha pastoral?

La verdad es que la Iglesia había estado y estaba sufriendo mucho y poniendo sobre la mesa muchos asesinados del clero.

No creo que la Iglesia tuviera, ahora, que pedir perdón de lo ocurrido en la guerra.
Quizá sí tuviera que pedirlo de cómo se comportó durante el franquismo.

La pregunta sobre la República que hoy nos hacemos (y a la que ellos respondieron de manera opuesta) es: si la revolución social era el primer objetivo – como defendían los anarco-sindicalistas o si, como defendían los demás partidos, incluso el partido comunista, lo rpimero y prioritario era ganar la guerra para, sólo después, llevar a cabo la revolución.

A pesar de todo, las colectivizaciones agrarias llegaron a sumar 5,5 millones de hectáreas, casi la mitad del suelo cultivable, y la mayoría de ellas regidas por la CNT y la FAI, aunque también, pero en menor medida, por la UGT.

De todas las maneras, el entusiasmo primero no evitó la frustración posterior, porque la productividad bajó.

Al terminar la guerra el experimento se daba por fracasado.

En la zona franquista ocurría lo contrario: disciplina rigurosa y prohibición de las huelgas, factor nada despreciable para su victoria militar.

Nuestra guerra civil fue una guerra antigua, más parecida a la primera que a la segunda guerra mundial.





martes, 8 de noviembre de 2016

MI VISIÓN/VERSIÓN DE LA SEGUNDA REPÚBLICA (15)


Gerald Brenan la denominó “la primera batalla de la guerra civil”, cuyas fuerzas de choque fueron los mineros, pero con dinamita de las minas y las armas de la Fábrica de cañones de Trubia.
Asaltaron el cuartel de la Guardia Civil, fusilaron a civiles, invadieron Oviedo, destruyeron la Cámara Santa y la Universidad.
Gil Robles tuvo que enviar unidades del ejército de Marruecos (regulares y legionarios), lo que hizo más cruel la lucha.

Dos semanas duró,

¿Cuántos muertos hubo? No se sabe cuántos, pero fueron centenares de muertos y miles los heridos, y miles de detenidos, entre ellos Largo Caballero.

Prieto consiguió huir.

En Cataluña ocurría otro episodio revolucionario.
Luis Companys, que había sucedido a Maciá, como Presidente de la Generalitat, proclamó “El Estado catalán dentro de la República Federal Española”.

Las masas obreras no se implicaron y fueron suficientes unos disparos de cañón para que se provocara la rendición de los sublevados.

El catalanismo puro tenía muchos votantes, pero pocos militantes.

Don Niceto transmitió al gobierno la queja de un súbdito alemán, a quien personales próximos a Lerroux estaban extorsionándolo (estamos refiriéndonos al estraperlo, de lo que, en otro lugar, ya he escrito)
Esto supuso el fin de los radicales.

Don Niceto, en plan cacique, le dio el gobierno a Manuel Portela Valladares, a quien pensaba manejar a su antojo.

Hubo elecciones, era el año 36, y los resultados eran parecidos a los anteriores pero, esta vez, los anarco-sindicalistas no se abstuvieron  y su millón de votos desniveló la balanza.

En Cataluña volvió a ganar la Esquerra, en Andalucía el Frente Popular y también en Madrid, aunque por un margen menor.
El partido Radical se escindió y Martínez Barrio formó su propio partido, separándose de Lerroux por su alianza con Gil Robles.
El partido Socialista, si no roto, había en él dos facciones muy distintas: al del moderado y pragmático Prieto y la del radical y procomunista Largo Caballero. Tan distintos que, incluso, llegaban a la agresión personal.

Se formaron alianzas.
Por una parte el Frente Popular, que era una coalición muy amplia aunque, como base, era el partido Socialista.
Las derechas, muy divididas, formaban alianzas ocasionales.

Los resultados fueron muy ajustados: 4.645.116 votos para la izquierda y 4.593.524 para la derecha.
El centro apenas llegó a los 500.000.
Apenas 160.000 votos de diferencia, pero como la ley electoral primaba muy favorablemente a los vencedores los escaños fueron muy favorables para la izquierda.

Un país, pues, dividido en Dos mitades.

En ambos bandos había sectores muy violentos.
Era la hora de la las venganzas, de las revanchas.
Y cuando un gobierno como el de Casares Quiroga se declara “beligerante” contra sus adversarios puede temerse lo peor.

El “semestre rojo” que siguió al “bienio negro” fue algo esperpéntico.
Portela Valladares huyó, como otros muchos que se temían lo peor y hasta destituyeron a Alcalá Zamora que se había ganado la virtud (¿) de ser odiado por todos.
Su renuncia o destitución era la consecuencia de su manera caciquil de conducirse, pero que lo destituyeran las izquierdas por haber convocado la disolución de las Cortes y nuevas elecciones que, precisamente, ganaron ellos….

Azaña fue el sustituto de Alcalá Zamora y, de la política activa de su período anterior, pasó a la tranquilidad del Palacio de Oriente.
Le encargó formar gobierno a Casares Quiroga, miembro de un partido regionalista gallego (ORGA) y ni dominó la situación ni se enteró de la conspiración militar que desembocaría en la guerra civil.

Aparece la Falange, con un José Antonio Primo de Rivera culto y enérgico y con vocación de entrega a la política, pero que obtuvo unos pobres resultados.
Y también aparece Franco, con buenas relaciones con Gil Robles, que, en gestiones con Portela le insinúa que, olvidándose del resultado de las elecciones, declare el estado de guerra.

Se disparó la conflictividad de todo tipo: rural y urbana, económica e ideológica, con un anticlericalismo siempre presente.
Había huelgas y lo contrario: el trabajo ejecutado sin permiso del dueño y del que se pasaba factura para cobrarlo.

El sector más conflictivo era el agrario, sobre todo en el Sur y el Sudeste y el gobierno intentaba que no hubiera otra Casas Viejas, acelerando los asentamientos de jornales, reduciendo al mismo tiempo los trámites.

Las juventudes socialistas se entrenaban militarmente, preparándose.
José Antonio Primo de Rivera contrataba pistoleros.
Los carlistas dominaban Navarra y Álava, más que en Guipuzcoa y en Vizcaya, donde predominaba el nacionalismo.
Emilio Mola, gobernador militar, desde Pamplona urdía una trama militar.
Los carlistas, confiados en que se restableciera la monarquía con ayuda de Mussolini, que así gobernaba en Italia.

Pero la conspiración no sólo era de derechas, allí había de todo: monárquicos y republicanos, católicos y masones, generales como Aranda, Cabanellas y Queipo de Llano.

Unos conspiraban por motivos personales, otros porque veían y temían la destrucción del ejército como unidad corporativa, otros por motivos patrióticos, que veían a España despeñándose al deslizarse hacia la anarquía.