domingo, 16 de septiembre de 2018

NIETZSCHE 13. RAMIRO DE MAEZTU Y LA VOLUNTAD DE PODER (4B)



El concepto de Hispanidad surge en él con fuerza tras su estancia en Argentina.

Así considerará los tres grandes mitos de la cultura española, que recoge en su libro “Don Quijote, Don Juan y La Celestina”, en 1.936.

Don Quijote es la encarnación del Amor, Don Juan, del Poder y La Celestina, del Saber o de la Verdad.
Es la versión española de tres atributos esenciales de Dios.

De los tres mitos es el mito de Don Juan el que ocupa el lugar preferente porque él es la Fuerza, y la Fuerza es un Bien.
Sólo él PUEDE conquistar a cualquier mujer y lo hace aunque sea monja, se llame Inés y esté en un convento.

“Danos, Señor, la fuerza, la vida, el poder, la victoria” porque los otros dos atributos – SABER y AMAR –sólo podrán mantenerse si hay una fuerza que los apoye o en qué apoyarse, porque sin el PODER, tanto el SABER como el AMAR se vienen abajo.

Por dondequiera que fui / la razón atropellé /la virtud escarnecí /a la justicia burlé / y a las mujeres vendí /
Yo a las cabañas bajé / yo a los palacios subí / yo los claustros escalé / y en todas partes dejé / memoria amarga de mí. /
 Ni reconocí sagrado / ni hubo razón ni lugar / por mi audacia respetado; / ni en distinguir me he parado / al clérigo del seglar. /
A quien quise provoqué, / con quien quiso me batí, / y nunca consideré / que pudo matarme a mí / aquel a quien yo maté. 

O este otro fragmento:

 DON LUIS

¡Por Dios que sois hombre extraño! / ¿Cuántos días empleáis / en cada mujer que amáis?

DON JUAN

Partid los días del año / entre las que ahí encontráis. / Uno para enamorarlas, / otro para conseguirlas, / otro para abandonarlas, / dos para sustituirlas / y una hora para olvidarlas.

PUEDE hacerlo y lo hace.

Y es verdad que “si no hay un Dios en los cielos, Don Juan tiene razón”

El PODER es, en definitiva, la clave y la Voluntad de Poder el resorte que mueve al mundo.

Maeztu admira los dos grandes poderes de su tiempo: a los Estados Unidos y al dinero.

Y es que el PODER se funda sobre la riqueza, y el poder militar también.
“El poder económico me parece mas perfecto, pero más complejo, que el poder militar”

En “El sentido reverencial del dinero” afirma: “el dinero merece reverencia porque es bueno, porque es un bien ligado, como todos los bienes, al Bien General”.

Es general la creencia en la bondad natural del dinero, al que llama “oro santo”, de ahí la afirmación: “Sin dinero, mejor dicho, sin poder, no hay bondad efectiva, sino meramente buena voluntad o buenas intenciones” (aunque en sus comienzos lo denominase “oro vil”).

Juzguen Ustedes.

“La esencia del dinero consiste en “ser PODER”.
Pero de los distintos tipos de poder, “nada es más fuerte que “el poder del espíritu”.

En su “Defensa de la Hispanidad”, entre otras muchas cuestiones, propone volver a la tradición católica y autoritaria que llevó a una desconocida etapa de grandeza imperial y que se fue perdiendo paulatinamente desde el siglo XVIII por la adhesión a principios intrínsecamente disgregadores: la Ilustración, el Enciclopedismo, la Revolución Francesa, el Liberalismo,…

Además, el liberalismo no ha cumplido sus promesas y, por eso, “los países principales vuelven la mirada a regímenes de autarquía”

Para los españoles no hay otro camino que “la Antigua Monarquía Católica, instituida para servicio de Dios y del prójimo”.

Catolicismo e Hispanidad se identifican plenamente, de ahí que el lema para Los Caballeros de la Hispanidad sea: Servicio, Jerarquía y Fraternidad como antagónicos a los principios del liberalismo: Libertad, Igualdad y Fraternidad.

La ideología de Maeztu se tiñe de un carácter aristocrático y autoritario, muy cercano al Superhombre de Nietzsche, encarnación de la Voluntad de Poder.

Esa defensa del autoritarismo, vinculada a la “voluntad imperial” no fue ajena a los sentimientos y actitudes adoptadas por grupos de “extrema derecha” en los años anteriores a la guerra civil, incluso, quizá, contribuyó en gran manera sobre todo en el movimiento “Acción Española”

¿No es una contradicción afirmar la igualdad esencial de todos los hombres y apostar por una organización política basada en la Jerarquía y en el Servicio, entendidos en sentido aristocrático, según el lema de los Caballeros de la Hispanidad?

Quizá su interpretación de la “Hispanidad” es la justificación teórica del totalitarismo y esa voluntad de poder sobrepasa a Nietzsche para caer en un fascismo declarado al que se adscribió con su conducta práctica, mediante el apoyo, como diplomático, a la Dictadura de Primo de Rivera, su participación activa e inspiración intelectual en el grupo de Acción Española y su repetida declaración de simpatías en el terreno privado.

Aunque, según algún crítico, uno de los temas preferidos de Maeztu era hacer apología de Hitler, considerándolo como uno de los más grandes políticos que ha conocido la historia por haber impedido, junto a Mussolini, que el comunismo destruyera todo lo que en el mundo existe de cultura.

¿Tuvo que ver, todo esto, esta actitud y defensa, con la Guerra civil?

Tenía la idea de que la crisis de Occidente no podría resolverse más que mediante métodos fascistas.

Al comentar la Decadencia de Occidente, de Spengler, dice: “este cuadro de desolación no se arregla sino con la promesa de que todavía, antes de su muerte, conocerá la Civilización Occidental una restauración aparente, por medio de un imperialismo o cesarismo (quizás un fascismo) que será una vuelta de los viejos poderes de la espada y de la cruz, la aristocracia y el sacerdocio, frente a los poderes actuales de la plutocracia y los intelectuales”

Ya había exaltado la guerra y con los elogios a la aristocracia y al ejército como la expresión superior de toda aristocracia está acercándose a los ideólogos del fascismo español (Víctor Pradera, Onésimo Redondo, J. A. Primo de Rivera, Francisco Navarro Ledesma, Ernesto Giménez Caballero) con posturas que presagian lo que luego se llamará Movimiento Nacional.

“…si el mundo se arregla, lo tendrán que arreglar los militares. No digo que sean éstos de ahora. Si no son éstos, serán otros. Los que lo arreglen serán militares…los militares tienen el poder y tienen también la tradición…se han abrazado a una profesión de sacrificio. Ha hecho votos de algo. No es libre ni tiene pretensión de serlo. Su profesión es un servicio…ya no confiaba la salvación de España sino a la posibilidad de que se les ocurriese salvarla a 49 capitanes….que sean disciplinados….que posean las armas….que sean ejemplo…todos los pueblos son cera para un puñado de hombres que sean a la vez buenos y duros…”

La “voluntad de poder”, con su inicial origen nietzscheano, ha llegado aquí a sus últimas consecuencias prácticas, de doloroso recuerdo para todos los españoles.

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