Metido a trabajar en material sobre bioética, me he dado cuenta de algo que ya sabía: mi analfabetismo integral en campos como la biotecnología y, sobre todo, la nanobiotecnología. ¡Ni puñ… idea!.
Abrumado estoy.
Hemos levantado el velo que cubría el Genoma Humano y hemos conocido nuevas enfermedades humanas relacionadas con genes recién descubiertos.
Si la biotecnología consigue modificar estructuras biológicas preexistentes, teniendo como base el ADN…
Alucino, en mi analfabetismo, de noticias como:
.- “Se ha creado un motor de ADN que es 100.000 veces más pequeño que la cabeza de un alfiler…”
.- “La Nanotecnología molecular está trabajando sobre la posibilidad de descomponer molécula a molécula, átomo a átomo, para, posteriormente, transportarlos a velocidades cercanas a la de la luz y reconstruir la misma molécula, pero en otro lugar. El objetivo, a gran escala, (y a largo plazo) es la Teletransportación de humanos a cualquier punto de la tierra o el espacio”.
(¿Se lo imaginan?, ¿Que en un futuro más o menos lejano….?).
.- “La Nanobiotecnología promete el diseño y creación de seres con cualidades físicas, morales e intelectuales superiores a las de un humano normal (un superhombre = Hombre nanobiotecnológico), capaz de vivir en entornos adversos, diferentes al de la tierra”.
.- “Unos nanomecanismos, como los respirocitos (glóbulos rojos artificiales capaces de transportar más de 236 veces oxígeno, hacia los tejidos, que los glóbulos rojos naturales”.
(Estamos hablando de ciencia, no de utopía).
.- “Los vaculocitos, microrobots moleculares, que limpiarán las arterias afectadas por arterioclerosis”.
.- “El uso de nanopartículas para evitar el uso de técnicas como la quimioterapia y la radioterapia, que dejan como efecto secundario la muerte de células sanas, lo que va en detrimento de la salud del paciente, en la mayoría de los casos”.
.- “Se espera producir ADN sintético y utilizarlo para crear organismos vivos únicos”.
Estos mínimos ejemplos de una infinidad de descubrimientos y proyectos que superan mi capacidad de asombro, plantean infinidad de preguntas, de problemas.
.- ¿Quién controla/va a controlar a las compañías que trabajan en nanobiotecnología?.
.- ¿Y si la biotecnología es usada como arma o como nanoterrorismo?.
.- ¿Cuáles son los límites (si los hay)?. ¿O todo lo que, técnicamente, puede ser hecho, puede, moralmente, ser hecho?.
.- ¿Habrá una nueva evolución de la vida y del hombre?.
.- ¿Cómo cambiará la sociedad cuando los individuos puedan vivir indefinidamente o durante muchísimos años, (como ciertos metales artificiales)?.
Yo… alucino en colores.
Y si Sócrates, paseando por las calles de Atenas, ante tántas tiendas y tántos productos, exclamaba: “hay que ver la cantidad de cosas que no necesito”, yo, cuando ni siquiera he pisado el umbral de estas nuevas ciencias, también exclamo: “hay que ver la cantidad de cosas que no sé y que ni siquiera sospechaba que existieran, realmente o en proyecto”.
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