miércoles, 10 de junio de 2020

FLORILEGIO 13 ( y 4 ) FILOSOFÍA, RAZÓN, MENTIRA,...



LA FILOSOFÍA

Decir “Filosofía” es decir, connotar con “Razón”

Lo que yo no sabía (y acabo de enterarme) es que existe Un día del año dedicado y en que se conmemora a la Razón.

El “Día Nacional de la Razón” es una festividad o celebración secular en Estados Unidos instituida por humanistas, ateos y otros secularistas y librepensadores como alternativa al “Día nacional de la Oración”.​

Algunas organizaciones asociadas organizan este día donaciones de sangre masivas lo que es muy “racional”, porque dar lo que te sobra, de lo que no te hace falta para seguir vivo, tampoco creo que sea una heroicidad, pero es racional.

También la Religión tiene la “Comunión de los Santos”, algo así como un Banco Mundial en el que van ingresándose todas las oraciones, sacrificios, rezos, peticiones,…. de los fieles creyentes y cuyo capital acumulado va repartiéndose entro todos los creyentes y tú no sabes sobre quiénes se reparten, quiénes son los beneficiarios de tu aportación a ese Banco Especial denominado “Comunión de los Santos” siendo monopolio de Dios y ayudantes divinos.

Se celebra anualmente el primer jueves de mayo coincidiendo con “el día nacional de la oración”.

¿Qué se entiende por Razón?

Del latín "ratio", término con el que Cicerón tradujo el griego "logos" (que significaba, entre otras cosas, tanto "cálculo" como "discurso", significados que adoptará también "ratio").

Por "razón" se entiende, en general, aquella "facultad" o capacidad humana por la que se alcanza el conocimiento discursivamente, esto es, partiendo de premisas para llegar a alguna conclusión, o conclusiones, que se derivan de aquellas.

La razón se asimila, así, a la "diànoia" (conocimiento discursivo) y se opone a "nous" (conocimiento intuitivo).

En virtud de tal oposición, al ser el término "nous" traducido por el latino "intellectus" (entendimiento) la razón termina por oponerse al entendimiento, en autores cono Kant, Hegel y en la escuela de Frankfurt, por ejemplo.

Yo he dicho muchas que menos mal que somos “racionales”, porque razonando llegamos a descubrir verdades, pero que si la razón es un privilegio respecto a los demás animales, que son irracionales, es, sin embargo un desdoro respecto al “entendimiento” que intuitivamente, de golpe, sin tener que dar pasos, capta la verdad.

No se “razona” para demostrar que “el triángulo tiene tres ángulos”, se ve, se intuye, se capta esa verdad de golpe, como un fogonazo, porque ahí actúa el entendimiento.

Somos “racionales”, ojalá fuéramos más “inteligentes” (“Intus-legere” = leer dentro, captar).

Dios (si existe) no puede ser “racional” (llegar a la verdad razonando, dando pasos) es/tiene que ser “inteligente”, además en grado sumo, “inteligentísimo”

Si el filósofo es (como suele decirse) el “guardián de la razón o de la racionalidad”, como filósofo que intento ser, me quedo abrumado, perplejo, porque ¿cuántos tipos o clases de razón-racionalidad hay, además de las clásicas: Razón Deductiva (de arriba abajo, desde las premisas a la conclusión) y Razón Inductiva (desde abajo, desde casos particulares, hacia o hasta arriba) hasta una proposición Universal, desde “unos” (varios muchos o pocos) a “Todos”.

Y, en estos tiempos que vivimos, decir que “el filósofo es el guardián de la racionalidad” es exponerse y cargar sobre sí todo el peso de la crítica y de los argumentos, porque la ciencia, las ciencias, con su peculiar tipo de racionalidad deja desnudo, deja a la intemperie, al ufano filósofo que en otros tiempos gozaba de credibilidad.

Ya no sé si hasta la Razón Ética tiene su propia casa, dejando en manos de la Filosofía sólo la Historia de la Moral.

La Lógica era la casa principal de la Filosofía, pero le han salido ya tantas Lógicas (Lógica deóntica, Lógica jurídica, Lógica política, Lógica práctica,..
Y si son tantos y tan variados los tipos de Lógica, ¿qué decir de los tipos de Razón?.

Si Razón Vital.
Si Razón Histórica,
Si Razón Poética,
Si razón Social.
Si Razón Científica
Si Razón Comunicativa,
Si Razón Teórica.
Si Razón Práctica.
Si Razón Matemática.
….
….
….
….


(En  otro lugar de mi blog (no me preguntéis en cual, porque mi anarquismo situacional o desorden temporal y local llega a cotas inimaginables) Para eso está Google, que lo sabe casi todo.

A veces empiezo a nadar en mi blog, por entretenerme y me encuentro con reflexiones que creía perdidas, quizá algún día me tropiece con ellas)


VERDAD-FALSEDAD-MENTIRA.

(Como casi siempre en otro lugar de mi blog está escrito).

Todos sabemos que el fin último de la Razón es la Verdad.
Pero puede ser que no todo lo que un hombre tiene por “verdadero” lo sea (porque puede “equivocarse”), pero en todo lo que dice tiene que ser “veraz” (no tiene que “engañar”): tanto si su confesión es meramente interna (ante Dios), como si es externa, ante otra u otras personas.

La transgresión de ese deber de “veracidad” es a lo que se denomina “mentira” y el precepto dice que “no debes mentir” (aun cuando fuera con el más piadoso propósito)

Pero una mentira, sea interna o externa, es de dos clases: 1.- Si se da por “verdadero” aquello de lo que, sin embargo, se es consciente de que es “falso” y 2.- Si se da por “cierto” algo de lo que se es consciente, sin embargo, de que es subjetivamente “incierto”.

La Certeza tiene que ver con el Sujeto (“estoy seguro de que…) mientras la Verdad tiene que ver con el Objeto (“que la cosa es así”)

Aristóteles decía que Verdad es “decir que lo que “es”, “es”, y que lo que “no es”, “no es”.

LOS TRES “OBJETOS SUPRASENSIBLES”

“Dios”, “Libertad” e “Inmortalidad”.

Nada “sabemos” de ellos porque nosotros somos seres “sensibles” y ellos son “Suprasensibles”.

No se les puede dar, pues, realidad objetiva alguna en el respecto teórico.
Pero, porque son suprasensibles, si, no obstante, debe procurárseles una realidad, sólo se les podrá conceder en respecto “práctico”, en tanto que “Postulados” de la Razón Práctico-Moral.

Y un Postulado es un imperativo práctico a priori que no es susceptible de explicación alguna de su posibilidad (por consiguiente, tampoco de ninguna prueba).
Por tanto, no se postulan cosas, ni en modo alguno la existencia de un objeto cualquiera, sino sólo una “máxima” (regla) de la acción de un sujeto. Ahora bien, cuando es deber efectuar cierto fin (el bien supremo) tengo que tener también derecho a admitir que existen las condiciones sólo bajo las cuales es posible este cumplimiento del deber, aunque éstas son (o sean) suprasensibles y no seamos capaces de obtener ningún conocimiento de ellas (en respecto teórico).

Es decir, al ser suprasensibles son incognoscible para la Razón Teórica pero son necesarias su existencia para la Razón Práctica, luego, aun sin saber nada de ellas, habrá que admitir su existencia, “postulan” (piden) ser admitidas como existentes para que pueda existir la moral y, es que, la moral existe, luego también ellas “tienen que existir”, tenemos que admitir que existen.

LA FILOSOFÍA CRÍTICA O CRITICISMO KANTIANO.

Antes de intentar conocer algo debemos examinar si es posible ese conocimiento, porque si no es posible, habrá que decir “adiós”.

La Filosofía crítica es aquella que no comienza “intentando” construir o destruir, derribar, sistemas o poniendo tan sólo sobre los cimientos un tejado sin casa como resguardo ocasional, sino que empieza tomando por asalto la investigación de la “capacidad” de la razón humana (cualquiera que sea el propósito) y no se pone a hacer sutilezas al azar cuando se trata de filosofemas que no pueden hallar sus garantías en ninguna experiencia posible.

¿Existe esa capacidad? ¿SÍ?, pues adelante. ¿NO?, pues ni intentarlo siquiera.

LA FILOSOFÍA HOY.

Es, más que otra cosa, un abismo problemático sin límites, tenemos motivos, pues, para sentir angustia, desconcierto, terror, casi.
Desparece bajo nosotros el suelo sobre el que asentar los pies.
Pocas veces, como ahora, se ha sentido tan intensamente este modo filosófico de autoconciencia.

¿Tiene algún futuro la filosofía?
¿Qué puede aportar la filosofía a la situación actual de nuestra cultura?
¿O tendremos que refugiarnos definitivamente en las Ciencias Naturales y Humanas o en el Irracionalismo?
¿Qué papel juega la razón humana?
¿Qué podemos pensar y decir del hombre?

Porque tras el problema de la racionalidad late siempre el problema del hombre.
Pero hoy, incluso se habla de la “muerte del hombre” por lo que tendremos que hacer filosofía desde nuestra preocupación por el hombre.

Si la “muerte del hombre” significa sólo la muerte del “hombre moderno”, prometeico, centrado en sí mismo, habría que, incluso, felicitarse por ello.

No conviene olvidar que el “humanismo moderno” cristalizó en comportamientos que han conducido al individualismo burgués, a la explotación incontrolada de la naturaleza, al chantaje terrorista por acción o reacción, a la explotación sistemática de una gran parte de la humanidad.

Los filósofos deberíamos recordar esto cuando Occidente vive momentos de entusiasmo liberal y capitalista, con el peligro de que un individualismo insolidario, y en nombre de la libertad, siembre de nuevas injusticias los caminos de nuestro mundo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario