jueves, 22 de enero de 2015

RELIGIÓN Y CULTURA RELIGIOSA.


                  
         Hay mucha, muchísima gente, que confunde el “culo” con las “témporas” y, así, confunden, al identificar “Religión” con “Cultura religiosa”.

         La cultura se mueve, mora, se desarrolla, habita en el ámbito del conocimiento (podríamos decir, vulgarmente, que reside en el cerebro).
         La religión, por su parte, habita/debe habitar en el ámbito de la vida (podríamos decir, vulgarmente, que reside en el corazón).

         Una se conoce, se enseña, se aprende, son contenidos.
         La otra se vive, son vivencias.

         Se puede vivir religiosamente y no poseer cultura religiosa.
         Se puede saber mucha cultura religiosa sin ser religioso.

         Cuando, sobre todo en ciertos medios de comunicación, se sigue machacando a la audiencia sobre la necesidad de que la Religión esté en la escuela o no saben lo que dicen o sí lo saben, y entonces es peor.

         Para una mente abierta y crítica la Cultura religiosa debería ser obligatoria en la escuela. Todos los niños y adolescentes deberían “conocerla”.
         Pero la Religión, que es/debería ser una práctica vital, por supuesto que no debe estar en la escuela.

         La Cultura en la Escuela.
         La Religión en la Iglesia, en la Casa, en la Intimidad.

         El comportamiento humano, el comportamiento ciudadano, en cuanto “cives” es/debe ser ajeno (no opuesto ni a favor) a la creencia religiosa.

         El hombre, en cuanto ciudadano (y aquí estamos todos) debe conocer las leyes y cumplirlas.
         El hombre, en cuanto religioso (y aquí no están todos) debe practicar su fe, su creencia, su religión.

         Igual que el fútbol no tiene color religioso, porque es un comportamiento deportivo, el comportamiento cívico tampoco debe tener color religioso.

         No puede entenderse la Historia del mundo occidental, y más aún nuestra Historia Española, sin el conocimiento, sin la cultura religiosa.
         La arquitectura, la escultura, la pintura, la música, la literatura, la poesía, las ideas,…..durante la mayor parte de nuestra historia, no puede ser entendida sin una profunda y amplia cultura religiosa.

         Y en la enseñanza de esta Cultura Religiosa quizá no sea la jerarquía eclesiástica y sus estamentos los más aptos y adecuados para ello. Sobre todo porque, hasta ahora, la han entendido desde una única perspectiva interesada.

         Yo puedo explicar el “Noli me tangere” sin ser religioso, sin creer en la revelación de los libros sagrados, basta con tener conocimientos artísticos y religiosos, aún siendo agnóstico o ateo.
         Uno puede ser Doctor en Historia de las Religiones y no creer en ninguna, siendo un ateo convencido.

         La Ética, ésta sí que debe estar por encima de todas las morales, incluida la moral religiosa, de cualquier religión.

         Todos somos, necesariamente, sociales, ciudadanos; no necesariamente religiosos, y, menos aún, de una religión concreta.

         El argumento de que “siempre ha sido así” es el más débil de los argumentos. Nunca los “Hechos” engendran, necesariamente, “Derechos”.
         De un “es” o “ha sido” no puede concluirse que “deba” seguir siendo así.

         ¿Qué decir, entonces, de la esclavitud, de la inferioridad de la mujer, del nulo valor de los niños, del repudio a los leprosos, del parir con dolor….?

         Como siempre “ha sido” así ¿”debe seguir siéndolo?

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