Sé que a mucha gente nombrar a los americanos (entendiendo, con ello, a los estadounidenses) ya le sale sarpullidos,
A mí, el pueblo americano, por una parte me da pena, por otra parte me da envidia.
Me da pena porque no tiene una historia detrás, ni larga ni casi corta.
Me da envidia porque, aún sin eso, en tan poco tiempo han llegado donde han llegado y están donde están.
Quiero hacer una Introducción.
Llevo en Alcázar de San Juan un mes, con mi hija, recién parida.
Lo primero que me extrañó de este pueblo manchego es la palabra “Alces”.
Jardín botánico Alces, Calle Alces, Colegio público, Club, Polígono industrial, Asociación, Agencia de viajes, Academia, Ambulancias,..todos con el “apellido Alces”.
¿Será un personaje ilustre de este pueblo?. Porque yo siempre había asociado “alces” a una especie de la familia de los cérvidos. Pero, ¿en la llanura manchega alces?.
Pero es que hay otros pueblos limítrofes que también dicen ser la antigua Alces (o Alcés), como el pueblo Miguel Esteban.
Así que entro en la socorrida Wikipedia y leo:
“El origen de Alcázar de San Juan se pierde en la edad de piedra….”
“Algunos historiadores creen en la conjetura que fuimos la antigua Alces, ciudad pre-romana, de origen celtíbero, que estaba situada en la vía que unía Lusitania con Caesaraugusta, y que fue sometida a Roma por el pretor Sempronio Graco….”.
Se recurre siempre a la antigüedad como carta de presentación de la excelencia, como garantía de calidad, de señorío.
Tener una historia detrás es un orgullo para todos.
(Incluso Alcázar de San Juan quiere apropiarse del lugar de nacimiento de Cervantes, según consta en una partida de bautismo en una parroquia de la localidad).
Nosotros, los malagueños, por ejemplo, hablamos de íberos, celtas y celtíberos, de fenicios, griegos, romanos, vándalos, visigodos y musulmanes.
Tenemos una larga historia detrás.
No hablo de prehistoria sino de Historia, de documentos escritos. Una historia antigua, una historia media, antes de nuestra pobre edad moderna y la no tan boyante historia contemporánea. Pero aquí estamos, sin embargo, viniendo de tan lejos e instalados en el estado de bienestar, aunque, ahora estemos griposos por esto de la crisis.
¿Cuál es la historia antigua y media de E.E.U.U.?. Ninguna.
Para ellos todo comenzó anteayer, en 1.620, con el Mayflower (Flor de mayo), transportando a 102 personas, los primeros colonos, desde Plymouth, Inglaterra, y que se instalan en la costa este, en Massachussetts, formando la colonia de Plymouth.
El estadounidense es un pueblo nacido de un transplante de emigrantes, puritanos religiosos, más fervorosos que los calvinistas, y que no aguantan a la nueva iglesia anglicana, recién fundada por Enrique VIII.
Su primera intención es crear una nueva Jerusalén y purificar, así, la religión anglicana.
Luego llegarían otros colectivos, de aventureros, maleantes, constructores, soñadores, no creyentes, creyentes fervorosos,…
Algo después llegarían suecos, alemanes, holandeses (la isla de Manhatan se la compraron los holandeses a los indios y a la capital la bautizaron como Nueva Amsterdan, después, ya inglesa se rebautizaría como Nueva York).
Un pueblo, pues, que nace de un transplante de emigrantes religiosos, que “huyendo de” se “dirigen a”, para vivir, en paz y tranquilidad su religión.
Un pueblo muy joven, que apenas tiene historia, pero que la poca que tienen es una historia triunfal.
En general, detrás de un desplazamiento, hay toda una historia de angustia. Porque los motivos o las causas de esos desplazamientos suelen ser conflictos, persecuciones, desastres naturales, supervivencia,…
Pero, en el caso que nos ocupa, era simplemente la discrepancia religiosa.
Apenas 100 años después, en 1.733 ya están formadas las 13 colonias en la costa este.
Y apenas 30 años después, en 1766 se declara la independencia de Estados Unidos, con una contumaz desobediencia económica contra Londres y sus impuestos.
Apenas 20 años después, en 1.783, el Tratado de Versalles, reconoce la independencia de las 13 colonias estadounidenses.
4 años después, en el Congreso de Filadelfia, se dan una Constitución y forman un único gobierno federal.
George Washington es nombrado primer presidente.
De 1.620 a 1.783, en 163 años ha pasado de no existir a existir todo un pueblo, que se da una constitución, que se convierte en federal, y tiene un presidente único.
¡¡¡Chapeau¡¡¡¡.
Porque si uno analiza nuestra historia, española y europea, y contempla los abortos de estados y los dolores de parto de la Revolución francesa, que nos puso en el buen camino…
Si los primeros emigrantes se consideraban ingleses emigrados, sus hijos ya no se consideraban ingleses, sino “nuevos ingleses” o (vamos a llamarlos) estadounidenses.
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