sábado, 24 de octubre de 2020

FILOSOFÍA Y LITERATURA ( 2 ) "EL VIZCONDE DEMEDIADO"

 

Y el vizconde se llegó a enamorar de una campesina.

 

Pero, por entonces, sucedió lo que podía haberse esperado: regresó la otra mitad de Medardo, el izquierdo, el lado bueno.

Y el Medardo bueno se dedica a hacer el bien…y hasta a enamorarse de la misma campesina y, ante ella, hace esta alabanza del estar demediado: “Eso es lo bueno de estar partido: el comprender en cada persona o en cada cosa del mundo, la pena que cada uno y cada una tiene por su propia incompletez.

Yo estaba entero y no entendía, y me movía sordo e incomunicable entre los dolores y las heridas sembradas por doquiera, allí donde, de entero, uno menos se atreve a creer.

No soy sólo yo un ser cortado y arrancado, sino tú también, y todos.

Y ahora yo tengo una fraternidad que antes, de entero, no conocía, con todas las mutilaciones y las faltas del mundo….”

 

Y la historia termina como tenía que terminar: los dos Medardos luchan por el amor de la campesina, y se hieren, justo en el lugar donde cada uno conservaba la gran cicatriz del cañonazo que los dividió.

 

Llega, entonces, el médico: los une y los cose.

 

Así volvió Medardo a ser un hombre entero, ni bueno ni malo, sino una mezcla de bondad y de maldad”

 

La primera impresión que puede provocarnos este cuento o historieta podemos expresarla en forma de preguntas filosóficas: ¿Están Bondad y Maldad ineludiblemente unidas en el ser humano?, ¿Es el hombre un ser escindido, incompleto, inconcluso por naturaleza?, ¿Nacemos –naturalmente- completos pero la cultura (la educación, las tradiciones, la estructura socioeconómica, …) nos desgajan?, ¿Qué es, en última instancia, lo más humano: el hombre completo, acabado, armónico,…o el hombre incompleto, dividido, en lucha constante, con sus dos mitades: la buena y la mala?

 

Marx veía al hombre como un ser “alienado” (“alius” = “otro”) otro de sí, distinto de cómo en realidad es, pero las circunstancias hacen que parezca ser y aparezca ser como no es.

 

También Freud lo veía como un ser “reprimido”.

 

¿Por qué, a veces, nos portamos bien y otras veces tan mal?

 

Y, podemos seguir preguntándonos: ¿cómo los une, los cose, el médico para que de las dos mitades de Medardo se convierta en un sólo Medarlo? Porque uno puede imaginarse coser las dos mitades del cuerpo ¿pero y las de sus alma, la buena y la mala?

¿Tiene algo que ver el Medardo de antes de la batalla contra los turcos con el Medardo después de la batalla? ¿Son lo mismo, la misma persona? Porque el de antes de la batalla sería como todos los nobles de su época: guerrero, autoritario, egoísta, educado para mandar y para demostrar su valía en la batalla, para juzgar y no ser juzgado, para hablar y ser escuchado por sus siervos, con una vida aburrida tranquila y aburrida en su feudo, pero que como le llegaron noticias de la guerra santa y se necesitaban hombres valientes, hombres con armadura y dispuestos a conquistar la gloria terrenal y celestial,…

Y allí se encontraría con otros condes, duques, marqueses,…que ya tenían experiencias guerreras y que contarían sus hazañas, mientras él era un novato, un primerizo que…tiene que confirmar su sangre noble y está dispuesto a no deshonrar el digno apellido de los Torralba.

 

Pero, al ser primerizo, no sabe qué debe hacer, no sabe cómo es el escenario de una batalla pero una cosa sí tenía clara: era valiente y tenía que demostrarlo.

 

¿Fue valentía o fue una temeridad ir con la espada contra dos turcos y un cañón?

 

Y el cañonazo lo partió por la mitad, y el médico…

 

Y así se despertaría, demediado, cuando había ido todo entero y comenzaría una nueva vida en su forma de ver las cosas.

 

Parte buena y parte mala, ángel y demonio que se disputan la verdad (hasta a la campesina).

 

¿Somos dos, y uno es sólo la mitad?

 

¿No serían necesarios dos doctores: el doctor del cuerpo y el doctor del alma? Y uno se imagina al primer doctor ¿pero al segundo? ¿Cómo se cose el alma?

¿Un cirujano y un filósofo?

El cirujano lo tiene fácil, no tiene que preguntar, cose las partes simétricas y de las dos mitades sale una unidad ¿pero cómo puede coses el filósofo el Bien y el Mal?

 

Lógicamente la Razón es el instrumento para distinguir el Bien del Mal pero entonces ¿por qué, a veces, obramos mal? ¿Sólo inconscientemente o también a conciencia, sabiéndolo?

 

¿No seremos, cada uno de nosotros unos seres “demediados?

 

¿No será ésa la condición humana?

 

Las dos mitades tienen muchos nombres: bondad-maldad, justicia-injusticia, libertad-esclavitud,…pero, también, cuerpo-alma, cosmos-caos, país rico-país pobre,…

 

Demediado está el ser humano, demediada está la sociedad, demediado está el universo.

 

“La maldita manía de Medardo de partir todo por la mitad ha hecho mella en toda realidad colonizada por el ser humano”.

Hasta la moneda tiene dos caras.

Todo es dual, todo es complejo.

Realidad Única, pero dual y compleja.

No existe masculino o femenino sino hombre dual, complejo e integrado.

 

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