martes, 23 de agosto de 2011
EL PAPA EN MADRID
Con el debido respeto a todos los líderes religiosos y, en concreto, al Papa.
A lema de J.M.J. le falta la “C”, de “católicas”. Han sido las juventudes católicas que, comparadas con las Juventudes de otras religiones, de las sin religión, de las ateas, de las agnósticas,… son apenas una pequeña muestra, aunque hayan sido 1,5 ó 2 millones de personas.
Invertir su dinero para venir a Madrid, a ver y escuchar a su líder, en vez de para irse de vacaciones es algo laudatorio.
Pero, puesto que su lugar de residencia habitual suele ser/es el Centro de espiritualidad de esa creencia que representan ¿no es más fácil y más práctico que, cada X tiempo o cuando cada fiel lo considere oportuno, acuda, en excursión o en peregrinación, desde la amplia periferia hasta el concreto punto central, en vez de desplazarse el líder por todos los puntos de la periferia, con el consiguiente caos que se origina?.
Por lo que me cuenta mi hija “Madrid es una ciudad tomada”, pero “una ciudad feliz”, con grupos variopintos de jóvenes, en plan camaradas, cantando y sin meterse con nadie. Pero una ciudad “en toque de queda”, con un caos circulatorio y de personas que, incluso los ajenos a esa y a todas las demás creencias, se revuelven contra este tipo de acontecimientos.
No es oponerse a ellos, es que no tienen por qué sufrir los inconvenientes que ello genera.
Aunque lo de los “pasos” o “tronos” de Semana Santa, desde la variada geografía semanasantera, en pleno agosto, en un vía crucis, “una PASADA sobre todo para quienes no están familiarizados con tal tipo de acontecimientos (pero también un PASTÓN, y estamos en tiempos de crisis).
Pero esa manía de los líderes de las iglesias, sobre todo de la Católica, Apostólica y Romana (que de católica nada tiene, de apostólica poco y de romana mucho, aunque esté gobernada por un alemán, y antes lo fuera por un polaco)….
¿Siguen creyendo, ingenua y puerilmente, tanto ellos como sus seguidores, que la sola presencia física de su líder y la lectura de un sermón enlatado, antimoderno, antilaico, tridentino, puede provocar el milagro de una conversión masiva a los no creyentes o el milagro (¿?) de la hemorroísa?.
¿Cómo se traduce esa respuesta espectacular, masiva, exitosa, de personas asistentes, en espiritualidad auténtica, no de los asistentes, sino de los no asistentes?.
¿Ha sido otra cosa que refuerzo de convencimiento de los ya convencidos?.
En la época de la comunicación global instantánea ¿no está fuera de tiempo y lugar, innecesaria, esta parafernalia, tan grata para unos cuantos y tan molesta para muchos más, pero que conduce a interpretación de inmadurez en los fieles?.
Si se trata de saludar a los amigos, mejor es invitarlos a la casa propia, a la Ciudad Santa, para que siga manteniendo la aureola de espiritualidad, si no, caritativamente, es mejor no molestar ni a los enemigos ni a los ajenos a esa creencia ni a los que pasan por allí.
¿O es que el territorio español va a quedar abonado de espiritualidad y fructificará la espiritualidad por la presencia física del líder?.
¿Quedará “tocada” España, por este acontecimiento madrileño?.
Cuando las únicas presencias conocidas eran la física y la mental, bien estaba este tipo de eventos, ¿pero hoy?, ¿Cuando es posible la presencia virtual, ubicua, global y la comunicación instantánea, en directo, y los discursos pueden ser escuchados y contestados, en diálogo horizontal, con volumen en el mando a distancia, mejor que a 400 metros y con una deficiente megafonía?.
La presencia variopinta de fieles, centro y sudamericanos, africanos, asiáticos, europeos, amén de las muchas órdenes religiosas y las varias comunidades catecumenales y afines, puede confundir a muchos de la masiva asistencia española, como si la simple célula fuese un organismo o como si la juventud asistente fuese comparable a los del botellón de los fines de semana.
Para un agnóstico son mucho mayores los inconvenientes que genera y los gastos que crea que los beneficios espirituales, a los ya convencidos, y económicos, pues según los comerciantes…. (aunque, parece ser, que algún Mercadona ha quedado desprovisto de artículos, sobre todo agua)
No sé a cargo de quien/quienes corren los gastos de seguridad ciudadana, de la eficaz asistencia sanitaria, de la organización,... Supongo que será el Estado (constitucionalmente aconfesional), Esperanza Aguirre y Gallardón.
Ha sido ejemplar su comportamiento cívico, no han creado desórdenes, lo cual es digno de destacar, a pesar de los muchos que se han acercado a Madrid.
No creo que deba ser causa ni motivo de escándalo los gastos ocasionados. Y a quienes quieran criticar estos gastos, habría que recordarles que todos los domingos existe un despliegue de seguridad, por los partidos de fútbol (sobre todo Madrid, Barcelona, Sevilla), y que debería ser sufragado por los clubs, ya que son sus seguidores los que causan el problema. Un deporte (¿), cada vez más económico que deportivo, y porque su equipo gane o pierda, asistimos al destrozo del mobiliario urbano, por una juventud o no tan juventud, que tiene que echar fuera sus frustraciones acumuladas durante la semana, y que tiene que ser repuesto (el mobiliario), por el Ayuntamiento de turno.
Quizá haya resultado una saturación y será difícil traducirlo en vivencia religiosa, más allá de los ya fieles.
Más fuego de artificio que rescoldo.
No soy partidario de este tipo de acontecimientos, pero tampoco los condeno, mientras haya muchas personas que lo desean y que son felices asistiendo. (Aunque este agnóstico, como es sabido por muchos, sí es un defensor de la Semana Santa malagueña, a pesar de los inconvenientes creados, no tanto como fenómeno religiosos como…..).
Y aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid y 200.000 “kikos” habían acudido a Cuatro Vientos, su líder espiritual, Kiko Argüello, quiso, también, darse un baño de multitudes, pero más céntricamente, en La Cibeles.
Por otra parte, ¡con la que cayó en Madrid¡ parece que Dios no ha escuchado a Rouco Varela, o los fieles han rezado poco, o con poca insistencia, porque ni el calor, ni el viento, ni el agua, parece que no quisieron perderse el acontecimiento.
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Estos actos surten efectos, muchas veces contrarios al fin perseguido.
ResponderEliminarA muchos nos rechinan los dientes tratando de entender algo que no tiene una explicación más clara, lógica y natural.
De cualquier forma los caminos de dios son dificiles de entender por personas con el intelecto corto, como es mi caso. Amen