sábado, 18 de enero de 2020

FLORILEGIO FILOSÓFICO: DE ESTO Y DE LO OTRO ( 7 - 6 ) FILOSOFÍA: LA CUARTA DESTREZA


LA FILOSOFÍA COMO CUARTA DESTREZA.

Junto con el CÁLCULO, la LECTURA y la ESCRITURA no puede renunciarse a la Filosofía como la Cuarta Destreza Cultural.

Para apoyar esa afirmación no hay más que ver la problemática real en la que estamos:

1.- Crisis de Orientación (cambio y pérdida de valores que nos parecían eternos, problemas con el mundo científico-técnico de la vida y la crítica al progreso, el choque entre las culturas mundiales y la crítica al eurocentrismo, el desmoronamiento de las imágines antagónicas del Este y el Oeste, la crítica a Occidente, el nuevo orden mundial e intraeuropeo de las estructuras de los estados, la crítica al universalismo y al particularismo,…).

2.- Crisis de las religiones del libros y la secularización creciente (nueva religiosidad, sectas, fundamentalismos, multiconfesionalidad, religiones mundiales, agnosticismo galopante, ausencia en las iglesias, descrédito de los hasta ahora pastores,…)

3.- Crisis de la Ciencia (creciente caducidad de los contenidos del saber debido al rápido desarrollo de la ciencia, las nuevas ramas de la ciencia surgidas desde nuevos campos de problemas, las nuevas formas de saber debidas a nuevos medios de información, la necesidad creciente del trabajo en equipo, la duda ante la conversión, en modo científico, del mundo de la vida que había sido considerada de origen divino).

4.- Las Crisis Educativa (las exigencias, que cambian súbitamente, de una formación profesional orientada al futuro y el escaso instrumental de pronóstico)

5.- La Crisis de la Democracia (tedio político, populismo, concepciones autoritarias y fundamentalistas de la política, gestión tecnocrática de la política,…)

Ante este panorama se imponen tanto una Filosofía no alejada de la vida, sino una Filosofía Vital, como crítica al presente, que degenera, y marcando nuevos caminos hacia el futuro, y la Ética, como manera de comportarse racionalmente para caminar por ese nuevo camino propuesto.

La Moral Cristiana, que debe estar fuera de la escuela, debe dejar sitio a la Ética Racional.

¿Qué aportación puede/debe ofrecer la Filosofía a una realización humana de la vida en el mundo científico-técnico de la modernidad?

Todo debe pasar por el cedazo de la razón.

Vivimos en una cultura en la que ningún ciudadano adulto puede realizar su vida individual ni participar en los procesos democráticos sin capacidad de palabra, de argumentación y de crítica respecto a las relacio0nes medio-fin, de ahí que la Filosofía sea/deba ser esa cuarta destreza cultural necesaria.

La teoría es necesaria pero ésta quedaría coja sin la práctica de un comportamiento dialógico, solidario y democrático.

CIENCIA, TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD.

Estoy alejado de la Enseñanza desde hace bastantes años y disfrutando con lecturas y de escrituras en el blog, así que no sé cómo está la situación en los Institutos.

Es, de todos sabido, el predominio, en la actualidad, de la racionalidad científico-técnica como la forma común no sólo de acceso a la realidad, sino también como respuesta a los problemas que se crean en la sociedad.

Los científicos, variados, han sustituido a los curas, como los laboratorios a los confesonarios y a los rezos, confiando en los hombres más que en Dios y en sus intermediarios en la solución de sus problemas.

Ante la sospecha de enfermedad se acude, inmediatamente, a un Centro Médico a buscar la solución.

Un radiólogo fotografía tu interior, un médico lee e interpreta la radiografía y prescribe una solución, que va, desde una cirugía a un tratamiento medicamental.

La razón instrumental se ha impuesto pero debe situarse en un marco más amplio para favorecer un espacio de discusión en el que puedan intervenir los filósofos y demás personas sensibilizadas con las implicaciones del uso de la ciencia-tecnología.

Igual que malo sería que sólo los militares se ocuparan de las guerras, igual de malo sería que sólo los científicos se ocuparan de la ciencia, porque ésta, al usarse, genera cuestiones éticas.

Sabemos que la ciencia es “conocer” y la técnica es “hacer” (reservo el concepto “sabiduría” para los filósofos que ni conocen como los científicos ni practican como los técnicos).

Que ciencia y técnica están llegando muy lejos, nadie puede ponerlo en duda pero no podemos caer en la credulidad de que sus posibilidades, que son ilimitadas, no son infinitas, por lo que nada más lejos que un panorama de “ciencia-ficción”.

Por otra parte, ciencia y técnica no son inmaculadas sino que son susceptibles de manipulaciones con fines económicos y/o políticos (la energía nuclear, por ejemplo).

La ciencia moderna comenzó a avanzar cuando se superó, y se dejó atrás, la teleología o las causas finales aristotélicas, moviéndose sólo en y con las causas eficientes.

Galileo superó a Aristóteles.
El “porque” de Galileo superó al “para qué” de Aristóteles.

Pero, por otra parte, cuando la ciencia y la técnica atañen a la vida humana, y no sólo a la materia muerta, habría que plantearse la cuestión del “sentido de la vida”.

O. lo que en otros lugares, he escrito: ¿Todo lo que “puede” ser hecho “debe” ser hecho?
¿No hay límites a la investigación y a la puesta en práctica de la misma?

¿Qué sería hoy (incluso para mí) la ausencia del ordenador y de la telemática, en general, cuando la tesina la realicé con fichas de biblioteca, la escribí en una Olimpia, corregía las faltas y los fallos con el tippex de cinta, líquido,..?

La ciencia se ha convertido en “tecnociencia” convirtiéndose en ideología de la tecnología.

“Nunca la humanidad ha sido tan frágil y ha tenido tanto poder” –afirma Paul Ricoeur.

Y si la tecnociencia parece no tener fronteras es urgente proponer fines valiosos para la vida.

Cuando, en el Renacimiento, Leonardo Da Vinci sentenció que “la naturaleza está escrita en lenguaje matemático” por lo que quien no sepa y domine la matemática no va a enterarse de la misa la media.

Pero del hecho de que esto “sea así” no quiere decir que podamos concluir que “sólo es así”.

A la pregunta por el “cuánto” hay que responder numéricamente (con 38 grados es fiebre, con X de Psa, Glucemia, triglicéridos, con X años…).

Si las ciencias experimentales nunca son exactas sino que se mueven en las altas aproximaciones, el éxito de la matemática se debe a su precisión, a su rigor, a su carácter axiomático.

Pero no debemos caer en la ingenuidad de que nuestra vida puede/debe ser matematizable.


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