martes, 2 de junio de 2020

FLORILEGIO 12 ( 9 ) LOS NUEVOS SOFISTAS.



LOS NUEVOS SOFISTAS.

Siempre defendí los, para mí, cuatro momentos más sugestivos de la Historia de la Filosofía: Los sofistas, el Renacimiento, la Ilustración y Nietzsche.

Los sofistas pusieron negro sobre blanco, bien Protágoras con “el hombre es la medida de todas las cosas” (y hombre puede ser un individuo, una sociedad o la humanidad)
¿Qué son las cosas?
Objetivamente nada sabemos porque el saber es subjetivo, luego depende del sujeto (tú o yo, la cultura occidental, la raza humana).

¿Qué es un ratón?
¿Se lo preguntamos a una rata, a un gato, a un elefante (o a una mujer, que dicen que les tienen mucho miedo)?
¿Qué es un ratón? Pues depende.

Aunque Gorgias lo expresa en tres proposiciones: 1.- Nada existe, 2.- Si existiera sería incognoscible y 3.- Y si fuera cognoscible sería incomunicable.

Y la ética, y la política, y el poder, y las leyes,…

(Obvio los otros tres momentos, para mí, extraordinarios)

Pero el método de los sofistas, “guerreros de la palabra”, ha continuado a lo largo de la historia, no se adhieren a sistema alguno y lo que toman lo convierten en una auténtica subversión de los valores.

Si Wittgenstein quería liberarnos de las falacias del lenguaje, los sofistas quieren liberarnos de la opresión de los sistemas.

Quien acepta un sistema, llegado el caso, suelen exigir el sacrificio de la vida.
Morir por el ideal, por la patria,…a cambio de una vida futura que se la supone muy superior, incluso eterna.

Nietzsche ve el colmo de la decadencia en una filosofía (o religión) que desnaturaliza la tierra y obliga a orientarnos hacia ese otro mundo, el verdadero, fuera del tiempo.

La verdad ha sido la obsesión de todas las filosofías.
Si la verdad es el valor supremo ¿quién se lo atribuyó, de manera que la prefiramos al error, a la incertidumbre, incluso a la ignorancia? ¿Dios?
Pero la muerte de Dios ha eclipsado también los valores que de Él dimanan.

El mundo, para los sofistas, sería como la mujer, seductor: se acerca y se aleja, deslumbra, se esquiva, se muestra y se oculta.

El pintor Chirico (como otros muchos: Kandinskiy y Klee) nos presentan en sus obras el sinsentido del mundo.
Si, después de tantos siglos de búsqueda no han colmado nuestro afán de verdad, ¿por qué no renunciar a ella?

O como Joyce y Brecht, o como Schomberg, cada uno en su arte y rompiendo los estereotipos estéticos.

NIETZSCHE acabó con la filosofía tradicional, echando por tierra su cultura, su moral, la ciencia,…
FREUD acabó con la hipocresía sexual, desde siempre.
MARX acabó con la ignorancia del proletariado.

Los filósofos de la sospecha que recorren el velo y descubren lo que hay en el otro lado, que no es lo que aparece, lo patente, sino la realidad que se oculta, la latente, que es la auténtica.

Según la lógica de la verdad cada problema tiene UNA solución, pero el sofista sabe buscar otra, y otra,…que contradicen a la primera y nos conducen a un laberinto sin salida.

En nuestro tiempo, Adorno, Ciorán, Beckett,…nos presentan la existencia humana perdida en la encrucijada de mil caminos.

El sofista es el ser incoherente, el “magíster ludi” que cambia las perspectivas para ver lo real de cerca y de lejos, pudiendo convertir lo grande en pequeño, y al revés.

El mundo, para ellos, es un teatro que se representa desde hace siglos.

No es que pretenda saber más que los otros, simplemente sabe que los otros no saben, pero se abstiene de juzgar.

Nada más lejos del sofista que erigirse en maestro y pretender crear una comunidad de prosélitos.
Se refugia, más bien, en el retiro, donde se mantiene a distancia.

Allá cada uno con sus búsquedas y sus hallazgos.
Que disfrute de ellos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario