miércoles, 21 de marzo de 2018

HISTORIA SAGRADA: A MIS AMIGOS, LOS CREYENTES (4)



También en el Nuevo Testamento hay profetas, como Simeón, que al presentársele al niños Jesús profetiza…. Igualmente Juan el Bautista, como a Jesús de Nazaret, y otros, incluso alguna profetisa (igual que en el Antiguo Testamento)
Libros proféticos fueron el Apocalipsis (con el fin del mundo) como lo fueron los libros de Jeremías y de Ezequiel.

La creencia en que la muerte era no el final sino el comienzo de otra vida posterior ya estaba vigente en el Neolítico.

(En algún lugar he escrito sobre cómo el soñar con los muertos pero que, durante el sueño, parecen estar vivos es por lo que se cree en otra dimensión posterior en la que…).
Lo que ya creía en la cultura griega (Sócrates, Platón,..)

Las tres estancias del más allá, (del mundo de las sombras) para los griegos eran Los Campos Elíseos (para los héroes y los juzgados como dignos de estar allí, los Bienaventurados, la de las almas de los justos, lugar de la eterna primavera, donde se encontraban siempre jóvenes y con una existencia semejante a la de los dioses inmortales), el Tártaro (para los grandes pecadores) y el Erebo, donde iban tras haber sido juzgados por Minos, Radamanto (hijos de Zeus y Europa) y Eaco (hijo de Zeus y Egina)

Jesús nada dice sobre la vida de ultratumba.
Sólo posteriormente la Iglesia propondrá El Cielo, El Infierno y El Purgatorio.
¿Pero y los muertos antes de la llegada de Jesús? En la Morada de los Justos, en el Seno de Abrahán (un lugar temporal, donde las almas son guardadas en espera de la resurrección y el juicio final).

Cuenta el Génesis que cuando Noé, después de haber abandonado el arca hubo construido un altar y hubo ofrecido a Dios unos holocaustos, al aspirar Yahvé el olor (la manía de un Dios que goza, que disfruta, del olor a carne asada o quemada y que para darle gracias siempre ofrecían sus creyentes sacrificios de corderos, toros,…) dijo en su corazón (o sea, pensó, pensamiento íntimo, no expreso): “no volveré ya más a maldecir la tierra por causa del hombre, pues las inclinaciones del corazón del hombre son malas desde su juventud”
(Este texto debió ser por inspiración, al ser un pensamiento íntimo de Dios).

“Noé, agricultor, comenzó a plantar una viña. Bebió vino, se embriagó, se desnudó en medio de su tienda. Cam, padre de Canán, vio la desnudez de su padre y salió fuera a anunciárselo a los otros dos hermanos. Entonces Sem y Jafet tomaron un manto y echándoselo los dos a su espalda caminaros hacia atrás y cubrieron la desnudez de su padre; como sus rostros estaban vueltos hacia atrás no vieron la desnudez de su padre. Cuando despertó Noé de su embriaguez y supo lo que había hecho su hijo menor dijo: “Maldito Canán, sea siervo de los siervos de sus hermanos”

Esta desnudez de Noé no es la desnudez de Adán y Eva tras comer la dichosa manzana y cuando se le abrieron los ojos, no es el cuerpo desnudo sino la desnudez del órgano sexual.
“Descubrir la desnudez de una persona” no es contemplar su cuerpo desnudo, sino tener comercio carnal con esa persona, ya en sentido heterosexual, ya homosexual.
Y como en el Arca sólo estaban 7 personas: los tres hijos, sus tres mujeres y Noé…¿con quién tendría comercio sexual, heterosexual, con sus nueras u homosexual con Cam?

Porque ver un cuerpo desnudo no era, de por sí, un pecado ya que se lavaban o se bañaban en riachuelos, ríos, estanques o en público.

El vestido, entonces, no era ropa hasta los pies, sino una especie de taparrabos y poco más, de manera que al subir una escalera, o un árbol, o escalar una colina, en esos movimientos dejaba a la vista el órgano sexual, lo que era visto por los hebreos como algo normal.

“Y no subirás por gradas a mi altar para que sobre él no se descubra tu desnudez” – le dice Dios a Moisés.

Pero para Aarón (sacerdote) Dios le dice a Moisés cómo debe ir vestido: con un pectoral, un manto, una túnica a cuadros, una tiara y un cinturón”

Después, también le dice a Moisés que para Aarón y sus hijos, sacerdotes, les haga “unos calzones de lino, para cubrir la desnudez de la carne; que lleguen desde la cintura hasta los muslos, y que deben llevarlos puestos cuando entren en la Tienda de la Reunión o al acercarse al Altar para oficiar en el Santuario, para que no incurran en falta y mueran. Es éste un precepto perpetuo para él y para su descendencia después de él”

Examinar, pues, un cuerpo desnudo, masculino o femenino, no era en absoluto pecado, a no ser que, en el fondo de este examen anidara un deseo sexual hacia el cuerpo examinado.

Además del Antiguo Testamento los judíos tenían el Talmud (o Estudio), que es un complemento al Antiguo Testamento, una adaptación de la ley de Moisés a unos tiempos nuevos.
Es una compilación de comentarios que fue elaborada gradualmente en las escuelas de Babilonia y de Jerusalén.
La redacción duró, aproximadamente, 7 siglos.
Comenzó con interpretaciones de los textos del Torá (nombre hebreo del Pentateuco) por los sanios de la gran sinagoga de Jerusalén, herederos de los profetas.
Después fueron los padres y, finalmente, los rabinos, los maestros, los jefes espirituales, quienes enseñaron el Talmud.

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