sábado, 28 de enero de 2012

FILOSOFÍA (B5)


¿Cómo va a ser igual “morir por ellos” que “matarlos”, como condición de Salvación?.

De las tres religiones del libro o monoteístas, la superioridad del mensaje universalista cristiano, no discriminatorio, es, para mí, muy superior al mensaje judío, solipsista, endogámico, tradicional, involucionista, esperando, aún, la llegada del Mesías, e infinitamente superior al mensaje islámico, belicoso, antifeminista, discriminatorio.

No es igual el mensaje de que “TODOS los hombres somos iguales, sin discriminación de raza, sexo, religión, cultura,.., todos igualmente hijos del mismo Dios y que entre todos ellos debe reinar la justicia, la fraternidad, la ayuda mutua,….”, que el mensaje de uno de sus mandamientos, de “guerra santa al infiel, que es todo aquel no islámico (por ejemplo, tú y yo)”, fanático, exclusivista, machista, proselitista, aprovechando las posibilidades que les brindan nuestros sistemas democráticos pero incapaces, en sus países de origen, de permitir el más mínimo derecho a quien no sea islámico y/o islamista.

¿Cómo van a ser igual de respetables si una habla y propone no sólo perdonar, sino “amar a tus enemigos”, hasta dar la vida por ellos, como condición fundamental para “entrar en el cielo” y la otra habla y propone “odiarlos, perseguirlos, matarlos” y si mueres, en el intento, irás al paraíso para estrenar (desvirgar) a no sé cuántas vírgenes?

¿Son posibles las democracias, tipo occidental, en estos países islamistas?. Me lo he preguntado y sobre ello he reflexionado en otros lugares. ¿Qué tipos de libertades son posibles cuando su Libro Sagrado es la base de su Constitución?.
¿Son posibles, en ella, los Derechos Humanos?.
Hoy mismo, Egipto, con la mayoría de los “Hermanos musulmanes” en el parlamento y el mismo Túnez.

El judaísmo, en cambio, que sí permite la democracia en su sistema, está a la defensiva, allí donde esté, como una isla, rodeado de islámicos por todas partes que ni le han perdonado ni le perdonarán que, al mando de Jehová, ocuparan sus tierras, milenios atrás.

2.- LA MORAL CRISTIANA

La Práctica = la Moral, rompe con el mundo griego, casi, de forma definitiva. Tras la Razón griega, sí hubo una Moral cristiana.
Además, la moral cristiana introdujo conceptos como Igualdad, Libertad, Fraternidad. Ideas que pasarán a la Modernidad.

El mundo griego era aristocrático, jerarquizado, desde los mejores (“aristós”) hasta los inferiores.
Por Naturaleza (no por convención social), había ciudadanos que ya nacían y permanecían Arriba, eran los mejores, y todos los demás iban repartiéndose y ubicándose en los distintos escalones sociales, más o menos buenos, hasta los inferiores, los esclavos, que eran hombres pero no personas, no sujetos ni de Derechos ni de Deberes. Eran como los animales o las cosas, propiedad total de sus dueños, con los que pueden hacer lo que hacen con sus animales y cosas, desde usarlos como instrumentos laborales hasta venderlos, cambiarlos o matarlos, si así les apetecía.
Si las polis griegas funcionaban era por la esclavitud.

Para los cristianos, en cambio, TODOS los hombres son Iguales en dignidad, si no socialmente, sí por naturaleza, al haber sido creados, como todos los demás, por Dios. Iguales ante Dios (que es lo que cuenta).


1.- La LIBRE ELECCIÓN, el “libre albedrío”, como fundamento de la moral.
Para los griegos las normas fundamentales provenían de la Naturaleza, y ésta jerarquizaba a los individuos desde el nacimiento, por lo tanto no existía la Igualdad, sino la desigualdad, desde los primeros, superiores, arriba de la escala, hasta los últimos, los de abajo, los inferiores.
Desde la Naturaleza los hombres nacemos y tenemos cualidades distintas (en fuerza, rapidez, belleza, inteligencia…). Los dones de la Naturaleza vienen desigualmente repartidos.
La Virtud (dominio de una actividad, desde el sastre virtuoso al deportista virtuoso) nos viene heredada, por naturaleza, no por mérito ni conquista a base de esfuerzo.
Jerarquía natural humana, como hay jerarquía, natural, entre los animales, las plantas, los minerales,….Mejores o peores.

Todos conocemos el proverbio (de mentalidad griega): “quod natura non dat, Salmantica non prestat”. Si se tiene, se tiene y si no, no puede adquirirse, ni siquiera en Salamanca, referente cultural por excelencia.

Unos, por naturaleza, destinados a mandar. Otros, por naturaleza, destinados a obedecer (mujeres, comerciantes, ilotas, esclavos,….).
La esclavitud, pues, es algo totalmente natural, socialmente aceptada.

Para el Cristianismo los dones naturales o por naturaleza, que existen (belleza, salud,…) no importan para la moral, porque lo que cuenta es el uso que de ellos se haga, no las cualidades en sí. La salud puede emplearse para reírse de los enfermos (o la belleza para reírse de los feos) o para ayudarlos.
Lo que sea moral o inmoral tiene que ver con la Libertad de Elección o Libre Albedrío.

El mundo entero, pues, se tambaleó, al salir del universo aristocrático griego e ingresar en un mundo igualitario en el que lo que cuenta son los méritos, la Meritocracia, que proviene del uso de las cualidades naturales heredadas y no de éstas, en sí.
Y el mérito es la consecuencia, para bien o para mal, de la elección, lo que conlleva la Responsabilidad.
Somos Responsables de lo que hemos Libremente elegido y de las Consecuencias de dicha elección.

Salimos, pues, del mundo natural de la desigualdad (pues, nunca, la naturaleza es igualitaria) y entramos en un mundo igualitario.
Debemos amarnos todos los hombres porque somos Igualmente creados por Dios, por lo tanto Hermanos. De aquí la Fraternidad.

Lo que importa es la Libertad y no los talentos naturales. Este argumento cristiano será tomado y hecho suyo por la Modernidad.
Lo heredado son cualidades fácticas, pero no importan moralidad, ya que pueden usarse Bien o Mal, y esto es lo que importa en el universo cristiano.

Esto es lo que quiere decir la “Parábola de los talentos”. El dueño sólo se lo recrimina a quien no los ha usado, ni para bien ni para mal. (Lo que no sabemos es qué le hubiera dicho al que hubiera perdido, al usarlos).

La moral no proviene de los hechos naturales sino de lo que, con ellos, hagamos.

La Declaración de los Derechos del Hombre y del Ciudadano, de 1.789, es de raíces cristianas. El hombre es libre para….. luego es responsables de su elección y de las consecuencias de la misma.

Igualdad Moral (no física, ni intelectual, si de salud….) de todos los seres humanos.

El Cristianismo está detrás, o debajo, de los orígenes de la democracia moderna.
Estamos hablando del Cristianismo, de la Doctrina Cristiana, no de la Iglesia como organización jerárquica y lo que del Cristianismo ha hecho.
No diferenciar a ambos, Cristianismo e Iglesia como institución, hacerlos equivalentes, es la causa de muchísimos malentendidos. Quienes no los identificaron romperían con la Iglesia, pero no con el Cristianismo.

Hoy, incluso, constatamos que hay naciones que no han conocido el cristianismo y tienen dificultades enormes para, o no pueden, crear regímenes democráticos, pues la idea de Igualdad, al ser típicamente cristiana, no es evidente para ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario