lunes, 28 de septiembre de 2020

EL HOMBRE: EL FACTOR SOCIO-CULTUAL DEL HOMBRE (5)

 

 


 

1.- MECANISMOS GENERALES.

 

No sólo el organismo BIOLÓGICO produce al hombre, como individuo (biografía) y como colectividad (historia), sino que también lo causa la sociedad con sus estructuras y dinamismos.

 

Un recién nacido (ß padres biológicos) en un tiempo determinado queda, inmediatamente, inserto en un contexto social –Imperio Romano, época medieval, clase social elevada o depauperada- contexto que modela las posibilidades neurofisiológicas del pequeño.

 

Es el amplio y variado proceso socializador, culturizador o educativo del ente humano.

Las posibilidades encerradas en el código genético se concretan en contacto con una sociedad determinada, sea una u otra distinta.

 

Resumiendo lo que ya hemos escrito:

 

.- La nomenclatura metafísica del individuo es: cuerpo – alma – espíritu o persona.

.- La nomenclatura científica del individuos es: paleocórtex (herencia) – mesocórtex (cultura) y neocórtex (creatividad).

 

Sobre este individuo influyen y lo modelan las Instituciones (familia, escuela, iglesia, Estado, partidos políticos, los “mass media”…) y la cultura (hermenéutica de la realidad o modelos de conocimiento, más modelos de conducta.

Entre ambos forman la llamada: Superestructura.

 

Pero, tanto las Instituciones, como la Cultura, vienen condicionadas por: la creatividad o espíritu, la psicobiología (incluido el psicoanálisis), la geografía, la historia social de la producción, la historia de la cultura, el hecho nacional,… (Es decir: la infraestructura social) y según sea ésta así serán las Instituciones y la Cultura.

 

Toda cultura es una interpretación del entorno-contorno, interpretación que conoce dos grandes inflexiones: los modelos de conocimientos (à cultos o ignorantes) y los modelos de conducta (àeducados o sinvergüenzas) así como las interpretaciones globales que se han dado del ser humano (“las antropologías filosóficas”).

 

Son, pues, varios y variados los factores de cultura (àconocimientos y comportamientos)

 

Los socializadores o educadores, insertos en alguna Institución Social, actúan sobre los educandos desde las antropologías filosóficas o desde los modelos culturales que les tienen a ellos.

 

En los individuos socializados pueden distinguirse TRES niveles, anteriormente expuestos: en su vertiente neurológica son: el paleocórtex o cerebro antiguo, el mesocórtex o cerebro medio y el neocórtex o cerebro nuevo y que, en la vertiente metafísica hemos denominado: cuerpo o “soma”, alma o “Psike” y espíritu o “pneuma”.

 

Los agentes socializadores, mediante los reflejos condicionados, principalmente, intentan inculcar en los individuos recién llegados al grupo los “modelos de hombre” (antropologías filosóficas) y demás modelos que les dominan a ellos proporcionando, de este modo, forma a la plasticidad cerebral de los sujetos a culturizar.

Y si, a todo esto, le añadimos el espíritu o iniciativa no será sólo una copia de sus socializadores sino convertirse en creadores originarios de cultura y de antropologías filosóficas, puede convertirse en señor de su historia y no simple copia.

 

TROQUELADO.

 

El recién nacido se halla sometido, desde el primer momento, tanto al medio físico natural (frío, calor, alimento,…) como al medio humano (afecto, cultura vigente,…)

 

El hombre, pues, es el resultado de una herencia (genotipo) y de un ambiente (fenotipo) o de su “trama” (herencia) y su “urdimbre” (cultura), en palabras de Rof Carballo.

 

La herencia fija límites, pero que desconocemos, y el medio ambiente, sobre todo el social, hace el resto.

 

Si a dos niños gemelos univitelinos, a uno le queman el pene a los 17 meses –por accidente- cuando se circuncidaba a ambos, y lo educan como una niña, a los 9 años se comportará como una niña, hasta en los más mínimos detalles de conducta.

Llegado a la maduración sexual le administrarían estrógenos, con lo que el experimento perdería valor, en vistas a determinar contrastadamente el peso del ambiente social y el peso biológico, en la psicología femenina.

 

Lo indiscutible es que la herencia está potenciada o reprimida por el medio ambiente.

 

Al nacer un niño le incorporamos un “mundo perceptivo” (una manera de ver el mundo) y no nos limitamos a proporcionarle sólo contenidos culturales.

 

La particular inmadurez anatómico-fisiológica del niño, al ser totalmente vulnerable, irá posibilitando la formación de mecanismos que edificarán la futura psicología del individuo.

 

La cultura o interpretación de la realidad actúa poderosamente, desde las distintas instituciones sociales (familia, escuela, amigos, iglesia, Estado,…) encima del futuro de los individuos, de tal suerte que puede sostenerse que éstos son también el resultado inesquivable de la socio-cultura.

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