jueves, 1 de marzo de 2012
MITO, FILOSOFÍA Y CIENCIA.(1)
Los mitos, en sí, ni son verdaderos ni son falsos, ni es posible su verificación ni su falsación. Ellos se codean en/con otras categorías.
Es más, si se comprobara que un mito era verdadero, desde ese mismo momento dejaría de ser mito y pasaría a ser o bien historia o bien ciencia.
Las religiones, además de elementos míticos, también contienen normas morales, por las que deben regirse las conductas de sus adeptos.
En otros lugares he expuesto, ampliamente, los Tres componentes que implica y conlleva toda religión: Una Iglesia (Organización jerarquizada, que es la que manda), un Credo (las verdades que hay que creer) y una Moral (códigos de conducta a practicar). En el caso de la Religión Católica: el Papa (hasta llegar al último cura), los Dogmas y la Moral Católica (los Mandamientos de la ley de Dios y de la Santa Madre Iglesia).
Toda Religión es Mito, pero muchos Mitos no son Religiosos. Hay más Mitos que Religiones.
Además habría que distinguir entre: Mito (como actitud, el niño muestra una actitud mítica, acepta, cree todo lo que le dice la autoridad de su padre, de su “seño”, de “lo he visto en la tele”, “lo he leído en la prensa”,…..) y Mito (como contenido).
Los contenidos del Mito provienen de varias fuentes:
1.- De las Religiones (ya hemos expuesto más arriba que toda religión es mítica, aunque no todo mito, como veremos, es religioso).
2.- De los Cuentos tradicionales (“se dice que, en otros tiempos….”).
3.- De las Leyendas heroicas (como Mío Cid, que ganaba batallas después de muerto, montado en el caballo, por el pánico que los musulmanes le tenían), en las que hay algo de verdad, combinada con una amplificación de la imaginación y el deseo).
4.- De las Tradiciones (que generalmente comportan elementos morales, como los desfiles o las procesiones o las peregrinaciones, de lo que los andaluces sabemos mucho.
5- De las Supersticiones (narraciones fantásticas en las que los protagonistas son dioses, apariciones de vírgenes, santos, curanderos, magos, brujos, encantamientos, curaciones milagrosas, adoración, manoseo de reliquias…. Todo para alterar las leyes de la Naturaleza.
6.- De las Sagas (leyendas poéticas, pertenecientes a primitivas tradiciones heroicas y mitológicas de la antigua Escandinavia, referentes a dos generaciones, o más, de una misma familia).
Toda pregunta que no tenga una respuesta a mano crea en la persona una situación incómoda, un desajuste psicológico, un zarandeo en la mente que la hace sufrir. Se necesita, psicológicamente, una respuesta tranquilizadora que pare la agitación de la pregunta.
La religión, como mito que es, proporciona al creyente no crítico esa dosis de tranquilidad. Tiene un enorme valor psicológico al no tener, ya, que pensar qué creer (eso hay que creer, esos dogmas) ni qué hacer (eso es lo que tienes que hacer, así es como tienes que actuar, estas normas de conducta, la Moral).
La Organización es la que se encarga tanto de promover el mito, para atraer adeptos (predicadores y misioneros) y de conservarlo, para que nadie salga del redil, como de los rituales emanados de él, que hay que practicar (desde la misa y el rosario a la limosna y peregrinación).
Toda religión aspira a dominar el paisaje humano sin que haya otras que le pisen el terreno, para acaparar a todos y para que sus fieles no tengan otros puntos de referencia con qué confrontar su religión.
Hay que distinguir “creencia” de “credulidad”.
Las personas inmaduras, de poca edad, incultas, ancianos,…. Son “crédulos” más que “creyentes”.
Están predispuestos a aceptar como Verdad la respuesta que provenga de una autoridad, sea la tradición (“siempre ha sido así”), sea la Iglesia (autoridad religiosa), sea el padre (autoridad paterna), sea la “seño” (autoridad cultural), sea la TV (“lo he visto en la tele”) o la prensa (“dice la prensa que.. ”, sin especificar cuál, porque….).
“Todos ellos, siendo “autoridades”, saben más que yo, y si ellos lo dicen…..Ese es su razonamiento. (“Credulidad”).
La madurez y la cultura son los instrumentos de no aceptar el argumento de autoridad como totalmente fiable y seguro.
El paso del Mito al Logos (de la Fe, de la creencia, a la Razón) ocurrió en Grecia, pero en las ciudades de la costa del Asia Menor (Mileto, Éfeso…).
Desde entonces aquí seguimos, alejándonos, cada vez más, del mito y habitando en el terreno del Logos.
Mito y Logos son dos planos que, yuxtapuestos, llenan el espacio del conocer.
Cuando apenas se Sabe (Logos), se Cree (Mito) mucho. Cuando se Sabe algo, ese algo sale del campo del Mito, éste disminuye.
Están en una proporción inversa,
Se llevan muy mal. Uno intenta acabar con el otro. Pero no sólo en los principios. Todavía hoy quiere imponerse el Creacionismo a costa del Evolucionismo.
Lo que ocurre es que el Mito siempre será posible porque el Logos, a pesar de que cada vez va ampliando su campo, siempre quedarán preguntas a las que no podrá responder, por ser de orden metafísico, lugar en exclusiva del Mito y al que el Logos no tiene acceso.
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