miércoles, 14 de marzo de 2012

NIETZSCHE (D6)


Porque no hay orden, sino caos, no puede haber Verdades Universales.
Porque no hay igualdad sino desigualdad humana, no puede haber el mismo rasero para todos. El Mejor (Aristócrata) no es igual al Mediano o al Inferior (masa).

¿Búsqueda de la Verdad Desinteresada o Intereses Inconfesables?. ¿Por qué estos valores y no otros?
No al Racionalismo y No al Humanismo igualador.

Las Verdades Científicas Universales son antiaristocráticas, son “plebeyas” (de la plebe), para ricos y pobres, para poderosos y débiles, para los extraordinarios y para los “ordinarios”,…

Nunca he asistido a una mayor letanía de insultos a Sócrates, el “primer filósofo”, el culpable de “café (la verdad) para todos”, sin distinción. Se mete con su proverbial fealdad, higiene, procedencia o extracción del populacho (escultor (picapedrero) su padre y matrona/comadrona/partera su madre). Lo menos “aristocrático” que uno pueda imaginarse.

Sócrates, el “reaccionario”.

Por el contrario, las “fuerzas activas” son la afirmación del cuerpo, que se expresan en el Arte, y no en la Ciencia.
Existe una equivalencia entre Fuerzas Reactivas – Búsqueda de la Verdad – Ciencia - Democracia – Mundo Inteligible, frente a la equivalencia entre Fuerzas Activas – Arte- Aristocracia – Mundo Sensible o corporal.

El Artista inventa Mundos Nuevos sin necesidad de demostrar la legitimidad de lo que hace, porque no tiene que argumentar Contra Nada ni Contra Nadie. Le gusta, lo hace y “ya está”, “ahí está el Guernica” (exagerado, hipertrofiado, excesivo, “porque sí”).
El Filósofo, en cambio es un hombre teórico que tiene que demostrar lo que dice o propone apoyándose en el NO a lo que otros dicen o proponen.

Pueden gustarte diferentes y variadas formas de pintar o de música, pero nadie te obligará a que elijas una y descartes las demás.
¿Diría Picasso que si te gusta su obra renuncies, descartes a Velázquez?. ¿Haría lo mismo Schoenberg con Vivaldi o con Mozart?. Hay varias y son distintas.

No ocurre igual en la Ciencia, en la Verdad. La verdad sólo queda fija, elegida, cuando se rechazan los errores de los otros. No hay varias, sino Una y Única Verdad, Universal.

En Arte nadie tiene “la razón” y todos los demás están equivocados. ¿Tiene “razón” Chopín y no la tiene Bach y Mozart está equivocado?. Todas sus músicas valen. Como valen el Guernica, las Meninas, la Maja Desnuda, la Primavera,…

Picasso no pinta “contra” nadie. Al revés que Sócrates, que busca la Verdad a través del diálogo y, para alcanzarla, “ironiza” rechazando lo que de verdad pudieran tener sus adversarios, porque va buscando “la Única Verdad para todos”.
Los Sofistas, en cambio, no buscan la Verdad, sino “Seducir” al auditorio, “Convencerlo”, “Persuadirlo”. Tratan de lograr la “adhesión” a su opinión con la sola fuerza de la palabra.

Mientras en Sócrates el lenguaje es el instrumento para llegar a la Verdad Inteligible, Una, Democrática,….que antes o después se impondrá a todo el mundo.
El Lenguaje del Arte (de la Pintura o de la Música o de la Poesía) no es un “medio para” sino “fin en sí mismo”, “valioso por sí mismo”, pues produce efectos estéticos y sensoriales, corporales sobre quienes saben apreciarlos.

En el ámbito del Arte lo que importa no es la verdad sino la magia de las emociones sensibles, el goce por lo bello, el “orgasmo estético”.
¿Puede producir “goce estético” el silogismo”?.
Se habla de “puñalada al silogismo”, frío, racional, abstracto,…por parte de Sócrates.

También Nietzsche busca una especie de verdad, pero en un sentido distinto.

Se le acusa a Nietzsche de “racismo” cuando habla de una “evolución cruzada” y asocia la idea de “decadencia” al “mestizaje”.
Pero el significado es otro (aunque, luego, los nazis hicieran decir a Nietzsche lo que Nietzsche no dijo ni quiso decir).

Las fuerzas, que chocan entre sí, que se contrarrestan las unas a las otras (lo que él denomina el “mestizaje”) debilitan (al contrarrestarse) la vida, y la hacen menos intensa, menos interesante, pues la “frenan” en vez de impulsarla.

El mundo (como hemos repetido reiteradamente) no es un cosmos, ni un orden, ni es divino, ni racional,….
El mundo es un caos, es una pluralidad irreductible de fuerzas, de instintos, de pulsiones,… que no cesan de enfrentarse entre sí.
Al chocar unas con otras existe (existió y existirá) la posibilidad de que se contrarresten, de que se bloqueen o que, menos intensamente, se debiliten.
En ese conflicto la vida se marchita, pierde viveza, resulta menos libre, menos alegre, menos poderosa.

(Está abriendo Nietzsche las puertas al psicoanálisis freudiano, pues estas fuerzas también ocultan los conflictos psíquicos inconscientes, los deseos internos que nos impiden vivir bien, que nos enferman, que nos debilitan, que no nos dejan “gozar y actuar”).

Pero no es que Nietzsche abogue por rechazar las “fuerzas reactivas” y dejar sólo las “fuerzas activas” para, así, liberar lo sensorial, el cuerpo, rechazando la fría y seca razón.
Verlo así sería “ignorancia”.
Descartar, rechazar, las “fuerzas reactivas” sería una “reacción”, al negar el otro aspecto de lo real.
No nos está invitando a una anarquía personal, a la “liberación sexual”,…
Lo que propone no es “suprimir”, sino “intensificar” y “jerarquizar” las múltiples fuerzas que constituyen la vida.

¿Qué hubiera sido de la evolución si no hubiera habido la “lucha por la vida” (huyendo de depredadores (reacción) y persiguiendo a sus presas (acción) el motor de la mejora de la especie?
¿Hubiera sido mejor no “tener que correr de….” y “perseguir a….”, viviendo en la molicie vital?

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