Así que el 19, a eso de las 11 de la mañana, allí estaba yo,
en sexta fila, junto al Palace, casi frente a los leones, a la sombra de una
marquesina, viendo las alcantarillas, todas, selladas, y sin una triste
papelera.
Y muchos agentes secretos, merodeando, que no sé cómo pueden
denominarse así, con lo mal que lo disimulan
Y había gente, mucha gente. Y no me lo han contado. Lo he
presenciado, tanto en la Carrera de San Jerónimo como en la Gran Vía.
Un hombre mayor, pasado el desfile, y estando escuchando la
radio, decía a quienes estábamos a su alrededor que no fuéramos a la Puerta del
Sol, porque había follón, con los republicanos, y que habían detenido (¿) a
Jorge Vestringe.
Este señor (¡hay que ver su conversión¡) ni San Pablo camino
de Damasco, cayéndose del caballo.
De delfín de Fraga, más fraguista que D. Manuel, a
republicano, o antimonárquico, o anarquista.
Fuimos a la Plaza de Oriente y, naturalmente, los cordones
policiales, en todas las entradas, nos lo prohibieron.
Estaba “abarrotada”. Y no me lo han contado.
Si hubieran dejado entrar a todos los que estábamos en la
Plaza de la Ópera, los que bajaban y se volvían por la calle Arenal y
aledañas,…
Si un paisano, mirando el río Ebro tal y como baja por su
pueblo, deduce de ello que todo el río Ebro es igual río arriba que río abajo,
desde su nacimiento hasta la desembocadura, sería una deducción incorrecta.
Si es verdad, como se ha visto en algunas imágenes, que en
ciertos tramos no era mucha la gente que había, de ahí no puede deducirse, sino
incorrectamente, que todo el recorrido había sido igual.
Y si alguna cadena de Televisión o alguna emisora afirman
que la Plaza de Oriente estaba “a medias”, es falso y, además y peor, es
mentira.
Me recuerda a un filósofo idealista que dijo aquello de “si
la realidad no concuerda con mis esquemas mentales, peor para la realidad”.
Muchos gritos de “Viva España” y “Viva el Rey”. Con el
primer grito siempre estaba de acuerdo. Con el segundo pensaba que también
podría haber sido “Viva el Presidente de la República”.
Yo también habría ido, el día 19, a las 11 de la mañana, a
la proclamación del Presidente de la República.
Ni soy monárquico ni soy republicano, soy un demócrata que
ama las libertades, y éstas pueden dármelas o quitármelas los gobiernos que nos
rijan, no los Jefes de Estado.
¿Que mañana se proclama la República?. Pues que VIVA LA
REPÚBLICA, mientras me deje ser libre.
¿Que hoy se proclama la Monarquía?. Pues que VIVA LA
MONARQUÍA, mientras me deje ser libre.
Soy un obseso de “las libertades” no de quien represente a
España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario