martes, 24 de enero de 2012

FILOSOFÍA (B2)


El Cristianismo no es una Filosofía. El mensaje de Cristo no tuvo como finalidad resolver los problemas planteados por los filósofos griegos y romanos. Su finalidad fue la de enseñar a los hombres el camino para la salvación. El Cristianismo es una Religión.

Pero si, como hemos tratado en el tema 1º, la misión de la filosofía estoica era la Teoría de la Salvación, sobre Salvación era mucho lo que el Cristianismo ofertaba o proponía.

Pero es que el Cristianismo no es sólo una religión, es que se presenta como una “religión revelada”, cuyas verdades poco o nada tienen que ver con la especulación racional, sino que se basan en que “Dios ha hablado”, en la “palabra de Dios”, nada que ver con la filosofía, en la que quien “habla” es la Razón Humana.

¿Puede un creyente cristiano ser filósofo o un filósofo ser creyente cristiano?. Sí, pero con la condición de no mezclar las cosas.
Lo que no puede un cristiano es afirmar que Dios existe porque lo dice la Biblia, que es “palabra de Dios”, como un anatomista no puede afirmar que en el varón hay costillas porque en la Biblia dice que Dios, de una de ellas, formó a la mujer.

Cristianismo y Filosofía son sistemas distintos, lo que no implica que no haya relación entre ellos, sobre todo en el tema de “la salvación” del hombre sobre la limitación temporal y espacial, sobre la muerte, que es “cierta” aunque sea “incierta” la hora. Porque “nadie quiere morir y desaparecer” y ya hemos visto cómo vencer a la muerte desde la filosofía estoica.

¿Cómo la vence el Cristianismo?

A los primeros pensadores cristianos, los del siglo I, se los conoce como Padres Apostólicos, por ser contemporáneos de algún Apóstol, vivo aún. Su pensamiento tiene de poco de Filosofía, pues su preocupación y ocupación fundamentales estaban orientadas a cuestiones teológicas, litúrgicas, organizativas de la comunidad,…
Sólo a partir del siglo II, y hasta el siglo VI, varios pensadores cristianos, los Padres de la Iglesia o Patrística, desarrollaron concepciones propiamente filosóficas, basadas en la aceptación de la filosofía grecorromana.
Desde el VII en adelante son conocidos como Filósofos Escoláticos.

Es de notar el carácter fragmentario de la Filosofía de los Padres de la Iglesia (a excepción de San Agustín, sobre el que hice mi Tesina de Licenciatura, y que desarrolla un sistema filosófico completo).
La fragmentariedad viene impuesta tanto porque tienen que defender el dogma cristiano de los ataques de los pensadores paganos como para defenderlo frente a las herejías o desviaciones.

Para ellos, pues, la Filosofía es sólo un instrumento útil para la Apologética o defensa de su Religión.
Fueron pasando, de la primera repulsa total, o casi total, de la Filosofía hasta la aceptación del pensamiento filosófico greco-romano.

Pero, la verdad, no puede haber tranquilidad de ánimo, para filosofar, cuando, por una parte, son atacados en sus ideas y, por otra parte, son perseguidos, físicamente, por las autoridades romanas con las varias persecuciones, siendo martirizados y/o contemplando el martirio de muchos de los hermanos en la fe, por el “enorme delito” de no reconocer, como dios, al Emperador de turno.

No hay, pues, en estos Padres de la Iglesia una nítida separación entre Teología y Filosofía, entre Fe y Razón, entre su actividad intelectual como creyentes y su actividad intelectual como filósofos.

El mismo SAN AGUSTÍN sentenciará: “Nostra vera Philosophia est nostra vera Religio”, o, “crede ut intelligas et intellige ut credas” (“cree para entender y entiende para creer”).

¿Qué decir, por ejemplo, de un TERTULIANO, para el que la Filosofía no sólo es inútil para el cristiano, sino perjudicial, porque, para él, la razón aleja de la fe y es causa de las herejías?.
A él se le atribuye la frase “credo quia absurdum est”. ¿Es que no es absurdo que Dios sea Uno y Trino, a la vez (Uno y Tres), el misterio de la Trinidad?. “Pues por eso lo creo, porque es absurdo para la razón”.

“El Hijo de Dios fue crucificado; no nos avergüenza, porque es radicalmente vergonzoso. Y el Hijo de Dios murió; totalmente creíble, porque es ridículo. Y, sepultado, resucitó; cierto, porque es imposible”.

Esto sí que es “fe” y no lo que algunos piensan.

Otros no serán tan tajantes e intentarán separar el “trigo de la cizaña” entre los distintos filósofos paganos. “en el pensamiento platónico hay mucho de aprovechable para un cristiano; menos en el estoicismo, aún menos en Aristóteles y nada en Epicuro” – es la posición del alejandrino SAN CLEMENTE.

El más grande pensador entre los Padres de la Iglesia (exceptuado San Agustín) fue el también alejandrino ORÍGENES, consejero de obispos y papas, torturado durante la persecución de Decio, sin renegar de su fe, y que se autocastró, interpretando, literalmente, la frase bíblica “si tu ojo o tu mano o tus…. arráncatelos. Mejor es entrar tuerto, ciego, manco,castrado… en el cielo, que no….”.

En su filosofía hay mucha doctrina platónica y estoica.

Pero también hay diferencias con lo que sería doctrina oficial de la Iglesia (transmigración y reencarnación de las almas, hasta su purificación; se salvarán “todas” las almas, antes o después, y ninguna irá, eternamente, al Infierno; la preexistencia de las almas (aunque previamente creadas) y no tener, Dios, que crearlas a medida que un varón y una mujer engendren una criatura,…

Toda esta doctrina cristiana iría aquilatándose según el paso del tiempo.

Pero este Cristianismo es ya, y cada vez más, el envés del estoicismo.

1 comentario:

  1. Grandísima publicación, ¡muchas gracias y un saludo!

    http://alexjimenezloaisa.blogspot.com

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