sábado, 10 de agosto de 2019

FILOSOFÍA CRISTIANA ( 1 )



El Cristianismo triunfa sobre la filosofía porque su promesa, su oferta, es más atractiva, muy superior a la de la Filosofía.
Ésta sería una de las causas (no la única).

Tuve la suerte o la desgracia (nunca se sabe) de que me ocurriera, en mis estudios, lo contrario de lo que se estilaba en España.

Mientras en muchas Facultades de Filosofía, tras la entrada por la Filosofía Presocrática y la parada en la Filosofía Sofística y Socrática, se llegaba a la ancha y larga estancia en Platón y Aristóteles. Y cuando se salía de aquí, por el rápido pasillo, se miraba a ambos lados donde habitaban las Filosofías Helenísticas (entre ellas el Epicureísmo y el Estoicismo) y un cartel con la Filosofía Romana.

Se daba un salto de pértiga de 1.000 años invitando a los pasajeros a que divisaran, desde las alturas, la Escolástica Medieval y, mientras se aterrizaba con la ruptura ockhamista, se pasaba por las Filosofías Renacentistas para, definitivamente, salir y, así, entrar en la Filosofía Moderna.

Generalmente, coincidía el fin de curso con la Filosofía Ilustrada, así que las Filosofías del XIX y del XX quedaban como tareas propias.

A mí me ocurrió lo contrario. No sólo no volé sobre la Filosofía Medieval (y no digo Filosofías, porque apenas entramos en Maimónides y en Averroes) sino que hicimos parada y fonda e hicimos de Santo Tomás de Aquino y de toda la Filosofía Tomista casi el Monotema.

Mi profesor de Historia de la Filosofía, el Padre Guillermo Fraile, era un fraile dominico, un erudito, más tomista que Santo Tomás mismo, así que desayunábamos, comíamos y cenábamos con mi tocayo. Pareciera que mi profesor llevaba comisión.
Eso sí. Hasta Kant. Todo lo que hubiera detrás tendríamos que descubrirlo nosotros, llámense Idealistas, Vitalistas, Marxistas, Existencialistas.

Ni me enorgullezco de ello ni me lamento. Fue un hecho. Eso fue lo que hubo.
Lo que me maravilla, ahora, es ver la facilidad con que se critica una doctrina sin conocerla.
Aunque sólo sea para poder criticarlas, las religiones deben ser conocidas, al menos para no hacer el ridículo y aparecer, ante los demás, como un intelectual desinformado.

Hoy día, querer/intentar entender la Historia del Arte, de la Literatura, de la Política, de la Cultura, de la Moral,… sin conocer el Cristianismo es un vano intento. Un Dante, un Miguel Ángel, un Cervantes, una Catedral, una Nación, muchos de los comportamientos actuales,… suponen tener presente el Cristianismo.

Pero ¿puede un Filosofía (cuyo fundamento es la Razón) ser cristiana (cuando su base es la creencia, la fe)?
¿No suena “filosofía cristiana” a algo contradictorio, como círculo cuadrado o pentágono triangular?

Pero si nos decidimos a considerar que el Gran Objetivo humano es la Salvación, entonces sí que hay que tener en cuenta la Religión y, en nuestro caso, la Religión Cristiana, el Cristianismo, que posee una atractiva Teoría Soteriológica.

De esa Debilidad Estoica en su Teoría de la Salvación, el ANONIMATO  y la IMPERSONALIDAD, (con la que terminábamos en temas anteriores) va a aprovecharse el Cristianismo con su promesa y propuesta de una Salvación NOMINAL y PERSONAL, muy atractiva, muy atrayente, imantada, que arrastraría a las masas.

Debe tenerse en cuenta la distinta consideración del Tiempo en los griegos y en el Cristianismo.

Mientras para los griegos el Tiempo es Cíclico (el Eterno Retorno nietzscheano) para el Cristianismo el Tiempo es Lineal (hubo un Principio y habrá un Final).

Mientras para los griegos tras el día viene la noche, para reaparecer el día y de nuevo la noche y así indefinidamente, como ocurre con las estaciones del año, para los cristianos en el Principio nada había, Dios lo crea todo, también al hombre y tras el Tiempo Presente, la historia, llegará el Fin de los tiempos, y sanseacabó.

¿Qué le pasa al hombre tras la muerte?
Puede ser que nada, puede ser que se reencarne, puede ser que se funda con la naturaleza (como la gota de agua en el mar), puede ser (y ésta es la apuesta y la propuesta cristiana) que RESUCITE para ser ETRNAMENTE FELIZ o ETERNAMENTE DESGRACIADO, todo dependerá de su comportamiento y del cumplimiento de la ley que ese Dios Infinito en todo (poder, saber, amar….) ha revelado a los hombres. La Palabra de Dios.

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