lunes, 22 de junio de 2020

FLORILEGIO 15 ( 4 ) ¿MUERTE DE LA FILOSOFÍA?





Mientras haya Ciencia habrá filosofía y nadie piensa que la ciencia muera.

Habrá, pues, o una Filosofía que defienda a la Ciencia, o que se defienda de los ataques de la Ciencia queriendo ocupar, ella sola, todo el campo de la verdad, o que intente comprender la Ciencia o que defienda un control humano de la Ciencia.

Así que es inimaginable la muerte de la Filosofía.

La filosofía dialogó con la religión-teología, también la defendió, poniéndose a su servicio, también la atacó, luego se separó distinguiéndose de ella hasta independizarse de ella.
Pues lo mismo ocurre u ocurrirá respecto a la Ciencia.

Aunque el Círculo de Viena, con su giro lingüístico, negó la filosofía como un sistema de conocimientos reconociéndole sólo como un sistema de actos.
Pero el Círculo de Viena nació, se desarrolló y pasó a la historia, mientras la Filosofía sigue porque ha sido y es una creación cultural, como otra de tantas, que remite al hombre, así que mientras el hombre no desaparezca…

¿Qué ha pasado por situaciones de crisis?. Por supuesto, pero renace de sus cenizas y vuelve a estar vigente, aunque sea con otra temática como núcleo fundamental.

Porque hablar de “filosofía” es hablar de la “razón” y ¿cuántos tipos de razón hay?: Razón Teórica, Razón Práctica, Razón Dialógica, Razón Filosófica, Razón Instrumental, Razón Comunicativa, Razón Vital, Razón Histórica, Razón Estética, Razón Mítica, Razón Religiosa, Razón Teológica, Razón Profética, Razón Dialéctica, Razón Combativa, hasta Razón Poética de nuestra malagueña María Zambrano o Razón Arrodillada de Carlos Díaz

Así que, si la Filosofía se mueve en el ámbito de la Razón….habrá muchos y variados filósofos y filosofías.

Aunque, propiamente hablando, más que muchas Razones son muchos los usos que los hombres hacen/pueden hacer de una sola y misma Razón Subjetiva (la de cada uno)

Una razón, distintos objetos sobre los que razonar, distintos métodos a emplear,…

Aunque, como los 10 mandamientos se resumen en uno, las dos concepciones fundamentales de la razón son: la Kantiana (pesimista) y la Hegeliana (optimista).

Para Kant la Razón puede mucho, pero no lo puede todo, es limitada, tiene unos límites, tanto por abajo como por arriba. Ni por debajo de ellos ni por encima de ellas la Razón nada puede hacer.
De ahí la definición de Razón Crítica (antes de lanzarse a razonar veamos qué es lo razonable).

Para Hegel, sin embargo, la  Razón lo puede todo, es una Razón Absoluta.

Entre esas dos grandes concepciones de la Razón pueden ubicarse todas las demás.

Son muchos los usos de la Razón y no todos valen para todo pero aferrarse a sólo uno de ellos y desde él querer razonarlo todo llevará, inevitablemente, a la confusión, al caos.

El problema de la transformación de la sociedad, o el problema de la orientación de la política, o de la crítica negativa o de defensa de la religión, o la jerarquía de los valores, o del sentido o sinsentido de la vida humana,…son problemas tan distintos que son imposibles de ser tratados por todos los usos de la Razón.

Hay dos temas (o continentes) de la cultura actual, como son la Ciencia y la Religión, que parecen ser antitéticos e incomunicables y es la Razón Filosófica la que puede hacer de puente, tender un puente entre ambas orillas o, por el contrario, destruir los posibles puentes.

Igualmente, desde Aristóteles y su definición, el hombre es “un animal (viviente sensible) racional (la diferencia específica)”
Pero que el hombre es racional no quiere decir ni puede concluirse que “sólo sea racional”, también es “pasional”, “afectivo”.

Razón y pasión (sobre lo que tengo por ahí escrito un artículo en mi blog)

Además no podemos identificar ni confundir la “Razón”, tanto la Deductiva como la Inductiva, que son recorridos para llegar a una meta desde un punto de partida, con la “Inteligencia”, que, intuitivamente, de golpe, sin tener que razonar, capta la verdad porque se le presenta como “evidente”. Es evidente que el triángulo tiene/tiene que tener tres lados, ni más ni menos, lo que no es evidente es que la suma de sus tres ángulos internos tengan que ser equivalentes a dos ángulos rectos o 180 grados.

Es lo que tantas veces he afirmado: que si existe Dios, no puede ser Racional, buscador de la verdad, (y no es que sea irracional) sino que tiene que ser Inteligente.

¿Puede haber una “doble verdad”, religiosa y filosófica, como ocurrió en la disputa medieval averroísta o habrá que jerarquizar los distintos usos de la razón?

¿Puede identificarse la religión como el ámbito de la oscuridad, de la opresión humana (aunque muchas veces así haya sido considerada, sobre todo por la tradición ilustrada?
¿Todo el campo es cubierto por la ciencia o quedan ámbitos en que no puede meterse, que les están vedados?

¿No puede haber un “proyecto” integrador en que se recojan todas las aportaciones positivas de los varios y variados filósofos y sus filosofías?

Si el lema de la Ilustración kantiana fue: “Atrévete a “pensar” por ti mismo, sin necesidad de tutores varios…” ¿No podría ser, en el siglo XXI, el lema: “Atrévete a “proyectar” aprovechando el esfuerzo creativo y la experiencia intelectual de muchos otros filósofos”?

¿Qué hombres deseamos ser en el siglo XXI? Y para este proyecto de futuro la Filosofía puede ayudar a reflexionar sobre el mismo.

Aprendamos de la historia y de sus proyectos fallidos, para no intentar, tan siquiera, actualizarlos otra vez.

(Igualmente sobre el Cristianismo y el Marxismo, como proyectos fracasados aparece en algún lugar de mi blog)
 En un siglo en el que están surgiendo emprendedores, con proyectos concretos y entusiastas, ¿por qué no emprender el proyecto: “¿Qué clase de hombre queremos ser en el siglo XXI?


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