sábado, 26 de septiembre de 2020

EL HOMBRE: FACTORES DEL ENTE HUMANO (3)

 

FACTORES DEL ENTE HUMANO.

 

Imagínate un triángulo.

 

En uno de sus ángulos, en el Primero, estaría la Psico-biología, el factor biológico, el “soma” o cuerpo, que correspondería al Paleocórtex, y donde veremos: la herencia-el ambiente, la endocrinología y la neurología.

 

En otro ángulo, en el segundo, estaría el factor Socio-cultural, la Psykhé o alma, que correspondería al Mesocórtex, y donde veremos: el troquelado, la socialización y el fenotipo.

 

En el tercer ángulo estaría la Creatividad-espiritual, el “pneuma” o espíritu, lo personal, el factor espiritual y al que le correspondería el Neocórtex.

 

Las corrientes materialistas eliminan, sistemáticamente, el factor número tres, el factor espiritual.

 

El factor número uno es, de alguna manera, lo que los griegos denominaron “bios”, como “zoe” (animal) o como “sarx” (carne).

 

El factor número dos es el “opus operatum” (lo operado por el hombre), lo que el hombre ha hecho a lo largo de la vida, a lo largo de la historia.

 

El factor número tres, el de la esfera del “pneuma” o espíritu, es el ámbito de las acciones personales, es el “opus operans”, la acción en cuanto ejecutada personalmente.

 

1.- EL FACTOR BIOLÓGICO.

 

A.- EL CUERPO.

 

No es que “tengamos” cuerpo, “somos” cuerpo, aunque no sólo cuerpo.

Suele distinguirse entre “cuerpo-objeto”, que es el que analizan las ciencias (el ojo, el páncreas, el cerebro,…).

Es el cuerpo, todos los cuerpos, el mío o el de mi vecino, su corazón o mi corazón (el corazón) y el “cuerpo-propio”, el de cada uno, el tuyo o el mío, que no son iguales, sino desiguales, pero no idénticos, sino distintos.

Ya no es el “cuerpo que tengo”, sino el “cuerpo que soy”, el que lo vivo yo, y sólo yo.

 

Las ciencias (como antes hemos indicado) se ocupan del “cuerpo-objeto”, como lo hace, por ejemplo, la biología, el cuerpo en general, obviando su peso, su talla, su color,…

 

B.- HERENCIA Y EVOLUCIÓN.

 

El ser humano es fruto de “herencia” y de “evolución” o, en palabras ya clásicas, las de Monod, es “el resultado de la necesidad y del azar”.

Mientras la herencia “conserva”, la evolución “selecciona” y modifica el material heredado de los progenitores.

 

El parecido entre hijos y padres tiene su explicación en que cada individuo proviene de un óvulo materno y de un espermatozoide paterno.

 

El código genético viene constituido por el conjunto de genes o unidades y por el orden en que éstos se hallan.

Ese código determina la estructura y las propiedades del nuevo organismo, exactamente igual que el orden de las letras en una palabra puede modificar su sentido (no es igual “Mierda” que “Mérida”, “roce” que “cero),…

 

Una bacteria, por ejemplo, viene constituida por un código de unos 10 millones de unidades o signos, mientras que  el código genético del hombre tiene varios miles de millones de signos o elementos moleculares de ADN.

 

La herencia está dirigida por un mecanismo de copia, representado por la duplicación del ADN.

Dicho mecanismo permite la conservación del código y, a su vez, de los accidentes que sobrevienen a éste.

 

Existen posibilidades de manipular el código o programa genético (así se hace ya con bacterias a las que se modifica su patrimonio hereditario añadiendo, por ejemplo, un gen.

 

Igual que con este ordenador yo puedo “cortar” y “pegar” un texto, igualmente puede hacerse con el código genético, “cortando” un trozo del código “en mal estado” y “pegando” un trozo de código “sano”, por lo que puede eliminarse una malformación genética.

 

Las leyes hereditarias, o de copia, favorecen la estabilidad (Linneo y Cuvier, en el siglo XVIII son, todavía, “fijistas” (defensores del“fixismo”), oponiéndose a la evolución de las especies, lo que defendió Darwin, la “evolución biológica” (teoría evolucionista).

 

Siendo opuestas la “herencia biológica” (“necesidad”) y la “evolución biológica” (“azar”) ¿cómo se dan ambas?.

 

Varias teorías dan cuenta de ello: Lamark, Darwin, Weisman”, Hugo de Vries, Simpson,…han proporcionado diversas respuestas a la pregunta anteriormente planteada.

 

La Evolución, pues, supone unos Mecanismos Intrínsecos (la mutación génica y la recombinación génica (cruce entre individuos mutados) y Mecanismo Extrínsecos  (clima, relieve, ecología,…)

 

Desde el Origen de la tierra (¿4.500 millones de años?) hasta que apareció la vida (elemental) sobre la tierra (¿3.700 millones de años?), los vertebrados (¿500 millones de años?), los mamíferos (¿200 millones de años?), los Prosimios (¿70 millones de años?) pasando por los simios, oligopitecos (àpequeños monos actuales), aelopitecos (àgibbones), aegyptopitecos (àchimpancés, gorilas, orangutanes), propliopitecos (àhombres?), ramapitecos (àtransición hacia la posición erecta, hace 14 millones de años), australopitecos (5 millones de años) homo habilis (4 millones de años), la vida en grupos (3.500.000 años), instrumentos de piedra y hueso (3.000.000 de años), construcción de refugios (1.800.000 años), pitecántropus o “homo erectus” à fuego, 500.000 años), homo sapiens sapiens (50.000 años)

 

(Estas escalas de tiempo, son, naturalmente siempre aproximadas, nunca exactas, y cuanto más va sabiéndose más van cambiando)

 

Los Mecanismo Intrínsecos determinan la aparición de individuos diferentes de sus padres.

Aparece (¿azar?) un cambio en el programa, una mutación génica y se transmite a la descendencia el gen modificado y cuando se produce un cruce entre individuos con mutación se produce la recombinación génica.

 

Los Mecanismo Extrínsecos condicionan la selección de los nuevos grupos y si el carácter adquirido es beneficioso, de cara a adaptarse al medio ambiente, se extiende a toda la especie y si no, muere y desaparece.

 

Y así, de mutación beneficiosa a mutación beneficiosa la especie se transforma, apareciendo una nueva especie.

 

La aparición de la especie humana obtiene explicación biológica (aunque no quede totalmente explicada) con los mecanismos descritos.

 

La Paleontología y la Prehistoria (entre otras ciencias) proporcionan datos interesantes sobre el origen fáctico  del grupo humano.

 

El hombre no sólo se parece al animal sino que, de alguna manera, proviene de él, de suerte que la diferencia actual entre ellos debería explicarse como una rama (secundaria) que, en un principio, está injertada en la rama animal.

Pero esa diferencia no siempre ha sido como ahora la vemos, como si fueran dos líneas o ramas paralelas.

 

Desde la primera rama o árbol original, según van pasando los años, cientos, miles o millones, van surgiendo ramas y más ramas posteriores hasta llegar a la rama del Homo Sapiens Neandertalensis y de esta rama sale la que llega hasta nosotros el Homo Sapiens Sapiens o de Cromagnon.

 

A medida que va ascendiéndose por las ramas va ascendiendo el peso del cuerpo, la capacidad craneana (mayor en el macho (varón) que en la hembra (mujer), así como la duración máxima estimada de vida.

 

Las pruebas de la evolución son de carácter lógico: de los diversos datos paleontológicos, anatómico-comparativos, embriológicos, citológicos (variabilidad cromosómica) y bioquímicos se infiere la hipótesis evolucionista que, en la actualidad, es ya una teoría, dadas las muchas pruebas coincidentes. 

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