Siempre que alguien tiene “derecho a” (lo que sea) alguien
tiene que tener el “deber de” (eso mismo). Es lo que se denomina
“correlatividad”.
Derechos y Deberes son correlativos y descansan en personas
distintas.
Pero hay un refrán que dice: “del DICHO al HECHO hay mucho
TRECHO”. Aunque sea “mucho”, es “trecho”, es un camino, viene.
Creo que en los tiempos actuales, tiempos de crisis
múltiples, ya ni “TRECHOS” hay, sólo
“DICHOS”, menos aún HECHOS.
DICE (DICHO) nuestra Constitución Española que “Toda persona
tiene Derecho a (entre otras cosas) a la Salud , a la Educación , al Trabajo, a una Vivienda…..”.
Y ahora vienen los HECHOS: listas de espera, des-educación
real, paro, ¿vivienda? (¿qué te voy a contar?). Estábamos acostumbrados a vivir
con dinero prestado hipotecando la vida y los “prestamistas” han devaluado
tanto nuestra vida que ni como aval les vale ya.
Esto es lo que HAY.
DICE: “Toda persona tiene “derecho a” la vida” (comida, agua
potable, vestido, techo) y fíjense en los HECHOS, en lo que HAY.
¿Dónde está el TRECHO? Sólo en la mente de los optimistas
antropológicos, en la intención de los “buenistas”.
“Derecho a la libertad de opinión y de expresión…”.Que se lo
pregunten a los de CHARLIE HEBDO, a quienes las caricaturas, su forma de HABLAR
les ha costado la VIDA. Te
quito la palabra de la boca, el lápiz de la mano y te pongo una bala en la sien.
O el Derecho a la Libertad Religiosa ,
y ahí tenemos a la jerarquía eclesiástica despotricando contra los ateobuses,
contra leyes permisivas, contra los métodos anticonceptivos, contra el aborto
legal cuando el nasciturus….contra la salida de la catequesis de la escuela
(porque, por desgracia, eso es la asignatura de Religión)…como si los no
religiosos no tuvieran, también, derecho a exponer sus no creencias, a
manifestar su ateísmo o su agnosticismo y estar convencida, la jerarquía
eclesiástica, de que “el que no está conmigo está contra mí” cuando lo único
que quieren, los no creyentes, es estar bien consigo mismos. Parece que sólo
“ella”, la jerarquía eclesiástica, tiene “derecho a” y todos los demás tienen
el “deber de”.
O el “derecho a” una información veraz siendo el Estado
quien tenga el “deber de” informar verazmente, siendo así que nunca, en ningún
lugar, en ningún estado, éste lo hace, porque puede salir perjudicado, y
tendremos que averiguarlo nosotros los ciudadanos, los periodistas,…
DICE la ley que “todos somos iguales ante ella”, pero todos
SABEMOS que eso, no sólo es falso, sino
que también es mentira (la
Infanta , Bárcenas, Rato, ERES, Gürtel….
Como “quien hace la ley, hace la trampa”, los
que no hacemos ni sabemos de leyes, no sólo no sorteamos las trampas, sino que
caemos en ellas como “inocentes pajarillos”.
Nunca se ha HABLADO tanto de Igualdad entre los hombres,
como en los tiempos que corren, y nunca ha HABIDO más Desigualdad entre ellos,
cada vez más brecha y más profunda. (España: país, tras Letonia, en la que la
desigualdad más abunda)
Por lo que se ve sólo debemos ser IGUALES ante Dios, pero
esto no podemos ni verificarlo ni falsarlo, porque sólo lo SERÁ en la otra
vida, cuando ya no estemos aquí para contarlo, para comprobarlo.
Incluso los más DESIGUALES (por abajo) son los Preferidos.
Ellos son los “bienaventurados”, los que estén con la barriga vacía, con la
boca seca, con el techo de estrellas, los mal-tratados, los pobres,… Parecen
sentencias “mal-sonantes”, en los tiempos que corremos, decirle a un parado, a
un hambriento,… que es un dichoso, que tiene mucha suerte, que es un
bienaventurado… (Con lo fácil que tienen SERLO todos aquellos que lo PREGONAN,
que lo DICEN y que no reúnen ninguna de las características de los
bienaventurados, ¿por qué no querrán SERLO?).
O el “derecho a la libertad de movimiento”, y se lo DECIMOS
a los que no dejamos desembarcar, a los emigrantes que han logrado no ser
tragados por el mar y enlosar, de camino, el Estrecho de Gibraltar.
Nunca nadie como ahora está defendiendo tanto el “derecho a
la vida” del feto y del “nasciturus” pero nunca condenó la pena de muerte para
los ya nacidos.
Todos tenemos “derecho a” la riqueza, pero en los tiempos de
crisis que nos abraza, (con el abrazo del oso) hay quien confunde “ganar un
poco menos” de los unos, con el “perderlo todo” de los más.
El DICHO, el HECHO, ¿dónde está el TRECHO?
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