domingo, 23 de abril de 2017

LA MUJER EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO (6)

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                        LA TRADICIÓN PAULINA

MUCHAS MUJERES.

Primero, pues, se disimula y después se margina el papel que tuvo la mujer en el movimiento de Jesús, así se va patriarcalizando el cristianismo y van surgiendo las tensiones en la iglesia primitiva.

¿Por qué se dio el fenómeno de dicha patriarcalización?

Y así, entramos en el pensamiento de San Pablo.

Todos los textos del Nuevo Testamento (quizá menos la 1ª de Pedro) que propugnan la subordinación de la mujer dicen basarse/se basan en la autoridad de San Pablo.

Comencemos, pues, por orden.

1.- EL MOVIMIENTO MISIONERO CRISTIANO en Asia Menor, que es anterior a Pablo y en el que él también participa.

Mientras el Movimiento Palestino de Jesús era de renovación intrajudía, este movimiento cristiano no tiene fronteras étnicas. Es un movimiento social muy entusiasta, que rompe las antiguas formas de vida, y que conocemos a través de San Pablo.

“Cuantos habéis sido bautizados en Cristo os habéis revestido de Cristo. NO EXISTE JUDÍO NI GRIEGO, NO EXISTE SIERVO NI LIBRE, NO EXISTE VARÓN Y HEMBRA, PUES TODOS VOSOTROS SOIS UNO EN CRISTO JESÚS” (Gálatas 3, 27-28)

El texto es clarísimo, NO DISCRIMINACIÓN, NI ÉTNICA, NI POLÍTICA, NI SEXUAL

Lo cual chocaba con una corriente general del helenismo, que se resume en una frase atribuida a Platón (según otros a Tales de Mileto):

“Os doy, gracias, dioses, porque he nacido hombre y no bestia, varón y no mujer, griego y no bárbaro”, incluso en el judaísmo, es muy parecida la fórmula:”las tres bendiciones diarias que deben decirse: Bendito seas porque no me  hiciste GENTIL; bendito seas porque no me hiciste MUJER; bendito seas porque no me hiciste ESCLAVO”.

¡Qué ruptura con todo esto de este primer Movimiento Cristiano¡

Todos iguales, todos hermanos.

Las mujeres, sobre todo (también los esclavos) encontraban en estos movimientos posibilidades de participación y protagonismo, cosa que se les negaba en la sociedad en general.

Generalmente son mujeres con dinero, pero a las que se les niega la entrada en la sociedad, pero que sí encuentran posibilidades en todos estos nuevos movimientos.

Por lo que nos cuenta Pablo, las mujeres participan muy activamente, al mismo nivel que los varones, ejerciendo funciones misioneras y de enseñanza, siendo unas líderes.
Estas posibilidades de actuar era un atractivo para la mujer en el Cristianismo primitivo.

Estando Pablo predicando “se incorporaron una gran muchedumbre de prosélitos griegos y no pocas mujeres principales……”, y en otra ciudad “además mujeres griegas de distinción y no pocos hombres” (Hech. 17,4-12).

Cuenta Pablo que varias mujeres  fundaron y sostuvieron iglesias domésticas.

“Saludos a Apia y a la iglesia de su casa” (Filem, 1,2).
Saludos a Ninfas y a la iglesia de su casa” (Colosenses. 4,15)...
A Priscila o Prisca y a su marido Aquila, (se les nombra 7 veces y en 4 ocasiones se nombra en primer lugar a la mujer), que aparecen en Corinto, en Éfeso y en Roma) que son jefes de una iglesia en Éfeso (I Corintios, 16,19), que “por salvar mi vida expusieron su cabeza, a quienes estoy muy agradecido…
Saludad también a la Iglesia de su casa” (Romanos 16, 3-5).
Lidia, que lo escucha atentamente y, luego, se bautiza, y le dijo “entra en mi casa y quedaos en ella” (Hech 16,15).

Dos mujeres, que debían de ser muy importantes, Evodia y Síntique, porque le preocupa mucho a Pablo las repercusiones que puedan tener en la comunidad de Filipos la rivalidad que ha surgido entre ellas…

“Te ruego que las ayudes porque han luchado mucho por el Evangelio, conmigo…. (Filip. 4, 2-3).

De la Iglesia de Roma Pablo saluda a 4 mujeres: María, Trifena, Trifosa y Preside “que han trabajado mucho en el Señor “(Romanos 16, 6-12).

“Saludad a la madre de Rufo (Romanos. 16, 13).

Saludad a Julia y a Filólogo (posiblemente su marido),  (Romanos 16,15).

Saludad a Andrónico y a Junia, mis parientes y compañeros de cautiverio, que son muy estimados entre los Apóstoles y que “Fueron cristianos y misioneros antes que yo” (Romanos  16,7).

Saludad a Nereo y a su hermana (quizá su esposa) que fueron misioneros.

Muchas mujeres, a las que hay que añadir “los hermanos del Señor y Cefas acompañados de sus respectivas mujeres” (I Corintios. 9, 5).

“Os recomiendo a nuestra hermana Febe, diaconisa de la Iglesia de Cencres…(Rom 16, 1-2).

Una aclaración: en la Iglesia POSTERIOR, el diaconado será una función subordinada o secundaria, consistente en atender a los pobres, a los enfermos, ayudar a vestir y desvestir a las mujeres en su bautismo…..Pero en tiempo se San Pablo el diácono era el responsable de toda la iglesia e implicaba el oficio de misionar y de enseñar.

Resumiendo:

En el Movimiento Cristiano Misionero primitivo encontramos muchas mujeres y muy activas.
A veces colaboran en pie de igualdad con Pablo, enseñando como misioneras itinerantes; se las designa apóstol, diaconisa, protectora o dirigente.

En Marcos 7, 24-30 es la mujer cananea la que se acerca a El, …”porque su hijita tenía un espíritu impuro…” y así Jesús entra en contacto con los no judíos.

Igualmente el encuentro con la samaritana (Jua, 4, 1-42).


Es ésta una conversación preciosa, Jesús está auténticamente ligándosela, para escándalo de los apóstoles, ya que es una no judía.

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