domingo, 4 de enero de 2015

LOS TRES REYES MAGOS.


No os lo vais a creer, pero tengo en el cuarto de baño azul un cuadro que representa a los Reyes Magos. 
Encima de sus cabezas vienen escritos sus tres nombres: Melchor, Gaspar y Baltasar. Van en procesión, uno tras otro, hacia la virgen con el niño.
Es una lámina de un mosaico bizantino, de San Apolinar de Rávena, de mediados del siglo VI. 
Es un recuerdo de un verano en familia, y de camping, por todo el centro y norte de Italia.
(Yo también tengo la foto sosteniendo la torre de Pisa y echando monedas en la Fontana de Trevi).
Van los tres Reyes ataviados con lujosos ropajes a la manera persa y tocados con un gorro frigio.
Debe ser uno de los primeros documentos escritos en los que constan los nombres de los tres Reyes Magos.
Lo de "magos" nada tiene que ver con hechiceros y similares, sino que significa "hombres
sabios" , "hombres de Ciencia", y eran, seguramente, de la casta sacerdotal de Zoroastro, provenientes de Persia.

"Oriente", para los judíos, era Babilonia.

De la infancia de Jesús sólo nos hablan dos de los evangelios canónicos, el de San Mateo y el de San Lucas. Los otros dos, no dicen nada, a pesar de que el de San Marcos fue el primero que se escribió.
Ambos evangelios, al hablar de la infancia de Jesús, presentan escenas distintas, porque son dos versiones distintas, con dos destinatarios distintos y dos intenciones distintas.
Tengamos siempre en cuenta que no son testimonios periodísticos, sino testimonios de fe.

Mateo (2. 1-11): "Nacido, pues, Jesús en Belén de Judá (o Judea), en los días del rey Herodes, llegaron del Oriente a Jerusalén unos magos diciendo: "¿dónde está el Rey de los judíos, que acaba de nacer.. (....) y al entrar en la casa vieron al niño con su madre, María, y, postrándose, le adoraron y, abriendo sus tesoros, le ofrecieron presentes: oro, incienso y mirra".
También habla de la estrella que los guió.
Lo de la estrella tiene que ver con la tradición judía, en el Antiguo Testamento, en el libro de los Números, una profecía que dice: "Ha salido una estrella de Jacob y ha surgido un gobernante de Israel".
No busquen Uds., en la documentación histórica de la época, la aparición de una tal estrella.
Lo de los Santos Inocentes y la huida a Egipto sólo lo recoge el evangelio de San Mateo y es que este evangelio va dirigido a los judíos convertidos al cristianismo, y esto les tenía que recordar a Moisés, salvado de las aguas...

San Lucas también refiere el nacimiento en Belén, pero los que van a adorar al niño no son los Reyes Magos, sino los pastores, gente pobre, que le llevan otros presentes distintos. 
También refiere lo del portal, la posada, los pastores en en el campo cuidando de sus rebaños, el ángel....
Pero lo de la mula y el buey no aparece en él, sino en un evangelio apócrifo del Pseudo Mateo, en el siglo IV, y no habla de mula, sino de asno.
(A mí, en la catequesis de mi pueblo, el cura nos decía que si las mulas no podían quedarse preñadas ni parir era porque el niño Jesús las maldijo en el portal de Belén, porque la mula no le echaba el aliento/el vaho, para calentarlo, como sí lo hacía el buey).

En ninguno de los dos evangelios se dice que: 
1.- Fueran tres. 
2.- Que fueran Rayes. 
3.-Cómo se llamaban.
4.- Que uno era negro.
Fue Tertuliano, en el siglo II-III, el que dice que son "reyes".
Fue Orígenes, en el siglo IV, quien dice que eran "tres" atendiendo a los "tres" regalos o presentes.
Fue San Agustín, en el IV-V, el que dice que vinieron en "dromedarios".
Y fue en el evangelio armenio, apócrifo, del Pseudo Tomás o Evangelio de la Infancia, en el siglo V, donde se dice: "Es de saber que el reino de los persas dominaba sobre todos los reyes de Oriente por su poder y sus victorias. Y los reyes de los magos eran tres hermanos: Melkón, el primero, que reinaba sobre los persas; después, Baltasar, que reinaba sobre los indios, y el tercero Gaspar, que tenía en posesión el país de los árabes. 

Habiéndose reunido en conformidad con el mandato de Dios, llegaron en el momento mismo en que la virgen llegaba a ser madre".
Luego estaba calculado el tiempo de la partida de sus lugares respectivos para llegar justo en el momento del parto.

Posteriormente, la tradición, sin prueba alguna, dirá que los tres hermanos Reyes se convirtieron, en Saba (Persia o Irán) al cristianismo y sufrieron martirio por la fe. De hecho, en el martirologio se menciona a San Gaspar, el día 1 de Enero, San Melchor, el día 6 y San Baltasar, el día 11.

Los restos mortales de los Reyes Magos serían llevados, posteriormente, a Constantinopla, por Santa Elena, la esposa (o madre?) del emperador Constantino y. posteriormente, Federico I Barbarroja, cuando las cruzadas, se los llevó a Alemania, a Colonia, que, acualmente, dice albergar sus reliquias, en su monumental catedral.
La tradición apócrifa o semiapócrifa se refiere a un cuarto Rey Mago, de nombre Artabán.
Aunque en otros escritos se hable de 7, 8, o, incluso 12 Reyes Magos (por aquello de las 12 tribus de Israel).
Solo San Mateo insiste en el Rey Herodes (malo), en contraposición al Rey Jesús (bueno) y a los buenos de los tres reyes de Oriente.
La intención es manifiesta, los reyes eran representantes de religiones paganas, de los pueblos vecinos, que vienen a postrarse ante el recién nacido, concluyendo en la premonición de la primacía de la futura religión, el Cristianismo.
Es el mensaje de San Mateo a los judíos, a quienes iba dirigido su evangelio, para que se dieran cuenta que las religiones extranjeras habían sabido ver, estando lejos, lo que ellos tenían ante sus narices.
Es la Epifanía, Dios manifestándose a los extranjeros, antes que a los judíos.

El buey y la mula aparecen en el Evangelio Apócrifo del Pseudo Mateo, en el siglo IV. Además no es una mula sino un asno.

Lo que vino después, ya es imaginario y simbología.
1.- Que representaban a las tres razas (blanca, negra y amarilla).
2.- Que representaban a los tres continentes conocidos (Europa, África y Asia).
3.- Que representaban a las tres edades del hombre (joven, adulto y anciano) (al parecer los tres Reyes Magos no tenían la misma edad, sino que pertenecerían a generaciones distintas).
3.- Que el oro mostraba la NATURALEZA REAL de Jesús, "oro, como a un Rey", el Rey de Reyes, relación con el "trono real"...
4.- Que el incienso mostraba la NATURALEZA DIVINA ("incienso, como a un Dios"), el Único Dios Verdadero, en relación con el "altar".
5.- Que la mirra mostraba la NATURALEZA HUMANA de Jesús ("mirra, como a un hombre"), en relación a la muerte, al embalsamamiento, a los perfumes con que se limpiaban los cadáveres. 
De hecho la mirra se presenta en forma de lágrimas (relación con el dolor) y tiene un color rojo (relación con la sangre), siendo un bálsamo para el género humano.
El polvo de la mirra predice ya el sepulcro.

Pues a pesar de todo esto, de que todo sea historieta interesada y no verdad, mirarle la cara a los niños, a mi Santi, por ejempo, en la Cabalgata de los Reyes Magos, por la Castellana de Madrid, o la cara y los ojos bailando de mi Alberto y de mi Alicia, en la Alameda Malagueña..

Suprimir la fiesta de los Reyes Magos sería un crimen contra la inocencia y un atentado a la fantasía candorosa de los niños.


¿Desde cuándo un niño funciona con esquemas lógicos, como nosotros, los mayores

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