miércoles, 19 de abril de 2017

LA MUJER EN EL CRISTIANISMO PRIMITIVO (2)

Existe una palabra, la palabra “hermenéutica”, que significa “interpretación” y que es fundamental para poder comprender, fielmente, los fenómenos o acontecimientos humanos.

Si tomamos ahora mismo un texto antiguo o medieval, y lo traemos al presente, y lo interpretamos con criterios del siglo XXI, lo que dice nos parece tan absurdo, tan ridículo, que nos dan ganas de reír o de llorar.

Cojamos un texto de Las cruzadas o del Génesis.
Si queremos entenderlos, comprenderlos, no podemos traerlos al ahora y juzgarlos a la luz de los criterios y valores del ahora.

No es el texto el que tiene que venir a nosotros, somos nosotros los que tenemos que ir al texto y, sobre todo, al contexto en que ese texto está escrito y veremos, entonces, cómo ese texto, en ese contexto, encaja, se entiende, se comprende.

Veremos cómo las Cruzadas tienen sentido, por el contexto que les rodea, no sólo el contexto religioso (que también), también el contexto económico y comercial de las nuevas rutas hacia Oriente; y el contexto social de la Aristocracia caballeresca, y el contexto político de las nuevas monarquías que van apareciendo y que quieren establecerse, y el contexto eclesiástico, con el poder no sólo temporal sino también, y sobre todo, espiritual de los Papas, exponiéndote a una excomunión, con las consecuencias múltiples que ella acarrea, y la ignorancia y por lo tanto una credulidad (no lo llamo fe) de la gran masa popular y su creencia a pies juntillas de que estaban sacando el bonobús para la vida eterna; y el contexto de poder y dominio del mundo Occidental (el antiguo Imperio Romano de Occidente) sobre el todavía presente Imperio Romano de Oriente, ahora llamado bizantino; el ansia de conquista; el bulo de que los musulmanes son la nueva encarnación del demonio y que quieren acabar con Dios y con la Santa Iglesia, el miedo real a lo que nos podría ocurrir si entran en nuestras tierras por la puerta de Constantinopla; la credulidad en los efectos de la visita a los Santos Lugares si pudiéramos ir allí en peregrinación; la profanación del pesebre en que nació Jesús, donde vivió y murió por nuestros pecados, etc., etc., etc.……

En ese contexto, tienen un completo sentido, un sentido total.
Hoy, naturalmente NO.

Lo mismo podríamos hacer con un texto del Génesis o de cualquier texto de la historia.

Hermenéutica. Interpretación correcta, para una correcta comprensión.

No sé si ha sido desde esta mesa desde donde alguna vez he desarrollado el tema de que “los fenómenos físicos se explican; los fenómenos humanos se comprenden”.

Puestas las mismas causas físicas, siempre se darán los mismos efectos físicos; se mueven en el terreno de la necesidad.
Si A entonces B, y si no se da B entonces es que no se ha dado ni se dará A.
No hay excepciones.
Dos moléculas de H. y una de O. dan agua, y si no hay agua es que no habían…..
En el mundo de los fenómenos físicos hablamos de “causas y efectos”.

Pero en el mundo de los fenómenos humanos, de los acontecimientos humanos, las cosas no suceden así.
Hablamos de “condiciones”.
Y puestas las mismas condiciones puede seguirse A o NO A o B o C.
Tú mismo, muchas veces, ante los mismos antecedentes obras de manera distinta.
Y un día te cabreas con un nivel 20 por algo que ha hecho tu hijo, y mañana, por algo mucho más gordo, sólo te cabreas con un nivel 10, o no te cabreas.

Y es que en los acontecimientos humanos, en el mundo humano, se pasea la libertad; lo que quiere decir que si se da A puede no darse B o que se da B sin haberse dado A.

Las respuestas son libres respecto a los estímulos.
Con esas mismas condiciones medievales se dieron las cruzadas, pero podrían no haberse dado y se comprende por qué se dieron.

Por eso en la Historia nunca debe hablarse de “Causas” sino de “Condiciones o Condicionamientos”.
Y si se dan o no se dan, recurrimos a ellos para “comprenderlos”, no para “explicarlos”.

¿Y todo esto a qué viene?

Pues viene a que hoy está apareciendo,  está introduciéndose en nuestra cultura, un nuevo paradigma, como es el feminismo.
Está hoy poniéndose de moda la hermenéutica feminista de la Historia.
Tanto de la Historia en general, como de la historia cristiana, como de los textos bíblicos.

Hoy, y cada vez más, están proliferando gran cantidad de estudios sobre la mujer, procedentes de todas las ciencias humanas o sociales.

Hoy podemos hablar de una Hermenéutica feminista.
Que es la que plantea a los textos y a la historia las preguntas por la condición de la mujer, por su papel en distintas etapas de la historia, por sus condiciones de vida, por sus movimientos de liberación, por sus sufrimientos.

Pero tenemos un grave problema y es que, como veremos, la historia la han hecho los varones y para los varones.
Ellos son los que la han escrito, por lo que la realidad de la mujer, no sólo está oculta, sino que ha sido ocultada.

En los textos, los cronistas o historiadores, la mujer no aparece o aparece muy poco o aparece sólo en facetas indignas o insignificantes, pero no sólo eso, sino que cuando aparece, no aparece como persona autónoma e independiente, sino como esposa de, hija de, seguidora de….siempre “relativa”, en “relación con lo masculino”, que es el entro y eje de la Historia.

La mujer, a lo más, siempre ha sido algo tangencial, nunca central.

Pero una hermenéutica feminista, un querer comprender el papel de la mujer en un contexto concreto, no es una empresa meramente teórica (para conocer mejor la historia real de las mujeres), sino que es una empresa esencialmente práctica.

Aprender para no repetir errores y asimilar los aciertos.

Quiero recordar a Marx cuando decía “hasta el día de hoy los filósofos se han dedicado con todas sus fuerzas a comprender el mundo; y de lo que se trata no es tanto de comprenderlo como de transformarlo”.

La teoría es necesaria, pero no es suficiente.

Una buena teoría lleva/debe llevar enganchada la praxis, el intentar, al menos, desandar el atajo equivocado (porque reconocer un error es ya un acierto) y caminar por el camino correcto, incluso recuperar el tiempo perdido.

Cuando veamos (Teoría) cómo y por qué la mujer ha sido un ser “relativo a”, relacionado con, en relación con, dependiente de,…..Todo eso está muy bien, y es necesario para no volver a cometer el mismo error, pero no es suficiente, hay que cambiar, transformar, llevar a la práctica, poner en práctica, a la mujer “absoluta”, autónoma, libre, independiente, mayor de edad, capaz de poder decidir por sí misma.

Una mujer IGUAL al varón (no desigual) pero DISTINTA (no idéntica).

Lo que yo me propongo, a partir de ahora, es la hermenéutica de la mujer en el cristianismo primitivo.

Creo que es un tema que puede/debe interesar a todos los hombres, varones y mujeres.
Voy a centrarme, pues, en los tres primeros siglos de nuestra era. (Porque ya en el siglo IV, desde el 325, Constantino y el Concilio de Nicea, la Iglesia jerárquica, el Papado, La Religión Oficial del Estado, Etc. Etc. Etc.….. eso ya es otra historia, es el 2º paradigma).

Pero para saber el papel de la mujer, la historia de las mujeres, en las comunidades cristianas de los siglos I – III, sería un error aceptar, a pie juntillas, la visión que nos proporciona del cristianismo  la mentalidad patriarcal.

Ésta es la primera gran dificultad con que nos encontramos, que las fuentes históricas de las que disponemos transmiten una visión androcéntrica de la historia.

Es una historia hecha por varones, desde su punto de vista y que consideran, con total naturalidad, que el varón es el prototipo de humanidad y que la mujer es otra cosa, “lo otro”, lo que se define por relación al varón.

Una filósofa francesa, la amante de J.P. Sartre, Simone de Beauvoir, lo expresa maravillosamente.
En esa época (y en muchas más, digo yo) “el varón (ella dice el hombre) se piensa sin la mujer, pero la mujer no se piensa sin el (h) varón.
Ella se determina y se diferencia en relación al varón, y no éste por su relación con ella.
La mujer es lo no esencial frente a lo esencial.
Él es el sujeto. Él es el absoluto. Ella es lo otro” (es decir un objeto, y además relativo, en relación a él)

Cuando cojan Uds. un calendario, esos de letras  y números grandes, donde pone debajo de cada fecha el nombre del santo/o de los santos del día, fíjense Uds. que los santos varones vienen siempre definidos por su función propia (Obispo, Papa, Confesor, Doctor de la Iglesia, Fundador de una Orden, Predicador de una cruzada, Mártir,……), pero, en cambio, Las Santas mujeres se las define, frecuentemente, por su relación al sexo (Virgen) o por su relación al varón (Viuda).
O sea, define la relación de la mujer con Dios por su relación sexual con el varón y a través de las estructuras patriarcales de la familia y de la Iglesia.

Como dice un teólogo de la liberación, en la línea de Hans Küng, Gustavo Gutiérrez, “la historia de la humanidad ha sido escrita por una mano blanca, por una mano de varón, por la clase social dominante. La perspectiva de las víctimas de la historia es diferente”.

Ya lo saben Uds. ¿qué quieren que yo les diga.

La Historia de nuestra “incivil guerra civil”.
¿Qué historia?
¿La contada por los vencedores o la contada por los vencidos?.

NO, por los neutrales.
¿Pero es que hay neutrales?.
Ya saben Uds.
Creo que lo he dicho y repetido en infinidad de ocasiones.
“En la historia no hay “hechos” sino “interpretaciones”.
Y las interpretaciones son perspectivas, y nunca una perspectiva agota/ni puede agotar la verdad.
¿Y cuál es la mejor perspectiva o interpretación?
¿Y por qué?.

Cojamos un cronista medieval español. Funcionario del rey. Que cobra del rey.
¿Qué va a decir del rey?.
¿Es creíble lo que dice y todo lo que dice del rey?.

Pero tampoco le hagamos caso total al íntimo enemigo del rey.

Entonces, ¿qué podemos saber del rey?.

Con certeza, casi nada. Con probabilidad algo o bastante, pero a través de otras fuentes, de fuentes indirectas.

Por lo que a mí me toca, y respecto al tema que estoy intentando empezar, conocer el papel de las mujeres en los primeros siglos del cristianismo es ir/o tener que ir a contrapelo de la Historia oficial.

La falta de fuentes sobre las mujeres es parte de la historia de las mujeres.


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