miércoles, 28 de enero de 2015

CIENTIFISMO Y RELIGIÓN


                           
         ¿Los científicos naturalistas, sólo y totalmente naturalistas, son/tienen que ser necesariamente ateos?

         Alma = “anima” = “vida”. Alma como principio vital. Cuando llega la muerte ya no hay vida, ya no hay alma. Pero ¿y el espíritu? ¿Puede existir el espíritu separado del cuerpo o es algo ridículo ya no sólo serlo sino, incluso, pensarlo?

         Tom Wolfe, al que todos alguna vez hemos leído, al menos algo, haciéndose eco de los investigadores científicos, hace afirmaciones tan tajantes como “los genes determinan el temperamento”; “las substancias químicas del cerebro determinan el comportamiento”; “las agrupaciones de neuronas crean la conciencia”, “el libre albedrío es una ilusión”, “la religión es un accidente”… Sentencias, todas ellas, en consonancia con un materialismo total.

         Sin embargo hay gente, mucha gente, que sigue percibiendo la existencia de Dios. Pero no es porque Dios exista y las creencias religiosas en Él tengan algo que ver con la realidad de su existencia, es que los cerebros han evolucionado hasta tal punto que se inventan sistemas de creencias.

         Una epilepsia en el lóbulo temporal y esa persona que la sufra se mostrará hiper-religioso.
         ¿Tiene algo que ver esta religiosidad con otra realidad distinta que no sea la del propio cerebro epiléptico? ¿Remite la epilepsia a algo objetivo ajeno y distinto a ella misma?

         ¿“Creer” en Dios no pasa por “crearlo” primero, en el interior del cerebro y considerarlo, después, como existiendo realmente y extra-cerebralmente?
         Pero esto sería un salto ilegítimo.

         De lo que no es lógicamente contradictorio, de lo que, por lo tanto, “puede existir” realmente, no puede inferirse que “existe de hecho”.

         Desde muy antiguo se decía que “de “posse” ad “esse” non valet ilatio”, pero que “de “esse” ad “posse” sic valet illatio”.

         Si algo “es”, “existe” es porque “puede existir”, porque no es contradictoria su existencia. Pero del simple “poder ser”, “poder existir”, por no ser lógicamente contradictorio, no puede concluirse que “sea realmente”, “que realmente exista”.

         ¿Será Dios un invento del cerebro y nada tenga que ver con la realidad de su existencia extracerebral, o será que su real y verdadera existencia ha dirigido la evolución hasta hacer que el cerebro pueda inventar hasta la creencia misma en Él?

         ¡Joer¡ con la preguntita.

         Lo cierto y verdad es que no es contradictorio que yo “pueda ser” millonario, pero afirmar que “lo soy” porque no es contradictorio el “poder serlo”, es un paso en falso.

         Os juro que “no soy millonario” y no es porque no “pueda serlo”.

         ¿Entendido?.

         

No hay comentarios:

Publicar un comentario