miércoles, 20 de febrero de 2019

NUEVOS CONCEPTOS DE DIOS


LOS MODERNOS CONCEPTOS DE DIOS.

Tenemos TRES miedos que nos han acompañado/nos acompañan y nos acompañarán, a todos y a nuestros hijos, mientras estemos vivos.

.- MIEDO AL DOLOR, AL SUFRIMIENTO,…y por ello hemos creado y creído en un DIOS-PAÑUELO que, al ver cómo nos secamos las lágrimas, se compadezca de nosotros y venga en nuestro auxilio, para evitar las causas de las mismas.

.- MIEDO AL HAMBRE, AL FRÍO, A VIVIR A LA INTEMPERIE,…y por ello hemos creado y creído en un DIOS-MONEDERO con el que poder remediar todas esas posibles inseguridades (y si me quedo parado y no puedo pagar la hipoteca, y mis niños en la calle....(un pellizco de la lotería), y si tengo que sacarme urgentemente una mamografía y la lista de espera es kilométrica....para poder acudir al privado...

.- MIEDO AL ERROR, A LA FALSEDAD, A LA MENTIRA,…A VIVIR ENGAÑADOS y para ello hemos creado y creído en un DIOS-MANOJO DE LLAVES, UN DIOS GANZÚA que nos abra y nos muestre la verdad.

No es que Dios nos haya creado a SU imagen y semejanza sino que hemos sido los hombres los que hemos proyectado en un ser llamado Dios la culminación de nuestras aspiraciones, de nuestros deseos insatisfechos, de nuestras esperanzas a la vez que satisfacción de nuestras frustraciones, de nuestras limitaciones, así como respuesta a nuestros temores.

Nos hemos creado un Dios a nuestra medida, un Dios adaptable, acomodaticio, adaptable, un Dios-llave maestra que nos abra todas las puertas por las que entren nuestros deseos y por las que salgan todos nuestros miedos y temores.

Le rogaremos a ese Dios no sólo que nada cambie, si todo nos va bien, sino que nos lo incremente o, por el contrario, si todo nos va mal, que le dé la vuelta a todo y nos lo cambie.


El creyente religioso cree en su Dios y no necesita (además de que no podría hacerlo) demostrar su existencia (si pudiera demostrarla no necesitaría creerla).

El anti-teo no sólo no cree en Dios es que lucha contra Él y le gustaría poder demostrar que no existe, pero es absurdo querer demostrar la no existencia de algo (si alguien no cree en los marcianos es al que afirma su existencia al que le toca demostrarlo. La carga de la prueba siempre cae sobre el que afirma algo, no sobre el que lo niega).

El ateo sencillamente no cree, no lo necesita, pasa de Él, es ajeno a que exista o no exista, vive al margen, no lo echa de menos, es algo o alguien ajeno a él y a sus preocupaciones.

El agnóstico sencillamente ni lo afirma, como el creyente, ni lo niega como el ateo, ni lucha contra Él, como el anti-teo. Considera el tema de Dios como una cuestión o un problema que sobrepasa la razón y obvia, por lo tanto, enfrentarse a un pseudoproblema porque es ajeno a la razón, que nada puede decir sobre Él.

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