lunes, 24 de junio de 2019

SÓCRATES ( 1 ) INTRODUCCIÓN

INTRODUCCIÓN



No se trata tanto de filosofar como de divulgar cuestiones y/o problemas de algunos de los distintos filósofos que, a lo largo de la historia, ha habido.

Cuestiones y/o problemas que no sólo son de tipo intelectual o teórico sino también de su implicación en cuestiones políticas y sociales.

Ser filósofo es un concepto móvil, no estático, que va evolucionando a lo largo de los tiempos.

Un filósofo griego es mus distinto a un filósofo romano, o a uno medieval, y qué decir de un filósofo renacentista, moderno, ilustrado o del siglo XX.

Filósofos son/fueron Patón y Aristóteles, Epicuro y Séneca, San Agustín y Santo Tomás, Guillermo de Occam y Descartes, Hume y Kant, Marx y Nietzsche, Unamuno y Russell, Ortega y Gasset y Heidegger, Sartre y Foucault,….

Todos filósofos pero filósofos distintos.

Como hombre es el hombre griego y el romano, el medieval y el renacentista, el moderno y el ilustrado, el romántico y el tradicionalista, el creyente, el agnóstico y el ateo, el asentado en una cultura y el revolucionario,…

Todos hombres pero hombres distintos (de las mujeres prefiero no escribir en estas “cosas de filósofos” porque sería empezar, no acabar o acabar cabreado).

Algunos han sido calificados de filósofos por su forma de pensar, como otros lo han sido por su forma de vivir o por su influjo en la historia de los hombres.

Igual que una cosa es “investigar sobre  astrofísica” y otra muy distinta es “enseñar conocimientos o verdades astrofísicas”, lo mismo ocurre con “ser filósofo” o “ser profesor de filosofía” aunque, también, ser “profesor de filosofía” puede ser/debe ser motivar a los alumnos a ser filósofos poniendo en práctica el “sapere aude” kantiano.

“Atrévete, alumno, por tu cuenta, a demostrarle a tu profesor que está/estaba equivocado” (¡bienaventurado tú¡ y yo como profesor te lo agradezco).

Muchos de los filósofos han sido “auctoritates” y el simple decir “magíster dixit”, de cualquier filósofo era considerado “verdad verdadera” lo que ese “papa filosófico” ha dicho.

Y han sido muchos los “papas filosóficos” que ha habido, con muchos creyentes/seguidores de los mismos, y sin discusión, aunque tras Bertrand Russell y Sartre podríamos decir que se han desinflados siendo cada uno de ellos uno más, con sus seguidores correspondientes, pero que no concitan unanimidad.

De hecho, los medios de comunicación de masas han contribuido a que muchos aprendices de filósofos entren en contacto con distintos y diversos maestros, recogiendo y descartando sentencias de unos y de otros y siendo autores de “filosofías pupurris” y que, muchas veces, son tan atractivas que concitan a grupos de seguidores.

Claro que, cuando hablamos de “filósofos” estamos reduciendo el campo a Occidente, porque en Oriente lo que suelen existir son “sabios”, que se las arreglan ellos solos, que son capaces de aislarse en una cueva en lo alto de un monte y que practican, en su vida, sus propios pensamientos, transformándose en soledad y a los que, a veces, les estorba tener discípulos seguidores.

Yo siempre he afirmado que los pensadores orientales practican la “Ética” y son “Éticos” más que lo que entendemos los occidentales por “filósofos”.

El auténtico filósofo no se considera el héroe que ha descubierto un campo nuevo y está obsesionado por predicarlo y darlo a conocer a todo el mundo.
Él juega con el conocimiento y pone en cuestión, removiendo los cimientos de lo que el común de los mortales considera verdades sólidas en las que apoyarse y sobre ellas construir su vida,  su pensamiento y su esquema de valores.

El filósofo nunca puede ser “un dogmático” y su obsesión por salir de la duda que lo aguijonea lo mete en más y más profundas dudas.

El filósofo está condenado a vivir en el océano de la duda, pero sin rendirse a ella sino peleando con ella.

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