jueves, 11 de junio de 2020

FLORILEGIO 14 ( 2 ) LAS GUERRAS, LA CIENCIA, LA FILOSOFÍA HOY



LAS GUERRAS.

De las guerras que en el mundo han sido, con palos, con espadas, a caballo o a pie, con bombas y con tanques, por tierra, mar y aire,…siempre (o casi siempre) hay un vencedor y un vencido.

Se decía que la ventaja de la flecha sobre la espada (y no digamos del cañón o de la bomba) a la hora de matar era que el que mataba a distancia no veía morir al enemigo vencido, por eso continuaría disparando y matando.

Hasta el animal que lucha contra su rival, si éste huye o, en tierra, presenta su cuello para que el vencedor dé la dentellada mortal le ocurre una especie de corte de su circuito del instinto asesino y al  ser reconocido vencedor y el otro reconocerse como vencido, es suficiente para cejar en la lucha.

Pero si algún día hubiera una guerra nuclear no habría un ganador y serían todos perdedores.


LA CIENCIA

Las Ciencias, teóricamente, y de entrada, no tienen campo vedado en el que no puedan entrar, son, teóricamente, “ilimitadas” pero todos sabemos que la capacidad racional e inteligente del hombre es limitada, así que habrá que conjugar el campo ilimitado de la ciencia con la capacidad limitada del hombre.

No tiene sentido poner límites a lo que la Ciencia Natural pueda y no pueda hacer.

La Ciencia Natural es completamente despiadada y oportunista –en buena medida, una amistad interesada- . Si una teoría antigua y hasta ahora útil ya no puede prestar un servicio provechoso, la ciencia no vacila en desecharla.

Si una teoría, hasta ahora rechazada, resulta útil en circunstancias distintas, la ciencia no vacila en adoptarla.

En el aspecto de sus procedimientos y tesis, la ciencia no tiene naturaleza fija, ni compromisos estables, está dispuesta a girar del lado que sople el viento.
La ciencia es caprichosa: es dada a los flirteos más que a las relaciones duraderas.
Está dispuesta, en todo momento, a hacer borrón y cuenta nueva si ello resultara provechoso.

No es con la verdad en sí, con el conocimiento riguroso, con lo que se casa, sino con la utilidad y el provecho que proporcione.

Sus uniones-separaciones, sus matrimonios-divorcios son siempre temporales, guiados por la utilidad para sus explicaciones.

Las tareas de la ciencia son: descripción y explicación, predicción y control, las que están sentadas de una vez por todas.

La historicidad, el nacimiento, crecimiento, madurez y muerte por abandono esta en la esencia de la ciencia.

Lo que el hombre ha unido, el hombre lo desune.


LA FILOSOFÍA HOY.

Los hombres de nuestro tiempo los europeos de hoy, no estamos ya en la encrucijada, estamos “a la intemperie” –Nietzsche dixit.
Sin techo común que nos ampare, sin horizonte que nos arrastre, sin ideal ni valor que nos ilumine, caminamos a la deriva como sangrantes Edipos con las cuencas de los ojos vacías.

Decimos en público palabras bonitas pero, por detrás, hacemos y queremos hacer lo que a cada uno nos interesa.

Lo de “aspirar a una patria común” dura lo que dure la luna de miel, que es muy breve, porque en cuanto ésta acabe y nos pongamos a trabajar, “lo mío es mío y a ver si puedo sacar algo de los otros”.

La solidaridad permanente es el deseo de los débiles y en lo que no están de acuerdo, totalmente, los fuertes.

Somos lo que somos por referencia a los demás, por lo que deberíamos evitar la desmembración y el aislamiento.

El LOGOS griego, en fructífera dialéctica con la VIRTUS y el IUS romanos, con la CARITAS cristiana, con la HUMANITAS  renacentista, la RACIONALITAS ilustrada, con la VIDA impregnada de RAZÓN ORTEGUIANA (la RAZÓN VITAL) han ido tejiendo nuestro más genuino entramado, y no podemos/no debemos renunciar a ninguno de esos nuestros ancestros.

¿Cómo se puede saber a dónde debemos ir, si se desprecia lo que somos y lo que hemos sido? (hacia ese futuro – desde este presente que somos – por ese pasado que fuimos)

Seguiremos siendo unos pigmeos si no caminamos subidos en los hombres de tantos gigantes que, a lo largo de la historia, han ido iluminando con su razón y abriendo caminos por los que deberíamos transitar.
¿Por qué no coger el testigo que nos entregan y seguir corriendo acompañados con su memoria?

¿Por qué no abogamos por la capacidad de reflexión conjunta, por la conquista de la autonomía moral, por la educación en los valores, tanto personales como comunitarios, por la profundización en los problemas como norma para encontrarles soluciones?

¿Por qué hay tanto miedo al pensamiento libre de la racionalidad filosófica como intermedio entre las vivencias religiosas particulares y el conocimiento científico-técnico, lejos, por igual, de las creencias personales como de los reduccionismos cientifistas y cuantificadores cuando la filosofía nos habla del sentido total (y no parcial) de la vida?

“¿Muerte a la Filosofía?, ¿Decapitación del pensamiento reflexivo cuando ellos son los que echan algo de luz para poder salir de la caverna platónica en que es este mundo?

¿Qué tipo de filosofía puede ser la filosofía de un ladrón, la de un corrupto, la de un vividor, la de un oportunista, la de un chaquetero?
¿Qué entienden todos y cada uno de ellos por “filosofía”?

Desde los griegos la Filosofía es la marca registrada que hace mejorar la conducta de los hombres.

Mientras no seamos capaces de impregnar a la política y a la sociedad de responsabilidad ética y de compromiso comunitario seguiremos en las cloacas del neocapitalismo occidental que es “neo” como disfraz de aquel otro y no menos corrupto del capitalismo de siempre, el “capitalismo salvaje” disfrazado de “manso”.

¿Cómo puede explicarse la xenofobia, el desprecio y la marginación del diferente cuando caminamos hacia el mestizaje, hacia la intercomunicación de pueblos y culturas?

Si ya no nos vale Atenas-Atenas, ni Roma-Roma, ni Jerusalén-Jerusalén, menos nos vale la Miami superficial, ¿por qué no apostamos por la Florencia renacentista, la integradora de todos esos valores?

A Europa le sobra Ciencia y le falta Sabiduría, le sobra Técnica y le faltan ideales, le sobran políticos sofistas y le faltan Platones que sepan dirigir la barca del Estado.

“Lo importante –decía Sócrates- no es vivir o morir, sino vivir “justamente” para poder morir “con dignidad”…por eso es peor causar el mal a otros que padecerlo uno mismo”.
Esa fue su doctrina cumplida a rajatabla en vida para poder morir dignamente, consolando a sus llorones discípulos.

“El filósofo –decía Husserl - es “el funcionario de la humanidad; su misión es la humanización del hombre…Es el que lucha contra el uso-abuso de la ciencia-tecnología para así poder reconquistar al hombre (desalineándolo)”.

Hasta que no seamos capaces de subordinar la actividad a la razón, a la inteligencia, a la cabeza,…hasta que no sea nuestra alma la rectora de nuestra vida…nuestra vida no tendrá solución.

EL GORRÓN.

En una comunidad de fines e intereses comunes, compuesta de miembros que cooperan en establecer e incrementar el bien público siempre habrá el típico “gorrón”, de alguno o de varios, que pueden obtener el mismo beneficio que los miembros diligentes y cooperantes.

El “gorrón” es el beneficiario franco de servicios, sin coste alguno por su parte y que suele darse en grandes grupos de interés y que es mucho más difícil que se produzca en los pequeños grupos.


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