Si es verdad lo que cuentan los tertulianos, lo que escriben los columnistas y lo que aparece en las noticias de la prensa escrita, de que Paco Vázquez, no sé si ya exembajador de España en el Vaticano, está encontrándose con bastante oposición de ciertos miembros y miembras de la cúpula del Partido Socialista, para ser nombrado Defensor del Pueblo, por su confesada, nunca negada ni alardeada, militancia cristiana, sería una discriminación por motivos religiosos, no sólo condenada por la Declaración Universal de los Derechos Humanos, sino por el propio Partido Socialista.
Desde siempre, desde que era Alcalde de La Coruña, ha confesado su creencia en la religión cristiana, lo que nunca supuso un obstáculo para ser uno de los “varones” del partido.
Una persona coherente. Tan coherente que, ante la ley del aborto, votó en contra, por “motivos de conciencia”, por ir contra sus creencias.
Pero, caballerosamente, se lo comunicó, previamente, al Partido, poniendo a su disposición su acta de Congresista y, posteriormente, (¿o anteriormente?), su acta de Senador porque “no podía votar, en conciencia, una ley que iba contra sus principios religiosos”.
¡Qué raro, entre nuestros parlamentarios, que alguien rompa la disciplina de voto, por ser obediente a su conciencia antes que a su partido¡.
Porque, lo normal, lo tristemente normal, es ser estómago agradecido, ser “sillonario”, durante una o varias legislaturas, votante según la posición del dedo del portavoz del partido.
¿Cuándo esta nuestra democracia, manifiestamente mejorable, dejará libertad de voto a personas que, por su puesto, se les supone capacidad intelectual y moral para votar “en conciencia” y no con una mano en el botón, mientras con la otra tienen que taparse la nariz?.
Agradecidos al Jefe por el lugar en la lista que les ha permitido estar donde están, no tienen inconveniente en ir contra sus posibles principios morales opuestos.
Sencillamente, no me gusta.
Y si Paco Vázquez, sólo por su religión, no es nombrado Defensor del Pueblo, ¡peor que peor¡.
No hay comentarios:
Publicar un comentario